sábado, 16 de septiembre de 2023

ÁNGEL RODRÍGUEZ TEJERO; EL GENERAL Y SUS DIBUJOS (Parte Primera: Vida y obra)

Nuevamente, he de agradecer a mi tío Santiago Rodríguez-Santafé y a mi prima, María Atienza; la entrega de datos y fotos sobre Ángel Rodríguez Tejero (y las de su propia familia; una saga de militares que desde el siglo XIX han servido fielmente a España). Asimismo, mi agradecimiento a mis primas, Fátima y Marisol Santafé Casanueva; que me entregaron numerosas imágenes y documentos familiares, permitiéndome fotografiar obras de nuestro tatarabuelo Angel y de su hija (la bisabuela Carolina -una magnífica pintora que se vio obligada a dejar el arte, después de casarse-).

ESTA ES LA PARTE PRIMERA, PARA LLEGAR A LA SEGUNDA, PULSAR: https://recuerdosyanoranzas.blogspot.com/2023/09/angel-rodriguez-tejero-el-general-y-sus.html



SOBRE Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Dos imágenes de Angel Rodríguez Tejero. Arriba, foto tomada después de mayo de 1898 (con unos sesenta años); vestido de general y luciendo las numerosas medallas y cruces ganadas. Para iniciar el artículo recordaremos que fue ascendido al generalato en plena crisis del 98; cuando El Desastre llegaba a su punto álgido, con la derrota española ante Estados Unidos. Asimismo, volveremos a mencionar que Rodríguez Tejero pertenecía a una élite militar, liberal y muy culta; cercana a José Canalejas (por lo tanto, contraria a un enfrentamiento bélico entre España y los americanos). Su proximidad a Canalejas la observamos al conocer que su yerno era Nicolás Santafé; socio y amigo íntimo de Manuel Cóbo Canalejas (primo y hombre de confianza del estadista). De la amistad inquebrantable entre Nicolás Santafé y Manuel Cobo, nació la unión de sus dos primogénitos (Ángel Santafé y Concepción Cobo); matrimonio del que proceden los Santafé Cobo; Ángel, Concepción, Ma. Luisa, Ma. Teresa (mi madre) y Manuel, bisnietos de Rodríguez Tejero. Abajo, junto a su mujer -Germana Gómez de Velasco- en los tiempos en que se casó (fotos entorno a 1864).


El capítulo procede de uno anterior (publicado hace tres años) donde relataba la biografía de mi tatarabuelo, el general Rodríguez Tejero -famoso dibujante-. Para consultarlo, hacer "clik" sobre su título (abrir link junto estas líneas): ANGEL RODRÍGUEZ TEJERO (1837-1908): El General de los pinceles -y su saga-.

ÍNDICE GENERAL: Pulsando el siguiente enlace, se llega a un índice general, en el que se contienen los artículos de "Añoranzas, recuerdos y semblanzas" y sus enlaces. Para acceder al índice haga "clik" sobre esta línea: http://recuerdosyanoranzas.blogspot.com.es/2015/04/pulsar-sobre-las-lineas-de-enlace-hacer.html

EL ARTÍCULO puede leerse enteramente, o bien de forma resumida -siguiendo las letras destacadas en rojo y negrilla-.



JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS: Dos imágenes de las hijas de Ángel Rodríguez Tejero; donde vemos a mi bisabuela Carolina y a su hermana Consuelo. Al lado, un retrato Consuelo, segunda de la familia Rodríguez Tejero; o bien de su hija, Consuelo Corona Rodríguez (cuyo autor desconozco). Abajo, foto de 1920 (aproximadamente), con mi bisabuela Carolina cuando tenía unos cincuenta y cinco años de edad; en su casa de Madrid (Pérez Galdós 3).
En el fondo, se observan algunas acuarelas (pintadas por ella o por su progenitor). Asimismo, en la pared y sobre el interruptor eléctrico, vemos la fotografía original de Rodríguez Tejero, vestido de general; que hemos subido al comenzar el artículo.






JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS:
Dos imágenes más de la familia. Al lado, mi bisabuelo Nicolás, junto a Eugenia de Montijo, en la última instantánea de ella; primavera de 1920 -poco antes de que muriese-. La foto se tomó en la parte de Villa Miranda, que la emperatriz regaló al que fue su hombre de confianza (Nicolás Santafé). La vemos sentada en silla de ruedas, junto al que era su banquero y apoderado de sus sobrinos (los Alba y los Tamames). Abajo, mi bisabuela Carolina junto a su marido: Nicolás Santafé Arellano. La foto fue tomada durante el verano, entorno a 1915; en un balneario de Europa. Probablemente en los que frecuentaba la emperatriz Eugenia (llamados Eugénie-les-bains); donde los Santafé descansaban durante el mes de agosto, cuando iban a Biarritz y Las Landas-. Como ya hemos narrado en otros capítulos, ella tuvo que abandonar la pintura al casarse; por expresa orden del banco que regentaba su marido y porque él trabajaba como agente de cambio, en La Bolsa de Madrid. Al parecer, en la época no estaba bien visto que una mujer frecuentase el ambiente del arte (donde “hasta posaban modelos desnudos...”). Finalmente, en 1890 y a los 25 años de edad, la bisabuela Carolina dejaría de pintar -al menos en público-, para dedicarse a sus hijos y acompañar a su marido. Una triste historia que nos privó de una gran artista, pues sus cuadros de juventud son verdaderamente magníficos.



PREFACCIO:

Antes de comenzar este capítulo, diremos que se trata de la ampliación de otra entrada, editada hace cuatro años -ver (1) -. Un artículo que subí el 31 de agosto de 2019, en el que relaté la biografía de mi tatarabuelo, Ángel (que me dio nombre); basándome en otra que escribió su también tataranieto: Javier Sanjuan Rodríguez y Corona (4) . En aquel capítulo escrito hace casi un lustro; realicé un relato, que en ahora intentaremos ampliar, ayudado por las nuevas publicaciones que han aparecido sobre el “general de los pinceles” desde entonces -en especial las escritas por Joseán Ruiz de Azúa (2) y Enrique Gallego Lázaro (3) -. Aunque, en el presente trabajo no deseamos simplemente recoger la vida o los hechos históricos que rodearon a Ángel Rodríguez Tejero; sino, interpretarlos y expresar una opinión (conforme a nuestra época y la de referencia). No solo por tratar sobre la vida de un familiar; sino -principalmente- por comentar la de un militar. Lo que nos llevará, finalmente, a un pequeño análisis sobre el estado actual del mundo castrense en nuestro país; debido al abandono de su imagen y a la falta de admiración que los “nuevos” españoles tienen hacia el ejército -en mi opinión-. Pese haber sido una institución, que nos ha cuidado y protegido durante siglos.


A) VIDA DE ÁNGEL RODRÍGUEZ TEJERO:

De nuevo, trazaremos un esbozo biográfico, tomando como guía la referida separata escrita por Enrique Gallego Lázaro, publicada recientemente -2021; ver cita (3) -. Junto al ya mencionado opúsculo, en el que basamos nuestro capítulo anterior; de Javier Sanjuan Rodríguez y Corona (4) . A lo que añadiremos otros datos obtenidos por nuestros medios, incluyendo los que recogen estudios como el de Josean Ruiz de Azua (2) , o los de Jesús Burgueño y Montse Guerrero Lladós (6) . Redactando un bosquejo con orden cronológico; basado en los trabajos de Sanjuan Rodríguez y de Enrique Gallego Lázaro. Adjuntando una explicación de hechos históricos, que rodearon la vida de Ángel Rodríguez Tejero (escritos en diferentes colores):

-En negro = Vida profesional y familiar de Ángel Rodríguez Tejero

-En Azul = Medallas concedidas y obra publicada

-En Morado = Hechos históricos que rodean la vida de Ángel Rodríguez Tejero.



SOBRE ESTAS LÍNEAS: Arriba, Reunión de los Santafé y Rodríguez en la casa de Nicolás Santafé, de Madrid (Pérez Galdós, 3). La fotografía (que ya habíamos publicado y que nos facilitó Ma.Sol Santafé y Javier Casanueva -a los que agradecemos su enorme generosidad y amabilidad-); es casi coetánea al fallecimiento de Angel Rodríguez Tejero. La fechamos hacia 1910 (dos años después de que muriese el padre de mi bisabuela) y está tomada en el salón donde tenían expuestos algunos cuadros pintados por él y por su hija.

Los protagonistas, de derecha a izquierda son: a)-Martín Santafé (hermano de mi abuelo, con dieciséis años -aproximadamente-) // b)-Jaime Santafé (en el centro y con unos once años; hermano menor de mi abuelo) // c)-Teresa Santafé (hermana de mi abuelo Angel, con unos diecisiete años). // d)-Juan Santafé Arellano (arquitecto del Hipotecario y hermano de mi bisabuelo Nicolás) // e)-María Santafé (hermana menor de mi abuelo Angel, con unos diez años) // f)- Angel Santafé Rodríguez (mi abuelo materno, de lado y con diecinueve años -aproximadamente-)


BAJO ESTAS LÍNEAS: Fotografías de los Rodríguez y los Santafé; que también habíamos publicado y que me hizo llegar Ma.Sol Santafé y Javier Casanueva (a los que agradecemos su enorme generosidad y amabilidad). En ella vemos a Angel Rodríguez, ya general, junto a dos de sus hijos y su yerno (acompañado por tres de sus nietos). Creemos que es de 1898; pues aparece mi abuelo Angel (el mayor de los niños) con unos siete años. Las personas que la protagonizan; son, de derecha a izquierda:

La bisabuela Carolina (hija menor de Angel Rodríguez, con unos treinta y cuatro años). Mi abuelo Angel Santafé Rodríguez (frente a la balaustrada), nacido en 1891 y con siete años (aprox). Detrás, nuestro tatarabuelo, Angel Rodríguez Tejero, con unos sesenta años y ya ascendido a General. Bajo él y desenfocado, el tío Martín Santafé, hermano de mi abuelo Angel. En medio y junto al tatarabuelo, su hijo Juan, hermano de la bisabuela Carolina y también militar; quien en estos días era Primer Teniente de Dragones, de la Lusitania XII. Tras él, también en la balaustrada, la hermana de mi abuelo Angel, Teresa Santafé. Al final (a nuestra izquierda), mi bisabuelo Nicolás Santafé Arellano; agente de cambio y bolsa (bolsista) que por entonces tendría casi cincuenta años y era consejero del Banco Hipotecario de España, tanto como administrador o apoderado de la Casa de Baviera, Peñaranda, Tamames, Montijo y de Alba (entre otras fortunas que financiaba o asesoró).



A-1) Desde el nacimiento, hasta su boda (1827 – 1864):

-1837: Ángel Rodríguez Tejero (o bien, Tegero) nació en el barrio de El Salvador, en Segovia capital; el primero de marzo (poniéndole por nombre la onomástica de ese día). Su padre era organista y músico de la catedral; suponiendo la familia que descendía del hermano mayor de San Alonso Rodríguez -también nacido en Segovia-.

-1837/56: Hasta los veinte años se forma como dibujante y pintor; primero en su ciudad natal y más tarde en la Academia de San Fernando (de Madrid). Estudiando junto a maestros como: José Madrazo, Antonio Ma. Esquivel o Pérez-Villaamil (igualmente militar). No logra una deseada beca para estudiar en Roma, ni en París; por lo que sus padres deciden que entre en el ejército.

-1857: Ingresa como soldado de Infantería, en el regimiento América 14 (agosto de este año), siendo destinado en Madrid como dibujante militar con la graduación de Cabo 2º. No tratándose su integración de un alistamiento por quintas -que le hubiera reclutado a los dieciocho años (en 1845)-. Sabemos que entró de soldado dibujante, debido a que el ejército, por entonces, no disponía de fotografía instantánea y necesitaban láminas para conocer bien la topografía, los mapas, e incluso los movimientos en batalla (dejando así testimonio de las ellas).

-1858/59: La familia recuerda que estuvo en África, asistiendo como pintor (aunque no hay testimonio oficial de ello). De tal manera, decíamos en nuestro anterior artículo, que cuando O´Donnell decide atacar Tetuán (en 1859); nace en España una gran ola de patriotismo, que provoca el alistamiento voluntario de muchos jóvenes, quienes partirán hacia África. Uno de ellos fue Angel Rodríguez Tejero -según narraban sus bisnietos Santafé-; del que afirmaban, llegó a las costas de Rif, con unos veintidós años -pincel en mano-. Para situarse en primera línea a dibujar las cargas, las operaciones militares y todo movimiento o estrategia que el alto mando le pide reflejar en sus bocetos. En la familia contaban que cuando el tatarabuelo se alistó voluntario a la Guerra de África, iba movido más por razones artísticas, que patrióticas. Pues durante el siglo XIX se había producido un movimiento ligado a la pintura costumbrista y preciosista, ambientado en el mundo árabe. Regresando aquel “militar dibujante” a Madrid al acabar la guerra de Tetuán (en abril de 1959); hemos de suponer que lo hizo junto a todos los soldados venidos de África, a celebrar la victoria. Su nieto, Martín Santafé, narraba su estancia con O´Donnell, mostrando unos cuadernos de juventud, donde se reflejan las batallas de Tetuán (carpetas de las guerras del Rif, que permanecen en propiedad de sus tataranietos). Acerca de los referidos hechos, hace evidente su participación en la guerra de África de 1859; no solo los mencionados almanaques, de croquis con cargas y batallas de Castillejos; que los familiares conservan. Sino principalmente, que el rey Alfonso XII y su hermana comprasen en sus exposiciones de los años 81, 82 y 83; varios cuadros suyos que contenían escenas de la toma de Tetuán. Tal como recoge Ossorio y Bernat en su GALERÍA BIOGRAFICA de ARTISTAS ESPAÑOLES, DEL SIGLO XIX. Escribiendo textualmente: "1881,1882 y 1883, el Sr. Rodriguez Tejero presentó los siguientes asuntos: “La Escolta real”, “Tutto amore” (abanico), “Castillejos”, “Tres recuerdos de la guerra de África”, “Fuego entre nieve”, “A las bodas del emir”, “Hacer por la vida” y “Hacer por la muerte”, comprados por el Rey y la Infanta Doña Isabel” -SIC (9) -. De lo que trataremos, al hablar sobre la obra de este general pintor, en el epígrafe "4-B"; donde recogemos enteramente la reseña que Ossorio Bernat escribe sobre el "dibujante militar", en su diccionario de pintores y escultores del XIX.

-1860: En igual regimiento, se le asigna como función, trabajar para el Depósito Militar de Madrid.

-1861: Es ascendido a Sargento 1º y destinado al regimiento Arapiles, también situado en la capital de España.

-1862: Pasa a Jaén y ascendido a Subteniente.

-1862: Tristemente se incendia el Alcázar de Segovia, sede por entonces de la Academia de Artillería; y Angel Rodríguez participa económicamente -tanto como artísticamente- en las labores para su recuperación.

-1863: Regresa al Depósito de Guerra en Madrid (con el grado de subteniente), donde recibe la “cruz blanca de 1ª clase del Mérito Militar en premio a su cooperación por los trabajos para el levantamiento de los planos pedidos por Napoleón III, con objeto de esclarecer el estudio de las campañas de Julio César en España” -SIC (3) -. Su tataranieto Sanjuán Rodríguez y Corona, nos dice que tristemente este trabajo acerca de Julio César se perdió casi en su totalidad (al igual que otros tantos de los que hizo Angel Rodríguez Tejero); ensombreciendo la grandeza de su figura como humanista y artista. Más tarde trataremos sobre estos mapas, de los que se conserva una copia en el Palacio Real.

-1863: Es ascendido a teniente.

-1863: Enrique Gallego escribe que: “Junto a los alféreces José Argüelles, Juan Clausells, Antonio Corona y Juan Domínguez; los sargentos primeros Victorio Pajares e Isidro Lledó; y el sargento segundo Enrique Rodríguez Brizuela, realizó numerosos planos para el Ministerio de la Guerra. Entre ellos destacaron el de la batalla de Alcolea y el álbum militar remitido más tarde a Amadeo I” -SIC (3) -.

-1864: Contrae matrimonio con Germana Gómez de Velasco; con la que tendrá tres hijos: Carolina nacida en 1865 (casada con Nicolás Santafé Arellano); Juan (que llegó a Coronel de cazadores, casado con Cándida Orio-Zabala y Grajera) y Consuelo (casada con el también militar; Ignacio Corona).

-1864: Desde este año, se estaba produciendo una enorme inestabilidad económica. Por lo que todo aquel patriotismo y espíritu positivo que trajo la victoria de Tetuán (de 1859), se había venido totalmente abajo un lustro más tarde. Principalmente, cuando la crisis llegó al abastecimiento de las ciudades, provocando hambrunas y desolación entre la población española. Todo ello hizo que volviera al poder el general Narvaez en 1864, quien con su espadón llegó a cometer atrocidades; siendo pronto expulsado del gobierno y sustituido de nuevo por O´Donnell.


SOBRE Y BAJO ESTAS LíNEAS: Reunión de los Santafé y Rodríguez en la casa de Nicolás Santafé en Madrid (Pérez Galdós, 3). La fotografía que ya habíamos publicado, gracias a que Ma. Sol Santafé y Javier Casanueva nos la hicieron llegar; es también muy cercana al fallecimiento de Angel Rodríguez Tejero. La habíamos fechado hacia 1910 (dos años después de que muriese el padre de mi bisabuela) y está asimismo tomada en el salón donde tenían expuestos cuadros del tatarabuelo. Aunque en sus identificaciones habíamos cometido un error; confundiendo a Consuelo (la hija segunda de Rodríguez Tejero) con la esposa de Carlos Corona. Rectificamos las identificaciones en la imagen de abajo y de nuevo numeramos a los protagonistas, quienes de derecha a izquierda son:

1)-Teresa Santafé (hermana de mi abuelo Angel Santafé).

2)-Martín Santafé (hermano de mi abuelo).

3)-German Gómez de Velasco; Sra. de Rodríguez Tejero (mujer del general).

4)-Angel Santafé Rodríguez (mi abuelo materno).

5)- Nicolás Santafé Arellano (yerno de Rodríguez Tejero y marido de Carolina; mi bisabuelo).

6)- Ignacio Corona Rodríguez, (hijo de Consuelo y sobrino de Carolina. Nieto mayor de Rodríguez; muerto unos cuatro años después de esta fotografía, en la Guerra de África).

7)- Carolina Rodríguez (hija mayor de Rodríguez Tejero y madre de mi abuelo materno).

8)- Carlos Corona Rodríguez, (hermano de Ignacio, el militar; segundo hijo de Consuelo y nieto del general. Padre del bebé que vemos en el centro).

9)-Consuelo Rodríguez (segunda hija de Rodríguez Tejero; hermana de la bisabuela Carolina y madre de Ignacio y Carlos; viuda de Ignacio Corona Gómez-Gamero; abuela del bebé que vemos en el centro).

10)- Jaime Santafé (hermano menor de mi abuelo).

11)- Primera bisnieta de Angel Rodríguez Tejero (hija de Carlos Corona Rodríguez).

12)- La tía María Santafé (hermana menor de mi abuelo Angel), con unos diez años.

Observemos al fondo, algunos cuadros del tatarabuelo Angel, entre los que destaca su autorretrato y varias escenas costumbristas. Asimismo, es importante indicar que estos dos hijos de Consuelo -numerados en foto como 6 y 8- (Ignacio y Carlos Corona); quedaron huérfanos de padre en 1895; momento en que fueron recogidos por Angel Rodríguez Tejero. Trasladándolos junto a Consuelo (la viuda), para vivir en Tarifa; donde su abuelo ocupaba el cargo de Gobernador Militar. Pasando su primera infancia en el castillo de Guzmán el Bueno (residencia del gobernador); un recuerdo que nunca olvidaron y que inspiró su vocación militar. Tristemente, en 1914 el mayor de ellos (Ignacio Corona) murió en la Guerra de África.



BAJO ESTAS LíNEAS: Recordatorio de fallecimiento en la Guerra de África de Ignacio Corona Rodríguez (nieto de Angel Rodríguez Tejero y sobrino de mis bisabuelos, Nicolás y Carolina). La necrológica que incluyo, ha llegado hasta mí desde Javier Sanjuan Rodríguez y Corona; gracias al Coronel Santiago Rodríguez Santafé. Quien me explicó que ambos hermanos (a la derecha de la imagen), eran Carlos e Ignacio Corona Rodríguez. Abuelo y tío abuelo de Javier Sanjuan Rodríguez y Corona. Enviándome el recordatorio de la muerte en campaña de Ignacio; que cayó en Arcila, en febrero de 1914. Desde aquí, nuestro respeto y nuestra memoria a quienes dieron su vida por nuestra nación -como Ignacio Corona Rodríguez-; pues gracias a ellos y a su tremendo sacrificio, hemos nacido en una España estable y plena de libertades.




A-2) Desde su boda hasta el comienzo de la III Guerra Carlista (1865 - 1872):

-1865: Nace su primera hija: Carolina (que se casará en 1890 con Nicolás Santafé). Continúa en el Depósito Militar, donde recibe el mando como teniente.

-1865: Cruz Blanca de primera clase al mérito militar; por su cooperación en el Estudio sobre las Campañas de Julio César en España.

-1864/1866: Tras dos años de mandato, Leopoldo O´Donnell traiciona a la reina y urde un complot para destronarla; golpe de estado que fue descubierto, costándole el cargo al instigador.

-1866: Debido a la fidelidad mantenida durante los hechos antes narrados; toma el mando de capitán en el mismo destino. Su ascenso a capitán, nos dice Enrique Gallego Lázaro que sucede “tras los sucesos acontecidos con la sublevación del cuartel de San Gil el 22 de junio en Madrid, año en que también le fue concedida la cruz de Carlos III en recompensa por los trabajos que ejecutó en el Mapa y Manual itinerante militar de España” -SIC(3)-. Al parecer, participa en el desmantelamiento de otro intento de Golpe de Estado, que se cercena el dos de febrero.

-1866: Cruz de Carlos III; por su trabajo en el mapa y manual itinerario militar de España.

-1866: De nuevo se impone en el gobierno el general Narvaez, con su autoritarismo manifiesto; impidiendo que la alternancia de poder pudiera existir y condenando al Estado a una enorme inestabilidad. Tanta, que se llega a un acuerdo firmado por todas las fuerzas políticas, con el fin de destronar a la reina. Cuando al descontento político, se unió la crisis económica; un caos empresarial arrastrado desde hacía dos años y que en 1866 desembocó en una hecatombe financiera, provocando la falta de abastecimiento en las ciudades.

-1867/68: La población -casi en su totalidad- hablaba de derrocar a Isabel II; desembocando todo ello en el pronunciamiento de Topete, ayudado por Prim (septiembre de 1868) y en la expulsión de la reina, que se ve obligada a marcharse en tren hasta Francia.

-1868: Es ascendido a Capitán, en octubre de ese año. Habiendo sido nombrado comandante en 1868 -meses antes de que Isabel II fuera expulsada-. Pero no recibe el mando hasta tres años más tarde; cuando ya se había restaurado la monarquía. Tomando su cargo definitivamente como comandante en 1871; tras llegar al trono Amadeo de Saboya. Después de los dos años revolucionarios que dieron nombre al “sexenio”, que comprenden desde 1868 a 1874. Todo lo que refleja su fidelidad a la Corona.

-1868/1874: Puede considerarse una de las peores etapas de la Historia de España. Donde se mezclaron numerosos hechos que a continuación resumo en breves palabras y que más tarde explicaremos, para comprender bien la vida de este militar. Pues desde este trienio (68-71) nació el famoso “sexenio”, en que comenzaron los pronunciamientos “legales”; el odio hacia la reina; el descontento general; la proclamación de una República eventual bajo regente; la votación para una monarquía electa; el asesinato del que promovía al monarca; la llegada y expulsión del rey elegido; etcétera y etc . Un largo etcétera de situaciones difíciles (o incomprensibles), que terminarán en la proclamación de la Primera República; que se convirtió en un ejemplo de enajenación política y patriótica. Debido a ello, estos seis años comprendidos entre 1868 y 1874 son denominados por algunos, el “Sexenio Democrático”; aunque se conoce como el “Sexenio Revolucionario”. Seis años en los que España prueba todo; desde la regencia con un gobierno provisional encabezado por militares (1868-71); hasta el sistema de la monarquía electa. Nueva idea que se propone tras la expulsión de Isabel II y que tuvo como candidatos principales al famoso príncipe de Hohenzollern Sigmaringen y a Amadeo de Saboya.

-1868: Se prepara la Tercera Guerra Carlista y el Alzamiento del 69.

-1869/71: Comienzan las protestas y se suscita la rebelión Carlista. El alzamiento en 1869; más la intentona de sublevación, de 1870 (llamada La Escodada). Se llega a la conspiración de 1871 en Navarra.

-1870/71: fue elegido Don Amadeo I monarca de España (en 1870); quien vino a su reino electo un año más tarde, con el deseo de lograr una monarquía parlamentaria. Intención casi imposible de llevar a cabo; y que se complicó cuando aquel nuevo soberano puso pie sobre nuestra tierra, momento en que mataron a su mentor: el general Prim. Quedando así la reciente monarquía, descabezada, con el atentado de la Calle del Turco.

-1871: Se le concede el grado de Comandante. Su “ascenso a comandante se debió a los servicios extraordinarios que prestó en el Depósito de la Guerra” -SIC (3) -. Destacaremos que tan solo asciende cuando Amadeo de Saboya le otorga el rango; asimismo, Ángel Rodríguez Tejero, tan solo toma sus cargos cuando -más tarde- los firman Alfonso XII o su mujer regente (Ma.Cristina). Mientras, en los años de República; permanece sin subir de grado y ni siquiera trasladarse.




SOBRE, BAJO Y JUNTO ESTAS LÍNEAS:
Casa de la familia de San Alonso Rodríguez, en Segovia. Se consideraba que Ángel Rodríguez Tejero era directamente descendiente del santo (de sus hermanos, pues murieron todos los hijos del jesuita que alcanzó los altares). Tanto es así, que sus bisnietos siempre narraron como asistió a la canonización en Roma (un 15 de enero de 1888).





JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
dos grabados de Ángel Rodríguez Tejero. Al lado, soldados custodiando ganado en Navarra (1875). Abajo, batalla de Treviño; 1875.







JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
dos grabados de Ángel Rodríguez Tejero. Al lado, ejército del norte (1875). Abajo, pareja de jinetes carlistas; 1875.




JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
dos grabados de Ángel Rodríguez Tejero. Al lado, La Puebla de Arganzón -Álava- (1875). Abajo, sitio de Álava; 1875.





A-3) Desde la III Guerra Carlista hasta su regreso a Madrid (1872 – 1876):

-1872/76: Tercera Guerra Carlista. Encabezados por su rey -Carlos VII-, formaron un ejército de cincuenta mil hombres y en 1872 proclaman la insurrección de Navarra, Cataluña y las tres provincias vascas (junto a otros puntos aislados, de Castellón, Teruel y etc).

-1872/1876: Tercera Guerra Carlista, donde será enviado como dibujante al frente, con la misión de plasmar las posiciones y el material bélico del enemigo (llegando pronto a Erremetería, con los liberales). Sus dibujos, tomados con gran riesgo y secretamente desde los puntos de vigía; sirvieron para entender las tácticas militares de los carlistas y su potencial armamentístico; logrando con ello, numerosas victorias. Muchos de estos dibujos serán posteriormente publicados por la primera revista editada en nuestro país, llamada “LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA”. Para la que colaboró desde este momento y a lo largo de toda su vida. Debido a ello, a Angel Rodríguez Tejero, se le comienza a conocer en toda España como “El dibujante Militar”; aunque al final le llamaron: “El general pintor” (el general de los pintores o el general de los pinceles).

-1872/73: En este estado, sufriendo un atentado los reyes y viendo Amadeo que el país donde gobernaba era peligroso y anárquico; decide marcharse, dejando el trono vacante.

-1873: Se proclama la Primera República; tomando los mandos de gobierno hombres de enorme cultura (sin lugar a dudas), pero sin sentido de Estado, ni conocimientos políticos. Quienes -en principio- concebían a España como un Imperio creado por los Reyes Católicos, formado por federaciones (mini Estados) que podían segregarse. Tal como lo habían hecho durante todo el siglo XIX los nuevos países nacidos en Hispano América. Con esta concepción de España, toda región, provincia y hasta los ayuntamientos que lo deseaban; podrían declararse independientes de la Nación. La Primera Republica, proclamada en 1973, terminará con el Sexenio Revolucionario. Tras un periodo de unos veinte meses y de absoluta anarquía; donde hubo cuatro Presidentes de Gobierno y durante el cual los diferentes cantones, provincias y regiones españolas, llegaron a declararse la guerra.

-1874: Se proclama La Restauración, retornando al trono Alfonso XII (aunque se deja en el exilio a Isabel II; su madre). Comienza una etapa de paz y prosperidad que se inicia en 1874 y que perduró decenios.

-1873/74/75: Ángel Rodríguez Tejero continúa en las campañas Carlistas y en el 74 asiste a la toma de La Guardia y de Irún; liberadas por su ejército de los partidarios de Don Carlos. Nuevamente destacamos que, como militar, asciende solo cuando Amadeo de Saboya le nombra (comandante) o si lo hace Alfonso XII, y su viuda (la regente, Ma.Cristina). Mientras en los años de República, permanece sin subir de grado y ni siquiera trasladarse. Sigue este año en El Cuartel del Norte y solo un mes después logran la toma de Irún, que se hallaba en manos de Don Carlos; consiguiendo esta plaza el 10 de noviembre. Finalmente, desde la zona recuperada, inicia el bloqueo de Pamplona (empezado en febrero de 1875), cerrando el Valle de Echaurri y formando parte para una comisión de canje de prisioneros, entre ambos bandos. Siendo nombrado entonces Comandante de Estado Mayor, por las anteriores acciones; a las que se sumaron el reconocimiento de Manclares y Subijana, tanto como su participación en la batalla de Treviño y en el ataque a Villareal de Álava. Participando activamente, desde este momento, en distintos combates; entre los que destacaron el citado de Restia, Peñacerrada, Bermeo y largo etcétera; llegando hasta Navarra para sostener la línea de Abarruza, Miravalles, San Cristóbal y etc.. Acciones todas llevadas a cabo antes de que finalizase 1875.

-1875: Asiste a la toma de Pamplona y es nombrado comisionado para canjear presos; asignado Comandante del Estado Mayor. Lo que describe Gallego Lázaro con las siguientes palabras:como agregado al Cuartel General del Ejército del Norte con el fin de auxiliar los trabajos fotográficos de este. Llegó a Miranda de Ebro el 13 de septiembre y asistió a la toma de La Guardia el 8 de octubre, para, un mes más tarde, efectuar un reconocimiento de la plaza de Irún que se hallaba sitiada por los carlistas. Asimismo, fue testigo los días 10 y 11 de los hechos de armas que dieron por resultado la liberación de dicha plaza-SIC (3) -.

-1875: Enrique Gallego expresa que: “Por su intervención en las operaciones de 1875 para el levantamiento del bloqueo de Pamplona del mes de febrero, y las de mayo en el valle de Echauri, así como la participación en la comisión para el canje de prisioneros en Viana, le fue concedida la cruz roja de 1ª clase del Mérito Militar” (...) “En junio de ese año pasó a formar parte como comandante del cuerpo de Estado Mayor de Plazas por las citadas operaciones en Navarra, acudiendo en esos días al reconocimiento de las poblaciones alavesas de Nanclares y Subijana de Morillas. También ese mes participó en la batalla de Treviño, del mismo modo que en la toma de Villareal en Álava, mientras que en agosto estuvo en el combate de Restia”-SIC (3) -.

-1875: Cruz Roja de primera clase, al mérito militar por la liberación de la plaza de Irún; fue significado para la Encomienda de Isabel la Católica por la toma de Villareal, de Álava.



SOBRE, JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
Tres grabados sobre dibujos de Ángel Rodríguez Tejero. Arriba, el general Quesada, condecorado (1875). Al lado, ermita donde empezó la batalla de Treviño (1875). Abajo, fuertes de los ejércitos del Norte (1875).





JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
dos imágenes de un cuadro que conserva mi prima Fátima Santafé, a la que agradecemos nos permita divulgarlo. Se trata de un óleo pintado por mi bisabuela Carolina, con unos veinte años (antes de casarse y de que tuviera que dejar este arte, como mandaban los cánones de entonces).










JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos imágenes de un abanico que también conserva mi prima Fátima Santafé, a la que agradecemos nos permita divulgarlo. Se trata de una pieza decorada y pintada por mi bisabuela Carolina, hacia 1885 (con unos veinte años de edad).








BAJO ESTAS LÍNEAS: otro cuadro que conserva mi prima Fátima Santafé, a la que agradecemos nos permita divulgarlo. En este caso es una joven tocando el laúd sobre un almendro; también pintado al óleo por nuestra bisabuela Carolina (hija mayor de Ángel Rodríguez Tejero), cuando era muy joven. Su estilo recuerda a la pintura italiana de la época, siendo similar a los de Fausto Zonaro.



A-4) Desde el final de la III Guerra Carlista, hasta su nuevo traslado a Santoña (1876 - 1889):

-1876: Permanece en campaña, hasta que termina la Tercera Guerra Carlista. Es ascendido a Teniente Coronel y meses más tarde pasa a ser Coronel, por méritos en el frente. Gallego Lázaro explica detenidamente estas operaciones del siguiente modo: “La labor realizada en esa campaña de 1875 hizo que fuera propuesto para la encomienda de Isabel la Católica, participando en noviembre en los combates de Peñacerrada, Payueta, San León, Rivas, La Bastida, Recilla, Vallehermoso y Bermeo, y posteriormente en la expedición a Navarra, así como en las acciones sostenidas sobre la línea de Abarzuza, Miravalles, San Cristóbal y Oricáin” -SIC (3) -.

De tal manera, es ascendido a Teniente Coronel al final de la III Guerra Carlista -contienda que terminó el día de su santo de 1876 y cuando además cumplía los treinta y nueve años-. Durante sus acciones militares es nombrado Coronel por méritos en campaña, el mes de abril. Destinándole más tarde -de nuevo- al Depósito de Guerra, después de declararle “Benemérito de la Patria”, por su participación activa al lograr la victoria sobre los carlistas.

-1876: Medalla de Alfonso XII; con los pasadores de Pamplona y Treviño, teniendo derecho a usar los de Orio, Miravalles y Elgueta.

-1876/1891: Junto al comandante Antonio Corona Cañeque (tatarabuelo de Sanjuan Rodríguez y Corona) publica la NARRACIÓN DE LA GUERRA CARLISTA (1869/1876) -Depósito de Guerra, Madrid-

-1876: Gallego Lázaro nos dice sobre lo antes recogido, que: “fue ascendido a teniente coronel en febrero, y a coronel en abril, siendo declarado benemérito de la Patria por haber contribuido a vencer la última insurrección carlista” -SIC (3) -.

-1877: Finalizadas las campañas contra los carlistas, regresa al Depósito de Guerra con el grado de Coronel. Permanece en la capital y en igual destino, hasta 1888

-1877: Regresa a Madrid; y sobre esta etapa Gallego Lázaro explica que a su retorno tuvo una “mayor dedicación a su faceta de artista naturalista como prueban las obras presentadas en diferentes exposiciones: Una vista de Asturias, Recuerdos de Pasajes, Recuerdo de una campaña, En Tafalla; En los ratos de ocio; De vuelta al trabajo; El telégrafo de sangre; Allí están; La Escolta Real; Tutto amore; Castillejos; Tres recuerdos de la guerra de África; Fuego entre nieve; A las bodas del emir; El que espera desespera; Los húsares en Bernedo; En guarnición; En operaciones; Convoy de heridos; Al agua; Al vino; Antaño; Hoy; Mañana; Ogaño; Episodio de la batalla de Bailén; Agua, viento, tierra y fuego; Forrajeando y Una descubierta (…) A esa lista habría que sumar Hacer por la vida y Hacer por la muerte, adquiridos por Alfonso XII y la infanta Isabel; Se hace tarde, y Ya se van los quintos, comprados por la reina Doña Cristina; y A tomar posición, comprado por las infantas” -SIC (3) -.

-1877: Cruz Roja de segunda clase, al Mérito Militar por la acción de Bernedo; en permuta de la encomienda de Isabel la Católica. Enrique Gallego escribe:En mayo de 1877 se le permutó la encomienda de Isabel la Católica por la cruz roja de 2ª clase del Mérito Militar. Un año después le concedieron la medalla de la Guerra Civil con los pasadores de San Marcos y San Marcial, y en noviembre fue condecorado con la cruz sencilla de San Hermenegildo-SIC (3) -.

-1877/1890: Colaboró con LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA; tal como expresa Gallego Lázaro: "En esa época fue cuando trabajó como colaborador en la revista La Ilustración Española y Americana. Actividad que realizó junto a algunos de los mejores literatos y artista españoles de finales del siglo XIX. Esta publicación, de reconocido prestigio, se presentaba como “Periódico de ciencias, artes, literatura, industria y conocimientos útiles”, en la línea de las grandes revistas ilustradas europeas como las francesas Le Monde Illustré o L'Illustration, la transalpina La Illustrazione Italiana o la alemana Illustrirte Zeitung” -SIC (3) -.

-1878: Medalla de la guerra civil, con los pasadores de San Marcos y San Marcial.

-1878: Cruz sencilla de San Hermenegildo

-1878: Diploma de bronce de la Exposición Universal de París (Francia)

-1881: publica su obra ALBUM DE CAMPAÑA (1881):Álbum de campaña (croquis del natural). Curso militar de `paisage´ y figura por el Coronel graduado, Comandante de E. M. de Plazas, auxiliar del Depósito de la Guerra Don Ángel Rodríguez Tejero.

Sobre este nos dice Gallego Lázaro:Mejor acogida tuvo el Álbum de Campaña para la Junta Facultativa de la Academia de Infantería, pues, aparte de las virtudes reconocidas por la de Artillería, habría que sumar sencillez y sobriedad para croquis militares, con reseñas muy concisas y claras de la teoría del dibujo; la manera de ver el natural y el modo de colocarse para dominar y dirigir con acierto el mejor punto de vista” (…) “Consideraba la Junta toledana que el sencillo plan adoptado por Rodríguez Tejero era de gran utilidad y un importante complemento del dibujo topográfico que se aprendía en las Academias militares. Era cierto que el topográfico era más útil, pero en campaña no siempre había tiempo y ocasión de hacer croquis topográficos, mientras que el dibujo de paisaje podía dar ideas de las posiciones enemigas que estaban a la vista, pudiendo diseñarse en un corto plazo de tiempo. Si a eso se le sumaba el módico precio, su fácil manejo y transporte, la Junta no podía más que suscribir la conveniencia de su enseñanza, aunque no pudiera aplicarse al plan de estudios vigente por estar limitado al dibujo topográfico” -SIC (3) -.

-1881: Cruz Blanca de segunda clase al Mérito Militar, por su obra “Álbum de Campaña...”, tal como expresa Gallego Lázaro: En 1881 le fue concedida la cruz blanca de 2ª clase del Mérito Militar en premio de la aplicación y laboriosidad que demostró en la publicación de la obra de dibujo titulada Álbum de Campaña, Curso militar de figura y paisaje” -SIC (3) -.

-1886: publica EL DIBUJANTE MILITAR: Croquis de paisaje y figura. Por el auxiliar del Depósito de la Guerra D. Ángel Rodríguez Tejero, Depósito de la Guerra, Madrid. Sobre ello, Gallego Lázaro escribe que en este caso recibe una cruz igual a la que le otorgaron cinco años antes; esta vez por su obra “El dibujante militar. De hecho, con la primera de ellas, aunque no pudiera servir de libro de texto para la formación castrense, fue voluntad de la Corona, a partir de la exposición de la Junta Superior Consultiva de Guerra, y de los informes de los directores generales de Infantería y Caballería, que dada la reconocida utilidad del referido trabajo se recomendase la adquisición de cierto número de ejemplares en las Academias de alumnos del Ejército, así como en las conferencias de los Distritos y Regimentales, por la utilidad que había de reportar para la enseñanza del dibujo en dichos centros de instrucción”

La importancia de este texto hizo que la Junta Facultativa de la Academia de Artillería, presidida por el brigadier director Francisco Espinosa, emitiera un informe en el que exponía la utilización del método Chartet como el más adecuado para que los alumnos se familiarizaran con la apreciación a simple vista de las distancias sobre el papel. Igualmente, con dicho método, los alumnos podrían adquirir la conveniente soltura para seguir con provecho los estudios de topografía y línea de copiado del natural, que tan necesarios eran para los oficiales de Artillería dentro de la asignatura correspondiente del plan de estudios vigente. En consecuencia, hubiera sido deseable que los modelos de Chartet hubieran tenido su equivalencia española, y aunque el trabajo de Rodríguez Tejero no cumplía por completo las condiciones para figuras como obra de texto en la clase de dibujo de la Academia” -SIC (3) -.

-1886: Cruz Blanca de segunda clase al Mérito Militar, por su obra “El dibujante militar”.

-1887: Placa de San Hermenegildo.

-1887: Nos dice Gallego Lázaro que: “Transcurrieron seis años desde estas importantes obras y Rodríguez Tejero obtuvo de la placa de San Hermenegildo, siendo comisionado al año siguiente a Vigo y El Ferrol para sacar vistas panorámicas con objeto de ilustrar los planos de dichas poblaciones”-SIC (3) -.

-1888: Publica el “Croquis de topografía y croquis militar de paisaje y figura” (Biblioteca Central de Madrid).

-1888: El día 15 de enero es canonizado en Roma San Alonso Rodríguez, que se tenía como antepasado directo de Ángel Rodríguez; por lo que asiste a la ceremonia oficiada por el Papa León XIII, en El Vaticano

-1888: Desde 1876, había permanecido en Madrid y en igual destino, desde su venida de las Guerras carlistas; hasta que en 1888 es nuevamente trasladado.

-1887/1889: Se casan sus hijas Carolina y Consuelo. La primera en 1889, con Nicolás Santafé Arellano; banquero navarro, liberal y admirador de las hazañas militares de su suegro. Mientras Consuelo toma por esposo en 1187, a Ignacio Corona y Gómez-Gamero (bisabuelo de Sanjuan Rodríguez y Corona), que era hijo del entonces comandante Antonio Corona Cañeque; con el que Angel Rodríguez Tejero colaboró en numerosos proyectos desde su juventud.

-1888-1891: Nacen sus primeros nietos. Ignacio y Carlos Corona (1889 y 1889), hijos de Consuelo. María Teresa y Angel Santafé Rodríguez (1890 y 1891); hijos de su primogénita, Carolina y de Nicolás Santafé.




SOBRE, JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
Arriba, preciosa acuarela de Angel Rodríguez Tejero, ambientada en las inmediaciones de La Alhambra, llamada "Paseo". Al lado, carlistas llevados al indulto, en Vitoria; por el mismo autor. Abajo, Vitoria después de la Guerra Carlista, dibujo de Angel Rodríguez Tejero.





A-5) Desde su nombramiento de Coronel, hasta el final de su vida (1889 - 1908):

-1889: Como Coronel del Estado Mayor, se le nombra Sargento Mayor de Santoña (un cargo equiparable a gobernador militar). Sobre ello, escribe Gallego Lázaro que:En 1889 fue destinado a la 4ª Dirección del Ministerio de la Guerra, obteniendo también el nombramiento de sargento mayor de la plaza de Santoña, quedando en noviembre en situación de reemplazo del distrito de Castilla la Nueva” -SIC (3) -.

-1890: Recibe el cargo de Sargento Mayor -gobernador- de Mahón (Baleares). Lo que recoge Gallego Lázaro del siguiente modo:Un año más tarde fue nombrado sargento mayor de la fortaleza de Isabel II en Mahón, contribuyendo a la publicación de la Narración Militar de la Guerra Carlista desde 1869 a 1876” -SIC (3) -.

-1876/1891: Junto al comandante Antonio Corona Cañeque (tatarabuelo de Sanjuan Rodríguez y Corona) publica la NARRACIÓN DE LA GUERRA CARLISTA (1869/1876) -Depósito de Guerra, Madrid-

-1892: Es nombrado Gobernador Militar de Menorca. Dice Gallego Lázaro:En 1892 desempeñó de manera interina el cargo de gobernador militar de Menorca y la plaza de Mahón hasta que lo destinaron como gobernador militar a Tarifa” -SIC (3) -.

-1893: Se le asigna el cargo de Gobernador Militar de Tarifa; donde reside en el castillo de Guzmán el Bueno y criará a algunos de sus nietos.

-1895: Muere Ignacio Corona Gómez-Gamero, marido de Consuelo, su segunda hija. A la que recoge, junto a sus dos niños, que se trasladan a vivir en Tarifa (residiendo en el famoso castillo de Guzmán el Bueno; recuerdo que marcará de por vida a los menores). Añadiremos que estos dos nietos eran Ignacio y Carlos Corona, que hemos visto en fotos anteriores -una imagen de 1910, tomada en la casa de mi bisabuelo-. Donde, asimismo, narrábamos que el mayor murió en la guerra de África, en 1914.

-1896/97: Canalejas y sus partidarios, se oponen desde un principio a la guerra de ultramar, intentando llegar a un acuerdo con Estados Unidos y otras potencias. Ello se acentúa precisamente en 1896, cuando José Canalejas Méndez, dimite como ministro (con la excusa de haber enviudado). Decidiendo viajar en noviembre de 1897, hasta Estados Unidos, para visitar al presidente MacKinley en la Casa Blanca -acompañado por algunos de sus familiares-. Donde llegará a un acuerdo de paz verbal con Mackinley, que para nada servirá (debido a que los políticos españoles finalmente se obcecaron en declarar la guerra a Norteamerica).

-1897/98: Promovido a General de Brigada se le requiere vivir en La Corte (Madrid). Es de enorme importancia observar que en 1897 se le hace llamar, para que fije su residencia en Madrid Capital, tal como figura en Hoja de Servicios); mientras se le asciende a general en junio de 1898. Cuando se está perdiendo la Guerra Hispano Americana y todas las colonias.

-1896/97: Canalejas y sus partidarios, frente a la posibilidad de guerra en Cuba, deciden pactar con los Estados Unidos. Debido a esta idea, en el año 1895 Canalejas se distanció de Sagasta e intentó dejar la política, dedicándose plenamente al ejercicio de la abogacía. Pero en 1897, cuando enviudó y sufrió una depresión, decide marcharse con su cuñado Alejandro Saint-Aubin hacia Estados Unidos y Cuba. Su intención era hablar personalmente con el presidente MacKinley y concertar un acuerdo de paz privado, para explicarlo en España; con el fin de evitar un conflicto bélico con los americanos. Así fue recibido en la Casa Blanca en noviembre de este año y tras llegar a un pacto con Mackinley, se dirigió a Cuba -creyendo que se podía solucionar por medios diplomáticos, el problema entre nuestro país y Estados Unidos-. En la isla caribeña Canalejas se alistó como soldado camillero (pese a haber sido años antes ministro de defensa), para conocer de primera mano la situación del frente cubano. Tras ello, el 31 de diciembre de 1897, él mismo arrió por última vez la bandera española en Santiago de Cuba y el 1 de enero izó el estandarte de la autonomía cubana (todo ello, cumpliendo un mandato de Las Cortes Españolas). De ese modo pasó José Canalejas Méndez las navidades de la época en que enviudó; vestido de soldado con uniforme de rayadillo, compartiendo cena y bailes con los compañeros del ejército y recogiendo en Cuba la última bandera española que lució sobre esta isla -marcándola como territorio soberano nuestro-. Aunque mientras regresaba a Cádiz (en febrero de 1898), se produjo la explosión del Maine; fortuita o debida a una bomba. Una deflagración provocada en el interior del barco; ya que sus cuadernas se abrieron desde dentro hacia fuera (lo que demuestra que habría sido un reventón de los "pañoles" o un bombazo colocado por un integrante de la tripulación del acorazado).

-1896/98: Es de destacar que el yerno de Ángel Rodríguez Tejero (Nicolás Santafé) es un hombre de confianza de Canalejas y el banco que dirigía -el Hipotecario- apoyaba la facción de este estadista, que se oponía a la guerra con Estados Unidos. Un José Canalejas, que en 1910, llegará a Presidente del Gobierno; habiendo comenzado su carrera en solitario al negarse entrar en conflicto bélico con los americanos, debido la superioridad del ejército de Estados Unidos. La mano derecha de Canalejas era su primo Manuel Cobo, muy unido a Nicolás Santafé; quienes postulaban por una España Regeneracionista, ideología que lideraba el partido de Canalejas. Como ya hemos dicho, los hijos de Nicolás Santafé y Manuel Cobo (Angel y Concepción) se casaron en 1918 y fueron padres de los Santafé Cobo -Ángel, Concepción, Ma. Luisa, Ma. Teresa y Manuel-; bisnietos de Ángel Rodríguez Tejero).

-1898: Se produce El Desastre (guerra contra Estados Unidos y pérdida de los últimos territorios ultramarinos). En junio de este año estaba en su punto más duro la contienda Hispano Americana, que se inicia por la famosa voladura del Maine; declarando los americanos la guerra, unas semanas después de la "falsa bomba española" en el acorazado estadounidense. Comenzando la contienda Hispanoamericana el 19 de abril de 1898 y venciendo los estadounidenses en mayo a la armada española en Cavite (Filipinas); mientras la terrible derrota no llegó en Cuba hasta julio. Rindiéndose la plaza de Santiago el día 16 de este mes; tan solo dos semanas antes de que Angel Rodríguez Tejero fuese nombrado general.

-1898: Se traslada a Madrid, cambiando su domicilio a la Calle Madera nº 29; donde residirá hasta su fallecimiento, ocurrido diez años más tarde. Allí vivirá junto a su esposa (Germana), su hija viuda (Consuelo) y sus nietos -hijos de esta última y de Ignacio Corona-.

-1898: Publican su ascenso a general los periódicos, el 23 de junio de 1898; tal como recoge Javier Sanjuan Rodríguez y Corona, en su separata (5) .

-1898: Su ascenso al generalato precisamente en la crisis de El Desastre, nos habla de que este militar era un reconocido liberal, enormemente fiel a la corona y moderado (políticamente hablando). Que sería llamado en ese momento a La Corte y para ocupar este cargo, con el fin de apuntalar la nación; debido al tremendo estado de caos que se vivía. Pues el famoso Desatre del 98 resultó ser un tremendo fiasco político y uno de los mayores errores militares cometidos por los parlamentarios españoles en la Historia. Enorme equivocación sobre la que advertían todos los Regeneracionistas, especialmente los krausistas y los allegados a José Canalejas; quienes desde 1896, hablaban de claudicar como Imperio y pactar con Estados Unidos (intentando evitar muertes, sacrificios y una posible humillación militar). De tal modo, entendemos su ascenso a general, cuando sabemos que el grupo ideológico al que pertenecía Angel Rodríguez Tejero, era el "canalejista" y liberal. Una tendencia que además le unía a su familia; en especial a la ideología que promovía su yerno: Nicolás Santafé. Quien ya hemos señalado que tenía un enorme vínculo de amistad con Manuel Cobo Canalejas, procedente del Regeneracionismo; permaneciendo ambos unidos al partido y facción de José Canalejas. Que desde 1896 pugnaba por llegar a un acuerdo con el presidente MacKinley; para que los Estados Unidos no entrasen en guerra con España (atacando Cuba). De ello, el viaje de Canalejas a La Casa Blanca y a Santiago de Cuba a finales de 1897 -que ya hemos relatado-; intentando un acuerdo de paz entre ambos países.

-1900: le conceden la Gran Cruz de San Hermenegildo.

-1901: Se le nombra General de Brigada y al haber cumplido la edad reglamentaria, se le propone para entrar en la Reserva.

-1903: Pasa a la Reserva.

-1908: Fallece el día 2 de septiembre en Madrid, en su domicilio sito entonces en la Calle de La Madera Nº 29; aunque anteriormente vivió en la Calle Luna Nº (28/30/32).

-1928: Fallece su único hijo, Juan (casado con Cándida Orio-Zabala); retirado con el grado de coronel al sufrir una enfermedad.

-1930: Fallece su esposa, Germana Gómez de Velasco; que desde 1908 vivió junto a su yerno Nicolás Santafé y a su hija Carolina (en la Calle Pérez Galdós Nº 3)



SOBRE JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Arriba, Nicolás Santafé y su esposa Carolina (hija de Angel Rodríguez Tejero), con Manuel Cobo Canalejas; en el Monte Igueldo (agosto de 1914). Este viaje se realizó al poco tiempo de comenzar la Primera Guerra Mundial, cuando todavía Francia no había entrado en ella. Debido a una reunión en Biarritz (al parecer, convocada por la que había sido emperatriz; Eugenia de Montijo); para debatir los pros y los contras de aliarse al conflicto. Conflagración en la que -afortunadamente- España no participó; pese a las críticas que hicieron los grandes belicistas, al tomar nuestra nación esta postura de neutralidad. Belicistas, entre los que destacaban intelectuales como Ramón del Valle-Inclán; que proclamaba su indignación, porque el país en que vivía “no era europeo” y no tomaba parte en la contienda.

De derecha a izquierda, en la imagen: 1º- Nicolás Santafé Arellano. 2º- Manuel Cóbo Canalejas. 3ª- María Santafé (hija menor de Nicolás, con un paraguas). 4º- Angel Santafé (mi abuelo, con canotier; hijo mayor de Nicolás Santafé). Carolina Rodríguez (hija del general y esposa de Nicolás Santafé). 6º- Jaime Santafé (hijo menor de Nicolás, con canotier; padre de los Santafé Mira). 7ª- Concepción Cobo (mi abuela, hija de Manuel Cobo). 8ª- Ma. Teresa Santafé (hija de Nicolás, con un paraguas; madre de los Santafé de Villa). Para más datos; la foto debió ser tomada por Eloy Cobo, hermano de mi abuela (hijo de Manuel Cobo).


Al lado,
dibujo mío de José Canalejas Méndez; elegido presidente del Consejo (gobierno) desde 1910 y asesinado un 12 de noviembre de 1912.

Abajo, el cadáver de Canalejas al llegar al Congreso de Diputados, mientras preparaban la capilla ardiente. Junto a él, vemos a Manuel Cobo Canalejas y a su hermano (Julián Cobo) -primero y segundo por la derecha (con bigotes y frente a su primo)-. El asesinato de Canalejas se debió a varios motivos, entre los que destacó: Instituir La Mili Obligatoria (sin poder pagar un soldado de sustitución, como se hacía hasta 1910). Obligando a todos los españoles ir al ejército, sin redención económica (como denominaban a este uso tan corrupto, que permitía a los adinerados, librarse del servicio de armas). Gracias al servicio militar obligatorio, en 1914 creemos que España opta por no aliarse con ningún país beligerante en la Guerra del 14; debido a que, de hacerlo, tendrían que alistarse todos (hasta los hijos de quienes lo decidiesen). Otra de la razones por las que se ordenó el atentado de Canalejas, fue la intervención en Cuba y su amistad con el presidente MacKinley (de Estados Unidos); quien también fue asesinado por un anarquista. Pues -como hemos dicho- en 1897 fue a visitarle para llegar a un acuerdo de paz; al que Mackiley accedió. Debido a ello, Canalejas conocía que la explosión del Maine había sido probablemente un atentado (anarquista); promovido por quienes querían entrar en guerra con España -especialmente W. Randolph Hearst y Teodoro Roosevelt-. De tal manera, al ser elegido Presidente en 1910, ordenó una comisión de estudio sobre lo sucedido en el Maine; debido a que el casco del acorazado todavía permanecía en el puerto de Santiago de Cuba. Aunque, muy pronto, La Armada de Estados Unidos recogió esos restos de metal, los llevó hasta alta mar y los hundió en una sima con miles de metros de profundidad. Tras este suceso, ocurrido en 1911; el Congreso americano dio por cerrado el caso del Maine, sin posibilidad de nuevas investigaciones. Un año más tarde, Canalejas fue asesinado; mientras los suyos seguían intentando demostrar que la explosión del acorazado sucedió dentro del casco y no fue una mina española, o un torpedo lanzado contra el barco (lo que era evidente, por estar sus cuadernas abiertas hacia el exterior).




JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Nombramiento y ascenso a Coronel, de Angel Rodríguez Tejero (19-II-1891). Documento que me hicieron llegar mis primos Ma. Sol Santafé y su marido Javier Casanueva (a los que agradecemos su ayuda -indispensable, para poder desarrollar estos artículos-).









JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
Como ya hemos dicho; uno de los primeros trabajos de Ángel Rodríguez Tejero, fue colaborar en los planos de “Las Campañas de Julio César en España”; que desarrolló el ejército español para el emperador de Francia (entre 1864 y 1866). Al lado, mapa de Lérida, realizado por el Estado Mayor; incluido en el referido almanaque sobre las batallas de César en Hispania. La imagen está tomada del estudio de Jesús Burgueño y Montse Guerrero Lladós (6) -a quienes agradecemos nos permitan divulgarlo-; donde lo publican como figura 2º con el siguiente pié de foto:Plano topográfico de Lérida al Ebro para la historia de las campañas de Julio César en España (conjunto y detalle). Patrimonio Nacional, Real Biblioteca MAP/24 . Las estampas que orlan el título corresponden a la fortificación de Lérida, el monasterio de Santa Maria d’Escarp (próximo a la confluencia de los ríos Cinca y Segre) y la montaña de Montmaneu, muy visible y característica en la comarca del Segrià por su forma cónica y posición aislada”-SIC (6)- . Abajo, otra imagen tomada del citado estudio de Montse Guerrero Lladós y Jesús Burgueño, -a quienes agradecemos nos permitan divulgarla-. En este caso, la publican como figura 4ª con la referencia siguiente: “Plano topográfico de Córdoba al Genil para la historia de las campañas de Julio César en España. Patrimonio Nacional, Real Biblioteca MAP/24 (2). Las estampas que orlan el título corresponden a Montemayor, Córdoba y Espejo” -SIC (6)-.




B) OBRAS DE ÁNGEL RODRÍGUEZ TEJERO:

Al margen de una infinidad de acuarelas, dibujos y cuadros pintados al óleo; que el artista militar expuso en numerosos eventos. Analizaremos en este epígrafe sus diseños publicados y los croquis editados, en almanaques del Depósito de Guerra. Donde sabemos, que primeramente trabajó en los famosos planos sobre “Las Campañas de Julio César en España” (1866). Editando más tarde dos libros: “Álbum de campaña (croquis del natural): curso militar de paisage y figura, (Madrid, 1881) y “El Dibujante Militar: curso militar de paisage y figura” (Madrid, 1888)” . Acerca de estos cuadernos de dibujo, nos dice Joseán Ruiz de Azúa en su obra sobre las Guerras Carlistas (2) :No es de extrañar que los militares estuvieran realizando bocetos, ya que el dibujo estaba incluido en su formación”. Citando que este uso se explica, en el “Nuevo método elemental de dibujo topográfico para uso de las academias civiles y militares” -Madrid 1872- (2a) . Donde sus autores, Antonio Corona y José Argüelles, escriben:

"Para dar más interés a este nuevo método de dibujo topográfico, lo hemos ampliado con una Cartilla de Paisaje, el sistema Charlet, que ahora se utiliza en academias extranjeras, y especialmente en las militares. Este tipo de dibujo, de ejecución tan sencilla, es el que mejor se adapta a la realización de bocetos o vistas del campo, pues además de que sus herramientas, que se pueden reducir a un bolígrafo y cualquier tipo de tinta, no ofrecen ninguna molestia, tal resultado, que con él cualquier vista se expresa como el paisaje más completo. Este sistema de dibujo, despojado de todo lo inútil, y cuya ejecución es de lo más sencilla, es tan imprescindible como el topográfico para los Oficiales en campaña, quienes en presencia del enemigo pueden tomar notas y vistas de posiciones importantes, e ilustrar sus planos topográficos, representando el terreno de dos formas distintas" (2b) . Añadiendo Josean Ruiz de Azúa que “Para ello, dicho libro contó con un apéndice con el siguiente título: Cuartilla de paisage del sistema Charlet, adoptada en las escuelas militares estrangeras.. y los autores de los dibujos fueron José Argüelles y Ángel Rodríguez Tejero, autor de varias imágenes de la lista de Coches, una de ellas de Rentería, como veremos más adelante” (2c) .

A su vez, gran parte de la obra de Ángel Rodríguez Tejero se desarrolló como “bocetista” de las Guerras Carlistas; participando en el frente. Pintando croquis donde se desvelaba la situación de tropas, los movimientos y la capacidad bélica; de los que servían al autoproclamado rey Carlos. Una situación que fue aprovechada por la revista LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA, que compró muchos de sus dibujos, para publicarlos. Trabajando el militar finalmente para esta importante “cabecera”, como corresponsal; a la que facilitó casi un centenar de croquis (ajenos a los realizados para informar a los mandos). Grabados donde se plasmaban los uniformes, batallas o el aspecto de las gentes del Norte; y que incluían diseños mostrando paisajes, ciudades o los aspectos folklóricos de la zona. Donde veremos cómo era la vida cotidiana de los carlistas y de las tierras navarras, o de la zona vasca. Respecto a ello y a los reporteros bélicos, nos dice Joseán Ruiz de Azúa:

Para informar de todos los frentes de la guerra, las revistas enviaron dos corresponsales uno de los cuales iba con el ejército liberal y el otro con el ejército carlista. Así, la revista Le Monde Illustré estuvo representada por Dick de Lonlay en el partido liberal y León Abadías en el partido carlista y cada uno contó los hechos desde su punto de vista y según su ideología. Era muy común que los corresponsales hubieran servido en el ejército y, por tanto, precisamente, fueran seleccionados para esta tarea. Gustave de Coutouly, Albert Schmidt o Mac-Graham eran corresponsales exmilitares. Este último, por ejemplo, viajó con el ejército carlista como reportero del periódico The Evening Standard; sin poder ocultar en sus crónicas, su simpatía por los carlistas. Según todos los relatos, fue muy buena la relación entre los reporteros que estuvieron en el frente norte, durante la época carlista. Pudiéndose saber que los corresponsales formaron un grupo, o una tribu (al estilo inventado por el fallecido Manu Leguineche, un siglo después). Además, esos reporteros que firmaban sus crónicas o dibujos, se convertían en protagonistas de las crónicas de guerra. De esta forma, José Luis Pellicer dibujaría la barraca llamada La Rigada construida por los corresponsales, en tierras de Bizkaia. Pues eran tantos los periodistas, que tuvieron que construir allí un refugio para escribir sus crónicas” (2d) .

Uno de ellos fue Ángel Rodríguez Tejero, del que Josean Ruiz de Azúa escribe: Militar de profesión, pero artista de vocación: se decía que lo llamaban `el general de los pintores´. Sin renunciar a la crudeza de la guerra, pintaba lo que veía con medios rápidos: acuarelas, bocetos, diseños... más tarde completaría estas imágenes o las enviaría a revistas, dejando este trabajo en manos del difícil grabador. Fue autor de dos libros: Album de campaña (croquis del natural): curso militar de paisage y figura, Madrid, 1881 y El Dibujante Militar: croquis de Paisaje y figura, Madrid, Depósito de la Guerra, 1888; ambos equipados con bellas imágenes. Además de eso y como hemos visto antes, también hizo parte del libro Nuevo elemental de dibujo topográfico para uso de las academias civiles y militares (...) Junto a José Luis Pellicer nos brindó el testimonio gráfico imprescindible de la campaña del Norte en las decenas de imágenes que publicó en la revista La Ilustración Española y Americana. También caminó toda la zona de batallas y dibujó vistas generales. De hecho, reflejó la acción del 11 de noviembre de 1874, de forma sintética: Los distintos momentos de la batalla, los lugares estratégicos, los movimientos de las tropas y la ubicación de los soldados, que aparecían en una sola imagen. Un año más tarde, tras el final de la guerra, Rodríguez Tejero realizó una composición multiescena con varios rincones del lado de Pasaia, entre los que aparecían las famosas bateadoras, como los lugares más singulares entre Rentería y Pasaia. Esta composición fue firmada únicamente por Rodríguez Tejero y no existe la del grabador” (2e) .


B-1) Las Campañas de Julio César en Hispania:

A continuación estudiamos lo que escriben los investigadores leridanos: Montse Guerrero Lladós y Jesús Burgueño; sobre estos dibujos, dedicados a las batallas hispánicas de Julio César. Una obra que encargó la reina Isabel II al Departamento de Estado Mayor, cuando conoce el enorme interés que Napoleón III tenía por este general romano; del que antes había publicado su vida militar, pero solo hasta el final de las Guerras de la Galia. De tal manera y aprovechando la amistad entre la Casa Real española, con la emperatriz de Francia (Eugenia de Montijo); la soberana solicita a los dibujantes militares de su ejército, que realicen los mapas y diseñen los croquis -recogiendo estas campañas de César en nuestras tierras-.

Acerca del trabajo final obtenido, existe un interesante estudio que, ya hemos citado; publicado recientemente por Montse Guerrero Lladós y Jesús Burgueño; intitulado: “Los mapas del Cuerpo de Estado Mayor (1864-1867) referidos a los escenarios de las batallas de Julio César en Hispania. Un singular encargo de Napoleón III a Isabel II(6) . Donde se explican los pormenores y el resultado de aquel libro que se preparó para el emperador de los franceses. Narrando sus autores que En 1858, Napoleón III crea una Commission de topographie des Gaules (Rafowicz, 2017), de cuyos trabajos se deriva el proyecto de edición de una Histoire de Jules César. Aunque es obvio que fue redactada por un equipo de especialistas, en la publicación el único nombre que figura es el de Napoleón III, como autor del prefacio del primer volumen (Napoleón, 1865). El segundo volumen, publicado en 1866, cronológicamente se detiene en el momento en que César cruza el Rubicón (pronunciando su célebre «alea iacta est»), y por tanto la obra no llega a narrar los acontecimientos de la segunda guerra civil de la República romana, cuando se producen las batallas en Hispania (6a) . Continúan Montse Guerrero y Jesús Burgueño explicando que: el equipo de Napoleón III precisaba de mapas topográficos fiables y de factura moderna. De ahí partió la singular petición del «emperador de los franceses» a la reina de España, Isabel II” (…) Debido a que:Las relaciones entre las monarquías de España y Francia eran amistosas, y a ello contribuía, no de forma anecdótica, la circunstancia de que la mujer de Napoleón III fuera la condesa española Eugenia de Montijo. La personalidad de la noble granadina también se trasluce en algún detalle del trabajo del Cuerpo de Estado Mayor, que al cabo resultó un elegante presente de Isabel II a los emperadores de Francia (6b) .

Más tarde exponen los investigadores que en su primera faseDeseando S. M. el Emperador de los Franceses tener a la vista los datos topográficos necesarios para la mejor ilustración en la parte relativa a España, de la obra que está redactando sobre la Historia de Julio César, S. M. la Reina se dignó ordenar se ejecutasen los trabajos necesarios al objeto por el Cuerpo de Estado Mayor del Ejército con presencia de las notas que remitió el Gobierno francés, relativas a la extensión que debían abrazar los planos, tanto en Cataluña como en Andalucía y a la escala, grado de exactitud y demás condiciones que se deseaban en su ejecución” (6c) . Citando textualmente entre los que colaboraron en ello al entonces “Subteniente de Secciones-Archivo Don Ángel Rodríguez y los Sargentos segundos de Infantería Antonio Corona y Remigio Alonso ”. Este dato muestra la unión entre Antonio Corona (6d) y Ángel Rodríguez desde su juventud; lo que explica que años más tarde se convirtieran en consuegros. Al casarse entorno a 1888 el primogénito de Corona (Ignacio) con la hija de Rodríguez Tejero (Consuelo); de cuya unión nacieron dos niños. Nietos, que finalmente vivieron junto a su abuelo Ángel, cuando tristemente muere su padre y la viuda pasa a residir en Punta de Europa. Donde Rodríguez Tejero fue destinado como gobernador civil de Tarifa. Criándose los menores en el castillo de Guzmán El Bueno; despertando aquella infancia, su vocación militar. En epígrafes anteriores hemos citado varias veces a estos hijos de Consuelo y de Ignacio Corona (fallecido en 1895); que nunca olvidaron su niñez en tierras andaluzas, junto a su abuelo general; en la fortaleza del fundador de los Medina Sidonia. Llamados Ignacio y Carlos Corona; a los que hemos visto en fotos anteriores -una imagen de 1910, tomada en la casa de mi bisabuelo Nicolás-. Donde aparecía uno de ellos vestido de uniforme; recogiendo más tarde el recordatorio del mayor (Ignacio) caído en la guerra de África, el año 1914.


JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
dos vistas incluidas en el trabajo sobre Las Campañas de Julio César en España; que publican en su estudio, Montse Guerrero Lladós y Jesús Burgueño, -a quienes agradecemos nos permitan divulgarla-. Al lado, grabado de Lérida (donde Julio César venció a Pompeyo y sus aliados). Abajo, la villa portuguesa de Mequinenza.





Siguen exponiendo Guerrero y Burgueño, el modo en que se llevaron a cabo las mediciones para el referido almanaque sobre las batallas del César, en las cercanías de Córdoba; donde colaboró Ángel Rodríguez (6e) ; logrando así levantar los mapas en dos fases. Más tarde los autores refieren queEl resultado de ambas campañas se coleccionó en una gran carpeta que se conserva en la Bibioteca del Palacio Real (MAP/24), con el título Planos para las campañas de Julio César en España en letras de molde doradas; la dedicatoria a Isabel II se deduce por los anclajes de las letras” (6f) . Finalmente, se añadieron al estudio y a la suntuosa carpeta, doce acuarelas que pintó el famoso coronel Velasco, con escenas costumbristas de España, que nada tenían que ver con el general romano; pero que -en opinión de los autores- se adjuntaron al estudio para contentar a Eugenia de Montijo (esposa de Napoleón III, a la que le entusiasmaba Andalucía) (6g) .

Terminan narrando Guerrero y Burgueño que “Por otra parte, los mapas topográficos se redibujaron en el Depósito de la Guerra, dándoles un bello y expresivo efecto de sombreado del relieve. El principal artífice de esta apariencia fue el dibujante Ángel Rodríguez Tejero, incorporado al Depósito de la Guerra desde 1860 y hasta 1889. Ya había sido condecorado en 1865 «en recompensa de los trabajos que ejecutó en el mapa y manual itinerario militar de España». Fue autor de dos obras de dibujo: Álbum de campaña (1881) y El dibujante militar (1888); en la última ilustra bellamente la técnica del «lavado del terreno»(6h) . Finalizando por escribir estos investigadores: La satisfacción de la reina y del Gobierno por el exitoso resultado obtenido en la realización del comprometido encargo topográfico solicitado por el monarca francés, justificó la condecoración de todos aquellos que habían participado en la operación, desde los oficiales de Estado Mayor a los dibujantes del Depósito de la Guerra. En primer lugar, por Real Orden de 5 de julio de 1865, «como recompensa de los trabajos prestados en el levantamiento de los planos de la campaña de Julio César», se concedió a los oficiales la cruz de 1.ª clase del mérito militar, e igualmente, al dibujante Ángel Rodríguez, «la cruz blanca de 1.ª clase del mérito militar en premio de su cooperación a los trabajos para el levantamiento de los planos pedidos por S. M. el Emperador de los Franceses»” (6i) .

Baste decir, como anécdota, que en estos mismos años (1865/66), llegaba a París quien iba a ser el yerno de Rodríguez Tejero: Nicolás Santafé Arellano (que se casaría con su hija en 1890, por entonces recién nacida: Carolina). Marchando Nicolás, junto a su hermano Juan, hasta Francia, huyendo desde Navarra; para no ser reclutados por los carlistas. Pues, aunque una parte de su familia seguía este movimiento (principalmente los Arellano); renegaba de ellos su padre, Martín Santafé (quizás por ser de origen converso). Sea como fuere, antes de que sus hijos cumplieran la edad de quintas, los mandó a París; donde el primero (Nicolás) se hizo músico y matemático, mientras el segundo (Juan) estudió arquitectura. Pasando ambos a trabajar para el Crédit Lyonnais, debido a que en 1868 llegaron a la capital francesa, infinidad de nobles y adinerados españoles; tras ser allí expulsada la reina Isabel II. Un momento en que los hermanos Santafé aprovecharon para convertirse en asesores de inversión y movimientos bancarios, de esos exiliados hispanos en Francia (entre ellos, de la propia soberana). Lo que les proporcionó el contacto con Eugenia de Montijo; quien al perder el trono en 1871, decide finalmente abandonar el país que había gobernado como emperatriz (poniéndose en manos de un estadounidense, que la conduce en su yate a Inglaterra). De este modo, al poco de caer la monarquía en Francia, regresan los Borbón en España; con la Restauración de 1874. Viniendo entonces los hermanos Santafé a nuestra tierra, como representantes del Crédit Lyonnais. A su vez, ya muerto el emperador Napoleón III (en 1873); Eugenia de Montijo volvió a tierras francesas, donde guardaban un gran recuerdo de ella. Residiendo comúnmente en Biarritz, pero retornando frecuentemente a España, donde mantiene contacto con los sobrinos más cercanos (sus herederos de la casa Alba y los Tamames). De los que Nicolás Santafé, fue administrador o apoderado; mientras gobernaba el banco en cuya fundación había colaborado (El Hipotecario). Siendo así, como curiosamente tanto Ángel Rodríguez, y Nicolás Santafé; trabajaron para esta magnífica mujer que llegó a emperatriz de los franceses.



SOBRE ESTAS LÍNEAS: Genealogía de los Arellano de Olite (Navarra); familia famosa por su adscripción al movimiento Carlista. Destacando entre ellos, personajes como Luis Arellano Dihenx; que militó en un partido político con esta ideología (en pleno siglo XX). Llegando a Diputado en la II República; aunque más tarde se unió a los falangistas; para luego convertise en un fiel seguidor de Don Juan de Borbón. Mi bisabuelo Nicolás Santafé Arellano, escapó de Navarra (junto a su hermano Juan) y fueron enviados a París por su padre: Martín Santafé. Quien se proclamaba liberal, sin desear que sus hijos sirveran al carlismo. Así fue como tanto Nicolás, y Juan Santafé Arellano, se distanciaron de su famlia materna; lo que hizo que no volvieran a residir en su lugar de origen. A este motivo se debía la gran admiración que sentía mi bisabuelo hacia Ángel Rodríguez Tejero (su suegro). Ya que al casarse con su hija Carolina (en 1889), se unía a un militar con infinidad de cruces y pasadores, ganados en batalla durante las guerras carlistas; destacando sus campañas para la liberación de Pamplona y numerosos pueblos navarros. Entre ellos, aquel donde vio la luz Nicolás Santafé (Caparroso); al que pudo regresar una vez vencidos los carlistas -Mi agradecimiento a Juan Cruz Font, pariente lejano por la línea de los Arellano; que me hizo llegar este árbol genealógico. Datos que he convertido en esquema y completado, hasta la rama de mis hermanos-.





SOBRE, JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Diferentes dibujos de Ángel Rodríguez Tejero, publicados en LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA -revista con la que colaboró desde 1872-. Arriba, portada de una de las publicaciones. Al lado, página completa con dibujos de la Guerra Carlista de Rodríguez Tejero. Abajo, llegada del ejército del Norte; portada de La Ilustración, número XLVII.









JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dibujos de Ángel Rodríguez Tejero, en LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA. Al lado, ocupación de La Guardia, por el ejército del Norte. Número XXXVIII pag. 596. Abajo, puente de Pontones sobre el Ebro; Número XXXVIII pag. 596.





JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
dibujos de Ángel Rodríguez Tejero, publicados en LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA. Al lado, soldados del ejército del Norte; Número XXXVIII pag. 597. Abajo, escenas cotidianas del Ebro; Número XXXVIII pag. 597.




B-2) Su colaboración para la Revista “La Ilustración española y americana”:

Asimismo, sabemos que realizó innumerables croquis, publicados en esta cabecera. Dibujos, cuyos originales tristemente se debían destruir, para transformarlos en xilografías; con el fin de editarlos en tiradas con decenas de miles de ejemplares. En referencia a ello, nos dice Josean Ruiz de Azúa, que: Ángel Rodríguez Tejero llegó a Errenteria con el ejército liberal como militar que era. Este militar de vocación artística es autor de numerosas imágenes sobre la guerra carlista que abarcan desde las escenas de acción a las de carácter más costumbrista. También es autor de diversas obras de dibujo para militares (…) “Las escenas que corresponden a Errenteria se publicaron en La Ilustración Española y Americana, revista en la que publicó docenas de imágenes de la guerra” (2f) . Tras habernos comentado que: Revistas como La Ilustración Española y Americana, The Illustrated London News, The Graphic, L’Illustration, Le Monde illustré, L’Univers illustré, Illustrirte Zeitung, Über Land und Meer: Allgemeine Illustrirte Zeitung, Nuova Illustrazione Universale, etcétera, enviaron corresponsales para cubrir la Guerra Carlista. Esos corresponsales acompañaban a los ejércitos en uno u otro bando y entre ellos había periodistas de profesión y otros que, siendo artistas o militares, ejercían accidentalmente como tales. Al fin y al cabo, la formación militar incluía el dibujo. Alguno de los corresponsales gráficos era militar de los ejércitos combatientes y en el caso de los corresponsales extranjeros, tampoco era raro que tuviesen un pasado militar(2g) .

Sigue el autor, mencionando la peligrosidad que tenía este trabajo de corresponsal y dibujante bélico; en el que muchos morían (fusilados como espías o bajo el fuego del frente). Refiriendo Joseán Ruiz de Azúa: En aquella época, el oficio de corresponsal de guerra era tan arriesgado como en la actualidad y no faltan los testimonios sobre el carácter intrépido, e incluso temerario, que le costó la vida a algunos de ellos. No era raro que tuviesen que tomar sus apuntes bajo el fuego enemigo, si bien cada uno decidía qué riesgos quería correr. Enviar esas imágenes a la revista correspondiente para que llegaran lo antes posible también les provocaba quebraderos de cabeza(…) Los corresponsales gráficos que dejaron imágenes relacionadas con Errenteria fueron Ángel Rodríguez Tejero, Pantaleón Jusué y Dick de Lonlay, todas ellas desde el punto de vista del ejército liberal. A ellos hemos sumado, por su interés, los textos de dos corresponsales literarios: Gustave de Coutouly y Manuel Curros Enríquez” (2h) .


JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
dibujos de Ángel Rodríguez Tejero, en LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA. Al lado, avanzada del ejército del Norte en Logroño; Número XXXVIII pag. 597. Abajo, voluntarios de Zurbano y voluntarios de Alcanadre; Número XLI, pág. 644.



JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
dibujos de Ángel Rodríguez Tejero, en LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA. Al lado, batería de cañonazos carlistas; número XLIII, pag. 676. Abajo, acción en Rentería; número XLIII, pag. 677.




Destaca Joseán Ruiz de Azúa, que Ángel Rodríguez Tejero: El 22 de noviembre de 1874 publicó en dicha revista la imagen Acción de Rentería, el 10 del actual, firmando como grabador de la misma Bernardo Rico, grabador que solía firmar tanto sus propios trabajos como aquellos que, sin ser de su autoría, salían de su taller. Esta vista general de Errenteria es una imagen sintética en la que se recoge, con el caso urbano en primer plano, los lugares estratégicos, distintos momentos de la lucha, los movimientos de las tropas… La imagen está tomada desde el fuerte de Darieta, en poder del ejército liberal y constituye un punto de vista original frente al más habitual de Capuchinos para las imágenes de Errenteria . Para terminar comentando que Algunos años después, acabada la guerra, el 8 de agosto de 1878, Rodríguez Tejero publicó en la misma revista una composición múltiple de carácter costumbrista, con cuatro escenas: Tipos de la gente del puerto, Una calle en Pasages de San Juan, Frente del mediodía de Pasages de San Pedro, Casas de lavanderas entre Pasages y Rentería (2i) .

Muchos de estos dibujos (croquis) que menciona el autor, los hemos visto en imágenes anteriores; aunque Joseán Ruiz de Azúa asimismo comenta que: hay que considerar que se conservan muy pocos originales enviados por corresponsales gráficos, ya que una vez registrados solían ser destruidos. En este caso la reproducción mecánica nos permite saber cómo era el original(2j) . Acerca de este trabajo de Ángel Rodríguez Tejero y otros corresponsales, sigue escribiendo el mismo autor: La revista La Ilustración Española y Americana cambió por completo la naturaleza de la prensa ilustrada: las ilustraciones pasaron de ser puramente decorativas a acompañar al texto e incluso sustituirlo, y prevaleció lo actual, lo nuevo. Como resultado de este proceso, la estampa ilustrada se convirtió en una estampa gráfica. Las imágenes llevaron al lector al evento y lo sumergieron en él, por así decirlo. Hoy en día, es muy común que viajemos al lugar donde tienen lugar los acontecimientos -como dicen los locutores- principalmente a través de la televisión, pero esta experiencia sólo estuvo disponible en el siglo XIX. Sucedió en el siglo XIX, a través de la prensa gráfica(2k) . Siendo La Ilustración Española y Americana la más destacada entre las revistas , contó con varios corresponsales para cubrir todos los escenarios de la guerra. En el frente norte trabajaron en esta tarea, entre otros, Germán Aguirre, José Luis Pellicer y Ángel Rodríguez Tejero. Así, el periódico La Ilustración Española y Americana comenzó a partir del 1 de octubre de 1873 con la publicación de las crónicas de la época carlista, bajo el título La guerra civil en Cataluña y en las Provincias Vascongadas(2l) .





SOBRE, JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Láminas del libro de Ángel Rodríguez Tejero, “Album de campaña (croquis del natural)”. Arriba, Guetaria (Guipuzcoa), plaza de la que fue nombrado gobernador el autor del dibujo. Al lado, soldado liberal (tropas a las que él pertenecía). Abajo, Vera, en Navarra.









JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: dos láminas más del libro de Ángel Rodríguez Tejero, “Album de campaña (croquis del natural)”. A lado, estudio de soldados. Abajo, el Ebro en Álava.





B-3) Sus libros o álbumes; como método de enseñanza en la carrera militar:

Antes de recoger las imágenes de uno de los almanaques de Ángel Rodríguez Tejero; cuyas láminas hemos podido tomar en su totalidad. Explicaremos la importancia que tenía el dibujo militar, hasta la aparición de la “instantánea fotográfica” (a fines del siglo XIX). Una foto del instante, que se perfeccionó a comienzos del XX, gracias a numerosas aportaciones; como las llevadas a cabo en España por Ramón y Cajal. Hablamos de “instantánea”, pues la fotografía fija había nacido unos cincuenta años antes; aunque precisaba de una larga exposición estática (tomando como borroso todo cuanto se moviera). Debido a ello, para informes de guerra, cálculo de distancias en el frente, o explicaciones sobre situación y movimientos del enemigo; el dibujo era imprescindible, hasta la existencia de ese sistema “foto-instantáneo”. De este modo entendemos que una de las asignaturas más importantes en el ejército era la de “creación de croquis”; como lo fue ”el lavado” en arquitectura (luego llamado “análisis”). Pues un buen dibujante castrense, que con rapidez pudiera tomar las posiciones o describir el armamento que veía; sería capaz de transmitir una información valiosísima. Conforme explicamos, veremos mencionar en esas lecciones de pintura, la velocidad en el trazo y hasta la capacidad de hacerlo a caballo (o al paso y de pie); tanto como la de crear tintas a toda prisa. Algo que estudiaremos en el “método” de Ángel Rodríguez Tejero; que en el siguiente epígrafe hemos transcrito en sus tres primeras hojas (páginas 1, 2, 3 de “El Dibujante Militar”).

Asimismo, los estudios de pintura y formas, servirían a los combatientes para calcular distancias, aplicando sistemas de perspectiva; entre los que más destacaban aquellos que trabajaban por comparación. Es decir, tomando como referencia un objeto, del que conocemos su altura (un árbol, por ejemplo); situado en un punto cercano, del que sabemos cuánto hay hasta nosotros. Más tarde, aplicando una escala calculada sobre otro árbol de similar tamaño, sito en la lejanía y hasta dónde deseamos conocer una longitud. Descubriremos, de este modo casi instantáneo, las distancias con el enemigo o con tropas afines; lo que es esencial para realizar cargas y sobre todo para la artillería (calculando las parábolas de proyectiles). Por todo lo que narramos, añado por mi parte, que resulta perfectamente comprensible que el inventor del lápiz fuera un comandante inglés de origen francés, llamado Nicolás Jacques Conté (ascendido a general). Quien creó el ingenio, cuando en Reino Unido comenzaron a escasear las minas de grafito (usadas como carboncillo, para dibujar). Al descubrir que mezclando polvo de grafito con arcilla y grasas, se podría introducir en una rama pequeña, a la que se había hecho un orificio central; pintando con su punta negra. Palo de madera, con ese grafito arcilloso insertado, que se llamó entre nosotros “lápiz” (por considerarse al carbón, una piedra); pero entre los ingleses “pencil” (cuya etimología es la de “pincel”). Finalmente, hemos de anotar que en las guerras napoleónicas, el general galo que se proclamó emperador de Francia; se afanó en que sus lápices fueran de mejor calidad que todos los de Europa. Para que sus oficiales pudieran tener rápido acceso a cálculos, dibujos y cartas; que se comunicaban por mensajero o con palomas.

Todo cuanto narramos, explica el por qué y la necesidad de buenos artistas en el ejército, hasta la aparición de la instantánea fotográfica (entorno a 1900). Asimismo, es de destacar que aquellos pintores militares, debían estar en la vanguardia más cercana al enemigo; para poder crear croquis que desvelasen las posiciones y el armamento del contrario. Todo lo que les convertía en verdaderos héroes y explica la fulgurante carrera de Ángel Rodríguez Tejero; que ingresó de soldado dibujante con veinte años (en 1857) y dos décadas después ya era coronel (1877) -retirándose de general-. Por lo demás y al parecer, estas clases de dibujo se impartían en las academias militares, entregando a cada alumno uno de estos álbumes. Libros cuyas láminas y método tenían que ir copiando, siguiendo el sistema de diseño, todos los caballeros aspirantes. Siendo por entonces para un miembro del ejército, un “don del cielo”, trazar esos croquis con maestría; lo que permitía actuar como dibujante, para informar en el frente. Un hecho que -además- nos enseña por qué las élites del pasado valoraban tanto este arte. Guardando grandes colecciones de pintura los reyes, nobles y militares de antaño; un uso que -por desgracia- en nuestros días se ha perdido. Ya que todo adelanto tecnológico -como lo fue la fotografía-; supone también un atraso cultural (algo que rápidamente comprendemos al pensar en la televisión o en las calculadoras...).




SOBRE, JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
páginas de introducción, del Álbum “El Dibujante Militar: croquis de Paisaje y figura” (Madrid, Depósito de la Guerra, 1888). Hojas intituladas “RESEÑA TEÓRICA”, que vamos a transcribir a continuación. En ellas se enseña el método para crear bocetos, hablando de la destreza en su rapidez, e incluso de hacerlos montado a caballo.








B-4) Los dos almanaques editados por Ángel Rodríguez Tejero: Album de campaña (croquis del natural): curso militar de paisage y figura” (Madrid, 1881). Y “El Dibujante Militar: croquis de Paisaje y figura” (Madrid, Depósito de la Guerra, 1888):

Del primero (“Álbum de campaña; croquis del natural”), no hemos conseguido un ejemplar completo; aunque en internet podemos ver varias de sus láminas (algunas, las hemos recogido anteriormente). Del otro, llamado “El Dibujante Militar”, mi tío Santiago Rodríguez-Santafé me hizo llegar un ejemplar; del que recojo todas sus páginas (con el fin de divulgarlo). Del que a continuación transcribo sus tres primeras hojas, donde se explica el método para lograr los dibujos militares. Bocetos imprescindibles por entonces, para plasmar y transmitir cada situación o posición; con el fin de informar a superiores o de mandar a quienes se ordenaba.

El Dibujante Militar: croquis de Paisaje y figura” -SIC-

PAISAJE

Reseña Teórica


PÁGINA I

Luego que el dibujante esté suficientemente ejercitado en copiar con mano segura y trazo puro los estudios que contiene este “Método”, y por lo tanto haya adquirido el sentimiento de las líneas y la manera de tocar con bazas en distintas direcciones, los diferentes objetos que los modelos representan, podrá empezar a copiar del natural” Conviene observar que no es prudente dejarse llevar de impresiones engañosas a la vista, que suelen dar por resultado croquis deformes de líneas, Eso puede suceder cuando al querer copiar edificios de formas regulares, no está el dibujante convenientemente situado, de manera que la distancia entre él y el edificio, sea tal, que el conjunto de líneas de éste, sea gracioso y no presente ángulos rectos que parezcan agudos, y otras faltas de igual índole, que suelen resultar al situarte cerca de los edificios para copiarlos. Igual observación hacemos respecto á la distancia cuando se tato de copiar algún detalle del género agreste, como una peña, una mata, un árbol ó un grupo de ellos; pues estos, según á la distancia que se miran, son sus formas más determinadas, y es preferible á ponerse muy cerca de un árbol. (pues el detalla de la hoja confunde al dibujante), colocarse á distancia donde se vean bien las masas que forma el ramaje. Hay que tener presente que por lo mismo que la naturaleza es tan majestuosa en su conjunto y tan perfecta en sus detalles, es preciso que el que quiera representarla esté iniciado en el secreto de sorprenderla y mirarla por el lado que más hiera la imaginación. No conviene ponerse á dibujar sobre el terreno en el sito que más agradable parece al primer golpe de vista; el preciso observarle bien desde diferentes puntos; acercarte, separarse, sentarse, ponerse de pie y volverse en todos los sentidos, hasta darse cuenta de la variación de efectos qué resulta de todos estos movimientos. De esta manera es como el principiante adquiere poco á poco la magia de ciertas combinaciones de líneas que den por resultado graciosos asuntos.
Para empezar á dibujar del natural, se elige entre los sitios más sencillos, aquellos que dan de una manca franca determinar sus masas y sus líneas poco complicadas. De este modo, y por un orden progresivo en el ejercicio del dibujo, el lápiz se acostumbra al dominio de la mano, y de los sitios más sencillos se va pasando insensiblemente á los más complicados, el espíritu de observación se desarrolla, las impresiones que se reciben son más rápidas, y se acostumbra el
alumno, y esto es importantísimo, á no recargar de líneas el dibujo. Esto sentado, pasemos á determinar la manera de empezar un croquis sobre el terreno. Una vez colocado el dibujante en un sito desde el cual se abarque una mirada del paisaje elegido, se determinan de una manera fija los límites de éste para no llevar la atención á los objetos que se encuentran fuera de él. El recuadro que se traza en el pensamiento sobre el natural: debe estar siempre en harmonía con el tamaño del croquis que se quiere tomar, y observar si es más conveniente, para el mejor efecto, hacerlo
apaisado o a lo alto. Determinado el tamaño del dibujo y la escala relativa de proporción entre la copia y el modelo se pasa á trazar la línea de horizonte, la vertical que determina el punto de vista y la línea de tierra. Llámase la línea de horizonte a la intersección del plano vertical del cuadro con el plano horizontal que coincide con la vista del espectador. Algunos la colocan, y esto es muy razonable, un poco debajo de la línea horizontal que divido en dos el cuadro (véase la siguiente figura). En este caso está la línea A/B. El punto de vista en dicha figura, o sea”


PÁGINA II

el vértice del ángulo óptico que se confunde en el ojo del espectador con la intersección del eje óptico y del horizonte, se representa en la línea de horizonte por un punto V. A este punto concurren las líneas paralelas que en el natural son perpendiculares al cuadro. El punto donde concurren las rectas que en la naturaleza tienen una inclinación de 45º con el plano del cuadro, se llama punto de distancia. Las líneas que forman otra clase de ángulos tienen varios puntos de concurso que se llaman accidentales. Por último, se llama línea de tierra la horizontal desde la cual empieza en el natural el terreno que el dibujante ha de copiar, ó sea el borde inferior del cuadro CD.
Deben concurrir al efecto general todos los rasgos de un dibujo. Los detalles son accesorios, útiles sin duda, pero que muchas es preciso sacrificar para dar más harmonía al conjunto.
A medida que los objetos se apartan de la línea de tierra sus formas aparecen más inciertas, y los rasgos que determinan sus contornos deben ser menos pronunciados; pero todos estos objetos han de fundirse en el dibujo como lo son en el natural y formar un solo conjunto.
Para la ejecución de un croquis se elije, en cuanto sea posible, sobre la línea de tierra una masa inmóvil de una dimensión determinada, á la cual han de referirse todos los demás objetos, tales como los ofrece la situación en el natural: se indica en alto y ancho los rasgos principales de esta masa sobre la base del recuadro, y ellos ayudan a formar las grandes divisiones de una escala de proporción á la cual se ajustan enseguida sin dificultad todos los demás objetos. Esta operación se verifica colocando dentro del límite establecido para el croquis, puntos de referencia que señalen la posición de los objetos más marcados por su elevación, aislamiento o cualquiera otra particularidad. Se mide perspectivamente la altura del primer objeto indicado, colocando al nivel de su cima ó parte superior la punta del lápiz, que se coloca verticalmente con el brazo tendido: en esta disposición se va corriendo la uña del pulgar á lo largo del lápiz hasta que aquélla toque el nivel de le línea de tierra; se lleva esta medida sobre las verticales del recuadro, que puede ser el margen del álbum, colocando la uña del pulgar sobre la extremidad inferior de una de dichas líneas, y entonces la punta del lápiz señala el primer punto de referencia. Por una operación análoga, colocando de nuevo la punta del lápiz, que se tiene esta vez horizontal, sobre la cima del objeto mismo, se hace correr la uña sobre el lápiz sea á derecha ó izquierda, y se mide así la distancia de la altura á la vertical del cuadro, quedando de este modo determinada la posición de la cima del primer objeto, que puede ser un árbol, una roca, una torre, etc. Se hace análoga operación para un punto de referencia de su base, y sucesivamente para todos los demás que se juzgue conveniente situar, sea por bajo ó por cima del horizonte, teniendo presente que todas estas señales conviene que no estén muy distantes ente sí, para caminar con más seguridad. Con un sencillo trazo se indica la posición general de los contornos principales, y eso compone el bosquejo, al cual se añaden, para terminar el croquis, las separaciones de luz y sombra y les detalles más principales de las masas más próximas de la línea de tierra.

Los lejos deben indicarse con líneas más ó menos débiles, según la distancia en que se encuentran, procurando razonar la separación entre las diferentes montañas que pueden ofrecerse á la vista del dibujante, dando algunos toques que determinen sus asperezas (Laminas 7; 26. 30 y 37)”.


PÁGINA III

Las aguas, tan difíciles de representar en todo género de dibujo, requieren en éste un cuidado especialísimo, atendido á que su representación exige franqueza y economía en los trazos horizontales, y gusto en los verticales que reflejan los objetos exteriores y forman la magia de las aguas tranquilas (Láminas 7, 8, 16, 23 y 30). En el mar las olas agitadas de los primeros términos exigen una combinación de líneas movidas y desiguales que en los planos intermedios van siendo menos onduladas y que por fin desaparecen en el horizonte formando una sola línea (Lamina 7).

El estudio de los árboles reclama una atenta observación del natural, con la cual se acostumbre el dibujante á notar la diferencia de forma y follaje de cada especie, y adquiere la manera más conveniente de reproducirlas con la mayor verdad posible. Sus masas, distintas y vigorosas en los primeros términos, van siendo menos acentuados en los segundes y concluyen por confundirse en los últimos (Lamina 26).

Así como para explicar la teoría del paisaje hay ancho campo, para la de la figura humana son precisos conocimientos más profundos, difíciles de inculcar en un alumno que no haya pasado de una manera progresiva desde los primeros rudimentos de figura hasta copiar el desnudo. Mas como lo esencial de estas lecciones es la representación del terreno donde van a temer ó han tenido lugar operaciones militares, basta para animar estos paisajes colocar alguna figurita; pues según la frase de un notable paisajista francés “un paisaje sin figura es como una bolsa sin dinero”. Con el estudio de las láminas de este “Método” y ayudado con el natural se puede conseguir el dibujo indispensable para el objeto, y hacer tipos militares, si no de líneas correctas como las de la estatuaria, que tengan por lo menos forma característica.

Nota: Advertimos que los croquis deben apuntarse en el natural con lápiz, y después, en la tienda de campaña ó en el alojamiento, pasarlos de tinta, corrigiéndolos y dándoles los toques de gracia á que se presta este género de dibujo, sin que pierdan la verdad. El lápiz admite fácil corrección, y con él se pueden tomar apuntes, aún yendo á caballo, mientras que para hacerlos con tinta directamente es preciso estar á pie quieto, y haber llegado al colmo de la perfección en dibujar del natural, para no tener que corregir la más insignificante línea. Lo que es fácil alcanzar
y así debe procurarlo el alumno, es llegar á copiar directamente con pluma las láminas de este `Método´.”




SOBRE. JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
Portada, página 1 y 2 de “El Dibujante Militar: croquis de Paisaje y figura” (Angel Rodríguez Tejero)








JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Páginas 3 y 4









JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Páginas 5 y 6












JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Páginas 7 y 8












JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Páginas 9 y 10









JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Páginas 11 y 12









JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Páginas 13 y 14







JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Páginas 15 y 16












JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Páginas 17 y 18










JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Páginas 19 y 20












JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Páginas 21 y 22.










JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Páginas 23 y 24.







JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Páginas 25 y 26













JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
Páginas 27 y 28












JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Páginas 29 y 30











JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Páginas 31 y 32












JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Páginas 33 y 34










JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Páginas 35 y 36








JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Páginas 37 y 38







BAJO ESTAS LÍNEAS: Página 39 ,última hoja del método de pintura, llamado “El Dibujante Militar: croquis de Paisaje y figura”.



B-5) Reseña de Ángel Rodríguez Tejero, en el “Diccionario de artistas españoles del siglo XIX):

A continuación vamos a recoger lo que nos dice J. Manuel Ossorio y Bernat (8) sobre este pintor y militar, en su famosa obra dedicada a la vida de pintores y escultores del XIX; denominada vulgarmente “la enciclopedia de artistas decimonónicos”. Obra redactada durante varios años por este periodista y escritor, de enorme fama en su tiempo; nacido en 1834 y muerto en 1904. Quien destacó como hombre polifacético; por cultivar el artículo de prensa y el ensayo, tanto como publicó novelas, teatro y todo género -en prosa y poesía-. Cuyo diccionario, intitulado “GALERÍA BIOGRAFICA de ARTISTAS ESPAÑOLES, DEL SIGLO XIX; dice literalmente sobre este general (9) :

RODRIGUEZ TEJERO (D. Angel): Pintor y dibujante, natural de Segovia, consagrado principalmente á la acuarela como procedimiento y á los asuntos militares como objeto de sus estudios. El señor Rodríguez Tejero es coronel graduado, comandante de Estado mayor de Plazas y auxiliar del Depósito de la Guerra. En las Exposiciones Nacionales de 1871 y 1878 presentó varios Paisajes á la aguada y la composición “Una escuela en el Priorio” (Asturias). En las Exposiciones de acuarelistas en Madrid de 1878 á 1883 ha presentado los siguientes asuntos: “Recuerdo de campaña, “Una vista de Asturias”, “Una hoja del álbum de campaña”, “En Tafalla”, “En los ratos de ocio”, “Recuerdos de Pasajes”, “De vuelta del trabajo”. “El telégrafo de sangre”, “Allí están”. “A tomar posición”, comprado por las Infantas. “Se hace tarde”, comprado por la Reina Doña Cristina. “El halcón favorito”, “El que espera desespera”, “Ya se van los quintos”, comprados por la Reina.

En las Exposiciones debidas á la iniciativa del dorador Sr. Hernández -en los años de 1881,1882 y 1883-, el Sr. Rodriguez Tejero presentó los siguientes asuntos: “La Escolta real”, “Tutto amore” (abanico), “Castillejos”, “Tres recuerdos de la guerra de África”, “Fuego entre nieve”, “A las bodas del emir”, “Hacer por la vida y Hacer por la muerte”, comprados por el Rey y la Infanta Doña Isabel. “Los húsares en Bernedo”, “En guarnición”, “En operaciones”, “Ratos de ocio”, “Convoy de heridos”, “Al agua”, “Al vino”.” Antaño”, “Hoy”, “Mañana”, “Ogaño”, “Episodio de la batalla de Bailén”, “Agua, viento, tierra y fuego”; “Forrajeando” y “Una descubierta”.

Son también obra de este-artista los títulos de Marqués de Miravalles y grandeza de España pertenecientes al Capitán general D. Genaro de Quesada, el título de Marqués de Villa-Antonia, expedido á favor del Brigadier Velasco; un cuadro representando La batalla de Elgueta, y númerosos dibujos en el periódico La Ilustración. Ha publicado las obras Nuevo método elemental de dibujo topográfico. Cartilla de paisaje y un Album de campaña, curso militar de paisaje de figura, por cuyo interesante trabajo fué agraciado con la cruz blanca de segunda clase del Mérito militar”. -SIC (9) -


Añadiremos para acabar este epígrafe, que la compra (en 1881, 82 y 83) por Alfonso XII y su hermana -la Infanta Isabel-; de varios cuadros de Rodríguez Tejero muestran su destino en el Rif. Nos referimos a los llamados “Castillejos”, “Tres recuerdos de la guerra de África”, “Fuego entre nieve”, “A las bodas del emir”, “Hacer por la vida” y “Hacer por la muerte”. Demuestra su participación en la victoria de Tetuán (1859); tal como manifestaba su nieto Martín Santafé Rodríguez. Quien, cuando nos narraba la vida de su abuelo, enseñaba numerosos apuntes de juventud hechos por el “general pintor”; describiendo cargas de esta contienda africana. Donde la familia tiene constancia que estuvo, bajo el mando de O ´Donnell; aunque -al parecer- no hay constancia de ello, en documentos oficiales. Existiendo un cuaderno de apuntes, que -creo recordar- contiene unos cien dibujos de estas batallas vividas en Tetuán por Rodríguez Tejero. Un hecho que explica su fulgurante carrera militar, en la que asciende desde soldado hasta sargento en un trienio (de 1857 a 1860); llegando a coronel dieciocho años más tarde (en 1877).






SOBRE, JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Tres acuarelas de Angel Rodríguez Tejero, recientemente subastadas en la Sala Ansorena de Madrid (a la que agradecemos nos permita divulgar las imágenes). Arriba, escena de guerra. Al lado, dama con cántaro. Abajo, paisaje de playa vascongada.








JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
Croquis sobre las Guerras Carlistas, publicados por Angel Rodríguez Tejero, cuyos originales se han tomado de la Biblioteca Digital de Navarra (https://binadi.navarra.es/opac/busca.php?autor=Rodr%EDguez+Tejero%2C+%C1ngel&formTipo=0&codopac=OPBIN) -a la que agradecemos nos permita divulgar las imágenes. Al lado, Puente la Reina; de Estella a Pamplona. Abajo, Tafalla; almacenes militares carlistas.









JUNTO Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Croquis sobre las Guerras Carlistas, publicados por Angel Rodríguez Tejero, cuyos originales se han tomado de la Biblioteca Digital de Navarra (https://binadi.navarra.es/opac/busca.php?autor=Rodr%EDguez+Tejero%2C+%C1ngel&formTipo=0&codopac=OPBIN) -a la que agradecemos nos permita divulgar las imágenes. Al lado, Vera; la resistencia de Don Carlos. Abajo, Monte Esquinza.







FIN DE LA PARTE PRIMERA, PARA LLEGAR A LA SEGUNDA, PULSAR:  https://recuerdosyanoranzas.blogspot.com/2023/09/angel-rodriguez-tejero-el-general-y-sus.html

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CITAS:


(1) : ANGEL RODRÍGUEZ TEJERO (1837-1908): El General de los pinceles -y su saga-.

http://recuerdosyanoranzas.blogspot.com/2019/08/angel-rodriguez-tejero-1837-1908-el.html

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(2) : La Segunda Guerra Carlista en Errenteria vista de cerca: el testimonio de los corresponsales gráficos Josean Ruiz de Azua // BIGARREN KARLISTALDIA ERRENTERIAN BERTATIK BERTARA: BERRIEMAILE GRAFIKOEN LEKUKOTASUNA

Josean RUIZ DE AZUA

https://static.errenteria.eus/web/eu/herria/artxiboa/Bilduma/Bilduma%2026_2014/web%20por%20articulos/ruiz-azua.pdf

(2a) : “Nuevo método elemental de dibujo topográfico para uso de las academias civiles y militares” en el libro de 1872, se dice en la presentación de los temas: ARGUELLES, José; CORONA, Antonio: “Nuevo método elemental de dibujo topográfico”, 1872, sl, pp. 11

(2b) : Idem. (2) Pag 18, citando (2a)

(2c) : Idem. (2) SIC Pag 18,

(2d) : Idem. (2) SIC Pag 18,

(2e) : Idem. (2) SIC Pags. 33 y 34

(2f) : Idem. Pag 10

(2g) : Idem. Pag 9

(2h) : Idem. Pag 9 y 10

(2i) : Idem. Pag 10 y 11

(2j) : Idem. Pag 11

(2k) : Idem. Pag 16

(2l) : Idem. Pag 18

.

(3) : Biografía del general de Infantería Ángel Rodríguez Tejero Enrique Gallego Lázaro // Academia de las Ciencias y las Artes Militares / Sección de Diccionario Biográfico Militar // 11 de Marzo de 2021

https://www.acami.es/wp-content/uploads/2022/05/Bio-Angel-Rodriguez-Tejero-web.pdf

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(4) : Javier Sanjuan Rodríguez y Corona

Biografía de Ángel Rodríguez Tejero

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(5) : Recoge Javier Sanjuan Rodríguez idem (4); en su separata sobre la vida de Angel Rodríguez Tejero, que su ascenso a general fue publicado por La Gaceta de Madrid, con fecha 23 de junio de 1998; firmada por la Regente Ma.Cristina en nombre de su hijo (Alfonso XIII). Saliendo la noticia de sus anteriores nombramientos como gobernador militar de Tarifa y de Mallorca, en varios periódicos de la época (entre ellos “El diario ilustrado El Globo” o “Periódico El Popular”).

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(6) : Jesús Burgueño y Montse Guerrero Lladós

Departamento de Geografía y Sociología, Universitat de Lleida; Volumen 2021-1. Año XLI, pp. 79-99

Los mapas del Cuerpo de Estado Mayor (1864-1867) referidos a los escenarios de las batallas de Julio César en Hispania. Un singular encargo de Napoleón III a Isabel II

(6a) : Idem. Pag 84

(6b) : Idem. Pag 84

(6c) : Deseando S. M. el Emperador de los Franceses tener a la vista los datos topográficos necesarios para la mejor ilustración en la parte relativa a España, de la obra que está redactando sobre la Historia de Julio César, S. M. la Reina se dignó ordenar se ejecutasen los trabajos necesarios al objeto por el Cuerpo de Estado Mayor del Ejército con presencia de las notas que remitió el Gobierno francés, relativas a la extensión que debían abrazar los planos, tanto en Cataluña como en Andalucía y a la escala, grado de exactitud y demás condiciones que se deseaban en su ejecución. Estos trabajos se han ejecutado en el campo por el Comandante de E. M. Don Rafael Moreno y los Capitanes del mismo Cuerpo Don José Gámir, Don Vicente Ferreres y Don Miguel Bosch y han sido puestos en limpio en el Depósito de la Guerra por el Comandante de Caballería Don Juan Buitrago1, el Subteniente de Secciones-Archivo Don Ángel Rodríguez y los Sargento segundos de Infantería Antonio Corona y Remigio Alonso”. Idem. Pag 85 y 86

(6d) : En cita a pie de Página, el referido estudio de Burgueño y Guerrero, nos dice:

Antonio Corona Cañeque (Meco, 1836; Madrid, 1901), agms: leg. C-3398.

Grabador del Depósito de la Guerra desde 1861 y hasta su retiro en 1891”. SIC pag 86

(6e) : ”En la parte de Andalucía se empezó por medir una base de 2.640 metros en la inmediación de Córdoba, […] y se representó el relieve por curvas de nivel equidistantes 10 metros […]. Estos trabajos se han ejecutado en el campo bajo la dirección del teniente coronel de E. M. Don Hipólito Obregón, por los capitanes del mismo cuerpo don José Sánchez Molero, don Narciso Barraguer [sic], don José Galvis, don Luis Maren- don Ángel Rodríguez, y el sargento segundo de Infantería José Argüelles y cabo primero Juan Domínguez” SIC pag 86-88

(6f) : “El resultado de ambas campañas se coleccionó en una gran carpeta que se conserva en la Bibioteca del Palacio Real (MAP/24), con el título Planos para las campañas de Julio César en España en letras de molde doradas; la dedicatoria a Isabel II se deduce por los anclajes de las letras, pero parece que fue arrancada (¿quizás en la revolución de septiembre de 1868?). Sin duda Napoleón III recibió una carpeta con las mismas características y documentos. La colección se compone de los dos grandes planos topográficos a escala 1:40.000 (con las firmas del teniente general director del Cuerpo de EM y senador del reino Eusebio de Calonje, el brigadier de EM jefe del Depósito de la Guerra Francisco Parreño, y el coronel jefe de la Sección Topográfica Juan de Velasco), así como 12 acuarelas de paisajes, a las que nos referimos más adelante” SIC pag 88

(6g) : “El 26 de octubre de 1864, se ordenó al teniente coronel Juan de Velasco su desplazamiento a los terrenos donde se estaban levantando los planos que debían servir a su majestad imperial Luis Napoleón para la historia de las campañas de Julio César, «con objeto de tomar vistas y poder dar a la representación gráfica la verdadera fisonomía del terreno».(...) Velasco realizó su cometido artístico en pleno invierno, entre el 11 de noviembre de 1864 y el 6 de febrero de 1865. El resultado fueron 12 bellas vistas, algunas —principalmente las andaluzas— adornadas con escenas costumbristas de nulo interés para la historia de las batallas de Julio César. Con toda probabilidad se pintaron pensando más bien en la emperatriz Eugenia de Montijo, natural de Granada y aficionada a los toros (Margarit, 1999)”. SIC pag 90

.

(7) : Para informarse de lo que fue la contienda y leer sobre las operaciones del coronel Guillermo Rodríguez; recomendamos el libro “IFNI-SAHARA, LA GUERRA IGNORADA” de Ramiro Santamaría (Madrid 1984) .

Asimismo, recomendamos leer estas páginas del Ministerio de Defensa, donde se describe pormenorizadamente el conflicto:

https://ejercito.defensa.gob.es/Galerias/multimedia/revista-ejercito/2018/932/accesible/Revista_Ejercito_Accesible.pdf

.

(8) :J. Manuel Ossorio y Bernat

WIKIPEDIA

https://es.wikipedia.org/wiki/Manuel_Ossorio_y_Bernard

BIBLIOTECA NACIONAL

https://www.bne.es/es/autores/ossorio-bernard-manuel

REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA

https://dbe.rah.es/biografias/7575/manuel-ossorio-y-bernard

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(9) : GALERÍA BIOGRAFICA de ARTISTAS ESPAÑOLES, DEL SIGLO X I X

J.Manuel OSSORIO Y BERNARD

MADRID 1883-1884

IMPRENTA DE MORENO Y ROJAS CALLE DE ISABEL LA CATÓLICA, NÚM. 10

Artículo: Rodríguez Tejero, Angel (pags 590-591)