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EL ARTÍCULO puede leerse enteramente o bien de forma resumida (siguendo las letras destacadas en rojo o negrilla).
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SOBRE Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Comenzamos hoy con una fotografía (arriba) en la que figuramos mi mujer y yo, reflejados en una puerta-espejo exterior de la plaza alta de Llanes (Asturias). Dice la filosofía japonesa que todo cuanto sentimos y apreciamos en el Mundo, es el reflejo del alma propia y de nuestro pensamiento; proyectando nuestro “ego” sobre aquello que percibimos creemos observar... .Quizás por ello, yo concibo Occidente en plena decadencia; posiblemente como espejo de mi propia vida. Pese a todo, a esta idea del gran espejo en el que nosotros mismos creamos la realidad, habría que añadirse un concepto más y hasta una pregunta -al menos para llegar a comprenderla totalmente-. Una cuestión consistente en explicar por qué la visión que tenemos de cuanto nos rodea, llega a ser buena o mala, positiva o negativa, alegre o triste. Pues si nuestro reflejo y nuestra percepción se debe en gran parte a cuanto la vida hace con nosotros; quizás sea el hombre quien actúa como espejo del Mundo y no viceversa... . Acerca de estas y otras ideas (relacionadas con el concepto posmoderno de la filosofía) hablaremos en el artículo que aquí comienza. Ilustrándolo primero con imágenes como la que bajo este párrafo tenemos: Otra vista de esa bellísima población llamada Llanes, que en verdad se trata de un escarpado acantilado; escondiendo su nombre la realidad de su orografía y su sentido como puerto resguardado (tal como tantas veces sucede en la vida, en un Mundo que más bien parece un trampantojo).
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SUCESIÓN DE FOTOS, ABAJO: Entre los párrafos, varias fotos de la Villa de Atienza; comenzamos por una que muestra la fachada y cartel de la casa que allí tuvo Luis Carandell -hasta que falleció-. Un lugar donde el escritor y periodista disfrutó los momentos de ocio que su profesión le permitía. Esta serie de imágenes -y las anteriores-, están tomadas en dos de los pueblos más bellos de España; tan solo comparables con villas como la de Frías, Covarrubias, Pedraza, Ronda y largo etcétera. Pues nuestro país todavía conserva algunas de las más bonitas poblaciones no urbanas de Europa. Decimos “todavía” porque desde hace decenios se ha venido triturando el paisaje y la arquitectura popular, quedando progresivamente destruidos parajes que hasta hace no mucho se conservaban intactos. Al ser denostado lo rural y antiguo por unas nuevas generaciones, que lo identifican con atraso y miseria -en un ejercicio de incultura e incivismo inigualable, que ya se extiende como una pandemia durante este siglo XXI-. Una falta de respeto hacia el pasado y al verdadero Pueblo, que viene fraguándose desde los años noventa; cuando la afición al mundo rural ha sido sustituida por otros hobbies (como la discoteca, el botellón o ir de copas, pasear por grandes centros comerciales y -sobre todo- el fútbol).
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Hace treinta años, España no tenía una red de comunicaciones como hoy; las carreteras eran nefastas y además no proliferaban tantos coches, ni conductores. Pese a ello, la gran mayoría de los que vivíamos en la ciudad, nos escapábamos al campo o a los pueblos, cada vez que podíamos -en busca de tranquilidad, de buenos momentos y de mejores alimentos-. Tres década atrás, mi mujer y yo viajábamos cuanto podíamos por todo el territorio, con el fin de estudiar y fotografiar esa España que veíamos “se acababa” (pues de continuo caían lienzos, paredes y tejados, pertenecientes a edificios de todas las épocas). Escuchábamos con enorme admiración las crónicas y tertulias de personajes como Luis Carandell (radiofónicas o televisivas), donde aquellos sabios hablaban sobre la Historia de España y la de nuestros pueblos. Narrando miles de anécdotas y curiosidades, entre las que Carandell comúnmente mencionaba muchas de Atienza. Un lugar que gracias a la fama que este periodista le dio, fue muy conocido por entonces; logrando así que se rehabilitaran sus edificios, se abrieran museos y que restaurasen sus preciosas iglesias. Verdad es que Atienza no sufrió los avatares de la Guerra Civil (a la que sí estuvieron sometidos otras zonas cercanas -como Cogolludo o Trijueque-); aunque más verdad es que gracias personas como Carandell se convirtió en una población cuya visita era -entonces- tan obligada, como necesaria.
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Así como digo, escuchábamos los jóvenes de los años ochenta las crónicas de personas como Luis Carandell; a la vez que leíamos o seguíamos a otros autores e investigadores que se desvivían -y vivían-, “por” -y para- los pueblos. Escritores tan variopintos y tan ilustres como Miguel Delibes; que pasaba sus retiros en Sedano y en cuyas obras podíamos aprender sobre caza, comprender las curiosidades rurales y leer las más extrañas costumbres populares castellanas. Otro genio de lo rural era Don Camilo José Cela; con casa a las afueras de Guadalajara y libros de historia viva, de rutas, de tacos palabroteros y de tacos en comida -como su “Viaje a la Alcarria”, “Vagabundo por Castilla” o “Judíos Moros y Cristianos”-. Un Premio Nobel capaz de relatar y recoger hitos históricos de la trascendencia social y mundana cual “La insólita y gloriosa hazaña, del cipote de Archidona”. Todos ellos coetáneos en un tiempo rico en espíritu y sabiduría, donde infinidad de personajes ilustres conservaban su arraigo al pueblo; entre los que destacaban investigadores con la talla de Julio Caro Baroja (quien conservó el palacete de su familia en Vega de Bidasoa -Navarra-). Junto a ellos, los intelectuales de moda y los más famosos, también tenían sus refugios en el monte o en las aldeas. Tal era el caso del popularísmo -por entonces- Fernando Sanchez Dragó; quien siguiendo sus ancestros sorianos se instaló en una casona de Castilfrío de los Arroyos. Pues durante los años setenta y ochenta, todos los que lograban algo de éxito tenían una casa antigua de Pueblo -hasta los del mundo del Rock; que poblaban la villa de Pedraza o reconstruyeron parte de esa aldea rojiza y escondida, llamada Madriguera (en Guadalajara)-.
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Ese era -tal como lo recuerdo-. Un tiempo en que sentíamos admiración mi mujer y yo al pasear por aquellos lugares; en los que siempre se oía a sus habitantes presumir de que por allí venían a pasar los fines de semana muchos famosos. Todo ello, nos llevó a soñar intenter un día comparar una de aquella casas antiguas y restaurarlas; siempre pensando en ir a villas como Atienza, para departir y compartir momentos con personas de la talla de Luis Carandell. Pero antes tuvimos que resolver el medio común de subsistir... . Así que aquel tiempo ya pasó hace ya más de treinta años, y cuando al fin logramos ahorrar un “poquillo” para tener nuestro rincón de esparcimiento en Castilla (concretamente en Mota del Marqués, unos tres lustros atrás). Tristemente, para aquel entonces ya muchas cosas habían cambiado: Primero, la desaparición de los intelectuales afincados en pueblos; muertos en su gran mayoría, sin ser sucedidos por una generación que les reemplazase. En segundo lugar, que los nacidos en ese medio rural fueron también reduciéndose (por fallecimiento o por migrar); sin rehabilitar ya nadie las casas que dejaban vacías -terminando muchas por caer-. Finalmente, las gentes de ciudad fueron perdiendo ese interés que hubo antaño por el campo; olvidando los urbanitas la afición culta y sana de descansar en los pueblos. Llegando a “invadir” con su “filosofía urbana” las poblaciones apartadas, hasta hacerlas desaparecer o hasta convertirlas en barrios y arrabales de su ciudad -para esto sirvieron en gran parte las nuevas carreteras-. Tanto, que las fiestas populares pasaron a ser lo mismo que un festejo de barriada; relegando las tradiciones y particularidades de cada zona; condenando así al olvido, la historia, la vida y costumbres milenarias y las de millones de personas.
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A) EL MUNDO PROGRESA GRACIAS QUIENES SE EMPEÑAN EN HACER LO CONTRARIO DE LO QUE DEBERÍAN HABER REALIZADO:
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Muy criticado hemos sido tras publicar una serie de artículos intitulados “LA CRISIS DE OCCIDENTE” en los que describía como -a mi juicio- la situación económica que vivíamos se debía fundamentalmente a una enorme hecatombe espiritual y cultural. Una terrible involución cívica e intelectual, que a mi juicio vive Occidente debido a su actual aculturación, lo que nos encamina hacia una Sociedad “light” que se autodenomina “posmoderna” (con unas bases livianas, sinsustancia y pueriles). Un Mundo en el que lo importante es solo el éxito: La fama, el dinero o el aplauso de los congéneres . Olvidando que la cimentación intelectual de Europa se asienta en el principio de que “el Mundo progresa y evoluciona gracias a que unos pocos se empeñan en hacer lo contrario de lo que deberían realizar, conforme a sus intereses”.
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Esta última frase que he entrecomillado se la oí por primera vez a mi gran amigo Luis L. G.; quien en mi juventud me asesoraba con tanto ingenio como empeño y cariño (era un conocidísimo juez, del que reservamos con discreción su identidad bajo las siglas de su apellido). Le conocí hace unos cuarenta años, cuando tenía yo quince aproximadamente y él ya era un afamado jurista. Al poco tiempo comencé a estudiar Derecho y Luis me prometió apadrinarme al terminar la carrera -pues antaño se elegía un padrino al inscribirse como abogado en el Colegio-. Los dos departíamos y nos encontrábamos muchos fines de semana en la casa de un amigo común; un chiflado por el arte (arquitecto, pintor y coleccionista). Aquel amigo de Luis y mío había cometido la locura de comprarse un palacio para llenarlo de cuadros y de muebles. Así que allí coincidíamos los sábados y domingos, porque el referido arquitecto me había prometido pintar un retrato a mi novia, si le ayudaba a colocar y mover, cuantas enormes piezas tenía que poner en su tremenda casa. Con tanta extrañeza como admiración, vi que otro de los voluntarios en aquellas esclavas faenas decorativas, era el juez; quien subía y bajaba objetos con tanta fuerza como brío -pese a no ser precisamente un Sansón-. Así que no entendiendo muy bien por qué aquel famoso de la judicatura se prestaba a tamaños trabajos hercúleos, le pregunté un día:
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- “Oye Luis, tú por qué vienes aquí los sábados; es que yo hago esto porque nuestro común amigo me ha prometido hacerle un cuadro a “mi ligue”... . Pero es que lo tuyo, no se entiende; porque cualquier día te hernian cargándote con un mármol de cien kilos a las espaldas”-.
A lo que el famoso personaje respondió:
- “Yo vengo aquí para hacer ejercicio y dormir bien; así que como este negrero me echa a los lomos todo tipo de artículos (esculturas, tallas, columnas, bronces y bustos de piedra), llego a casa derrengado. Luego, ni pienso. Me duermo y me olvido de que soy juez”-.
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Asustado por aquella contestación y ante la posibilidad de seguir una igual profesión, le advertí que estaba cursando la misma carrera -que había sido la de mi abuelo y todos sus hermanos- y que quizás tenía en mente presentarme a las oposiciones de judicatura. Al decir aquello, el semblante de este amigo cambió y se torció; era como si le hubieran escaldado la cara, arrugándosele el rostro cual un pimiento en aceite hirviendo. Preocupado le pregunté si ser juez era tan duro, a lo que adustamente afirmó:
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-“Ya te dije que venía aquí por no ir a un gimnasio y porque se aprende mucho de cultura moviendo cuadros; al menos así vemos que el saber sí que pesa. Pero lo que en verdad pesa es mandar a alguien a prisión y tener dudas de todo. Entonces lo único que nos ayuda es creer en Dios, y yo a ti (Angel), no te veo tan creyente; ni en lo divino, ni en lo humano. No te veo como para aguantar esto. Me notarás raro y hasta deprimido, pero es que hace un par de semanas vino al juzgado la madre de uno de los chicos que metí en la cárcel por lo sucedido en un cine -bajo mi casa-. La mujer llegó llorando porque en prisión le habían agredido a su hijo, y el chaval había perdido un ojo. Cuando me enseñó las fotos del joven tuerto tuve que taparme la cara y solo podía decirle: ¿Dios mío, pero cómo ha podido suceder esto?”-.
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La conversación se paro en ese momento; la cortó nuestro amigo común -el dueño de la casa-, quien rápidamente se interpuso entre nosotros al oír la historia. Interpelando al juez que se olvidara de aquello, que él no tenía culpa alguna (era el agresor quien había dejado inválido a ese pobre joven). Al momento, aquel propietario del palacete que decorábamos me miró, haciendo un gesto duro, intentando expresar que no volviera a hablar de esas cosas; signo que reconocí y entendí perfectamente. Desde entonces jamás pregunté a Luis nada sobre su profesión y menos de sus sentancias.
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Así, en segundo curso, se me quitaron las ganas de seguir la carrera de la familia de mi padre -para la que ni valía, ni creo que tenía suficiente cabeza-. Tanto que al poco tiempo cambié mis ideas, deseando ser profesor de Historia del Derecho. Año y medio después, comenté a mi amigo el juez que sentía una nueva vocación, queriendo dedicarme al estudio de la Protohistoria jurídica. Le conté que estaba preparando un trabajo sobre las leyes en la Primera Edad del Hierro en España en las Islas Británicas, entregándole meses más tarde una prueba de mis primeras investigaciones escritas. Aquel famoso de la judicatura me animó a seguir ese camino, pero al poco tiempo me encontré con otros problemas; ya que tras presentar el “paper” (lo que antes se llamaba la tesina preparatoria) me comentaron que no era bueno mi planeamiento, por lo que abandoné la linea de estudio. Tristemente, luego me lo encontré todo publicado; firmado por otra persona, que prácticamente había calcado lo que yo escribí.
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De nuevo fui a hablar con mi amigo el juez, porque quería ya dejar la carrera y abandonar el Mundo del Derecho -aquel golpe me deprimió sobremanera-. Fue entonces cuando Luis me dijo aquello de:
- “Haz lo que te guste porque el Mundo progresa y evoluciona gracias a que unos pocos se empeñan en realizar lo contrario de lo que deberían haber hecho, conforme a sus intereses”-.
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Cuando volví a encontrarme con este amigo juez, ya me dedicaba a la guitarra (me había olvidado del Derecho -carrera que abandoné a tiempo, porque de lo contrario me hubiera visto obligado a ejercerla-). Le pregunté cómo le iba, contándome él en un tono muy alegre:
- “Te acuerdas de lo que te dije; pues lo he aplicado en mi persona. Me fui de la judicatura y ahora me dedico al estudio jurídico del Arte (en todas sus vertientes); no sabes qué feliz estoy y lo bien que me lo paso defendiendo causas relacionadas con la pintura, la escultura o las letras”-.
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Evidentemente, mi admirado Luis, había realizado “eso” que social y profesionalmente no se debía hacer; ya que de haber permanecido en su puesto, le hubieran nombrado magistrado, o hubiese ocupado un importante cargo. Pero decidió que el Mundo evolucionara para bien -también en su caso-, y así se puso a ejercer como abogado en el “mundillo” del arte; ayudando a los artistas, a expertos, a museos y a coleccionistas. De este modo fue como España perdió un gran juez, pero el Mundo ganó un enorme abogado para los intereses del arte. Y es que como dice el refrán: “Dios escribe recto, con renglones torcidos” (a lo que habríamos de añadir, que además el Creador todo lo redacta con letra ilegible, lleno de tachaduras, borrones y hasta dejando manchas de chorizo sobre el papel. ¡Mucho chorizo...!).
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IMAGEN, ARRIBA: Una reunión en casa de mis padres en el año 1983; en ella vemos a mi gran amigo el juez, que aparece en el extremo izquierdo de la foto (aunque escondemos su rostro, con el fin de preservar su identidad). Del mismo modo hacemos con su esposa (que está en el lado opuesto de la imagen); una bellísima mujer, de gran sensibilidad, cuyo padre era un gran especialista y amante de la pintura (especialmente experto en Goya). Afición que finalmente decantó a Luis para dedicarse al mundo que le atraía, dejando la durísima profesión de la judicatura.
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IMAGEN, ABAJO: Un dibujo que me hizo Antonio Morales, en una de esas cenas dedicadas a la cultura, que celebrábamos a principios de los años ochenta en casa de mis padres. Se trata de un homenaje a Jean Cocteau, y me representa con una lira en la mano, porque por entonces yo entregaba un premio llamado La Cítara de Atlante (otorgado a los mecenas y a la restauración de edificios antiguos). Antonio Morales y Marín, era un intelectual en cierto modo parecido a Jean Cocteau (dibujante, actor, dramaturgo, director de escena, figurinista, cineasta, crítico de arte y filólogo). Este tipo de personas en los años setenta y ochenta se denominaban: Individuos cultos, hombres renacentistas, estudiosos de enorme gusto, ratones de biblioteca bien formados, personas de gran interés, etc. Aunque hoy en día hemos pasado a ser: Inútiles, diletantes, gente colgada, tíos raros y -sobre todo- el pesado de la culturilla. Así estamos y así está el mundo; donde la élite actualmente la componen principalmente quienes más dinero tienen, los que más discos venden, el más sale en la televisión o aquel que más goles y canastas encaja en una red.
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B) DEL LOSER AL LOOSER (la era del hortera):
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Debió ser en 1986, tendría yo unos veinticinco años cuando me planteé por primera vez el concepto del Loser y el de Looser, en Norteamérica. Ocurrió mientras estaba viendo un anuncio contra el tabaco que protagonizaba en TV Brook Shields, quien contaba una anécdota para alentar que las personas no fumasen: Narraba como en una ocasión vio a un chico muy guapo; un joven que le interesaba, pero que al cruzar su mirada con ella sacó un cigarro y lo encendió. Aquel gesto, en vez de resultar a la actriz un ademán inteligente, hizo que no quisiera acercarse a él; porque desde que le vio pitillo en mano sintió que era un “looser”. Tras escuchar este relato publicitario, me pregunté qué relación podía haber entre “un perdedor” -o “un perdido”- y aquello de fumar. Por lo que pregunté a mi mujer, qué significaba “perder” en Estados Unidos -ya que ella había estudiado dos años en ese país-. Me contestó que los europeos y menos los japoneses, lo entendíamos del todo; pero que en verdad un “looser” en Norteamérica era tenido por “lo peor”; como si en España dijéramos “un tirado” o un “ser marginal” y quizás hasta “un degenerado”.
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El tema me llamó la atención porque en realidad pocos meses antes había mantenido una conversación sobre el perder y el ganar en la vida, con Carmen Conde (poetisa y primera mujer que ingresó en la Real Academia). Estábamos en una entretenida discusión cuando Carmen me dijo:
-“Angel, tú para ganar de veras en la vida, tienes que aprender a perder. Pues aquel que no ha perdido (y mucho) nunca será nada. Además el que pierde, tiene que saber hacerlo. Pues el que solo ha ganado es el típico idiota triunfador (sin humanidad ni humildad) que no sabe ni perder.”-.
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Aquellas palabras de Carmen Conde se me habían quedado en la mente, grabadas; y siempre las tuve como una máxima a seguir. Considerando el consejo de la poetisa como una frase plena de sabiduría y aprendiendo desde entonces que para triunfar había que perder -y mucho-. Porque solo después, tras haber conocido el fracaso, se podría llegar a algo (nunca previamente). La razón de ello residía en que quienes tienen éxito antes de tiempo, solían convertirse en tiranos o bien quedar como peleles de la Sociedad. Fustigando a los demás y debiendo siempre rendir cuentas a quienes les habían encumbrado; necesitando de por vida realizar su papel de triunfador.
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Hablando de todo ello con mi padre y comentando las palabras de Carmen Conde, me ratificó mi progenitor lo que la académica expresaba, añadiendo él que era el éxito lo único que podía destruir a una persona valiosa. Ya que el fracaso -a menos que fuera familiar o personal- no hacía más que solidificar las bases y lograr la auto superación. Todo lo que me argumentó en numerosos casos y vidas de artistas, investigadores, pensadores o estudiosos; que lograron grandes metas después de enormes fracasos. Mientras aquellos que de jóvenes tenían un gran suceso, solían terminar ensimismados en su logro, viviendo de esa circunstancia de juventud que a lo largo del tiempo se convertía en su rutina y hasta en una anécdota (sin superarse a ellos mismos de nunca más).
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IMAGEN, ARRIBA: Dedicatoria de uno de los poemas de Carmen Conde, junto a su fotografía; en este caso eran los versos intitulados “Ángeles Músicos”. Desde 1985 hasta 1989 estuve trabajando con la poetisa, que me encargó pusiera música a parte de su obra. Con ella y sus tertulianos departí meses, aprendiendo mucho acerca de lo que era e pasado de España y de la cultura; ya que me contaba de primera mano la vida de personajes como Rubén Darío, Juan Ramón Jiménez, Gabriela Mistral o Vicente Aleixandre. Literatos con los que había vivido Carmen Conde, que compartió casa en la colonia Welintonia con los Aleixandre, mientras su marido (Antonio Oliver) fue el biógrafo oficial de Rubén Darío, compartiendo también hogar en Suramérica con Gabriela Mistral y conociendo desde joven a su más admirado Juan Ramón.
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IMAGEN, ABAJO: Otra Fotogafía de Carmen Conde junto a mi mujer y un famoso fotógrafo japonés, que se trasladó hasta España en 1986 a hacer un reportaje de personas más relevantes de nuestro país. Nos pidió la consultoría de la embajada nippona que asesorásemos al renombrado fotógrafo sobre quienes eran las personalidades más influyentes de nuestro país. Recuerdo que realizamos una lista entre las que se encontraban: Carmen Conde, Camilo José Cela, Migeul Delibes, Julián Marías, Chillida, Berrocal, Rafael Moneo, Paco Saínz de Oíza, Antonio López, Eduardo Naranjo, Narciso Yepes, Victoria de los Ángeles, Joan Miró, Westendorp, Gyenes y un largo etcétera. Tras ello, le pusimos en contacto con muchos de estos, a los que no se obtenía fácil acceso -entre otros, con Carmen Conde; que vemos aquí en el despacho de su casa en Madrid (Ferraz 67)-. Para terminar diremos que si hoy viniera un fotógrafo japonés a retratar las personas más relevantes de la escena social española, no duden ustedes que obtendría principalmente imágenes de deportistas, cantantes y algún cineasta o cheff. Pues el resto de seres -escritores, pintores, escultores, poetas, músicos clásicos, investigadores y filósofos- parece que han desaparecido del país... .
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Expuestas las ideas anteriores, regresamos al “origen” de la cuestión, que radica fundamentalmente en admitir si un perdedor (looser) puede ser el ejemplo del mal; o si por el contrario hemos de desconfiar de los grandes triunfadores. Algo que se comprendería de mejor modo tomando ejemplos a lo largo de nuestra Historia. Estudiando la vida de figuras sobre los que se sustenta el pasado y el pensamiento de Occidente, quienes en muchas ocasiones fueron enormes perdedores. En primer lugar nos referiríamos a personajes de la relevancia de Cristo; tanto como infinidad de santos y mártires, solo condenados por predicar el Evangelio. Junto a ellos podemos situar a filósofos como Sócrates -condenado a muerte, sin culpa-, a Diógenes -que prefería vivir en un tonel antes que tener contacto con el mismo Alejandro- o a Pitágoras -perseguido y muerto, por enseñar su filosofía-. Otros “perdedores” (loosers) de la Antigüedad, serían: El fabulista Esopo -ejecutado tras ser falsamente acusado de hurto-; Anaxágoras -muerto al ser considerado impío, por afirmar que el Sol ardía-; o a la matemática Hypatia de Alejandría.
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En lo que se refiere a tiempos más modernos, podremos considerar perdedores a infinidad de personas que desde el siglo XV propusieron el heliocentrismo; teoría que el sabio Aristarco de Samos ya expone en el siglo III a.C., lo que igualmente le llevó a ser acusado de ir contra los dioses -al manifestar que era el Sol y no la Tierra, el centro del Universo-. Así pues, un sinfín de “loosers” encontraremos ya en esa otra etapa moderna, en que se comienza a estudiar de un modo distinto las ciencias y el Cosmos; sobre todo cuando algunos visionarios pretendieron unir el saber con la mística. Destacando entre ellos figuras como Miguel Servet (condenado por la inquisición y ejecutado por Calvino). Habiendo sido motivo de persecuciones y de obligatorio ostracismo, generar una idea más avanzada y diferente; sobre todo si en ella se hablaba de mística o religión. Tal como sucedió a Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz o Fray Luis de León -también procesados por el Santo Oficio-.
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Pese a todo, los españoles jamás consideraron marginales a este tipo de personajes “perdidos” y machacados por los poderes de su tiempo. Siquiera un mal ejemplo, sino todo lo contrario; habiendo subido a los altares a muchos de estos “loosers” de su época. Una etapa donde los triunfadores fueron personajes como Tomás de Torquemada o Gaspar de Quiroga y Vela. El primero, muy conocido por fanático, pero no tan reconocido como un verdadero ignorante en teología y creyente en supercherías. Quien pese a ser el primer Inquisidor General, tocaba siempre sus comidas y bebidas con cuerno de rinoceronte, para evitar ser envenenado... . El segundo (Gaspar de Quiroga y Vela) es hoy en día un personaje desconocido, aunque en su tiempo tuvo los más altos cargos eclesiásticos: Cardenal, Primado e Inquisidor General. Pero su nombre de gran triunfador solo ha pasado a la Historia porque procesó o llevó a la cárcel durante años, a personajes de la valía de Fray Luis de León, Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz.
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Siendo así, era normal que yo a los veinticinco años no comprendiera lo que era aquello del “looser”. Mas aún en una Sociedad como la española, donde algunos de los pensadores, santos, poetas, políticos y artistas más insignes habían sido perseguidos, asesinados o condenados al exilio. En un país como España, donde los triunfadores pudieron llegar a ser como Torquemada, mientras muchos de sus perdedores fueron personas que tan solo defendieron la verdad o la honestidad -viéndose por ello desterrados, encarcelados y hasta ejecutados-. Por lo tanto, aquella teoría del “looser” se comprendía solo en una Sociedad como la de Norteamérica; que se tenía por justa y perfecta -de lo que todo “perdedor” era un ser deleznable-. Ya que en U.S.A. parece que no hay pié para que se produzcan esos males tan típicamente europeos, donde los triunfadores machacan injustamente a quienes tienen bajo ellos. Así pues, aunque Estados Unidos vivió casi un siglo de cuanto produjeron esclavos, está claro que ellos no eran tan malvados como nosotros (que condenábamos inquisitorialmente al que no lo merecía). Lo que expreso, deja bien claro que en los casi doscientos cincuenta años de Historia de Estados Unidos, no encontraremos un solo caso de error judicial grave, ni un solo perdedor que debiera haber ganado (pues todo allí debió funcionar con la exactitud de un reloj atómico, desde el mismo año de 1776). Un hecho que por increíble, parece casi mágico; pues hasta en Asia, el líder de su religión más extendida fue un príncipe que un día decidió “perder” (un hombre llamado Shidarta, o Budha).
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SOBRE ESTAS LÍNEAS: Gráficos de anteriores artículos míos. En estos recogía las formas de Sociedad en diferentes etapas. Arriba y junto a un dibujito pintado por mí de las Huelgas Reales (Burgos), vemos el diagrama con la composición de estamentos en la Edad Media -a la derecha- y en la época de los Reyes Católicos -a la izquierda-. En ambos casos observamos que los cambios son muy pocos, debido fundamentalmente a que Isabel y Fernando decidieron no “modernizar” realmente el país, sino más bien seguir conservando los tres estamentos medievales. Evitando a toda costa el nacimiento de una burguesía fuerte, tal como emergía ya en el resto de Europa. Sustituyendo esa clase comerciante o adinerada que va poblando las ciudades del Renacimiento; por una hidalguía con poder, pero que vivía de la milicia y a la que no se permitía trabajar.
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La consecuencia fue que al no ser los caballeros un estamento productivo , capaz de intermediar en la Sociedad (como la actual Clase Media), pronto España fue abocada a la banca rota. En solo un siglo se produjeron inflaciones terribles que impedían comprar comida o abastecerse de lo más elemental, incluso a importantes hidalgos. Quienes eran impedidos para el comercio o el trabajo, ya que su estatuto de militar les prohibía laborar. A ello se sumaba el “golpe de Estado” dado por los Reyes Católicos contra la burguesía y la Iglesia, que culmina con la persecución y expulsión de los judíos. Un verdadero Golpe de Estado al instituir la Inquisición, que permitiría juzgar a cualquier súbdito sin garantía alguna; incluso si era un clérigo (un hecho hasta entonces impensable ya que los sacerdotes estaba acogidos a la legislación canónica). Estas y otras circunstancias, hicieron que España careciera de una clase media hasta muy entrado el siglo XIX, a la vez que nunca pudo tener una banca sólida, bien organizada y con lazos en otros países. Todo lo que provocó situaciones de pobreza inimaginables, en uno de los países más ricos de la Historia.
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BAJO ESTAS LÍNEAS: Otro de los gráficos que publiqué hace cuatro años, esta vez junto a un dibujo mío del Capitolio; donde describía la composición de una Sociedad ideal, junto a la que a mi juicio se estaba creando desde la crisis actual. De tal manera, a la derecha podemos ver el diseño de una Sociedad perfecta (a mi juicio) que contiene una Clase Dirigente, con un pico extremo y que correspondería a la élite (políticos, investigadores, artistas y pensadores). Bajo ella, la Clase Alta, compuesta por grandes profesionales. En su mitad, una gran Clase Media y abajo, un triángulo marginal, correspondiente a la Clase Baja (compuesta por personas inadaptadas y emigrantes recién llegados, que inician sus andaduras en la Sociedad). A nuestra izquierda representé casi hace un lustro la forma que creía estaba ya tomando nuestra Sociedad Occidental; en la que se veía la desaparición de las élites, siendo solo su tope una clase dirigente (no muy bien liderada ni formada). Bajo aquella, una pequeña clase alta, dispuesta en forma piramidal; a la que sigue la Clase Media y Baja, ya muy indeterminadas y confusas, pero sobre todo con grandes desniveles sociales. En aquel artículo decíamos que a mi juicio en el siglo XXI, las Sociedades Occidentales estaban pasando de una composición ideal (semejando una urna electoral), a otra de gran peligro y parecida ya a una urna cineraria o a una cóctelera (quizás tomando forma de “cóctel molotov”...).
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C) DE LA PARÁBOLA DE LOS TALENTOS A LOS TALENTOS EN PARÁBOLA (posmodernismo bíblico):
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Para comprender mejor los principios filosóficos que sustentan aquellas teorías que preconizan cómo todo perdedor es un horror; en este epígrafe observaremos que incluso contienen explicaciones bíblicas. De tal manera, basan su justificación aquellos que consideran a los perdedores detestables, en hechos como el que recoge San Mateo (25). Narrando que un amo antes de ausentarse temporalmente de sus dominios, entregó a tres de sus criados unas cantidades de dinero: Al primero dio cinco Talentos, al segundo dos y al tercero solo uno -conforme a sus capacidades y a la confianza que tenía en ellos-. El que recibió los cinco, negoció y ganó otro tanto igual; lo mismo hizo el que le entregaron dos, que comerciando logró un beneficio exacto. Aunque aquel al que habían dado solo uno, prefirió enterrarlo, no fuera a ser que el señor a su regreso le pidiera cuentas; por lo que decidió esconderlo para que no se perdiera. Finalmente, cuando vino de nuevo a sus tierras el amo preguntó a cada uno qué había hecho con aquel dinero que les dejó. El primero y el segundo, le enseñaron el doble de lo que les había dado; mientras el tercero le contó que -por temor-, había preferido esconderlo y gracias a ello no se perdió, por lo que le devolvía el mismo Talento. Enfurecido dijo el señor que si este siervo hubiera entregado a los banqueros aquella cantidad, al menos se la reintegraría con intereses. Así mandó que se lo quitaran y se lo entregasen al que más ganancias obtuvo -el que logró otros cinco, tras recibir prestados los cinco iniciales-.
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Esta parábola, con un profundo sentido de justicia y muy moderna (pues habla hasta de los intereses bancarios); ha sido utilizada en innumerables ocasiones para argumentar y rebatir como aquellos que caen en la pobreza -o en la marginalidad- es porque lo merecen. Explicando que cuanto se recibe en dinero -desde nuestra familia o por la Sociedad-, es lo que de debe entregarse; doblado y al final de nuestros días. Por lo que quienes habiendo sido ricos, mueren pobres, están condenados al infierno; al igual que los ciudadanos de Sociedades avanzadas, que no logran el éxito económico. Todo lo que tendría una enorme lógica si la Historia del Mundo no estuviera poblada de casos en los que las personas de mejor condición humana, han abandonado cuanto tenían, para dedicarse a los demás o dedicarlo a obras más importantes que las económicas. El uso de esta Parábola que citamos, para concluir que la Sociedad castiga a la pobreza o al fracaso a quienes lo merecen; ha sido tan extremo y de tal abuso, como no podremos imaginar. Tanto que quienes así lo argumentan todo, no reparan siquiera que Cristo hubiera sido un rabino de enorme éxito y relevancia, de no tomar el camino que eligió. Pues prefirió ser un “looser” y morir en la Cruz entre ladrones, antes que ser un rico e importante sacerdote del Sanedrín (igual a quienes le vendieron: Caifás y Anás).
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Siendo así, observaremos que el sentido puramente económico de aquella parábola de los Talentos, no puede sostenerse. Pues si recapacitamos y leemos la Biblia, sin sacar fuera de contexto frases, a nuestro libre interés -tal como hace el “posmodernismo” generando una “posverdad”-. Veremos que antes de aquello, el mismo Mateo nos dice: "Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja a que un rico entre en el Reino de los Cielos" (19,24). Pero no solo eso, sino que un previamente a todo ya había escrito: "No amontonéis tesoros en la tierra, donde hay polilla y herrumbre que corroen, y ladrones que socavan y roban. Amontonad más bien tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que corroan ni ladrones que socaven y roben. Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón" (Mateo 6, 19-21). Unas ideas que incluso igualmente repite Lucas, cuando recoge aquella conversación entre Jesús y un adinerado de la época, quien le pregunta qué debe hacer para lograr el cielo alguien con dinero, en el diálogo siguiente: "Maestro bueno, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?" (...) “vende todo lo que tienes y repártelo entre los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme”. "Cuando el hombre oyó esto, se entristeció mucho, pues era muy rico. Al verlo tan afligido, Jesús comentó: "¡Qué difícil es para los ricos entrar en el reino de Dios! En realidad, le resulta más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios" (Lucas 18:18-25).
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SOBRE Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Dos dibujos míos. Arriba, la Estatua de la Libertad con un paraguas, indicando el mal tiempo -en qué vivimos- (el chiste está escrito en japonés romanji, también). Abajo la misma estatua, pero con un desodorante en vez de la antorcha. En ambas viñetas intentaba explicar el problema de Occidente que ya admite vivimos en una Sociedad perfecta, en la que nada ni nadie puede quejarse, habida cuenta que todo es justo.
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-“Ya te dije que venía aquí por no ir a un gimnasio y porque se aprende mucho de cultura moviendo cuadros; al menos así vemos que el saber sí que pesa. Pero lo que en verdad pesa es mandar a alguien a prisión y tener dudas de todo. Entonces lo único que nos ayuda es creer en Dios, y yo a ti (Angel), no te veo tan creyente; ni en lo divino, ni en lo humano. No te veo como para aguantar esto. Me notarás raro y hasta deprimido, pero es que hace un par de semanas vino al juzgado la madre de uno de los chicos que metí en la cárcel por lo sucedido en un cine -bajo mi casa-. La mujer llegó llorando porque en prisión le habían agredido a su hijo, y el chaval había perdido un ojo. Cuando me enseñó las fotos del joven tuerto tuve que taparme la cara y solo podía decirle: ¿Dios mío, pero cómo ha podido suceder esto?”-.
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Si leemos con detenimiento lo párrafos anteriores, veremos que algo no cuadra cuando interpretamos los “talentos” de la parábola por un valor económico. Pero curiosamente encajará todo perfectamente si “traducimos” la misma palabra por un “talento” intelectual, o por condiciones personales. Explicando San Mateo que cada hombre recibe unas dotes y educación, que uno mismo debe desarrollar al máximo (no tratándose de una asignación económica, que deberá duplicar...). Pero hoy en día, quienes mantienen que la vida es justa y que los ricos lo son por merecerlo, basan su idea en gran parte sobre la interpretación que los talentos económicos. Una “nueva filosofía” que ha cuajado en todo Occidente; tanto que los “looser” están siendo ya denostados también en Europa; el viejo Continente que parece haber llegado también una Sociedad perfecta (como la Norteamericana). Viviendo bajo un sistema en el que aquellos que no logran el éxito es porque merecen fracasar. Una de las máximas posmodernas... .
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Todo lo que decimos se produce en un Planeta donde los deportistas ganan lo que quieren, mientras los médicos e investigadores cobran un sueldo similar al que obtiene todo funcionario medio. Donde quienes desactivan bombas o luchan por salvar vidas y contra el terrorismo, tienen un salario mensual similar a lo que gana un famoso youtuber en una sola semana (subiendo bobadas a la red). Donde los profesionales y licenciados no encuentran trabajo, teniendo que laborar de lo que sea; viendo como un listillo que se hace famoso, puede cobrar lo que desea vendiendo su vida y sus fotos privadas. En un Mundo donde los cantantes de música ligera se hacen ricos, mientras los mejores intérpretes de clásica se pudren en la soledad, sin que nadie les escuche. Donde las bandas más agresivas (heavy, metal, rock duro y largo etc) cobran millones, frente a escritores, poetas y compositores de obra meritoria; a los que ni se les conoce, ni se les reconoce -viéndose obligados a sobrevivir de lo que pueden-. Y al final: En una Sociedad donde las diferencias económicas se están haciendo abismales, pues cada día los ricos son más ricos y los pobres siguen igual de indigentes que siempre eran.
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En esta situación generalizada y en el momento que vivimos, si hablamos de problemas económicos, siempre encontraremos alguno (un religioso posmoderno) que nos responde como la Sociedad ya es justa y perfecta; por lo que en el Mundo hoy sucede lo mismo que en la Parábola de los Talentos, donde aquel que entierra su dinero, no recibe nada. Ello en un Mundo en el que un artificiero que se juega la vida desactivando bombas, gana lo mismo en todo un año que un chaval veinteañero subido media hora a un escenario, dando saltos y haciendo que canta (pues muchos no suelen emitir más que ruidos, con sus baterías, sus instrumentos eléctricos y sus micros). Pero lo principal es ser posmoderno y admitir que esa música de nuestro tiempo es tan importante como la literatura del Siglo de Oro, la del 98 y la del 27.
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SOBRE Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Dos viñetas también mías. Arriba el Barrio Gótico de Barcelona, donde recojo la frase de Dalí, que en el Manifest Groc de 1928 abogaba por derribar esta zona barcelonesa. Abajo, un dibujito con el triste estado del casillo de Mota del Marqués, junto a la frase del genial Manu Leguineche en la que “expresaba que en todos los pueblos hay una torre y un tonto”. Completo esta máxima con un chiste que hice en homenaje al periodista -cuando falleció-, añadiendo como uno que no era de Mota dijo “Y la torre pa qué”... . Evidentemente, ambos dibujos aluden a quienes están dejando caer el Patrimonio Artístico, sin preocuparse más que de ellos y de medrar (destruyendo, olvidando y negando todo vestigio del pasado).
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D) LA SOCIEDAD PERFECTA (Un Mundo Feliz “huxeliano”):
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1- El arte como fenómeno que antecede:
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En múltiples ocasiones hablamos de los movimientos artísticos comparándolos con hechos y momentos históricos, habida cuenta que cuanto acontece en el arte suele anteponerse a lo que vivirá la Sociedad (en un futuro más o menos próximo). Tal es el caso de los creadores de El Renacimiento, que preconizaron aquello que surgió en las ciudades italianas, decenios después; cuasi profetizando el enorme progreso y revolución económica que viviría Italia -plena de avances culturales, científicos y de pensamiento-. Lo mismo sucedió con el barroco, que marcaría el inicio del Siglo de las Luces, donde el Pueblo y las gentes comunes comenzaron a participar en todos los planos sociales (divulgando conocimientos). De manera similar, los movimientos rococós o el realismo dieciochesco y decimonónico, marcarán la decadencia de la nobleza y la existencia de una élite de personas procedentes del pueblo (el dominio del mundo real y no ya el gobierno de la realeza). Finalmente, desde mediados del siglo XIX podremos comprobar el comienzo de “un final” del arte (tal como fue concebido desde época greco romana); para iniciar desde entonces otros modos de creatividad, que distan mucho de aquellos que procedían del humanismo o de las formas espaciales y temporales clásicas. Desembocando en las vanguardias y los ismos, que como modo histriónico de crear, marcaría lo que iba a suceder posteriormente: Dos Guerras Mundiales y un Mundo pleno de cambios radicales.
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Siendo así, deberíamos recapacitar sobre lo que sucede en el arte de nuestra época, para trasportarlo a un futuro; pudiendo entender entonces cómo será la Sociedad en los años venideros. Aunque si no creemos la teoría que propongo, bastará analizar en nuestro siglo XX qué movimientos creativos se suceden en una generación anterior, para conocer -más o menos- el modo de vida treinta años después (en la generación siguiente). Con el fin de comprobarlo y demostrarlo propongo estudiar la Sociedad de los años noventa de este modo, comparándola con el arte de los sesenta:
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Hablamos de un momento en que se produjo Mayo del 68 y cuando las últimas vanguardias solo admitían el verso libre y la prosa más moderna invitaba erradicar las novelas y escritos con un argumento. Siquiera aquellos libros que pudieran leerse por su orden de páginas, promoviendo obras como Rayuela de Julio Cortázar -en un movimiento denominado de “contranovela”-. Pese a todo, grandes literatos continuaban escribiendo en rima y algunos novelistas seguían estructurando sus obras de manera convencional. Aunque por lo común, todos trataban la denuncia social, conteniendo un gran realismo expresivo (quizás comparable a las obras del Siglo de Oro, produciéndose una enorme vuelta al clasicismo literario). Por su parte, la pintura llega a denostar por entonces el figurativo, promoviendo estilos como el constructivismo o el pop; y genéricamente hablando, el abstracto (pero conviviendo con el hiperrealismo que por entonces nace). Finalmente, la música comienza a considerar al pop y a los cantantes ligeros verdaderamente valiosos; lo que hasta entonces no sucedía porque el género popular no contuvo compromiso social. Pero en los años sesenta aparecen figuras como Moustaki, Serrat, Brassens, Leonard Cohen, Dylan, Joan Baez, Silvio Rodriguez, Atahualpa Yupanki y largo etcétera que contenían en sus obras pop un alto nivel literario y melódico, lo que lleva a concluir que son los nuevos genios de la música. Ello, habida cuenta que los compositores de clásico entran en la locura de querer seguir inventando música -no componiendo-, llenando los escenarios de rarezas y enajenación. Todo cuanto expresamos, indica la enorme calidad de los artistas de los años sesenta-setenta y su prolífica fertilidad creativa; algo que hizo pensar que el camino era aquel de innovar, donde jamás cesarían las nuevas ideas (aunque tristemente no fue así, porque diez años después cesó la creación, surgiendo una tecnología para suplantarla).
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SOBRE Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Dos obras “decimonónicas” en las que vemos claramente como pintores que han quedado en un segundo plano -aplastados bajo los impresionistas-, tenían una calidad artística asombrosa. Arriba un lienzo de Lawrence Alma-Tadema, pintado en 1868 y que representa “la siesta pompeyana” (propiedad del Museo de El Prado, al que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Abajo, Virgen de la consolación por William Adolphe Bouguereau, perteneciente al Museo D´Orsay (al que agardecemos nos deje divulgar la fotografía). Observando estos cuadros nos planteamos por qué la obra de Renoir, Degas, Gauguin, Cezanne, Seurat, Lautrec o Van Gogh puede ser tan conocida y estos otros pintores han quedado en la penumbra. Aunque una de las razones que dieron fama a los impresionistas centroeuropeos del XIX, reside en el sentimiento de culpa de sus propias naciones; que les habían condenado a ser “pintores malditos” en vida -al menos, a la gran mayoría-. Finalmente, en el siglo XX y al surgir las vanguardias más agresivas, decidieron denostar el clasicismo de la anterior centuria y ensalzar todo lo impresionista, expresionista, y hasta lo histriónico o estridente que se hizo en aquel tiempo anterior.
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Si trasladamos ese mundo artístico de los años sesenta (antes descrito) a la Sociedad de los noventa; comprenderemos pronto su paralelismo. Pues todo ello explicaría el tremendo avance económico que se produjo en ese decenio final del siglo XX: Nacido de la fe en el progreso y en las innovaciones. Debiéndose la bonanza y adelantos de los años noventa a la confianza que el hombre tenía en su propia época. Aunque ello también generó la famosa “cultura del pelotazo”, en la que lo más fácil era montárselo y hacer las cosas por el camino sencillo. Tal como ocurrió tres decenios antes con algunos artistas; quienes trabajado en abstracto, en verso libre o sin orden ni medida alguna y siendo la fama lo único que buscaban, produjeron obras absurdas y sin contenido (que en su mayoría ha quedado en el olvido). Asimismo, comparando ambas épocas, entenderemos los movimientos eclécticos económicos y políticos de los noventa, que permitían cualquier idea, habida cuenta la firmeza que el hombre prodigaba a su época. A ello se debió el que algunos, aprovechando la ignorancia ajena y el deseo de todos por innovar, se beneficiaran de la situación timando o gobernando en falso; lo que finalmente provocó una enorme crisis de valores y económica en Occidente -ya hacia el 2005 y muy semejante a la que se sucede entre los artistas de los años ochenta, quienes reflejarían esa decadencia que se produjo tres decenios más tarde (al comenzar el siglo XXI)-.
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Finalmente,en lo que se refiere al clasicismo artístico de los sesenta, deberíamos compararlo con en el mundo económico o social conservador de los noventa. Siendo obvio que los clásicos de hace medio siglo vivieron un momento de creatividad inigualable -músicos, poetas, pintores, escultores o escritores y dramaturgos-. Con figuras vivas en España como Joaquín Rodrigo, Segovia, Yepes, Dalí, Miró, Chillida, Cela, Delibes, Buero Vallejo y larguísimo etcétera. Trazando un paralelo, nos llevaría a comprender por qué los conservadores en política y en economía dominarían toda la escena tres decenios después -con figuras como Chirac, Bush, Kolh, M. Thatcher, Aznar y muchos otros-. Todos ellos, al igual que los creadores clásicos de los años setenta, apoyados por una enorme fe en el pasado y en su cultura del ayer; pero igualmente en el momento histórico en que vivían. Con una casi excesiva confianza en el progreso y en su tiempo (nada que ver con lo que hoy siente una Humanidad, plena de dudas y miedos).
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Por su parte, si analizamos el arte de hace treinta años y lo traspolamos a nuestra Sociedad de hoy, volveremos a encontrarnos paralelos indiscutibles. Para ello hemos de remontarnos a los movimientos literarios, musicales o pictóricos sucedidos entre los años 85 al 95. Un momento que en el plano artístico comienza a dominar el “Tecno” y las artes “artificiales” creadas valiéndose de medios electrónicos. Generándose un vacío absoluto de valores y de creatividad, tanto que ya hacia 1990 el Pop y el Rock se encaminan hacia vertientes que no promueven nada novedoso (a menos de encontrar algo nuevo en sonidos que producen las máquinas). Siendo así, el arte de esa época se ve dominado por la electrónica y la pintura o la escultura, afectadas por ese mundo que les lleva a la creación de instalaciones -algo que pertenece más a la decoración, que al verdadero artista-. La crisis en la música y en la pintura es tal, que cuanto se hace en los años noventa llega a no poder comprenderse por quienes no estén iniciados en el grupo del que lo crea. Provocándose un situación similar a la de escritores que llegasen a inventar un idioma propio para plasmar sus novelas o poemas (sin que nadie pudiera ya entenderlos). Por su parte, la mayor decadencia se produce finalmente en la literatura y a música debido al cambio en la escala de valores; considerándose el mejor, aquel que más vende. Todo lo que llega a provocar la desaparición de los verdaderos intelectuales o artistas, incapaces de adaptarse a las necesidades del mercado. Añadiremos para terminar, que bastará transportar cuanto hemos descrito sobre el arte en los años ochenta-noventa, para llegar a comprender qué pasa en nuestro momento; donde todo es dominado por máquinas y el hombre ya no cree en su tiempo, porque solo triunfan los que se adaptan (no los mejores).
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SOBRE Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Otras dos “obras decimonónicas” pertenecientes al museo D´Orsay (al que agradecemos nos permita divulgar las imágenes). Arriba, “Herculano, 23 de agosto del año 79”, de Hector Leroux. Abajo, “El Nacimiento de Venus” por Alex. Cabanel. Ambos lienzos, suelen ser tachados de “cursis” por los expertos, pese a mostrarnos el mundo y la época en que fueron creados con un magnífico gusto; tratando temas que por entonces se enseñaban en todos los ambientes cultos. Habida cuenta que en aquel tiempo -tan “rancio” para muchos y del que tanto nos reímos-; las personas gozaban de una enorme cultura clásica, dominando el griego y el latín y charlando en sus reuniones sobre excavaciones o de mitología grecorromana (del mismo modo que hoy se habla de fútbol...). Pese a ello, la cultura del Salón fue denostada hasta el punto de la ingnominia máxima. Tanto que los artistas que no estaban de acuerdo con estos movimientos (románticos, historicistas o simbolistas); acudían a sus exposiciones para orinarse en los lienzos, o a gesticular sobre ellos, mostrando que los pintaban para satisfacer el onanismo.
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Eran algunos de aquellos que se tocaban el sexo o hacían sus necesidades frente a las obras “del Salón”, los que más tarde el Mundo decide tener como grandes hombres del arte y de la cultura (los impresionistas más famosos). Dejando en el olvido pleno a quienes pintaban del modo en que vemos en estos lienzos -sobre y bajo estos párrafos-. Evidentemente, todo ello desembocó años después en la locura anti-humanística del siglo XX; naciendo los ismos y las vanguardias agresivas, que promovían o apoyaban las ideologías más autoritarias que la Historia conoció. Lo que llevó a Europa a la mayor guerra hasta entonces habida; continuó con el comunismo o los fascismos, que no pararon en sus nuevas ideas hasta provocar la segunda contienda Mundial. Unos cien millones de muertos a causa de las conflagraciones y políticas que vivió ese Mundo; principalmente debidas a la deshumanización del Planeta. Algo que decenios antes había sido ya “anticipado” en los movimientos creativos, con la deshumanización del arte.
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2- La pérdida del Humanismo y la robotización de la Sociedad:
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En muchas ocasiones nos hemos referido a este aspecto de la vida actual, en la que el mundo clásico desaparece y donde vemos como occidente agoniza lentamente. Un Mundo de hoy, donde el latín y el griego ya no tienen cabida, hasta el punto de que se van cerrando las universidades que enseñaban clásicas. Ello en una Sociedad como la nuestra, en la que debería existir la mayor pluralidad de profesiones imaginables. Pese a todo, en el tiempo que vivimos, el ilustre catedrático de lengua helena Miguel de Unamuno; se hubiera tenido que dedicar a traducir inglés o a estudiar el Ruso (para atraer turistas a las costas españolas, pues son estos los trabajos e idiomas que hoy en día pueden dar trabajo a un políglota). Consecuentemente, los colegios han decidido dejar de enseñar música (culta); y es que esas cosas como la Historia Antigua, las lenguas muertas o las artes clásicas, ya no sirven para nada... .
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El hecho cierto es que lo que menos importancia debería tener en una Civilización avanzada, sería: Un gol, una canasta, un hoyo, un set o un gran premio deportivo; pero curiosamente es lo más valorado en estos días. Tanto que un goleador llega a cobrar hasta cien millones de euros al año, mientras nadie pagaría ya por asistir a una conferencia pronunciada por un sabio como Miguel de Unamuno. Acerca del valor del humanismo hoy, llama la atención como hasta los neurólogos se atreven a diagnosticar a personajes históricos; considerando enfermos a quienes fueron sus figuras más relevantes (ello, sin haber tenido ni contacto con el “paciente”). Así sucede actualmente con Santa Teresa de Jesús, sobre la que recientemente se ha publicado un estudio firmado por un famoso especialista en sistema nervioso, que “demuestra” como la doctora de la iglesia era epiléptica y no sufría trance religioso alguno -ni menos, éxtasis visionarios o místicos-.
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La referida teoría es defendida por un médico español, experto en enfermedades neurológicas; lo que obliga a creerla, pese a que no ha existido siquiera análisis somático alguno del “presunto enfermo”. Por lo que, a juicio de toda persona que esté sana -verdaderamente-, resulta absurdo que se niegue al ser humano su capacidad para trascender. Más aún, que exista quienes no crean que una monja pueda sufrir episodios místicos o visiones (hablando además de una Sor del siglo XVI, considerada santa). Pareciendo aquella teoría de la epilepsia, negar a la Humanidad nuestra propia capacidad de ser algo más que un animal. Resultando increíble que la neurología, a día de hoy, intente justificar la mística describiéndola como una enfermedad. Diagnosticando sin contacto, ni conocer siquiera al “paciente”, y sin comprender que el éxtasis tan solo es un sentimiento o una vivencia íntima e indescriptible. Debiendo considerarse los episodios visionarios como hechos nacidos de lo más profundo del espíritu, no de la mente; un suceso intransferible, al que solo accede y comprende quien lo vive, o quien lo sufre (y que no puede estudiarlos precisamente un neurólogo, que tan solo analiza la “maquinaria” somática).
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Pero actualmente vivimos en la Sociedad Posmoderna; donde la verdad es infalible. Así, hemos de creer en la neurología y no fiarnos nunca de nuestra civilización asentada en el pasado, ni de nuestra cultura milenaria -menos aún pensar en la existencia del espíritu-. Por lo que es evidente, que a día de hoy, Santa Teresa era una epiléptica y por ello tenía visiones o éxtasis... . Por lo demás, estoy esperando que también los doctores de la mente y del sistema nervioso, nos narren de qué modo logra el cerebro escribir como ella lo hacía; o tener una vida como la de esta santa. Para que unos pocos puedan imitarla y copiar su comportamiento y su obra exactamente. Pues seguro, que en todo ello hay una explicación científica.
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Hablando de temas religiosos y de creencias, no está de menos también exponer la postura del papa Pablo VI, cuando decidió suprimir los santos legendarios. Bajando de los altares a San Valentín (quizás por la horterada de su día); a San Cristóbal (seguramente tras inventarse el automóvil): a Santa Úrsula (posiblemente por aquello de que nunca debió haber once mil vírgenes juntas); a la Santa Verónica (de seguro por ser un pase del toreo); a San Jorge (posiblemente porque no aparecía el monstruo del Lago Ness) y a Santa Bárbara (quizás por ser patrona de los artilleros). Junto a estos santos tan bonitos, anularon también figuras tan maravillosas como la del marinero Brandán -entre los gallegos, Breogán-. Uno de los patrones de Irlanda, que personificaba los sacerdotes que viajaron por el océano; llegando a Islandia y a los puntos más recónditos, para evangelizar el Atlántico Norte. Pero la Iglesia de Pablo VI decidió que aquellas figuras que resultaban personificaciones, o casi mitos, habían de ser anulardas; todo lo que muestra la incapacidad de entender que las creencias como mejor se inculcan es a través de una alegoría de la realidad. Ello es el mito, del que decían los griegos que “los hombres eran dioses mortales y los dioses, hombres inmortales”. Por suerte el Papa Montini no quitó el camino de Santiago y hasta al mismo Santiago como patrón de España; pues la llegada del cadáver del apóstol decapitado hasta el Corcubión y su tumba en Compostela, son temas más que legendarios. Leyendas tan bellas como verdaderas, ya que la verdad mística y religiosa se esconde en lo que el hombre piensa y siente; no en lo que se puede probar. Porque que para tener certeza histórica de un hecho, actualmente se precisa de demostraciones policiales; tanto que aún no han podido siquiera comprobar que Hitler muriera en el Búnker... .
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SOBRE Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Dos imágenes pertenecientes al Convento de la Encarnación de Ávila (al que agradecemos nos permita divulgarlas). En la fotografía superior vemos la almohada que utilizaba La Santa -un pequeño leño-. Abajo, un exvoto donde se recuerda las referidas visiones de Teresa de Jesús; sintiendo ante ella la presencia de Cristo flagelado. Decíamos en nuestros párrafos anteriores, que el materialismo y la incredulidad de nuestro tiempo es tanta, que un afamado neurólogo afirma que aquella doctora de la Iglesia no tenía éxtasis místico alguno; sino se debían a una epilépsia. Ante hechos como este, hemos de plantearnos si quizás hemos llegado a una etapa en la que no se permite creer en nada; pretendiendo controlar el pensamiento y el espíritu humano, quizás de un modo semejante al de la Inquisición. Promoviéndose en cierto modo un nuevo Santo Oficio racionalista (posmoderno), donde si no aceptamos todo lo que afirman los doctores en medicina o los expertos en ciencia, nos tratarán como a locos y enfermos (colocándonos el cartel de enajenados o incapaces, de forma parecida a un Sambenito...). Y es que en verdad, cuesta mucho pensar que alguien con cultura afirme que Teresa de Jesús no era una mística, sino que todo se debía a que sufría epilepsia... .
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Dejaremos al margen los hechos religiosos, para volver a los artísticos y puramente culturales. Aunque aprovechando estos últimos párrafos, queremos exponer lo que puede llegar a ser el nuevo hombre, que tan solo cree en lo material; condenado a terminar como un “robot” (tal como mencionaba Isaac Asimov). Un robot cuya energía motriz sería el dinero o las prebendas que la Sociedad le ofrezca -en forma de cargos, honores o lucros, siempre puramente económicos y sociales-. Un mundo materialista que ha logrado invadir el arte, que antaño estaba ocupado por bohemios, locos o inadaptados. Pero no es este el caso de los artistas de hoy, donde la música (ligera o pop-rock) o el cine, son grandes negocios; tanto que lo más fácil para un chico joven es coger una guitarra, aprender tres acordes y echar a cantar para ganarse un dinerito. Un hecho inusitado a lo largo de la Historia, ya que anteriormente cualquiera que tocase un instrumento o gustara entonar melodías con su voz; lo hacía mientras trabajaba, cantaba los domingos con amigos, y sufría todo tipo de penurias si quería vivir de ello. Siendo verdaderamente escasos los artistas que en el pasado pudieron tener una holgura económica; todo lo que les asimilaba al gremio de artesanos -en su función y en sus honorarios-. Concediéndoles ello, un gran sentido de humildad y de humanidad. Pero hoy en día no es así y el mercado ha llevado a valorar tan solo los rendimientos económicos del supuesto creador; siendo ese el parámetro para medir a quienes escriben, componen, cantan, pintan, esculpen o tocan un instrumento.
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Esta nueva fórmula de valorar el arte, es una de las grandes tragedias de los creadores actuales; al verse manejados, sometidos y hasta vapuleados por el mercado. Pues en verdad lo que se evalúa no es su calidad, sino su cantidad. Siendo así, si comparásemos esta forma de mensurar a los artistas, con las usadas en otras disciplinas -como la gastronomía-; resultaría que las mejores viandas serían las patatas fritas y los aperitivos en bolsa. Debiendo considerarse a la Coca-Cola, la gran bebida gastronómica. Habiendo de conceder anualmente Estrellas Michelín a distintas empresas de ganchitos, chuches, gambas de plástico y patatas fritas; a la vez que se entregarían otras tantas Estrellas a las embotelladoras de refrescos con gas. Y no le den ustedes muchas vueltas, pues es esto lo que sucede cuando se premia a los más vendidos en el arte, o a los más famosos; atendiendo solo a la cantidad distribuida y no a su calidad. Finalmente hay que añadir, que la especulación y el mercado, han caído sobre otros mundos culturales -como el de la pintura o la escultura-. Debido a ello, al entrar en ciertos museos de Norteamerica, un guía nos previene de que en el interior del edificio hay obras por valor de “no-se-cuantos miles” de millones de dólares; sin especificar autores, estilos o cuadros. Aunque esta moda de hablar de los millones que valen las piezas de una colección, también ha llegado a Europa. Donde es común ver a presentadores y guías -principalmente en televisión- en los que se muestran obras de arte pertenecientes a palacios o museos, sin explicar su procedencia, su estilo, autor o significado; pero diciendo claramente su tasación actual o el coste que en su día tuvieron.
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Toda esta confusión y absurdo ha llegado a crear una absoluta indiferencia hacia el arte contemporáneo; pues lo que nos ofrecen tan solo parecen “filfas”. Porque la gente no es tonta y nadie va a interesarse por un vaso de agua medio lleno, del que su autor afirma es una obra de arte... . Acerca de ello comentaba el presentador Pablo Motos una anécdota; narrando como mientras visitaba el MOMA de Nueva York un verano, sintió sed y le apeteció tomarse un refresco. A la entrada de la cafetería observó una nevera estilo años cincuenta, con un cartel de Coca-Cola encima; y pensando que aquello era un expositor de un self service, se acercó al frigorífico y lo abrió. Con enorme sorpresa, vio como se abalanzaban sobre él unos guardias de seguridad, que le tomaron por los brazos y le expulsaron del museo. Mientras le echaban le advertían que aquella nevera era una obra de arte de un reconocido creador, valorada centenares de miles de dólares. Consecuentemente con lo que narramos, es normal que nadie sienta más allá que curiosidad por el arte contemporáneo de hoy; por lo que la pintura y la escultura están desapareciendo.
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Pero de un mismo modo, si se le impide a las personas acceder a los valores clásicos (restando de su educación toda asignatura que se refiera a ello), tampoco van a poder disfrutar del arte antiguo -que precisa de una base mínima para comprenderse-. Por ello, suprimir la formación clásica en los niños, es como si en Japón eliminaran el estudio de kanjis (ideogramas) para cambiarlo por hiragana y katakana; que como sistemas alfasilábicos son mucho más sencillos de aprender y escribir. Evidentemente, el resultado final sería que ningún japonés entendería su literatura, su cultura y siquiera comprendería una carta escrita antaño. Algo semejante a lo que va sucediendo en Occidente, donde casi nadie aprecia ya el arte clásico porque la formación escolar y universitaria resta todo valor al aprendizaje de materias tan importantes como la música clásica, el griego, el latín, la filosofía o las humanidades en general.
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La consecuencia última de la muerte del clasicismo es la pérdida de identidad cultural, que conmina en la deshumanicación de la persona -quienes quedan como peleles, sin mundo interior, ni recursos culturales-. Ello, unido a una posible falta de creencias o de preparación filosófica, generaría un ser humano plenamente robotizado; aunque muy adaptado a los ambientes posmodernos -donde se exige buena fachada y nada en el interior-. Hablamos del posmodernismo como factor desencadenante, porque es este un problema crucial; ya que Occidente sigue y persigue esa ideología. Una tendencia intelectual donde la cultura no vale nada, los textos antiguos se consideran sospechosos y no pueden tenerse como ciertos, o la formación clásica es un error que aboca a la ruina económica -junto a un largo etcétera de máximas, basadas en la elocuencia de la ignorancia-. Todo ello, porque el éxito y la fachada es lo más importante para el posmodernismo, que es capaz de justificarlo todo para afirmar sus principios de triunfo social o económico, como paradigma de la felicidad. Mentalidad que se ha impuesto y divulgado por doquier, sin plantearse su increíble proximidad en muchos aspectos a filosofías extremas, como la Futurista. Una ideología que lideraba Marinetti (fundamentador del fascismo) y entre cuyos paradigmas estaba el de: “destruir los museos, las bibliotecas, las academias variadas y combatir el moralismo, el feminismo y todas las demás cobardías oportunistas y utilitarias” (1) .
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La ideología de Marinetti, no están nada alejados de las referidas bases del posmodernismo. Intentando crear un Mundo Feliz, en el que al final el individuo es simplemente un animal evolucionado. Todo lo que le lleva terminar utilizando drogas, necesitando psiquiatras o consumiendo todo cuanto le atonte, al carecer de recursos filosóficos o culturales. Pues para enfrentarse a la vida, a la muerte y a la realidad solo hay unos recursos eficientes: El civismo, las creencias, la formación humanística y la cultura.
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SOBRE Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Otras dos imágenes pertenecientes al Convento de la Encarnación de Ávila (al que agradecemos nos permita divulgarlas). Arriba, reja de visitas a la entrada, donde se sabe departían y confesaba San Juan de la Cruz y Santa Teresa. Abajo; estancias donde vivió la santa. Hemos relatado que un neurocirujano, actualmente explica los éxtasis de la santa, como consecuencia de un tipo de epilepsia... . Lo que resulta asombroso, debido a que no llegamos a comprender cómo una persona tan formada es incapaz de admitir un trance espiritual. Personalmente, todo ello me recuerda “al momento Ovni” de los años sesenta; cuando diversos ufólogos justificaban determinados episodios bíblicos, considerándolos la aparición de extraterrestres ante el pueblo judío. Aunque quizás es algo más parecido a lo que me enseñaron en la Mili, cuando me explicaron detenidamente que: -“Una vez disparado, el proyectil cae gradualmente por la fuerza de gravedad, describiendo una parábola. Pero si no hubiera gravedad, también caería por su propio peso”. Todo lo que aprendimos gracias a que en el Ejército de Tierra se explicaba todo y bien; no como en La Marina.
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E) CONVERTIR A LA ÉLITES EN PUEBLO Y NO AL PUEBLO EN ÉLITES:
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Uno de los hechos que más a menudo comentaba Carmen Conde, era que ayudar al pueblo no significaba nunca bajar hasta la gente, sino alzarla hacia la altura de uno mismo. Decía esto principalmente cuando hablaba de su juventud y de la Universidad Popular que fundó en Horihuela (creo recordar), junto a su maridó y personalidades como Miguel Hernández. Refiriendo siempre que apoyar y enseñar a la gente, era elevarla; no hundirse uno mismo entre ellos. Para continuar exponiendo que normalmente lo que se pretendía en aquellos días era bajar a las élites, no subir al pueblo. Hablamos de mediados de los años ochenta, cuando yo trabajaba con ella musicando sus poemas; un tiempo en que ya se vislumbraba que el deseo generalizado era rasear el listón de los de arriba, anularlos, y de ese modo ir igualando a todos (equiparando a un cantante ligero con un poeta insigne; o a un deportista famoso, con un reconocido pensador). En un modelo de Sociedad que para Carmen Conde resultaba aberrante, defendiendo ella siempre que cuanto habíamos de hacer era convertir al pueblo en élite y no a las élites en pueblo. Pero, terminaba añadiendo la poetisa que por mucho que ese fuera su deseo, parecía que la vida iba por otros derroteros. Pues no había más que ver el Mundo de entonces, donde ya imperaba el mal gusto generalizado, promoviéndose solo “el famoseo”, la música barata, la literatura de barrio bajo, la pintura absurda y el teatro de chiste.
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Mucha razón tenía aquella académica y su pensamiento hoy puede considerarse de visionario; ya que nadie -en los años ochenta- podría imaginar que los Jefes de Estado, ministros y presidentes de gobierno se preocupasen tanto de asistir a eventos deportivos y hasta del Rock, olvidando la cultura de verdad. Menos podríamos haber creído entonces que un concierto fuera un espectáculo semicircense; pues por entonces, siquiera llamaban conciertos a las actuaciones de intérpretes solistas y cantautores, cuyos eventos se denominaban “recitales”. Finalmente lo que nadie pudo jamás imaginar es que España, que por entonces era patria de los mejores artistas e intelectuales del Mundo; quedara culturalmente yerma y tan solo generase deportistas. Algo que comenzó a suceder desde 1998, tan solo diez años después de lo que narro y de cuanto recojo sobre Carmen Conde.
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Pese a ello, si ustedes no creen en mis palabras, les invito a hacer un pequeño test. Excluiremos de nuestras preguntas a los cineastas, pues parece que el cine se ha salvado de la quema cultural (al ser un negocio); tanto, en España se hacen quizás las mejores películas del Mundo -atendiendo a su calidad y costes-. Por lo que es en este arte, en el único que sigue a la cabeza nuestro país.
Para responder al test, bastará con que conteste Sí o No.
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1-¿Conoce a algún compositor/a español de música clásica vivo o que no tenga menos de 80 años?.
2-¿Conoce algún poeta/isa español vivo o que no tenga menos de 80 años?.
3-¿Conoce algún dramaturgo/a español vivo o que no tenga menos de 80 años?.
4-¿Conoce algún/a novelista español vivo, excluyendo aquellos que salen en televisión?.
5-¿Conoce algún/a guitarrista clásico español vivo o que no tenga menos de 80 años?.
6-¿Conoce algún/a guitarrista flamenco español vivo o que no tenga menos de 80 años?.
7-¿Conoce algún/a pianista español vivo o que no tenga menos de 80 años?.
8-¿Conoce algún/a retratista español vivo o que no tenga menos de 80 años?.
9-¿Conoce algún pintor/a español vivo o que no tenga menos de 80 años?.
10-¿Conoce algún escultor/a español vivo o que no tenga menos de 80 años?.
11-¿Conoce algún filósofo/a español vivo o que no tenga menos de 80 años?.
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No se preocupe si tan solo ha podido contestar dos o tres veces "Sí", no es usted un inculto sino una persona perfectamente normal; pues tan solo un crítico de arte hubiera podido completar afirmativamente la mayoría de las preguntas.
Aunque ahora invertiremos los casos y vamos a cuestionarnos nombres de antaño. Realizando un test mucho más complejo, pues ya no se trata se conocer a algún artista o intelectual, sino de saber especificamente su nombre (añadiéndose la dificultad de que muchos de ellos llevan decenios muertos).
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De tal manera conteste SÍ o NO a las siguientes preguntas:
1- ¿Sabe ud. quiénes eran Narciso Yepes y Andrés Segovia?
2- ¿Sabe ud. quién era Paco de Lucía o quién es Manolo Sanlucar?
3- ¿Sabe ud. quiénes eran Alicia de la Rocha o quién es Joaquín Achucarro?
4- ¿Sabe ud. quiénes eran Dalí y Miró?
5- ¿Sabe ud. quiénes eran Chillida y Berrocal?
6- ¿Sabe ud. quiénes son Rafael Canogar y Gustavo Torner?
7- ¿Sabe ud. quiénes son Julio y Antonio Lopez?
8- ¿Sabe ud. quiénes eran Dámaso Alonso y Vicente Aleixadre?
9- ¿Sabe ud. quiénes eran Camilo Jose Cela y Miguel Delibes?
10- ¿Sabe ud. quién es Teresa Berganza o quién era Victoria de los Ángeles?
11- ¿Sabe ud. quién era Alfredo Kraus o quién es José Carreras?.
12- ¿Sabe ud. quién era Pau Casals y Joaquín Rodrigo?
13- ¿Sabe Ud. quién era Julián Marías y Jose Luis Sampedro?
14- ¿Sabe Ud quienes eran Ana Ma. Matute y Carmen Laforet?
15- ¿Sabe Ud. Quién es Fernando Arrabal y quién fue Buero Vallejo?.
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Sin embargo, si en este segundo caso no ha contesado a la mayoría de cuestiones afirmativamente, Ud. no es una persona culta. Pues casi todos lo aficionados al arte o a la lectura conocen a los personajes citados (genios de la literatura, la pintura, la escultura, la música o el pensamiento).
En relación a lo antes mostrado, le haremos una última pregunta:
¿Sabe usted qué ha hecho solo en dos décadas España con sus élites?.
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La respuesta es obvia: Convertir los literatos, pensadores, artistas, filósofos y profesionales. En deportistas, en famosos de tv, en millonarios de playa, en músicos de pop y rock o en cantantes ligeros. Junto a ellos aparecen también los grandes maestros de cocina. Salvándose este mundo gastronómico de la quema cultural, tal como sucede en el cine; al ser un gran negocio sus artes. Una industria cinematográfica que gracias a adaptarse al mercado, ha logrado lo que antes hicieron los intelectuales españoles: Estar entre los mejores del Mundo (lo mismo que ha sucedido en la gastronomía). Por todo ello, parece que el problema radica en tratar como mercancía los bienes del espíritu o de la cultura; un hecho y un deterioro que advertía ya Marx -en el siglo XIX-, cuando manifestaba que el gran error del capitalismo era convetir todo en mercancía. Del mismo modo afirmaba Carlos Marx que la religión era el "opio del pueblo". Y aunque este ideólogo quiso decir lo contrario a mi argumento; parece verdad que un pueblo -o un ser humano- cuando carece de creencias, de filosofía o de religión; lo más probable es que se vea abocado al alcohol o a las drogas.
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SOBRE Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Dos viñetas mías que ilustran el posmodernismo. Arriba, cartel de Bob Dylan como “wanted” cuando no aparecía ante el Mundo, tras haber recibido el Nobel de Literatura. Abajo, un dibujo de Estocolmo en el que se dice que van a instituir el Nobel de música, para dárselo a Francis Ford Cópola. En ellos he querido expersar la incoherencia de esta mentalidad posmoderna que ya ha llegado hasta el jurado del Nobel. Pues parece normal que Bob Dylan pudiera ser premiado con un Nobel de la música (como Cópola con uno del cine); incluso que instituyeran el Nobel musical para darlo por vez primera a este cantautor. Aunque no parece que se le pueda considerar realmente un literato a Dylan; dado que las obras de los escritores no solo pesan en el espíritu, sino también en las estanterías. Es esto que vemos y sentimos ante el Nobel del posmodernismo; donde todo vale, pues lo importante social y culturalmente hablando es: Impactar, hacer fama, crear polémica y destacar en cada momento.
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F) EN QUÉ MANOS ESTÁ EL DINERO; LA RAZÓN DE LA CRISIS:
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Hace años, escribí una serie de artículos en este mismo blog. Se intitulaban “LA CRISIS DE OCCIDENTE” y fueron en cierto modo “mal recibidos” al considerarlos muy catastrofistas. Ello porque por entonces no existían problemas como los que Europa y América viven hoy; con políticas maximalistas, movimientos antisistema y una enorme pobreza en las calles (que lleva a esta ruptura social de nuestros días). Para comprender cómo eran aquellos artículos los resumimos brevemente, subrayados y con sus enlaces -para acceder- en cita (2) .
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Uno de los que más se leyeron fue el que trataba sobre la "economía Pop", concluyendo que Milton Friedman fue el genial creador del Pop económico. Concluyendo que estos movimientos ajenos al clasicismo, basados en la intuición y en el momento; llegan finalmente a punto muerto, al carecer de herederos (siendo muy distintos a los sistemas clásicos de resolución, cuya aplicación y estudio pueden enseñarse y explicarse durante generaciones). En resumen, decíamos sobre Friedman que a comienzos del siglo XX aparece por primera vez el concepto y base de las divisas, como valor de cambio; naciendo así la "economía monetaria". Ello provocó fluctuaciones terribles al convivir por entonces las tres formas de mercado (....) los intereses de quienes los dominaban provocó crisis como las de los años veinte. Tremendas recesiones, que uno de los grandes genios de la economía, comienza a superar al intuir las políticas monetaristas. Formas de mercado basados ya en una divisa como patrón; es decir, en la garantía de un Estado que emite billetes. Patrón o fórmula cuyo valor estaba en la fe que otros tenían en la producción y en la fuerza del país que acuñaba el papel moneda. Las teorías que expresamos llegan a formar la Escuela de Chicago, poniéndose Friedman al frente de ese grupo de ideólogos.
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Sería Richard Nixon quien vió e intuyó la genial idea de Friedman y la llevó a cabo; tanto que prescindió del Patrón Oro, pretendiendo pasar la economía mundial al patrón Dollar (sin que el planeta se diera apenas cuenta). Algo que durante los años setenta y ochenta fue perfectamente admitido, ya que La Unión Soviética y China permanecían cerradas. Teniendo por entonces el monetarismo de Friedman un sentido pleno, porque Occidente estaba bajo la influencia y tutela del cambio con la divisa americana. Pero las circunstancias mundiales cambiaron; tanto que Europa pretendió crear su patrón Euro, a la vez que el Yen y las monedas asiáticas tomaron un gran peso. Todo lo que llevó a que las teorías de Friedman fueran de algún modo superadas, habida cuenta que el monetarismo quedó como un método a seguir tan solo si el mundo tuviera que atender a una moneda única.
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IMAGEN, ARRIBA: Otro ejemplo de posmodernismo ha sido protagonizado no hace mucho por la ONU, que ha elegido embajadora a Wonderwoman (un personaje de tebeo). En el chiste mío de arriba presento a Juana de Arco como embajadora y representante de la mujer; aunque como parece un tanto antiguo, se puede proponer a Juana de Arco con wonder-bra (para estar a la moda posmoderna).
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IMAGEN, ABAJO: La importancia de eventos como las Olimpiadas o los campeonatos del Mundo deportivos, han eclipsado a toda otra actividad artística. En la Antigua Grecia, las Olimpiadas eran igualmente fundamentales (algo perfectamente comprensible), aunque a la vez celebraban los helenos juegos florales y competiciones culturales. Fórmulas que ha olvidado prácticamente el mundo de la poesía o de la música actual, existiendo tan solo pequeños premios que algunos mecenas o ciudades entregan a sus expensas y costeando sus gastos -sin apenas ayudas comerciales o de empresas, que tan solo apoyan al deporte o a los espectáculos-. Bajo estas líneas, un dibujo mío de Rio que marca el nuevo destino de la llama olímpica, hacia Tokio (de ello que el Cristo diga “itikimashu” que significa en japonés, “me marcho”; y al lado ponga “gambaremashu”, que se traduce por mucho “ánimo”).
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Seguíamos aquel artículo exponiendo la teoría sobre la inflación de este autor, que resumidamente explica como el nivel general de precios (P) varía proporcionalmente a la cantidad de dinero (M) siempre que la economía esté en pleno empleo -cuando que el volumen de transacciones es constante (T)- y que la velocidad (V) de giro de ese dinero sea también continuada. Por lo tanto, la moneda se crea para ser gastada y este proceso genera la subida de los precios conforme a su volatilidad. La fórmula de Friedman se expresa M · V = P · T y en verdad lo que expone es que la velocidad de giro del dinero es uno de los factores que más inflación provoca. Una subida de precios ante lo que el Estado emite nueva moneda y de ese modo nos cobra un impuesto generalizado a los ciudadanos; ya que el valor del dinero disminuye -todo es más caro, menos los billetes impresos-. Es decir, que este impuesto denominado inflación se pararía en gran parte reduciendo el movimiento del dinero (disminuyendo su giro de un bolsillo a otro).
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Cuanto arriba exponemos, es indiscutible; aunque me atrevería a añadirle un factor más a la fórmula Friedman. Una segunda opción que altera, iguala o modifica el algoritmo, siendo esta que LA VELOCIDAD DE GIRO DEL DINERO DEPENDE DE LAS MANOS EN LAS QUE ESTE SE SITÚA; RESULTANDO MAYOR SU FLUCTUACIÓN CUANTO MENOS CULTURA TIENEN AQUELLOS QUE LO POSEÉN.
Es decir, que si ponemos el dinero en propiedad de personas bien formadas, lo invertirán y le darán una utilidad plenamente cívica y económica (gastándolo en educarse, en invertirlo o en situarlo en bienes raíces). Muy distintamente, si el dinero cae en población menos formada; se dilapidará, se usará para caprichos y no se le dará una utilidad económica. Ello se demuestra en hechos suficientemente conocidos como sucede cuando la lotería es ganada por un chico joven y sin formación; frente al mismo boleto qu cae en manos de un empresario con edad avanzada. El primero normalmente gastará una gran cantidad en viajes, coches, barcos y etc; mientras la persona bien formada y con espíritu empresarial, invierte la mayor parte de lo obtenido con la suerte, en su negocio o en bienes que rentan.
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A todo ello incluso se puede sumar un factor más, como es el número de personas que acumulan el dinero. Pues a un mayor reparto de la riqueza, se provocará menos inflación, ya que no existen grandes movimientos bancarios, ni fluctuaciones graves e incalculables. Por el contrario, si el dinero está en manos de muy pocos, ello provoca que se deba generar moneda innecesaria y se creará inflación al circular dinero añadido; por lo que demás, la riqueza se estanca.
POR LO TANTO PROPONGO UN ÚLTIMO FACTOR DE INFLACIÓN, QUE DEPENDE DEL ÍNDICE DE REPARTO EN LA RIQUEZA Y DEL DINERO.
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Siendo así nos quedaría un nuevo algoritmo, nacido desde la teoría de Friedman y que sería:
Si el nivel general de precios (P) varía proporcionalmente a la cantidad de dinero (M) siempre que la economía esté en pleno empleo -que el volumen de transacciones sea constante (T)- y que la velocidad (V) de giro de ese dinero sea también continuada. La moneda se creará para ser gastada y este proceso genera la subida de los precios conforme a su volatilidad. Siendo la fórmula de Friedman M · V = P · T .
Pero a ello habría que sumar dos factores más como son EL NIVEL CULTURAL DE QUIENES TIENEN EL DINERO (que describimos con la letra “C”) y LA CANTIDAD DE PERSONAS EN CUYAS MANOS ESTÁ LA MONEDA (que definimos con “Q”).
De tal manera,
(M·V) · (C·Q) = P · T
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Es decir, los precios “P” suben o bajan en una economía de pleno empleo “T”, de forma igual a la velocidad de giro del dinero “V” multiplicada por la cantidad de moneda emitida “M”. Y a su vez esto depende del coeficiente de cultura de las personas que poseen dinero “C”, multiplicado por la cantidad de ellos que lo tienen “Q”.
Siendo mayor la inflación cuanto menor sea la cultura de quienes poseen el dinero, porque lo harán girar más rápido. Aumentando también la inflación cuando son menos las personas entre las se reparte el dinero existente (ya que lo estancarán y someterán la moneda a fluctuaciones artificiales).
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De todo lo antes expuesto, concluiríamos que en una Sociedad donde posee la riqueza, una gran parte de la ciudadanía; la inflación será siempre más sostenible, calculable y menor. Asimismo, si esta Sociedad está compuesta por una gran masa de personas bien formadas, que son las más adineradas (o las que manejan el dinero); la riqueza se invertirá de continuo y producirá beneficios -creando trabajo, empresas, bienes raíces etc-. Por el contrario, si quienes manejan el dinero son pocos o bien si quienes más riqueza acumulan, son personas con poca formación cultural. Los movimientos de estanflación e inflación se dispararán; al verse sometida su economía a movimientos artificiales, de especulación, dilapidadores o a operaciones ajenas al sentido común. Siendo este el problema de crisis económica que a mi juicio tiene Occidente. Al haber sustituido unas élites antes compuestas por profesionales libres y por empresarios de renombre (médicos, ingenieros, arquitectos o juristas, que apoyaban a intelectuales y artistas de peso). Habiendo pasado a liderar la Sociedad, empresarios sin gran cultura y adinerados sin formación -dejando a un lado a los profesionales-, apoyando las nuevas élites sobre el mundo del deporte, la fama o el del espectáculo.
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IMAGEN, ARRIBA: Otra de mis viñetas, esta vez dedicada a las elecciones norteamericanas, donde intento ironizar sobre la degradación a la que se está llegando en la política. Al menos, en Estados Unidos, donde durante la campaña electoral fundamentalmente se habló sobre líos de pantalones y faldas -de ambos candidatos- atendiendo apenas a temas de verdadera política o economía. Ello es un ejemplo más del posmodernismo; dominado por los “medios de divulgación” -no ya de comunicación- donde lo principal es decir o actual de un modo que cuanto hagamos o mencionemos, impacte (no solo en radio, television sino sobre todo en internet, twitter, whatsapp etc). Siendo una de las claves del éxito en la Sociedad posmoderna, ese dicho tan hispano que dicta “que hablen de nosotros, aunque sea bien”.
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IMAGEN, ABAJO: De manera muy diferente a Occidente, Japón es una Sociedad que aún se preocupa en educar a sus ciudadanos imitando las élites; basando su enseñanza en un enorme aporte histórico y cultural. La casi inexistencia -o la irrelevancia- de las discotecas, junto a la falta se seriedad que ven en el mundo del Pop y el Rock; permite que pervivan los dos sistemas alternativamente: El clásico y el coetáneo. Quizás la razón última que explicaría la convivencia perfecta allí de la cultura antigua, junto a la moderna; estriba en que desde los tiempos más remotos en Japón existieron esas dos formas expresivas: Una popular, junto a otra seria y palaciega. De tal manera, en la pintura, en la literatura, el teatro, la escena y hasta en la música nippona, hubo esos dos mundos perfectamente diferenciados. Uno serio, encabezado por los grandes artesanos y artistas que trabajaban para los nobles, los templos o en palacio. Frente a otro nacido de la pequeña burguesía y que realizaba panfletos, grabados cómicos, dibujos de broma, música y teatro satírico -o incluso mantenían escuelas de chistes-. Ya que en Japón existen academias clásicas de contadores de historias de humor; muchas de ellas con siglos de antigüedad y que compilan tratados de historietas que se estudian, para representarse en escenarios. Todo ello obligó desde milenios atrás a que los nippones entendieran que existen dos mundos culturales: Uno de élite, serio y hasta aburrido (pero clásico y respetable); frente a las artes comunes, donde se desarrollan casi las mismas disciplinas pero con menor calidad y de un modo mucho más divertido. Ello permite que los japoneses disfruten del mundo popular, a la vez que reconocen y comprenden el mérito de las artes o las humanidades clásicas (propias o extranjeras). Bajo estas lineas, un dibujo mío con un templo y la torre de Tokio, muestra de la convivencia entre los dos mundos (el más antiguo y el moderno).
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G) CONCLUSIÓN -El final del cuarto poder y la desaparición del cuarto estamento-:
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Hemos visto que uno de los grandes problemas de Occidente ha sido la sustitución de las élites; lo que lleva a que la Clase Alta a su vez varíe en su composición y sus valores. De tal manera, antaño, cuando nuestros más ilustres eran intelectuales de renombre (catedráticos, poetas, literatos, músicos de clásica, pintores, escultores, dramaturgos y etc). Las personas adineradas se preocupaban de ir a conciertos -de música culta-, se veían obligados a leer -para poder hablar con aquella élite- y necesitaban tener una cultura mínima. Pues de lo contrario, aquellos que eran considerados la cúspide social (artistas e intelectuales), les maltrataban, o incluso podrían hasta ridiculizar a los más adinerados que no comprendían y apoyaban el arte, la literatura o la filosofía. Pero desde hace unos dos decenios ha aparecido una “posélite”, nacida de una Sociedad “posmoderna”; que ha decidido cambiarlo todo en nombre de un Nuevo Mundo ideal y de la utopía “posmundial”.
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A consecuencia de todo ello, hoy en día esa nueva élite hispana está formada principalmente por deportistas, por millonarios y famosos; o por músicos de pop, rock y de canción ligera. Cumpliendo también esta función de Clase Alta unos pocos actores y directores de cine; quienes junto a afamados periodistas, son los únicos que exigen un cierto nivel cultural a quienes comparten sus momentos de ocio -o sus negocios-. A ellos se unen los cocineros de éxito, quienes salvan su papel de élite, debido al gran coste de cuanto crean y producen -pocas veces dirigido a la masa- y porque su trabajo está ligado a la empresa. Todo lo que convierte a los cheffs en un ejemplo a seguir; ya que sus consejos laborales y alimenticios sirven tanto para mejorar la salud de la población (enseñando nutricionismo) como para promover productos de las tierras y pueblos de España. Frente a ellos, es muy distinto el ejemplo que dan una gran mayoría de los artistas plásticos y los músicos de pop o de rock (principalmente “los duros”); que en nada enriquecen culturalmente a la juventud -incitándola incluso al consumo de alcohol y drogas-. Algo semejante sucede con deportes como el fútbol, que en ocasiones promueven una hinchada que llega a ser un bando tribal, mostrando solo el arte de mover dinero a través de espectáculos deportivos; sin conservar el antiguo ejemplo del mundo amateur o del ejercicio sano y saludable.
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Todo lo anteriormente expuesto se ha visto últimamente agravado con la desaparición gradual del cuarto poder (la Prensa); debido a las redes sociales o a los métodos de comunicación inmediatos (whatsapp, twitter, instagram y otros sistemas interactivos). Residiendo el problema de esos medios interactivos, quizás en ser gratuitos; todo lo que invita a la “gratuidad” de mucho de cuanto allí se expresa (sin criterio alguno pero con una enorme repercusión y difusión social). Pues -tal como decía Humberto Eco- en nuestros días, los tontos y los borrachos ya no están pronunciando sus máximas idiotas en las barras del bar o en las cantinas. En este tiempo de hoy, aquellos bobos de Bar elevan sus ideas al Mundo gracias al enorme favor que tristemente les hacen las redes sociales y los métodos interactivos de comunicación. Escribiendo impunemente lo que les da la gana, sin que haya apenas control, ni justicia sobre aquello que manifiestan; e incitando a la gente a los peores sentimientos. Llegando a sembrar odio o destrucción, hasta el punto de ser capaces de actuar en masa y destruir la figura de políticos, empresarios, de famosos, de artistas y del que sea (insultando a fallecidos, humillando a las personas e injuriando por doquier a todos los que no piensan como ellos). Una triste situación, donde los vilipendiados -sintiéndose muy desprotegidos- atacan y culpan a los medios de comunicación de sus males; sin reparar en que el problema reside en la impunidad que gozan aquellos que pueden manifestar lo que les viene en gana en esas formas interactivas y redes sociales.
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SOBRE Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Dos dibujos míos de La Sagrada Familia de Barcelona en los que intentaba expresar las crisis que provocan estos movimientos posmodernos, en los que “todo vale” y que manifiestan como “cualquier idea ha de respetarse”, aunque sea absolutamente destructiva -en las viñetas he imaginando la Sociedad catalana; dividida, como tristemente se halla-. El posmodernismo sigue una máxima que indica “prohibido prohibir”; axioma que no es solo utópico, sino también absurdo. Pues de actuar conforme a ello, dejaríamos a los menores beber alcohol, votar y conducir; habríamos de permitir llevar armas por la calle, la ocupación de la propiedad privada o incluso violar y robar. Ya que nada puede prohibirse... . Quienes prodigan este tipo de ideas, toleran y perdonan fácilmente a personas que han cometido actos de terrorismo o a delincuentes muy peligrosos. Aunque consideran explotadores a los que presiden un emporio o se dedican a la banca; a la vez que castigan y acusan ferozmente a cualquier político y empresario que haya cometido el menor error (económico o profesional, sin presumir inocencia alguna en ellos). Pues en verdad, ese “prohibido prohibir” no es más que un dogma que establece una simplicidad de pensamiento maniqueo, en el que al final todo se resume a “buenos y malos” (tomando como buenos a los que piensan como ellos y calificando de malos, al resto).
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La situación generada por algunos “malediciosos” en medios interactivos de comunicación y en de las redes sociales, es en muchos casos denigrante para quienes la sufren. Actuando como grupos que se organizan para hacer daño o para imponer su criterio de cualquier forma; valiéndose de estos sistemas inmediatos y gratuitos, que en principio serían una maravilla tecnológica de no ser así usados -sistemas como Twitter, Whatsapp o Facebook (a los que estoy profundamente agradecido)-. Anulando opiniones al moverse en masa -en avalancha unida-, bloquean las redes y dejan a un lado lo que antaño se llamó “el cuarto poder”: La Prensa. Un verdadero poder que nació hacia 1890 en Estados Unidos, como método de control a los poderosos, que ha generado enormes ayudas para la convivencia libre y democrática. Cuya función para logros de libertad y justicia ha sido tanto o más importante que la realizada por políticos. Pero a día de hoy la Prensa se ve sustituida por medios interactivos (whatsapp, twitter etc) que en muchos casos no buscan el control del Sistema, sino la destrucción el Sistema.
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Ese intento de anular o sustituir al cuarto poder, puede terminar también con el cuarto estamento; la Clase Media, que se mantuvo y tuvo gran fuerza gracias al apoyo de la Prensa. Todo ello surgió con la inicial intención de aminorar esa función social de los profesionales del periodismo; algo que comenzó -tristemente- cuando hace décadas las grandes empresas de discos y de espectáculos fueron prescindiendo hasta de los críticos de arte. Eliminando la crítica periodística, para sustituirla por rankigs de ventas, por número de giras y conciertos, o por otras fórmulas de valorar la calidad creativa (como la fama alcanzada). Esto llevó a que terminase la función de decantación que hacía la Prensa sobre el arte -sirviéndose de personas formadas con grandes conocimientos-. Una labor imprescindible, pues los críticos -se equivocaran o no- exigían siempre un cierto nivel y una formación mínima a los creadores; ya que aunque quisieran apoyar a sus “amigos”, nunca podrían hacerlo si estos no cumplían al menos con “lo elemental”. Cuanto narramos, hoy en día ya no existe y debido a ello se realizan exposiciones de arte absurdo, o llaman concierto a un chalado dando saltos en un escenario; teniéndose por un gran artista a un individuo cuyo único secreto es ser famoso (conocido por lo que sea, hasta por su agresividad y mala educación). Situando así en las élites a personas que ni lo merecen, ni cumplen más función que la de recaudar para empresas o casas discográficas.
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Lo antes dicho, lo podremos comprobar en “los concertistas” jóvenes, entre quienes destaca es un veinteañero que agrede a sus fans cuando se le acercan; que humilla todo periodista que se le pone en gana y al que preguntaron en una entrevista cuántos Continentes existían. Contestando aquel famosísimo artista: -“Hay siete Continentes; creo que son. América del Norte, América del Sur, Oceanía y que del resto no me acuerdo”- (Sic). Por cuanto expreso, en algunos campos y profesiones, la injusticia social que vivimos es tal, que se ha llegado a un punto en el que quienes menos se han esforzado y menos han estudiado, terminan siendo los que mayor éxito tienen y más temprano triunfan. Un hecho fácil de demostrar en la música; donde actualmente quienes se afanan por formarse en un conservatorio, o aprender y conocer todos los pormenores del folklore; quedan marginados. Mientras aquellos otros, que sin saber nada carecen de vergüenza y en su plena ignorancia rápidamente suben a un escenario (a dar saltos, a gritar o a gamberrear). Logran comúnmente tener éxito; más aún, cuanto mayor sea el alboroto que organicen.
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SOBRE Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Dos dibujitos míos de Toledo. Existe actualmente la idea posmoderna de equiparar el arte antiguo con la creación coetánea. Diciendo por doquier que la música de determinadas bandas de Rock y Pop, tienen el mismo valor que la obra de los grandes maestros (Bach, Beethoven, Mozart etc). Ello, porque quienes afirman esto, carecen absolutamente de formación musical. Pues un crítico profesional de arte (como los hubo en la prensa de antaño) jamás compararía ambas artes, ni las dos épocas. Ya que sería como asimilar conjuntos urbanos antiguos (Toledo, Segovia, Granada etc), con barrios construidos a finales del siglo XX. O como afirmar que las catedrales tienen el mismo valor que un edificio y un chalet de un afamado arquitecto coetáneo. Algo absurdo, a más de incomparable; pues se trata de un arte distinto y de mensurar todo con nuestra mirada contemporánea. Siendo así, esperemos varios siglos y después de unas centurias (como las que tienen hoy las catedrales), hablaremos del valor de estas artes tan modernas y tan apreciadas en nuestros días.
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De cuanto expreso anteriormente, se hace obvio que los ricos Occidentales no están hoy muy bien formados; por lo que seguramente despilfarran o invierten mal sus fortunas. Todo lo que provoca enormes crisis en la Sociedad, ya que no saben manejar su dinero conforme a parámetros de cultura y economía. De ello que lo retengan -especulado- o que lo gasten de forma incontrolada. En esta situación, los más adinerados -por lo general- actualmemnte no sirven para crear trabajo, para construir bienes raíces y menos para generar verdadera cultura. Ello, porque quienes en nuestro tiempo ganan más, suelen ser empresarios y personas que apenas necesitan formarse: Deportistas, dueños de discotecas, especuladores o emprendedores de bajo nivel cultural; habiendo quedado a un lado, los profesionales con difícil carrera y mejor curriculum. Este hecho afecta tremendamente a las estructuras económicas y sociales de Occidente, que ven como cada vez las personas con estudios y de mayor cultura, son más pobres; a la vez que quienes más ignoran, más ricos se hacen. Una situación de enorme injusticia, donde -por ejemplo- un médico, gana lo mismo o menos que cualquier otro funcionario sin licenciatura; tras siete años estudiando una de las carreras más difíciles. Otro tanto sucede con los ingenieros, arquitectos y etcétera de profesiones técnicas y humanísticas; quienes tras lustros de estudio y preparación, ni siquiera encuentran empleo. Algo que se explica porque la Sociedad está fundamentalmente orientada y manejada por quienes no necesitan ni desean prepararse -menos tener gran cultura-. Todo lo que hace hoy normal que quienes menos se han esforzado y menos han estudiado, terminen siendo quienes más triunfen (deportistas, modelos, cantantes y personajes del famoseo).
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La situación que describo ha desestructurado las bases cívicas y culturales de Occidente, generando una Sociedad basada en lo que “se diga” a cada momento (sea verdad o no). Bastando cambiar el nombre de los hechos y de las cosas, para hacer parecer que son lo que se desea mostrar . Por ello, se denomina “concierto” a chavales que saltan y chillan a golpe de batería en una escena; mientras hace años siquiera un cantautor o un solista, se atrevía a llamar a su actuación “concierto” -anunciándolos como “recitales”-. Esta aculturación, es promovida por la mentalidad posmoderna, en la que se promulga que “todo vale y todo es igual”, bajo la máxima de que todos debemos ser iguales. Pero sin atender a que aquella igualdad habría de orientarse a subir al pueblo a la altura de los de arriba; no a destruir las verdaderas élites, para equiparar a todos (y de paso embrutecer a la masa, tal como está sucediendo). Pues la igualdad que propugnaban las izquierdas decimonónicas, o las del siglo XX; se entendía como una asimilación encaminada a cultivar al pueblo; no a erradicar la gentes preparadas -debido a ello, los países socialistas han conservado siempre un enorme cuidado hacia la cultura del mundo clásico o del folklore, evitando que movimientos como el Rock duro enturbiasen la vida cívica de sus ciudadanos-.
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Pensaremos que quizás los hechos que relato se deben a un sarampión social o son pasajeros; pero muy lejos de ello, a mi juicio son ya irresolubles. Pues constituyen parte de la economía de muchos países, basada en la explotación del embrutecimiento social. Protagonizada por el mundo del espectáculo, del disco y de la afición discotequera. Donde se ha generado una forma de vida en donde a los jóvenes se les inculca un equipo de fútbol (como seña de identidad necesaria) y se les dice que rock, el pop, o el indi; son fenómenos culturales de enorme importancia. No solo eso, sino pretendiendo demostrar que nuestra verdadera cultura es esa, nacida de las Sociedades libres y democráticas. Mientras el clasicismo y el humanismo, son cosas de un pasado remoto; hechos extemporáneos y absurdos, producto de épocas en que la nobleza oprimía al pueblo. Por lo demás, este mundo del espectáculo deportivo y musical tiene tal fuerza en los medios de comunicación; que mientras antaño los telediarios mostraban las orquestas sinfónicas o los famosos ballets, cuando llegaban a nuestra tierra. Hoy en día apenas hay un informativo que hable de mundo clásico; aunque llegue a España el Bolshoi, la Chamber londinense o la filarmónica de Berlin.
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Todo lo que explicamos, en realidad se debe a la enorme cantidad de dinero que genera el mundo de la cultura light. Una cultura (con minúsculas) que pretende demostrar axiomas como los ya comentados; entre otros, aquel que afirma que la música de algunas bandas de rock y pop, son equiparables a la obra de Bach, Mozart, Beethoven y etc.. Siendo ello como expresar que el Vaticano es lo mismo que la iglesia de nuestro pueblo; o que las pirámides de Giza vienen a tener igual importancia que el castro celtibérico descubierto junto a nuestra casa. Algo que demuestra tan solo el cariño que sentimos por lo cercano y lo próximo (en tiempo o en espacio); pero nunca una verdad. Ya que comparar a Bach o Beethoven con un grupo de Rock, y a los dibujantes de comics, con Miguel Angel o Leonardo; es como aquel que afirma que su nieto también monta en bicicleta, como los del Tour de Francia, y que juega al fútbol, como los del Real Madrid. Siendo ello el fruto prohibido del sueño posmoderno; somnolencia que posiblemente ha convertido el “american dream” estadounidense, en la pesadilla intelectual de Occidente. Debido a lo que, a mi juicio desde hace un tiempo han comenzado a aparecer por doquier en nuestra civilización, ideas histriónicas, líderes extremistas, ideólogos antisistema y fórmulas que desean acabar con todo; al considerar degenerada la Sociedad Moderna occidental -tal como ya vaticiné hace un lustro. Para los interesados ver cita (2) -.
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SOBRE Y BAJO ESTAS LÍNEAS: Arriba otro dibujo mío de la catedral de Toledo. Abajo un chiste de una viñeta también hecha por mí, con la que expreso la dificultad de entender ciertos movimientos artísticos. En verdad, comparar el arte clásico con los estilos coetáneos es una de las grandes entelequias posmodernas. A mi juicio el posmodernismo es una fórmula que ha sumido a la Sociedad actual en la tremenda crisis que vive; con una ausencia de valores reales y que está abocando a Occidente hacia su final (tras decenios viviendo en una gran mentira). Acerca de esta falsedad de conceptos y bases, la BBC y el dicionario Oxford han recogido como palabra estrella de nuestros últimos tiempos, la “posverdad” (la verdad pos-modernista). Entendida como una fórmula de confundir e impactar, con afirmaciones que se difunden para justificar lo que deseamos; un procedimiento de falsificar la realidad en el que se han sumido nuestras Sociedades durante las décadas primeras del siglo XXI. Considerando el Diccionario Oxford esa “posverdad” (post-truth) el método comúnmente utilizado para manipular la opinión pública, engañar a muchos y confundir a casi todos. Todo lo que se ha agravado terriblemente con los métodos de comunicación interactiva y con las redes sociales; donde se puede manifestar cuanto se desea, sin apenas control judicial ni criterio periodístico alguno. Acerca de todo ello, recomendamos ver los enlaces que a continuación indicamos; donde nos explican el significado del término.
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ABAJO: Otra viñeta mía, en la que se expresa la incertidumbre que vive actualmente Occidente. Mostrando que los pueblos más prósperos y ricos lo que deben exportar a lo menos agraciados, es su civilización y su cultura.
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CITAS:
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(1): Puntos 9º y 10º del MANIFIESTO FUTURISTA, publicado por Marinetti en Le Figaró (1909).
“9- Queremos glorificar la guerra -única higiene del mundo-, el militarismo, el patriotismo, el gesto destructor de los anarquistas, las ideas por las cuales se muere y el desprecio por la mujer.
10- Queremos destruir los museos, las bibliotecas, las academias variadas y combatir el moralismo, el feminismo y todas las demás cobardías oportunistas y utilitarias”
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(2): ARTÍULOS RESUMIDOS, SUS ENLACES Y NÚMERO:
67- CANALEJAS, CIEN AÑOS DESPUÉS.... ¡Ánimo, España!http://recuerdosyanoranzas.blogspot.com.es/2012/11/blog-post_20.html )
Resume cómo España pasó de ser un país en ruina total en 1898, a convertirse en una de las grandes potencias hacia 1916. En unos 20 años había logrado el milagro.
68- LA CRISIS DE OCCIDENTE I: Sobre la verdadera "Marca España". (7 enero 2013)
Comenzamos el artículo de hoy con un epígrafe intitulando de esta forma extraña, con el que deseamos transmitir como la "crisis" que vivimos no tiene sus orígenes fundamentales en la economía, sino en el espíritu. Una crisis espiritual que ha desembocado en una hecatombe económica, tal como toda regresión cultural o social siempre trajo al Mundo.
las empresas y ni siquiera el Estado, pueden enfrentarse. Situaciones desconocidas que de no regularse y preveerse pronto, pueden provocar una inestabilidad e inseguridad tal, que llevarán a una crisis como la que hoy vive Occidente (más concretamente, el Sur de Europa). Lo que me atrevo a describir así, porque en mi opinión aquello que en estos momentos sucede en nuestro país, creo se fraguó fundamentalmente en los días en que la Nación se olvidó de generar una clase intelectual, espiritual o técnica preparada para hacer frente al progreso. Un avance que por la aceleración última que ha tenido en sus inventos e innovaciones, han podido llevar a la regresión.
que el progreso tecnológico muy rápido puede desembocar en un atraso es una fórmula que quizás no podamos facilmente comprender, habida cuenta que nuestra educación moderna comprende que avance y tecnicas renovadas van unidos. Pero ello no es así (...) algo que podemos comprender poniendo como ejemplo la aparición de las armas de hierro. Era que comienza hacia el siglo XIII en Anatolia dando fin a la Edad del Bronce, provocando enormes regresiones y convulsiones en todo el mundo civilizado de aquel entonces. Motivadas porque la época anterior había durado más de dos mil años, promoviendo refinadísimas culturas (...) Por todo cuanto exponemos, el avance técnico puede reportar una parte de atraso cultural, habida cuenta que las facilidades que da este progreso supone también quitar creatividad y trabajo al hombre.
Siendo por todo ello muy importante diferenciar los términos tecnología (...) si una Sociedad tiene un gran avance tecnológico y no le ha dado tiempo a asimilarlo cultural o cívicamente, pueda sufrir una gran regresión (tal como puede sucederle a un hombre al que se deja al mando de un avión sin haberle enseñado a manejarlo). (...) el método más común que la Sociedad crea para lograr salvar las regresiones nacidas de los avances, instituir una clase o estamento compuesto por personas capaces de orientar filosóficamente al grupo y de intuir lo que no se debe de hacer con las nuevas tecnologías (...) una reserva de "extraños" de la que se sirven para ir orientándose en caso de bruscos cambios e innovaciones. Algo así como un freno automático o un "cinturón de seguridad", que la Sociedad crea y del que dispone para evitar las convulsiones originadas por los fuertes acelerones.
fueron los sabios de mediados del XIX, quienes introdujeron en nuestro país el pensamiento europeista y los que forman el proceso que finalmente propiciará esa pléyade de hombres de letras, de artes y de ideas, que en nuestro pais florecieron desde 1898 hasta al menos 1927. (...) promovería una nueva élite inigualable, dando como fruto las mencionadas Generaciones del 98, 14 y del 27, que reflotarían al pais. Creando asimismo cumbres literarias, pictóricas, musicales y hasta científicas, que compredieron algunos de los nombres más ilustres que dio nuestra civilización
69- LA CRISIS DE OCCIDENTE II: Sobre la desaparición del "Estamento Intelectual" (o profesional). -febrero de 2013-
http://recuerdosyanoranzas.blogspot.com.es/2013_02_01_archive.html
A) El nacimiento de la primera "Clase Media":
en el Egipto de los faraones, hace más de cuatro mil quinientos años; donde una parte de sus ciudadanos fueron a vivir a las urbes desarrolladas con el fin de trabajar en la producción y en los "servicios". Convirtiéndose un día aquellos que de este modo se organizaban, en personas libres con gran capacidad económica.
Cuarta "clase social" (al margen de la espiritual, la dominante y la esclava) a través de la que es seguro que Egipto logró una estabilidad suficiente y permanente como para llegar hasta la Edad del Hierro con un cierto proceso de continuidad y sin grandes alteraciónes (...) conllevará a la proliferación del ciudadano libre y a la consecución de la Ciudad-Estado, que como sistema basado en esos cuatro Estamentos (Aristocracia, Sacerdocio, Pueblo -esclavo- y Ciudadanos) logrará con el florecimiento de los periodos clásicos, el máximo esplendor en la Historia. Sucesos y sistemas de orden que de un modo muy semejante se llevaron a cabo en Roma -
La anterior disertación la hacíamos con el fin de mostrar que el Cuarto Estamento (la llamada modernamente "clase media") es un invento muy antiguo y cuya creación configuró la estabilidad de civilizaciones tan importantes como la egipcia, la griega o la romana. Desapareciendo realmente en la Edad Media (o en las Sociedades medievales); e intentando reaparecer en nuestro país al comienzo de la Era Moderna, pese a lo que las "antiguas castas" lograron parar a la burguesía con el fin de que esta no resurgiera nuevamente en el siglo XVI
Muchos se preguntarán cómo y de qué forma lograron estos hombres del siglo XIX rehacer España en tan solo quince años; algo que se contesta con una simple palabra: Regenerándola. Término que definía su ideología y que aglutinaba sus ideas, por las cuales habían de regresar a la verdadera esencia de la Nación, para lograr volver a convertirla en lo que nuestro país debe ser: La cabeza cultural y económica de una gran parte de Occidente. Puesto que sin España, la hispanidad se hunde y ello significa que la unión entre África, Europa, América y Asia Menor, entra en crisis. Habida cuenta que la esencia geográfica y cultural de nuestra tierra es precisamente esa: Poder aunar las civilizaciones de estos cuatro Continentes
para lograr el milagro de "la regeneración", tan solo se precisó dejar el país en manos de una élite. Gentes educadas desde mediados del siglo XIX en la forma librepensadora y que creó hombres y nombres tan ilustres como los literatos: Pérez Galdós, los Bécquer, los Machado, Unamuno, Azorín, los Baroja o Valle Inclán. Guiando España a través de ideologías progresistas y patriotas forjadas en pensadores tales como: Angel Ganivet, Joaquín Costa, Giner de los Rios o Sanz del Rio (entre otros). Generando a su vez movimientos artistísticos y de creación, que basaban la obra y vida del sus integrantes en las costumbres y en el progreso de nuestro país. Movimientos que fructificaron en escuelas nacionales, como lo fue la catalana de pintura; con genios de la talla de: Fortuny, Casas, Urgell, Rusiñol, Anglada Camarasa, Meifren y largo etcétera. O la valenciana, con Pinazo y Sorolla (entre otros), quienes se formaron junto a una pléyade de creadores entre los que destacaron vascos y castellanos que amaron su tierra; lográndose así por aquel entonces individuos de la talla de Aureliano Beruete, o de Ignacio Zuloaga. Todo lo que generó una verdadera élite mundial, que identificaba nuestra nación con la cultura más sofisticada y refinada. Un hecho que culmina logrando mandatarios de la talla política de José Canalejas o de Melquiades Álvarez. Todos hombres que lograron aquel milagro de reconstruir España en menos de veinte años.
Prodigio regeneracionista que en principio se produjo gracias a la "reconversión" de un estamento social medio, logrando dotar a España de una "clase alta" e intelectual (conformada por funcionarios y profesionales enormemente cualificados). Nuevo Estamento social que como venimos repitiendo nació en la España de fines del siglo XIX, sustituyendo el mencionado viejo grupo de los caballeros (el de los apolillados hidalgos y de los deanes). Generando la aparición de esta nueva Clase Alta (o de profesionales), la creación de un Cuarto Estamento venido al Mundo a través de ellos. Cuarto estrato que surge gracias a los nuevos dirigentes españoles de aquellas épocas y que se denominó comunmente "Clase Media".
durante estos años que hablamos (hacia 1980), que la Sociedad española ya hubiera alcanzado una estructura cercana a la que habíamos dibujado como ideal -o semiperfecta, en nuestro gráfico de estamentos-. Refiriéndonos a aquella que mantenía la forma de una urna con dos "picos" (correspondiendo aquellos márgenes a las élites y a la "clase baja").
Aunque el diseño de este modelo social ideal mucho ha cambiado en los dos últimos lustros; tanto como para poder considerar que la "clase alta" (la intelectual o profesional), en gran parte ha desaparecido -al menos ha perdido su poder-. Por lo que tan solo quedarían ya en la cumbre del Estado unos estamentos superiores, compuestos por un estrato que dirige y otro que depende en gran parte de aquel más fuerte, para sobrevivir. Clases altas que se situarían sobre una gran masa social, compuesta por la "media y la baja" unidas, pero muy mal diferenciadas y con grandes desniveles económicos y culturales entre ambas. Dirigiéndose quizás actualmente el espectro de estamentos hacia una estructura de clases similar a la de una "cocktelera", que habíamos dibujado en el lado izquierdo del gráfico de El Capitolio. Lo que torna y cambia la imagen ideal del Estado con forma de "urna de votación", por otra muy distinta que se asemeja a una "urna cineraria" (como si aquel diseño fuera el indicador funesto y "curioso" del posible fin de una Sociedad próspera...).
por qué sucede lo antes referido y cuales son los motivos que han podido llevar a la modificación o supresión de una clase alta (profesional o intelectual), arrastrando ello a la "Media" hacia los estamentos más bajos. La respuesta hemos de encontrarla quizás en la misma supresión -o falta de interés generalizado- hacia el trabajo y la labor de aquella Clase Alta; grupo antaño compuesto por funcionarios altamente cualificados, por profesionales de élite y por artistas de gran importancia. Gentes que han sido relevadas de su cumbre por la voluntad popular (no por otro motivo); habiendo sido "cambiados" o sustituidos por un nuevo "estamento de ricos y famosos"; quienes hoy ocupan este espacio social superior -situado bajo la clase más poderosa-. Por lo que ese lugar que antaño ocupaban individuos de élite, como fueron los profesionales mas cualificados del país, los intelectuales y los creadores de primera linea (tanto como los pensadores y los investigadores). Desde hace dos o tres lustros ha sido tomado -al menos en España- por otro tipo de personas, entre los que principalmente existen deportistas, gentes famosas, individuos de dinero y personajes del "papel couché".
Generando todo ello una caida de estamentos (o crisis económico-social) que en mi opinión se debe a que la Clase Alta hoy carece de la fuerza y relevancia que ha de tener (al menos en España). No correspondiendo con una élite cualificada aquellos que ocupan un lugar superior y que pueden oriental a los dirigentes, en nuestro país. Quienes simplemente y en su gran mayoría, son hoy un conjunto de famosos, de ricos o de existosos (grupo de gran fuerza y que debe situarse entre los estamentos más altos, pero que no constituye un estrato de profesionales verdaderamente eficientes). Todo lo que arrastra -en mi opinión- a nuestra Nación hacia una permanente duda, sumiéndola en la inseguridad. Dejando a la deriva gran parte del Estado, que habiendo de ser controlado por los profesionales más cualificados, no encuentra patrones. De cuanto exponemos, el problema de la crisis económica posiblemente nace de la propia crisis de valores; procediendo de una confusión en la forma de entender la importancia social de los individuos y la de su trabajo. Tanta, que a día de hoy el mejor músico es el que más discos vende, el más grande escritor el que más libros edita, o el pintor más valorado aquel que cobra más por sus obras.
de seguir situando entre las "clases altas" -o "estamentos profesionales"-, a gentes que viven de la fama o que proceden del mundo de la imagen y del dinero; es muy posible que "la clase intelectual" que ha de controlar el aparato estatal y ha de guiar a la clase dirigente, tenderá a desaparecer. Por todo lo que la "clase media" se vería abocada al submundo; es decir, a desaparecer o a convertirse en "pueblo" de nuevo. Entre otros motivos, porque ese cuarto estamento llamado "medio" y que hoy prefiere elegir como su "élite" a deportistas y famosos; fue precisamente creado por el de los intelectuales (o profesionales).
hasta hace apenas unos decenios la élite de la música española estaba conformada por gentes muy diferentes a las de hoy. Figuras como Regino Sáinz de la Maza, Andrés Segovia, Narciso Yepes, Segundo Pastor, Moreno Torroba o Joaquín Rodrigo eran los que lideraban el arte temporal en nuestra nación. Mientras, en estos días el espectro musical tan solo se halla poblado por algunas folklóricas, junto a cantantes jóvenes y gentes que pertenecen al espectáculo (ajenas por completo al mundo del intelecto). Ello conlleva que estas "nuevas élites" carezcan de fuerza social para apoyar causas de renovación, e incluso para enfrentarse al poder -si la clase dirigente se confunde en sus decisiones-.
Unos hechos que guardan una especial relevancia desde el punto de vista de la "justicia social"; ya que indican un perfecto desequilibrio, al dejar apartados de las élites a los verdaderos profesionales. Habida cuenta que se aplaude al que busca el triunfo rápido y fácil; mientras las personas que estudian durante años, preparándose concienzudamente -practicando diez horas al día-; son tachados de "aburridos" o de retrógrados, no recibiendo siquiera una pequeña remuneración, ni menos el trabajo que merecerían por su enorme esfuerzo artístico. El caso que narramos sobre la música en España es tan solo un ejemplo; pero un ejemplo que bastará para entender qué pasa en Occidente -más aún en nuestro país-. Puesto que si dejamos a las élites relegadas a un segundo plano, el pueblo caerá en picado y pasará a estar compuesto por una gran masa de "clase baja" .
De ese modo y de esta forma tan simple, un médico, un ingeniero o un arquitecto -por muy destacados que fueren- ya no son élite y el Estado ha quedado en parte a la deriva (sin cabeza cierta y caminando hacia esa triste forma de "cocktelera" que habíamos dibujado -diseño que esperemos nunca alcance nuestra Sociedad-). Por todo lo que afirmamos que quienes debemos de ayudar a este estamento de altos profesionales (o de intelectuales), para que pronto logren recuperar el sitio que merecen, somos la Clase Media. Por cuanto hemos de plantearnos seriamente si el primer paso para resolver "la crisis de Occidente" no es aquel de recuperar a los profesionales como Clase Alta. Situando a los más cualificados en el lugar que merecen -dejando así a los mejores funcionarios y técnicos que cumplan con sus obligaciones-. Llevando de este modo a buen fin el Estado, que ciertamente tiene sus recursos para regenerarse.
70- LA CRISIS DE OCCIDENTE III: Sobre el comienzo de una Era -acerca del final de la "Edad de los Metales"-. (Marzo de 2013)
Japón ha sido el único país que ha sufrido el golpe de las armas atómicas; aunque sus habitantes han sabido convivir con la memoria de un hecho tan terrible. Sin ningún rencor por aquel horrible hecho, han aprendido a corregir los defectos de la historia (propia y ajena). Por ello, tras el trágico suceso bélico de agosto de 1945, aquella población comprendió que había finalizado una Era y comenzaba una época muy distinta. Cambió sus hábitos y costumbres, reconociendo que el Mundo desde aquel día ya era diferente, logrando rehacerse como nación en apenas unos decenios. Conservaron sus tradiciones, junto a gran parte de su arraigo cultural, consiguiendo alternar la Edad Atómica con formas de vida y creencias ancestrales.
podríamós quizás explicar algunos hechos que se van sucediendo en nuestro Planeta. Situaciones que a mi juicio parten del fin de una Edad (la de los metales) y del comienzo de otra (la del plástico o la atómica). Todo lo que convulsa las Sociedades, que durante milenios han vivido en un sistema metalúrgico y que han de prepararse para una organización nueva, en donde ya los objetos plásticos o el armamento "invisible" dominarán al hombre .
Como decimos -a nuestro juicio-, aquella época a la que denominan Moderna hubiera de haberse llamado "edad de la pólvora". Pues bien es seguro que las armas de fuego prodigaron los cambios y las conquistas que se producen desde el siglo XV, llegándose a formar por aquel entonces nuevamente Imperios. Reinos de mastodóntico tamaño que -como el español- logró conquistar territorios con la extensión de Sur América, en tan solo cuatro décadas. Todo ello debido a los ejércitos defendidos con espingardas, trabucos o cañones y que sin lugar a dudas fueron los que motivaron las transformaciones que se suceden en Oriente y en Occidente, entre los siglos XIV al XVI.
en el siglo XIX se crearon máquinas terribles de matar a gran escala, lo que Alfred Nobel consideró que solo pararía en su evolución el día en que se descubriera un arma capaz de acabar con el Mundo (...) hasta la aparición de estas bombas que han cambiado nuestra Era, en la nuclear. Edad, que tal como decía el sabio sueco inventor de la dinamita, al poder para exterminar el Planeta pueden por fin terminar con las guerras.
desde mediados del siglo XIX, en todos los lugares del Planeta se sucede la carrera de armamento que culmina a principios del siglo XX. Un hecho que se une a las teorías expansionistas que autorizaban a las naciones a ocupar otras tierras y lugares; con el fin de dominarlas, mejorarlas o simplemente para proporcionar alimentos a su población. Siendo así como se inician las épocas coloniales decimonónicas
la Segunda Guerra, en la que el exterminio es de tal magnitud que por fin cesan de una vez por todas en las repetidas grandes conflagraciones de los siglos XIX y XX. Psicosis bélica que para y culmina con la creación del famoso arma que Alfred Nobel mencionaba, capaz de terminar con el Planeta (que no es otra más que la atómica). Bomba que tristemente también fue experimentada en Japón; como si el destino de las guerras y de las épocas históricas que esas nuevas armas marcan, nunca se apartase del Sur de este país del Sol Naciente.
Trás los sucesos que narramos, los japoneses pronto comprendieron que una nueva Era había nacido; cambiando su forma de Estado, sus costumbres y hasta sus religiones, comenzando un periodo de síncresis con Occidente que aún no ha dejado de crecer. Muy por el contrario, Europa -ni gran parte de América- llegaron a entender hasta hace poco que vivíamos ya en una nueva Edad: La del plástico o la nuclear, nacida quizás de la de la pólvora, pero muy diferente a la de los metales (...) Habiendo sido los últimos lustros unos cincuenta años en los que definitivamente se pasará desde la Edad de los metales y la de la pólvora, a la del plástico y la atómica.
la Guerra Fría ha terminado, y con ello se ha producido el comienzo de una unificación paulatina y definitiva del Globo Terráqueo. Aglutinación que seguramente contiene la finalidad de llegar muy pronto a formar una única Sociedad -algo impensable apenas hace unos veinte años-. Pese a que -evidentemente- ello tiene también sus desventajas, ya que no todo puede ser perfecto y menos aún lo es ampliar el campo de competencias. Siendo una de las peores consecuencias de esta llamada "globalización" el ajuste necesario de unas formas de vida a otras, para poder lograr que el Mundo se cohesione. Precisándose para ello unificar el mercado y las Sociedades, con el fin de que definitivamente y por los consabidos intereses económicos compartidos, no se produzcan más conflictos entre paises, que los puramente comerciales.
Lo que evidentemente obliga a competir a naciones como España, con un sistema de producción y comercio mucho más complejo y costoso; junto a otros que (como China, por ejemplo) son capaces de fabricar y vender un mismo artículo a precios diez o veinte veces menor. Todo lo que ha provocado la crisis productiva y empresarial en el Mediterráneo europeo, tanto como el posterior derrumbe económico. Hechos estos que no son más que los síntomas de un ajuste y que realmente no son una enfermedad en sí, sinó más bien su sintomatología (...) es como identificar la fiebre, con una enfermedad. Siendo la subida de temperatura corporal un baremo o síntoma que puede lograr que realmente el cuerpo no llegue a contagiarse -a enfermar del todo-. De un mismo modo que las fluctuaciones de las bolsas pueden servir para curar la economía antes de que se sucedan males mayores y sin retorno.
la época que vivimos no es tan ajena ni distinta a otras, sinó más bien podemos considerar estos años nuestros como muy semejantes a los que hubo entre el siglo X y el VIII a.C.. Momentos en los que se generaba un "nuevo orden mundial", originándose las civilizaciones del Mediterráneo (de las que procedemos cultural y cívicamente de manera directa). Épocas en las que igualmente los súbditos de los nuevos Estados -o sistemas entonces emergentes-, veían con ojos críticos a sus dirigentes, acusándoles de malvados o de falsarios.
71- La crisis de Occidente, capítulo IV: SIN PATRÓN... LA NAVE A LA DERIVA. (marzo 2013)
por qué y cuando comenzó a valorarse el oro como patrón. Yo le respondí que ese preciado metal como medida se fija en una época anterior a las Pirámides y que el sentido de este como sagrado se debía a un concepto espiritual. Ya que el valor oro en principio era puramente religioso (o simbólico), tanto que servía principalmente para crear enseres del templo, figuras divinas -o bien se usaba el oro y la plata para hacer objetos funerarios-. Ello, porque son eternos de algún modo; tanto que si alguien escribe su nombre en esos metales para guardarlo en su tumba, o se enterraba con una máscara envolviendo en oro su rostro, su nombre y su cara pasaban a la Historia (como sucedió con Tutankhamón o con Agamenón de Micenas).
nació el patrón metal. Valor, que por otro lado debía ser abstracto y en base al "uso y cambio" que los metales tenían, ya que curiosamente se fija tan solo con los metales semipreciosos o preciosos. Siendo el patrón real y útil, el bronce; que se usaba para crear armas en su Edad, tanto como en la Era del Hierro se fundía para realizar cascos o corazas.
De tal modo, en la econonomía antigua, el valor de la moneda nacía del poder militar o de la capacidad de crear armas y petos (hachas, espadas, escudos y equipamiento para los soldados). Consecuentemente, si la ciudad-estado era pobre en bronce (o en hierro) valoraría de un modo distinto el metal, lo que hacía que una misma moneda en un lugar diferente pudiera valer mucho más. Es decir, que mientras un hoplita griego podía ganar un dracma al día, un guerrero ibero en la misma época para conseguir esa cantidad de plata necesitaba trabajar unas diez veces más.
Pero esta organización en base al patrón metalúrgico parece que a día de hoy llegó a su término. Algo que posiblemente sucede porque como ya dijimos, la Edad de los Metales está finalizando en nuestros días. Iniciándose en nuestro tiempo una nueva Era,
De tal modo que este bronce (o latón) era un semiprecioso patrón para delimitar el comercio, principalmente porque con aquel se creaban armas y protecciones para la guerra -tanto como servía para hacer los utensilios más sofisticados y preciados-. Pudiendo considerarse esas aleaciones cúpreas "un plástico" de hace dos o tres mil años, ya que gracias a aquellas se realizaban infinidad de objetos, que en otros metales hubieran sido imposibles fundir o trabajar.
hasta la unión monetaria, el sistema de control natural era la tasación de la divisa particular; empobreciéndose a aquellos que ya no soportaban el valor de su dinero, con una simple devaluación. hasta entonces, los créditos se daban conforme el banco consideraba que podía hacer frente a las deudas de los préstamos tomados en paises extranjeros. Es decir, que ante el riesgo de una devaluación de la moneda propia (la peseta, por ejemplo) los empréscitos se cortaban o se elevaban en sus intereses -para poder hacer frente a los que esos bancos tenían acordado con sus "socios" de otras naciones-. Pero "todo aquello" desapareció cuando se unificaron las economías en una sola moneda, generándose un problema añadido, tal como es la diferencia de mercados y de empujes en los distintos paises.
Habiendo resultado finalmente este hecho, algo semejante a una carrera de fondo corrida por una clase entera de chicos. Chavales que durante el primer kilómetro van juntos y charlando, aunque poco después empiezan a despuntar en la cabecera los mejores (que quieren salirse de "la manada"); debido a lo que más tarde veremos a un pequeño grupo de tres o cuatro al frente, una gran masa en el centro -siguiéndoles como pueden- y otros tantos que se van quedando paulatinamente tirados a cada metro que se avanza... . De ello, los buenos profesores de gimnasia siempre dividen las clases en grupos (por fortaleza o aptitudes),
Pero aquel sistema económico diferenciado, que parecía tan sensato como dividir una clase de gimnasia en grupos; fue cambiado por un "todos a una". Algo que realmente ha generado el agotamiento de los que vamos a "la cola". Más aún si el patrón actual ya no está en el oro y son parámetros económicos interiores, por los cuales para devaluar la moneda ya solo podemos pedir que nos presten más dinero en las condiciones que impongan.
De cómo se ha llegado desde la opulencia de hace unos años a la crisis de hoy, todos nos preguntamos las razones. Aunque fácil será ver que hasta la unificación del euro, el método para regular las diferentes monedas (que fluctuaban) era muy similar al de la Antigüedad o al histórico, con un patrón metálico en reservas de oro. Un mineral tan absurdo como innecesario y que solo se adquiría cuando una Sociedad tenía grandes excedentes. De tal manera, ese inútil oro se compraba como forma de asegurar y afianzar la moneda. Fondos en patrón metal que de disminuir en relación al dinero emitido, avisaba rápidamente que había que devaluarse la divisa que sustentaban. (...) en esos momentos de grandes devaluaciones, los bancos tenían enormes problemas para poder hacer frente a las deudas contraidas en el exterior (los préstamos con el extranjero). Un problema bancario que teóricamente desapareció al unirse Europa en el euro (hace unos díez años)... .
los bancos del Sur cuando "entramos en el euro", ante la imposiblilidad de devaluación de monedas nacionales, considerando que siempre podrían devolver el crédito exterior, parece que concedieron todos los préstamos habidos y por haber. Con ello, las viviendas subieron de valor inesperadamente y cuando nos quisimos dar cuenta se estaba pagando por un metro cuadrado de tierra -o de edificación- mucho más de lo que realmente valdría nunca jamás.
Pese a la curiosidad de las teorías antes expuestas y aunque nos parezca extraño, el gran pitagórico de la Historia más reciente fue Isaac Newton. Físico que creyó en la teoría del número, de la proporción perfecta (muy cercana al Maat) y en la música de las esferas -tanto como en la semejanza entre las distancias de los planetas y las notas musicales-. Partiendo desde esta idea que concebía el Universo como un gran arpa, equilibrada en sus tensiones, quiso Newton encontrar igualmente el número (o intervalo) absoluto. Algo que logra al hallar las medidas y el peso de la Tierra, que estudia comparativamente a la velocidad de aceleracíon; dando así con la proporción de fuerzas entre la gravedad y la masa -Ley de los Graves-. Lo que realizó este maravilloso físico siguiendo precisamente filosofías como la pitagórica (egipcia). Pese a todo, en su dedicación y trabajo figura como hito destacado en su país la labor que realiza Newton como tesorero del trono. Una "especie" de ministro de finanzas cuya función principal era la de equilibrar el valor de la moneda y el dinero, con el de oro existente (que llegaba fundamentalmente de colonias). Todo lo que exigía un tremendo conocimiento del patrón para que nunca se excediera en reservas y no se devaluara la divisa. Algo que nos demuestra quizás quiénes debieran calcular los parámetros del nuevo dinero: Grandes matemáticos y físicos, capaces de comprender la economía en sentido abstracto, y como una filosofía.
una economía sin patrón parece como una barca si capitán, que en cualquier momento puede ir a la deriva. Siendo un hecho cierto, que la elección de parámetros económicos para evaluar el precio de las divisas pueda ser muy útil y eficaz. Ello no significa que prescindamos de los avisadores o de las "bases clásicas" del dinero. Metales que son como las barcas salvavidas de una gran nave; que en caso de hundimiento permiten soltarse, para navegar y escapar en ellos hasta llegar a puerto, donde iniciar una nueva singladura. (...) una economía sin patrón parece como una barca si capitán, que en cualquier momento puede ir a la deriva. Siendo un hecho cierto, que la elección de parámetros económicos para evaluar el precio de las divisas pueda ser muy útil y eficaz. Ello no significa que prescindamos de los avisadores o de las "bases clásicas" del dinero. Metales que son como las barcas salvavidas de una gran nave; que en caso de hundimiento permiten soltarse, para navegar y escapar en ellos hasta llegar a puerto, donde iniciar una nueva singladura.
72- La crisis de Occidente, capítulo V: EL "PATRÓN" EN LAS DIFERENTES ECONOMÍAS (de trueque, de metal, de papel, de divisas y... virtuales). (abril 2013)
tras la muerte de Canalejas, el partido Liberal Progresista quedaba a merced de dos corrientes, de las que finalmente vencerá la de Romanones. Hombre de gran inteligencia, pero de muy poca conciencia; quien se alza como adalid del progresismo, tras el asesinato del Presidente en 1912. Dividiéndose entonces las corrientes de esta linea política moderada y creando el caldo de cultivo necesario para que toda persona de izquierdas honrada, se hiciera marxista. Ello porque nadie podría creer en un progresismo verdadero liderado por el amigo personal del monarca, quien además era uno de los hombres más ricos de España. Situación de caciquismo he incongruencia que agravó el estado de la calle, aún más cuando paralizaron la reforma de ley electoral que tenía prevista Canalejas (con la cual se pretendía impedir la compraventa de votos). Todo lo que poco a poco hizo fraccionarse a la Nación, que en una década había caido ya en la dictadura y tras ello, casi en la anarquía.
ARRIBA: José Francos Rodriguez, uno de los grandes amigos y colaboradores de José Canalejas y una de las personas más cultas de la escena política de entonces (tiempos en que algunos gobernantes gozaban de una gran preparación humanística y científica). De profesión médico y periodista, y de afición escritor o dramaturgo; llevó a Madrid a un gran progreso durante sus dos mandatos como alcalde esta ciudad. Trás la muerte de Canalejas quedó relegado a un segundo plano político, pese a su enorme valía. Fue nombrado ministro por García Prieto y ambos hubieran liderado la izquierda moderada de forma inteligente, llevando a buen fin nuestra nación con el partido Liberal Progresista (Demócrata). Tristemente esta facción política de progreso paso en gran parte a ser absorvida por Romanones, quien pretendió heredar a Canalejas, rompiendo así la posibilidad de una unión similar a los partidos Laboristas o Demócratas anglosajones.
Cuanto hemos narrado sobre inversiones y épocas -siguiendo con el artículo anterior- nos llevó a plantear que historicamente había habido varios tipos de economía: En primer lugar la más antigua que estuvo basada en el trueque (cuya tasación suele hacerse conforme al "valor uso"). Siendo la siguiente la aparecida en la Edad de los metales, que precisaba de un acuerdo común de cambio para comerciar con trozos de mineral. Surgida durante la Edad del Bronce y en varias civilizaciones, pero que no tuvo verdadero éxito hasta el nacimiento de las cecas. Debido a ello florece y nace en la Grecia de Lidia (hacia el siglo VII a.C.) la "economía del metal", cuando crearon por primera vez la moneda acuñada; lo que generó una forma de mercado. Comercio y procedimiento griego que fue seguido por Roma en toda su expansión. En un sistema de cambio en metálico con cuños, dando un valor a cada pieza de bronce que equivalía a otras de plata, y estas a otras de oro. Todo ello medido en base a un patrón metal, con el que se calculaba en principio un precio inicial y que debió ser el toro (o la res). Animal que dió nombre a la pecunia (de "pecus") y que de igual manera dió forma o efigie a los primeros lingotes y monedas, que estaban fundidas o acuñadas con la figura de un buey. Astado con el que se calculó lo que necesitaba una familia mensualmente; tasándose en una cabeza de ganado el sueldo inicial que se correspondió en Roma con un denario de plata al día (de unos 2,3 gramos). Denario que a su vez equivalía a diez -doce o dieciseis- ases de bronce (según la valuación del cobre en estas piezas de unos 14 gramos) y que por su parte componía una parte del "aureus" -moneda esta de oro igual al denario en peso que normalmante se cambiaba por 30 o 25 de plata (conforme devaluaciones y alzas)-.
en la Edad Media este sistema entró en plena recesión, volviéndose al trueque; tanto que no volvió a usarse la moneda de una forma similar, tal como se había hecho en Roma hasta bien entrado el siglo XVI. Siendo estos años de 1500 a 1750, en los que España importaba oro y Plata a Europa de manera descontrolada, provocando con ello grandes devaluaciones en los metales preciosos (que llegaron a bajar veinte y treinta veces su precio en pocas décadas). Todo lo que de algún modo rompió o hizo fluctuar tanto el patrón oro que logró imponer y originar otro tipo de mercado y que hemos llamado de economía con "papel". Una forma de comercio y de banca tan solo basada en cartas de crédito; como documentos que extendían familias
en caso de guerras o invasiones no había capacidad de recuperar aquello que en principio eran solo cartas o créditos de mercancía. Generándose para evitarlo un nuevo mercado "de papel" y que vino al Mundo a fines del siglo XVIII, por en el cual se emitieron billetes
a comienzos del siglo XX aparece por primera vez el concepto y base de las divisas, como valor de cambio; naciendo así la "economía monetaria". Ello provocó fluctuaciones terribles al convivir por entones las tres formas de mercado (la de bancos y bolsas en papel, junto a los billetes emitidos por el Estado -e incluso el trueque que algunos realizaban todavía-). De tal manera, el choque de unas y otras formas de cambiar, junto a los intereses de cada uno de los que dominaban esos mercados, hizo llegar crisis como las de los años veinte. Tremendas recesiones
uno de los grandes genios de la economía (nacidos en ese país), comienza a intuir las políticas monetaristas. Formas de mercado basados ya en una divisa como patrón; es decir, en la garantía de un Estado que emite billetes. Patrón o fórmula cuyo valor estaba en la fe que otros tenían en la producción y en la fuerza del país que acuñaba el papel moneda. Las teorías que expresamos llegan a formar la Escuela de Chicago, poniéndose Friedman al frente de ese grupo de ideólogos que formulan las nuevas teorías monetarias (macroeconómicas). Su éxito y pensamiento revolucionario es tan solo comparable con los que obtuvo del Pop en esos días, y su repercusión en la economía, tan solo puede ser vista como la que en la música realiza el Jazz por aquellos años.
Sería Richard Nixon quien vió e intuyó la genial idea de Friedman y la llevó a cabo; tanto que prescindió del Patrón Oro, pretendiendo pasar la economía mundial al patrón Dollar (sin que el Mundo se diera apenas cuenta). Algo que durante los años setenta y ochenta fue perfectamente admitido, ya que La Unión Soviética y China permanecían cerradas. Teniendo por entonces el monetarismo de Friedman un sentido pleno, porque Occidente estaba bajo la influencia y tutela del cambio con la divisa americana.
las circunstancias mundiales cambiaron; tanto que Europa pretendió crear su patrón Euro, a la vez que el Yen y las monedas asiáticas tomaron un gran peso. Todo lo que llevó a que las teorías de Friedman fueran de algún modo superadas, habida cuenta que el monetarismo quedó como un método a seguir tan solo si el mundo tuviera que atender a una moneda única
el monetarismo parece dominó los años setenta y ochenta, con lo que podríamos considerarla de algún modo "economía Pop". Ello con todo lo que el Pop en sí mismo significa de genialidad individual, de falta de normas, de ideas de juventud y -sobre todo- de carencia de herencias (propia y ajena). Pues de lo que no nos debe quedar duda es que el Pop no deja herederos; ello porque son formas de crear o de pensar absolutamente geniales, pero individuales y ajenas a las normas clásicas.
a día de hoy nos encontramos en una situación muy diferente, donde las teorías de Friedman no sabemos cómo funcionan del todo en nuestros mercados, añadiéndose además un último hecho como ha sido el nacimiento de las economías virtuales. Una forma de comercio por la cual se puede comprar en bolsa desde Pekín, directamente en Madrid o en Londres, sin precisar siquiera de control, ni mediador. Es decir, que mientras Europa intentaba crear su moneda y su monetarismo; apareció como un agente más y muy distorsionador, la economía virtual; siendo ella una nueva forma de mercado instantaneo y planetario, que nadie conoce, domina, ni comprende.
las teorías de Friedman sobre el dinero pueden demostrar por qué se han producido parte de las inflaciónes, deflaciones y estancaciones en el Sur europeo. Habida cuenta que sus supuestos explican que el nivel general de precios (P) varía proporcionalmente a la cantidad de dinero (M) siempre que la economía esté en pleno empleo -que el volumen de transacciones sea constante (T)- y que la velocidad (V) de giro de ese dinero sea también continuada. Por lo que la moneda se crea para ser gastada y este proceso genera la subida de los precios. La fórmula de Friedman que se expresa M · V = P · T, puede explicar algo tan sencillo como los problemas de inflación y estanflación actuales, habida cuenta que las gentes comunes no saben a día de hoy calcular el valor en Euros, tal como lo hacían en sus monedas iniciales
la inflación en sí misma no es más que un impuesto (tal como demostró Friedman) ya que el Estado al emitir más "papel" lo que realiza es bajar el valor de cuantos guardan, ahorran, compran o comercian, con su moneda. Así expresábamos en nuestra anterior entrada una posible fórmula para bajar la aceleración del dinero y evitar la inflación; emitiendo moneda para el Sur de Europa de euros, en Céntimos (generando unos nuevos billetes con el valor euro expresado solo en céntimos). Consecuentemente, 5 euros pasarían a ser 500 céntimos, 20 E. , se escribirían como 2.000 ctms. y 50 E. serían 5.000 ctms.; todo lo que seguramente provocaría un cierto pensamiento de ahorro (que una moneda grande no permite).
73- EL "PATRÓN HOMBRE", CUANDO EL ARTE Y LAS VANGUARDIAS YA CARECEN DE HEREDEROS... . (de "La crisis de Occidente, capítulo VI")
(Junio de 2013)
después de que el valor oro se hubiera sustituido por parámetros económicos (entiéndase numismático) el patrón común que tenemos hoy en Europa es tan solo el Euro. Una moneda de todos y que por tanto vale lo mismo en Alemania que en España; lo que "agobia" a la economía de nuestro país de un modo similar a como si tuviera que convivir un humilde obrero, junto a los más ricos de los banqueros. Para comprender lo difícil que resulta unificar varias divisas en una sola, bastará recordar que antaño (cuando teníamos la peseta y las cosas iban mal), era suficiente con devaluar y todos de un día para otro más pobres (-o más ricos, si se revaluaba-.
Tras la entrada en el Euro, la devaluación ya no es posible, por lo que algunos economistas creyeron que el modo de desvalorizar cada economía particular, se hacía subiendo los impuestos. Aunque nada más lejos, puesto que incrementar la presión fiscal lo que se produce es "inflar" los costes y por ende, provoca un efecto muy distinto a una devaluación: La Inflación -que es en sí misma un impuesto-. Siendo así y dentro del Euro, el único medio de devaluar "nuestra economía" es bajar precios; disminuir los salarios y el nivel de vida. Pero aquí volvemos a chocar con otro terrible problema, habida cuenta de que si reducimos en un 20% lo que ganan los españoles, mientras los alimentos y objetos de primera necesidad mantienen sus precios (por efecto de su exportación y venta libre por Europa); llegaría un momento que un trabajador cobraría menos de lo que gasta en comer. Una situación que destruiría las Clases Medias, convirtiéndolas en un proletariado en supervivencia y con una mayor precariedad de la que hubo en el siglo XIX. Todo cuanto exponemos es "la quimera" económica de nuestro Continente y el problema del Sur, cuestión en la que Europa en estos días piensa y reflexiona, buscando hallar una solución.
Políticos y economistas que crearon el nuevo sistema, erradicando el "patrón oro" y sobre todo, ajenos por completo a todo parámetro clásico. Es decir, que su filosofía y teoría se correspondería con la de su época, siendo mentes pertenecientes a la vanguardia (y hasta al "Pop"), donde los genios intuyen y crean, pero no saben siquiera explicar lo que han hecho, ni con qué reglas se puede repetir lo realizado. Siendo así, es mi opinión que quizás las generaciones que les continuaron (las nuestras) pensaron que podían heredar los conocimientos de aquellos que nos anteceden. Todo lo que parece lógico, si en verdad las premisas y teorías económicas de aquellos no se fundamentaran en la intuición y en la genialidad y nunca en conocimientos.
Como decíamos, no es menor regresión que la económica, la que últimamente sufre el mundo del arte. En especial el de la danza y la música, que desde hace un tiempo tan solo goza del beneplácito de las gentes, si es un chunda-chunda discotequero. Todo lo que nos puede retrotraer al paleolítico de nuevo, pues mirando un grupo de personas que bailan a ritmo de aquellos sones de "máquinas", pronto vemos el sentido etnográfico de estas. Ya que mucho -sino "todo"- se parecen a las fiestas y ceremonias de las tribus más primitivas (hasta en su juego de luces, que se asemeja a las llamas con las que en la noche bailan esas "macumbas"). Por lo demás, los tatuajes, el éxtasis y la catarsis que se produce entre los que así bailan y su forma de moverse al ritmo del "pum-pum-pum"; nos hará pensar si hay un atavismo irrefrenable en el hombre, que le obliga a empezar de nuevo en cada etapa -pretendiendo volver a la gruta de donde salimos-. Todo lo que nos lleva a concluir que en esta etapa histórica que vivimos, el artificio y lo artificial, ha podido con el arte. Algo que creemos sucede tras la aparición de las máquinas de hacer arte; lo que pienso que ha ocurrido de manera muy parecida en otras disciplinas (como las humanidades). Materias donde los ordenadores cumplen una función que hasta no hace tanto realizaban los hombres; ciencias como la economía, que quizás este hoy dominada por la informática, todo lo que posiblemente ha generado también una parte de esta terrible crisis económica.
Por otro lado, uno de los problemas de nuestros días es que el exceso de tecnología y el abuso en los recursos técnicos; todo lo que nos provoca "atrofias". Disfunciones que van a ser el mayor reto a superar por las generaciones que nos siguen y por quienes utilizan esa tecnología sin tener consciencia de que provocan diversas "minusvalías" intelectuales. Atrofias similares a las que otras tantas comodidades generan, llevando al sedentarismo y a la obesidad del intelecto (produciendo unas gorduras mentales, que quizás nos pueden llevar a la muerte cultural).
en un Mundo como el de hoy, donde estamos basando gran parte de nuestra Sociedad en el ocio, crear un arte de mala calidad puede perjudicar a quienes lo disfrutan. Pues el consumo de sonido e imágenes es altísimo en nuestros días, tanto que si generamos un arte paupérrimo en valores, sin aportaciones filosóficas y de un técnica nefasta, estaremos a la vez semillando la miseria espiritual e intelectual en la gente. Haciendo creer que la creatividad es puro gamberrismo y que lo mejor para ser visto y conocido, es tender hacia la marginación. Todo lo que se traduce en que haremos que nuestra población enferme, si promovemos un ocio que lleva a tan malas costumbres -como la de beber hasta caerse, o drogarse para disfrutarlo "como es debido"-. Es más, así estaremos generando una juventud con propensión al consumo del alcohol y las drogas, por lo que muchos, tras ello quizás ya no puedan salir del infierno en el que -por una permisibilidad excesiva-, se han metido.
Tras cuanto hemos expuesto, concluiremos diciendo que en España se produce ya una gran crisis espiritual, social e intelectual, a comienzos de los años ochenta, cuando la juventud prescinde del mundo intelectual; todo lo que creo personalmente genera o propicia, esta situación económica que vivimos. Una crisis actual que en gran parte se debe a la falta de creación, de creatividad y de creativos; habida cuenta que la empresa ha de moverse por este impulso innovador, de regeneración y de expresiones nuevas. Algo que pudo perderse cuando se decide cambiar el café por la discoteca; los fines de semana discutiendo sobre lo divino y lo humano, por salidas al ligoteo y al chunda-chunda; y las reuniones poéticas, por botellones. Unos motivos suficientes para que la gente jóven haya quedado sin un entramado social necesario para organizarse, valorarse y conocerse realmente; todo lo que llevaría a que estas generaciones que nos siguen todavia no tengan líderes, ni una conducta determinada y propia, que les permitan formar una nueva ola (bien diferenciada de la anterior).
.Siendo así, creo firmemente que la crisis comienza desde el momento en que se dió de lado a los intelectuales y humanistas; pasando a ser estos sustituidos por personas del mundo del espectáculo. Élites nuevas que se instituyen a través de la imagen y que están fundamentalmente compuestas por famosos, por deportistas y por personas unidas al "las luces". Quienes en verdad son unos grandes entretenedores, pero que nunca serán capaces de ir por delante a su época (habida cuenta que no serían comprendidos). De ello, que sin vanguardias, intelectuales, ni artistas, la Sociedad no sepa hacia dónde camina. Surgiendo el mayor problema cuando el arte se convierte en mercancía y se mide en parámetros tales como aquel que dictamina como mejores, a quienes venden más discos o más libros -algo que es tanto como afirmar que la más exquisita comida es la que más se consume (lo que llevaría a nombrar reina de la gastronomía a las patatas fritas)-.
Sea como fuere, parece evidente que la Sociedad española ha decidido paulatinamente suprimir su herencia intelectual y cultural desde mediados de los ochenta, cambiándola por un mundo "tecno". Un hecho que unido a que el Pop y el Rock no tienen herederos posibles, hace parecer que nadie puede guiarnos a dia de hoy. Por su parte, el mundo clásico también ha quedado olvidado, tanto que a los que tocamos un instrumento de cuerda y pretendemos hacer llegar a la gente una herencia centenaria, somos considerados "marcianos" (cuando no, "casposos"). Por cuanto hemos de plantearnos si la crisis no procederá de haber alterado o adulterado "el patrón hombre", cambiándolo por un "patrón máquina".
74- PORQUE CREER ES CREAR Y PORQUE CREAR ES CRECER (de: "La crisis de Occidente, capítulo VII") (julio de 2013)
Escribía Carlos Marx que "La religión era el opio del pueblo"; algo que parece haberse confirmado en el siglo XX y XXI. Cuando todos los pueblos que han perdido su religión, que no atienden a principios filosóficos o que carecen de creencias, sufren la desdicha de que una parte de su población haya optado por "el opio". Cayendo irremesiblemente en el alcohol o en las drogas aquellas personas más débiles (intelectual o moralmente hablando), junto las culturas que se infravaloran, renegando del pasado y olvidado los orígenes de su civilización. Un mal terrible y narcótico que acecha principalmente a quienes carecen de mundo interior, de bases filosóficas, o de creencias firmes que le permitan afrontar la vida -y la muerte, que tristemente es parte de aquella-. (...) parece cierta la frase de Marx "la religión es el opio del pueblo"; puesto que aquellos que pierden sus creencias y su filosofía pueden necesitar del opio. Sustituyendo la vida intelectual, interna o cultural; por un "analgésico espiritual ".
Consecuentemente a lo antes dicho, podríamos obtener una primera conclusión clara acerca de "para qué sirve" la filosofía, la religión, las artes o las creencias. Incluso podemos explicarnos para qué es útil la cultura, el mundo interior, el pensamiento y el conocimiento humanístico. Todo lo que sin duda alguna sirve para poder afrontar y comprender la vida; superando las adversidades y a los fracasos de un modo muy distinto. Tanto como puede lograrse a través de ellas, que los éxitos y triunfos no nos deformen ni nos destruyan;
Todo lo que sin lugar a dudas tiene lógica, puesto que el alcohol, los enteógenos, o las sustancias estimulantes y excitantes; producen algo similar a lo que se consigue con la filosofía, las humanidades y las artes cultas. Lo que se intuye y puede describirse como "trascender", o salir de la cárcel a la que el cuerpo humano -y nuestra esencia animal-, nos condena. Aunque en cuando se trasciende gracias a la cultura o a través de las creencias y del pensamiento, lo que se produce en nosotros es una auténtica transformación.
cuanto vamos alterando de nuestro pasado, es lo que está afectando a nuestro presente y futuro. Me refiero concretamente a cuantas obras de "ingeniería" cultural, intelectual y hasta espiritual, se realizan en los últimos tiempos (más concretamente desde fines del siglo XX). Logrando con ellas generar una deformación del concepto de lo que era el ayer y a través de las que se han adulterado la História, junto a los valores estéticos, éticos o humanísticos de antaño. Tanto como para dar una visión absolutamente inexacta e inatractiva del pasado, "falsificando" de continuo premisas, modos de vida, la filosofía y hasta la misma Historia. Un hecho cierto que lleva ocurriendo desde el siglo XIX, cuando de un modo generalizado se decide enseñar a todos la enorme ignorancia del las gentes de ayer, afirmando que hasta el tiempo de Cristóbal Colón todos pensaban que la tierra era plana... .
los logros de la Humanidad se han hecho comunmente mirando al pasado y tomando desde allí una gran base sobre la cual lograr el avance. Pero ahora parece ser que toda la Historia estaba confundida y no hay que seguir nada de aquella. Tanto que todo ha de ser moderno, pues antaño no hubo más que miserias. Por lo que gran parte de las personas nacidas a fines del siglo XX son absolutamente incapaces de admirar el pasado y menos aún las Antiguas Civilizaciones (incluyendo la romana). Todo ello en un proceso que personalmente denomino como "plastificación" del alma; una plastificación debida al hecho cierto de que cuanto nos rodea afecta nuestro interior. De lo que el plástico, tan imprescindible como usado a diario, ya forma parte de nuestra espiritualidad... .
Porque hasta nuestros días nunca hubo un tiempo en el se tocase mejor la música culta, ni jamás ha habido intérpretes de la categoría que existen hoy. Pero también, nunca en la Historia hubo un momento en que aquellos grandes músicos despertaran menos interés. Un magnífico virtuosismo que casi a nadie ya escucha y que condena a los grandes genios de la interpretación, a ser simples profesores -o a dar pequeños recitales (dejando el triunfo de las masas para muchos que tan solo saben hacer ruido sobre un escenario)-.
en el siglo XVIII hubo quienes se peleaban por presenciar ensayos de orquestas, siendo capaces de quitarse una comida, para poder asistir al estreno de una obra (hoy tenida como clásica). Gentes del pueblo, en su mayoría analfabetos -al parecer- y sin formación musical alguna (aparentemente). Pero cuyo analfabetismo intelectual no les impedía estar alfabetizados espíritualmente, tanto que aplaudían con entusiasmo a Häendel y a Bach -o a Mozart y a Beethoven-; con un igual entusiasmo, como hoy en día se vitorea a un equipo de fútbol.
Hablar de todo esto hoy en día y ser tachado de imbécil -o de iluso- es todo uno... . Aunque la verdad siempre prevalece a lo largo de la Historia, la diga "Agamenón, o su porquero" (o su "portero", como algunos parafrasean esta máxima machadiana). Siendo así, tan solo me queda hacer unas preguntas a quienes tanto niegan la existencia mística de la "proporción áurea" y la veracidad de la "armonía mundi". A los que pediría que me respondieran acerca de:
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1-:¿Por qué partiendo de "la música de las esferas", Kepler y Newton lograron resolver sus teorías?.
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2-: Siendo así, ¿Podemos considerar falso el pitagorismo?.
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3-: ¿Cómo Pitágoras pudo intuir hace casi veintiseis siglos, la proporción de 1/2 que regula la distancia de los astros; desconociendo el peso, la longitud y hasta las y medidas de estos?.
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4-: ¿No será que la intuición es más útil que los conocimientos; y no lo es tanto como la imaginación (tal como decía Einstein)?... .
75- EL PAN DE AYER (de: "La crisis de Occidente, capítulo VIII") (agosto 2013)
porque el amor por tirar y destruir lo antiguo en nuestra nación no es una costumbre, sino más bien una enfermedad crónica. Dolencia o patología -que mejor se diagnosticaría de pandemia- que se ha extendido a todos los tiempos; aunque cuanto más moderna haya sido la época, más se ha agudizado ese mal del arrojar lo usado y lo antiguo, al basurero (...) Ello quizás para fomentar la salvajada ibérica, que debe ser una costumbre adquirida ya en tiempos de Viriato, cuando los romanos quedaban asustados de lo incívico de nuestro pueblo. Quienes muy poco respeto sentían hacia lo ajeno, pero menos aún con lo propio; gustando vivir en la anarquía y donde los naturales de la Península se atacaban entre ellos, aún sin motivo (destruían, robaban y realizaban razzias por doquier, tan solo para divertirse). Siendo así que -en verdad- la romanización en Iberia "caló muy poco" y de esos lodos tenemos aún estos tristes barros; los de un pueblo que se nunca se admira a sí mismo, se odia bastante y no lucha por conservar lo verdaderamente valioso que tiene (que es muchísimo).
en España los urbanistas o los planificadores de las ciudades posiblemente han creído que las urbes tienen micelios. Y quizás, pensando que los barrios eran como las setas -cuya raíz se fortalece tras ser quitada su parte alta, una y otra vez-; habían de "arrancar" cada cierto tiempo el hongo superior, para que salieran las casas cada vez en mejores condiciones... . Una barbaridad que nos ha llevado a que el "pan de ayer" sea hambre para hoy, ya que Madrid (como otras tantas poblaciones españolas) pudo haber sido una maravillosa ciudad cargada de palacios barrocos, neoclásicos y románticos; y a día de hoy es un compendio de edificios
Así vamos viendo que "el pan de ayer" en esta nuestra España ha sido mucho; tanto que en algunas zonas se derribaron casi la totalidad de sus edificios importantes (salvándose de la picota, tan solo los religiosos y aquellos cuya importancia era indiscutible). Un ejemplo de todo ello es Madrid, donde si a lo visto, uniéramos los conventos y casas de gran belleza, "tirados"; nos daríamos cuenta de que la capital de España pudo ser una de las más bellas de Europa. Pese a lo cual, anda coja por doquier, viéndose agujeros extraños en todo lugar donde se va.
76- EL FINAL DE UNA ERA (reflexiones entorno a las coordenadas telúricas)
(octubre 2013)
Nos queda exponer que el Mundo y la Historia nunca avanzan en sentido lineal, por lo que que los retrocesos y las regresiones han sido tan comunes como los avances y el progreso.
Siendo así, es muy importante destacar que la humanidad ni avanza en linea recta, ni mantiene eternamente el progreso; por lo que hay que actuar con plena cautela, ya que en cualquier momento puede estar a un paso de retroceder -todo lo que suele producirse cuando la barbarie se adueña de los conocimientos, tanto como cuando la ignorancia comienza a despreciar el pasado y la cultura-.
80- La generación perdida... . Puente hacia ninguna parte (1950-1980).
(julio 2014)
Manuel Terán- argumentaba no ser verdad aquello que los de su edad afirmaban, cuando siempre decían ser "la generación puente".
.Explicaba en el mencionado artículo que los nacidos antes de la Guerra Mundial, se consideraban atrapados entre dos momentos históricos: Un antes y un después de la Era Atómica. Cambios que suponían mediar entre dos mundos y con ello, tener el deber de obrar como una bisagra, capaz de abrir un periodo para cerrar otro.Todo lo que les llevaba a afirmar de contínuo que era su generación la que más sufría, por haber sido "el puente" entre la Edad Contemporánea y la Nuclear (...) el autor concluía con la frase de que "todas las generaciones eran el puente entre el pasado y el futuro". Por lo que aquella a la que él pertenecía, no debía considerarse ni especial,
el resultado cierto del paso de los años durante el anterior siglo, que jamás la Humanidad ha sufrido tantas trasformaciones en tan poco tiempo
habríamos de plantearnos qué lazos culturales vamos a transmitir a nuestras gentes venideras, puesto que las letras, las artes y hasta el cine, cada día van siendo más pobres (al menos en Occidente). En España el problema es acuciante; tanto, que en apenas treinta años hemos pasado de ser uno de los paises del Mundo con más artistas y literatos conocidos, a no tener prácticamente ninguno de relevancia internacional. Y no será porque no los haya (que los hay a montones); sino, simplemente porque no se promocionan. Tan solo en la guitarra (una disciplina sobre la que creo "algo conozco") existe una pléyade de artistas inigualables y como jamás existió
el criterio de promoción actual es apoyar al que más vende, o al que se divulga con mayor facilidad; dejando postergado y condenado al ostracismo, a cuantos no son capaces de ser comprendidos por todos. Creadores de verdad, que debido a su calidad no gozan de esa capacidad de divulgación; al precisarse conocimientos para entender sus obras -necesitando ser vistos, leidos y escuchados, al menos con algún criterio y preparación-.
en el arte hoy en día, el criterio de profesionalidad, de calidad, de técnica y de trabajo; ya no cuentan. Tan solo vale la capacidad de llegar al público; todo lo cual significa que la Sociedad moderna ha caido en el Darwinismo más triste. Donde los que sobreviven son los que mejor se adaptan, que casi nunca son los mejores. Para que entendamos la anterior afirmación, hemos de reflexionar qué es en sí mismo este criterio de adaptación. Lo que supone que en caso de una catástrofe en nuestro Planeta
esta generación mía ha sido la primera que se ha educado con la televisión y el cine (sin necesitar leer ni escribir, para divertirse). Un grupo que en verdad creo, ha sido un puente hacia ninguna parte; dejando romos de cultura y posibilidades económicas a los que le siguen. Por lo que no puedo más que terminar diciendo que quizás la pronosticada por Einstein "generación de idiotas" (culturales) ya ha nacido. Pero si lo hizo fue porque sus antecesores se empeñaron en crearla, no porque la tecnología haya acabado con las posibilidades del humanismo, ni del arte.
81- La "inhumanización" del arte (acerca de las generaciones perdidas) . Se relaciona con la serie de artículos que van desde el 46 al 59. (octubre 2014)
Primera Guerra Mundial, una de las peores contiendas que se recuerdan, dejando millones de muertos. Gentes en su mayor parte coetáneas a mis abuelos, ya que los padres de mis padres pertenecieron por edad a lo que en Europa se denominó "Generación perdida". Aunque esta generación, increiblemente en España fue salvada por sus antecesores. Debido a que nuestro país no entró en la "Gran Guerra"; donde desaparecieron la mayoría de los hombres europeos nacidos entre 1880 y 1900.
.
Una conflagración mundial surgida como fruto del odio en el que educaron a los ciudadanos del viejo continente, tras la etapa napoleónica. Principalmente a los venidos al Mundo entre 1835 y 1870, quienes sufrieron el cambio de una Sociedad Industrial a una industrializada y conocieron el nacimiento de conceptos tales como el de la Justica Social -hasta ese momento inexistente-. Fueron estos, los que mediaron entre el siglo XVIII y el XX, padres educadores de aquella triste generación, denominada "perdida"; tanto como -en gran parte- los instigadores de algo que terminó en la mayor conflagración hasta entonces imaginada. Obligando a destruir toda una "quinta" que fue sacrificada para participar en las primeras batallas con armas de gran poder destructivo. Jóvenes que se enfrentaron a las peores situaciones imaginables y a las muertes más crueles, siendo víctimas del belicismo de su época. En la que el progreso se concebía -entre otras cosas- como un método de fomentar y aumentar los medios para luchar y odiar (más y mejor, causando el mayor dolor posible).
.De este rencor fraticida europeo, felizmente España quedó al margen; todo lo que se produjo tras la Restauración y más concretamente, con El Desastre del 98. Después de la pérdida de colonias y del triste final que tuvo el Imperio Español; hechos que resultaron una lección de humildad y de humanidad para nuestro país. Logrando cambiar aquella catástrofe el sentimiento de raza hispana, por el de humanismo español; el de conquista bélica, por el de logro cultural y el de progreso tecnológico, por el de avance en la civilización.
Este logro -comparable al denominado "milagro japonés"-, fue debido en gran parte a la cura de humildad sufrida tras la "caida del Imperio hispano"; pero sobre todo estuvo motivado por el sentimiento de Regeneración y por el Regeneracionismo ideológico. Un pensamiento nacido desde la filosofía krausista, cuyas bases y fundamentos se situaban en idearios como el de Joaquín Costa, o en proyectos políticos como el de José Canalejas. Donde la máxima de "cerrar con doble llave el sepulcro del Cid", o la idea de "escuela y despensa"; eran la clave para culturizar, alimentar y fraternizar, toda una generación de españoles -nacidos entre 1880 y 1900-, que en nuestra nación no fue la "perdida", sino la "regenerada".
Einstein; quien consideraba que la inteligencia y la creación del hombre quedaría atrofiada, ante un exceso de facilidades o de métodos artificiales para resolver los problemas. Por entender -con gran lógica-, que la inteligencia no ejercitada en el humanismo y sin ser sometida a una creatividad subjetiva; al valerse de máquinas para solucionar sus recursos, terminaría anquilosándose -como el músculo inactivo-.
82- DE LOS NACIDOS EN TIERRAS DEL FIN DEL MUNDO; ENTRADA DEL EREBO (parte primera). (noviembre de 2014)
Los rasgos anárquicos e individualistas que observamos ya en los iberos del siglo III a.C. (descritos por los textos romanos); pueden verse aún mantenidos entre los españoles de hoy -miles de años después-. Y no es extraño que pervivan hasta nuestros días, porque en gran parte han sido la clave del éxito y de la supervivencia, en nuestras tierras. Un mundo que apenas conoció la paz hasta la Era Moderna; ya que fue primero colonizada y atacada por Fenicios y Cartagineses -durante cuatro siglos-, quienes dieron paso a las campañas de Roma (con casi otros doscientos años de duración). Trás ellas se vivió un periodo de paz romana (de otros cuatro siglos), pero pronto vinieron los godos y sus razias; y cuando el reino visigodo de Toledo estaba asentado y adaptado a Hispania, sucedió la aparición de Tarik -en el 711-. Comienzo de la conquista árabe y la Reconquista cristiana; total unos ocho siglos más de batallas continuadas -sin tregua ni descanso-.
Entre los estudios míos que salieron en periódicos, hubo uno que tuvo cierto "suceso" al plantear un nuevo origen a la palabra España, afirmando incluso que la etimología de esta y la de Iberia eran la misma. Explicando mi teoría que ambas voces procedían desde términos indoarianos, cuyos radicales serían "SVAR" (Sol) y "VARI" (agua). Siendo la unión de ambas palabras "SVARVARI" lo que produciría por crasis "SVARI" o "ESBARI". Desde allí, razonaba que surgían palabras indoeuropeas como la griega "SPERIA" o "hesperia", que significaba "atardecer", cuyo sentido inicial sería "Sol en el agua".
Por ello, "HESPERIA" -antecedente de Véspero y de vespertino-, en verdad no solo era para los helenos el Occidente, Ocaso y atardecer; sino que refería al astro rey sumergiéndose en los mares. Voz desde la que nacería "IBERIA", cuyo significado primero debió ser el mismo: Occidente, lugar del atardecer. Pero a su vez, desde estos radicales surgirían siglos más tarde "HISPAL" y después, Hispania. Conteniendo una igual procedencia la voz semita "SEVARI" o "SEFARDI", que define al originario de Sefarad (España en hebreo); ya que estos términos, deben considerarse "barbarismos" importados a lenguas semitas y nacidos desde el indoariano "SEVARI" (término que, como ya explicamos antes, se tarduce por "Sol en el agua" y que se habría deformado hacia sonidos cercanos a "SEPHAR"). De ello, el nombre que los fenicios daban a la primera Sevilla, llamada "SPAL", como una forma cercana y muy común a "SEPHAR" ó "SEFARAD"; origen de las palabras: Hispalis, Hispania (España, Spain etc).
Siendo así, hemos de plantearnos por qué una Península que ha sido concebida unida desde tiempos ancestrales (hablamos de la Primera Edad del Hierro), aún no comprende su sentido de nación; estando fraccionada y fraccionándose de contínuo. A todo cuanto debiéramos contestar con lo relatado extesamente en los párrafos anteriores.Unas ideas que se pueden resumir en las siguientes frases:
.1º-. Porque la Península históricamente logró permanecer sin ser el todo conquistada, gracias a la desunión y anarquía de sus jefes y habitantes (quienes de haber permanecido unidos y bajo un solo mando, se hubieran rendido continuamente ante el invasor).
.2º-. Porque debido a lo antes referido, existe en España la tendencia histórica de pensar que "la desunión hace la fuerza". Ya que es mejor formar una Sociedad en la que cada uno va por su lado (haciendo frente al enemigo en forma bandas o salteadores). A organizar un ejército y una nación solida, fuerte y compacta (que antes o después, puede llegar a rendirse al unísono -mientras el guerrillero nunca lo hace-). 3º-. Porque la base económica y social de Iberia fue la metalurgia, lo que le daba un contacto pleno con el armamento, necesitando la guerra como modo vida. Además, hemos de tener en cuenta que la minería era (y es) un mundo durísimo en donde por aquel entonces el trabajo de esclavitud en los yacimientos, era peor que la muerte.
.4º.- Final: Porque han sido tantas las invasiones que hemos recibido y tantas las colonizaciones y culturas que han pasado por nuestras tierras; que las diferencias entre unas regiones y otras son mucho mayores que las que existen entre paises, en el resto de Europa
Infinidad han sido las invasiones que ha vivido España e innumerables las migraciones de uno u otro tipo. Todo lo que nos convierte en un lugar de paso y de guerras, tan solo comparable en Europa con zonas como Los Balcanes (pues otros paises del entorno mediterráneo -como Italia o Grecia- mantuvieron una unidad cultural desde al menos el siglo VII a.C.). Quizás pudiera compararse la Península Ibérica con Turquía, pese a que la historia de una Anatolia unida es infinitamente más antigua y se remonta al imperio Hitita (desmoronado hacia el 1300 a.C. y seguido de los Estados neohititas). Por ello, en Europa, el paralelo más próximo a nuestra situación geográfica e histórica hemos de buscarlo en áreas de la antigua Yugoslavia (en los paises Eslavos), donde la mezcla de gentes, razas, religiones, migraciones, colonos e invasiones; es similar a la que han sufrido nuestras tierras.
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Desde aquí y desde este origen e Historia tan dura y plena de acontecimientos trágicos, hemos de analizar la idiosincrasia hispana; sin querer culparnos, ni menos desear buscar culpables. Puesto que en un lugar tan maltratado por el pasado, es normal que los problemas no se superen facilmente -debido a ello, nuestros traumas y defectos son a día de hoy muy difíciles de afrontar-. De tal manera, considerar al español malo por ser individualista o anárquico, sería como culpar al noruego de tener la piel blanca y el pelo rubio; ya que esos rasgos se deben al entorno o a la situación geográfica de su tierra; no a su deseo de permanecer en este estado
el problema de España es muy profundo y no puede solucionarse en una, ni en dos generaciones -aunque llevemos treinta y cinco años viviendo bajo libertades democráticas-. Necesita varios decenios (sino un siglo) en los que se logren superar nuestros traumas, comprender el pasado y no desintegrarse (como parece está sucediendo). Algo que afortunadamente bien entendieron durante la Transición, en la que decidieron hacer "borrón y cuenta nueva"; pues de no haberlo realizado quizás hubieran entrado de nuevo en una espiral que podía haber acabado en otra guerra intestina. Aunque hoy, parecen haber olvidado lo fácil que es regresar a los problemas heredados y que no se han resuelto; por lo que muchos españoles han decidido tomar una nueva vía: Quizás movidos por su juventud -o por su inexperiencia-, una gran parte de nuestros compatriotas han apostado por el duro camino de destruir -o derruir- el sistema existente. Sin pensar siquiera en las consecuencias de futuro, mirándose en el pasado.
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Lo que otorga otro rasgo más al hispano, que se radicalizará en sus planteamientos. Pues entre nosotros es casi inexistente la moderación; pasando las opiniones de un extremo al otro y apenas conociendo un estado intermedio. Ello quizás, porque nos empeñamos en buscar culpables donde no los hay
Son nuestros días un tiempo en los que regresa la agitación, vitoreando a aquellos que provocan la descomposición de múltiples valores. Aunque para lograr el Estado en el que actualmente vivimos, hubo quienes han pasado penurias, perdonado las mayores atrocidades y remontado las peores crisis. En verdad, los jóvenes tienen motivos de quejarse (como siempre han de hacer), pero lo que no desea nadie es que su protesta arrastre el país hacia el pasado. Pues si su reivindicación nace de ver como parte de una élite política ha podido malgastar -o disponer- de los bienes de todos. Ello convertiría a quienes lo han hecho en unos simples chorizos, o en estafadores.
83- DE LOS NACIDOS EN TIERRAS DEL FIN DEL MUNDO; ENTRADA DEL EREBO (parte segunda). (noviembre de 2014)
Lo que hemos expuesto en el párrafo anterior implica que el españolito de a pié normalmente solo venera al revolucionario, o al que se arriesga (como hace con el torero). Aunque una vez que este ha logrado triunfar y llega a gobernarle, lo considera un nuevo dictador, que ha venido a sustituir a su malvando antecesor. Este es un dogma social ibérico, que se repite como las "falsetas" en el flamenco; variando pero perfeccionándose y mejorando con el paso de los siglos. Un sentimiento atávico -que no precisa ser enseñado-, por el cual los hispanos piensan que todo el que nace en una élite, o llega hasta "arriba" en la Sociedad, es un depredador. Algo que en mi opinión se debe a nuestra compleja Historia -como explicaremos a lo largo del artículo que leemos-.
Extraños hechos que se repiten siglo tras siglo, donde observamos como los idealistas hispanos llegan a delirar; dando protección y nido a individuos cuya moral no existe y con un comportamiento aberrante. Unas pautas que curiosamente se dan en casi todas las sublevaciones y revoluciones, de las muchísimas encabezadas por estas gentes de Iberia; para quienes llega un punto, en el que todo vale -o en que el fin justifica cualquier medio-. Pasando del sueño de libertad al delirio del libertinaje; o de la necesidad de autoridad a la locura del autoritarismo. Vemos históricamente, que junto a figuras como Antonio Pérez (el secretario sin escrúpulos ni moral de Felipe II), aparecen otras como la de Juan Lanuza (el Justicia de Aragón que se dejó matar por defender los fueros y proteger al miserable de Antonio Pérez).
Llegado a este punto debemos plantearnos por qué se produjo continuadamente en nuestro país este grado de incertidumbre moral. Tanto como para confundir una turba agitadora con un ejército liberal; a un golpista con un libertador; a un guerrillero sanguinario, con un héroe y a un inquisidor, con un hombre santo. Todo lo que se explica por el hecho anteriormente referido, a través del cual comunmente se ha entendido que el más inteligente era el que mayor capacidad de adaptación tiene; o que el mejor, es el más valiente. Unos conceptos demoledores desde el punto de vista intelectual, habida cuenta que la verdadera inteligencia se adelanta a su tiempo y pocas veces se adapta a su Sociedad. Del mismo modo que no hay por qué exigir un enorme valor, al hombre de gran cabeza.
84- DE LA CIVILIZACIÓN DEL "GAMBARU", A "LA CULTURA DEL PELOTAZO" (PRIMERA PARTE: Lo que se aprendía en el campo cuando yo era niño). (enero 2015)
Culminaba por entonces (en los años sesenta) la esquizofrenia social que separó definitivamente lo rural de los ciudadano. Crisis que se iniciaría con la Revolución Industrial, dividiendo el barrio del pueblo y el campo de la urbe; lo que tras casi dos siglos de evolución y quiebra, llegaría a su climax a mediados del siglo XX. Escindiéndose definitivamente la cultura popular frente a la ciudadana, tras la llegada del plástico y al terminar por entonces la Edad de los Metales. Comenzando así una Era que mucho denominan nuclear -pues comenzaría con el uso de armamento y energías atómicas-, pero que en verdad se trata de la Edad del Plástico... (en que hoy vivimos). Pese a ello, aún de niño, pude ver, observar y conocer; muchas formas de vida plenamente ligadas a la Edad del Bronce o la del Hierro -incluso a las de piedra-. Usos y modos de sentir y subsistir neolíticos y de los metales, tan puros como auténticos; donde el hombre dependía del medio, de los animales que dominaba, del campo que gobernaba, o de cuanto durante milenios su civilización le había entregado como herencia.
85- DE LA CIVILIZACIÓN DEL "GAMBARU", A "LA CULTURA DEL PELOTAZO". (Parte Segunda: Lo que se enseñaba en las ciudades). (enero 2015)
Dicen los sabios que todo adelanto supone un gran retroceso; y como bien indico, la aparición de los llamados "tocadiscos HiFi" acabaron con parte de un arte. Tanto, que las consecuencias del disco de vinilo (y el CD) en la música, pueden compararse con lo que la fotografía a color produjo sobre la pintura -o lo que el Video y la Televisión hicieron en el Cine-. Provocando una degradación del arte, creando "cultura barata" en búsqueda de algo que se justificaba como negocio, pero que ya no tiene sentido, ni menos calidad.
Pero cuando en los años setenta se perfeccionó el vinilo y los reproductores de Alta Fidelidad se pusieron al alcance de casi todos; increibleménte la buena música -moderna y clásica- comenzó su "calvario" y entró decadencia. Todos pensábamos lo contrario al ver por vez primera uno de esos equipos de HiFi, considerando que divulgarían la cultura; pero no fue así. Siquiera ocurrió entre los amantes de la música clásica; porque "esos llamados cultos", gracias a los nuevos tocadiscos, se habían acostumbrado a escuchar a los grandes maestros en disco, perdiendo ya el interés por asistir a los conciertos. Además, comparaban a cualquier músico en directo, con el sonido del mejor de los intérpretes en grabación retocadísima...
para todo amante de la cultura (y en especial de la música clásica) el final de los años ochenta y la llegada de los noventa fueron un desastre. Pues si la movida había tenido algún suceso en sus comienzos; al inicio de los años noventa, toda esperanza de brillo o lucidez se iba apagando -a la par que finalizaba el siglo-. De tal modo y con tanta erosión intelectual, que los escritores de renombre se fueron muriendo, sin capacidad ni deseo social de sustituirlos. Igual que sucedió con los músicos, cuyos últimos "dinosaurios" del clásico desaparecen trás el fallecimiento de genios como el Maestro Rodrigo, Segovia, Yepes, Sainz de la Maza -y otros tantos, ya casi olvidados-. Tal fue el caos, que podemos decir como desde ese momento España queda descabezada (intelectual o artísticamente hablando) y sin rumbo; trás siglos poblando el Mundo del mejor arte y de los más grandes artistas. Pero fue durante los años noventa cuando la mayor parte nuestra juventud tan solo se preocupaba por promover una generación de deportistas; como si eso que llaman "marca España" pudiera sustituir a la "cultura hispana".
Una filosofía y forma de pensar seguramente surgida de los años ochenta, donde nació la "cultura del pelotazo", en la que lo más importante era el éxito - es decir "montárselo"; como por entonces se decía-. No hablándose de otra cosa por entonces más de aquellos que habían "pegado el pelotazo" o "se lo habían montado". Siendo estos los modelos sociales a seguir en los ochenta y los noventa; tanto que por entonces, casi todos tan solo buscaban el éxito. Y aquel que "no se lo montó", "no estaba la pomada" y "no dió el pelotazo"; era tenido por un idiota.
86- LA MUERTE DE "EL REGENERACIONISMO" (parte primera: El cultivo del odio ) (abril 2015)
Por todo cuanto no puedo más que escribir aquellas razones que vienen a mi mente cada vez que me plateo la pregunta inicial: "Quién mató a Canalejas". Porque frente a esa cuestión estamos ante lo mismo que plantearse: Quiénes asesinaron El Regeneracionismo, dando paso a un periodo de incertidumbre y sin capacidad de renovación (o evolución); llevando a España a un callejón sin salida que abocó a una Guerra Civil.
Acerca de la velocidad con la que evolucionaron las Sociedades desde mediados del siglo XIX; diremos que hoy en día necesitaríamos miles de hojas para recoger cuanto se ha inventado (o descubierto) en los cien años últimos -los transcurridos desde que nacieron nuestros abuelos, hasta que nuestros hijos vinieron al Mundo-. Unos avances y progresos que dejan de un día para otro obsoleto el pasado y sus ideas; los principios y las formas de vida. Modos de entender y de vivir que en unas décadas quedan como el gramófono, o la maquina de escribir: En obligado estado de perpetuo desuso.
Puesto que las Naciones tienen sistemas propios para ir poco a poco cambiando, sin necesidad de fuertes y radicales decisiones, que tan solo llevan a conformar posturas maximalistas. Todo lo que sucedió en la España del primer tercio del siglo XX; donde la muerte del espíritu regenerador, fue creando tan solo dos grupos -cada vez más radicalizados-. Bandos que terminaron por ser "opuestos" en sus ideas, aunque muy cercanos en sus planteamientos sobre la forma de entender el gobierno y de acceder al poder; y que por todo ello, se enfrentaron
Ya que el problema transciende a "situaciones supraestatales"; lo que hoy se define como política internacional o planetaria. Todo ello en un Mundo Occidental que había entrado en plena crisis de valores. Convulsiones y diferencias generadas con el nacimiento de los movimientos obreros o sociales, que se confrontaban a la "sinsustancia" de las clases altas de entonces. Unos ricos aburguesados (por muy nobles que fueran), tan solo atados a la frivolidad, a la presunción y al dinero; que habían olvidado los valores de la Ilustración.
a mediados del XIX pasemos de una generación de intelectuales románticos e idealistas, insuflados por "las luces" y capaces de trabajar para los poderosos.(como fueron Beethoven y Wagner; o Goya y Mengs). A pensadores y artistas que toman animaversión por las élites de entonces, siguiendo fundamentalmente movimientos de ruptura social -literarios, pictóricos o musicales (como Dostoievski y Debussy)-. Creadores y filósofos convencidos en gran parte de la maldad del Sistema Social en el que viven, y capaces de luchar para destruirlo. De cambiar rapidamente el mundo que les rodea, para lo que se sirven de sus artes; creando una música que aquellos poderosos no pudieran ni entender, o escribiendo novelas en las que se narra las miserias de la época.
Estos y no otros (los maximalistas de un lado y de otro), fueron los que quisieron acabar con El Regeneracionismo; al igual que pretendieron por todos los medios erradicar las ideologías cultas y prósperas que seguían grupos surgidos en este turbulento siglo XIX (como los del 98 o los Novecentistas -recién nacidos en época de Canalejas-). Ideas en gran parte de izquierdas, pero también muy conservadores en otros casos; tanto que hubo entre los más insignes representates, personajes como Unamuno.
"La barbarie es unánime. Es el régimen de terror por las dos partes. España está asustada de sí misma, horrorizada. Ha brotado la lepra católica y anticatólica. Aúllan y piden sangre los hunos y los hotros. Y aquí está mi pobre España, se está desangrando, arruinando, envenenando y entonteciendo..."
Por cuanto el espíritu regenerador, además suponía revivir y recuperar lo bueno del pasado, para unirlo a lo mejor del futuro. Resucitar viejos movimientos e incluso conservar las más antiguas tradiciones populares; entre las que se encontraban la música y la danza, junto la artesanía, costumbres y vestimentas folklóricas.
la barbarie filosófica que se fomentaba en los años del asesinato de Canalejas. Ya que el texto es verdaderamente futurista porque en él vemos ya las dos Guerras Mundiales que fraguaban en Europa. Un futuro cierto que se advierte en frases como:
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"queremos exaltar (...) el cachetazo y el puñetazo // No existe belleza alguna si no es en la lucha. Ninguna obra que no tenga un carácter agresivo puede ser una obra maestra // Queremos glorificar la guerra (única higiene del mundo) el militarismo, el patriotismo; el gesto destructor de los libertarios, las bellas ideas por las cuales se muere y el desprecio hacia la mujer // Queremos destruir los museos, las bibliotecas, las academias de todo tipo, y combatir contra el moralismo, el feminismo y contra toda vileza oportunista y utilitaria // fundamos hoy el Futurismo porque queremos liberar a este país de su fétida gangrena de profesores, de arqueólogos, de cicerones y de anticuarios". (Marinetti, 1909)
Como decíamos, nadie contesta contundentemente en París a Marinetti, porque El Regeneracionismo se había pasado de moda en Europa . Un movimiento "antiguo" nacido de Krause y de Joaquín Costa, basado en la cultura y de la bondad; que era visto a principios del siglo XX como aquel que hoy observa un músico vestido de frac (afirmando que se trata de "un funcionario"). Aunque acerca de este futurismo, la única verdad es que el juicio de Marinetti sobre la Victoria de Samotracia solo se debía a la incultura del italiano y de quienes le apoyaban (no a filosofía alguna). Pero sobre todo a que su trabajo -como intelectual o como persona- tenía mucho menos valor que el de cualquiera que fabricaba una sola pieza de aquellos coches de carreras (mecánicos, humildes, buenos profesionales y personas decentes).
87- LA MUERTE DE "EL REGENERACIONISMO" (parte segunda: El asesinato de Canalejas ) (mayo de 2015)
tras el fin de la Primera República y a la llegada de la Restauración. Reimplantación de la dinastía Borbón llevada a cabo en 1874 con el "pronunciamento" de Martínez-Campos y la creación de un modelo constitucional basado en un bipartidismo relativamente democrático (bajo el mando de Cánovas y Sagasta). No dudando historiador alguno en calificar como un periodo bueno el de La Restauración; sobre todo durante la etapa "regeneracionista" -marcada desde la pérdida de colonias (en 1898) hasta la muerte de Canalejas (en 1912)-. Que brilla en la Historia después del terrible desastre que llegó a ser la República; que duró veinte meses y que no solo necesitó cuatro presidentes. Sino que llegó el día en que aquel que se llamaba Ladislao Figueras, harto ya de barbaridades, desde el estrado del Congreso de Diputados, pronunció aquel famoso discurso que comenzaba diciendo: -"Señores diputados, francamente he de decirles que... ¡Estoy hasta los `cuyons´ de todos nosotros!".-
en esos años y a comienzos del siglo XX se soñaba con guerras y con batallas, como si de gestas caballerescas se tratase. Todo ello, porque desde las contiendas napoleónicas, Europa no había vivido luchas de importancia; tanto que permaneció durante unos cien años en una paz absolutista y gobernada por una sola familia. Encabezados por un grupo de primos que la dirigían, como era El Kaiser con el imperio Alemán y sus vecinos AustroHúngaros; la casa del Zar con los reinos Eslavos; los reyes de Italia, el de Portugal y el de España; y finalmente, la casa real británica (emparentada con la mayoría). Cien años de paz absolutista y de cursilería en las Cortes, que hacía idealizar las trincheras y los batallones; hasta el punto de que Valle-Inclán se autoproclamaba "comandante general" de los ejércitos (con gran sorna). Escribiendo frases como las siguientes:
."Alemania es un pueblo que nace: Tiene la furia vital, la furia erótica, la furia de destruir y crear de todas las juventudes. Camina ciega, llena de la idea del futuro, ciega de instintos, sin saber del pasado porque su pasado es de tinieblas. Alemania representa el día de la ira".
Para decir en otro de los artículos: "Debiéramos haber entrado en guerra contra Alemania. Se nos ofrecía por los aliados una compensación en el Mediterráneo oriental; hubiera sido continuar nuestra historia y algo más que un eco sonoro el grito de Lepanto, tan repetidamente profanado por Vázquez de Mella, pongo por orador. Pero los políticos españoles no saben a punto fijo hacia donde cae Constantinopla"
Las palabras antes recogidas de Valle-Inclán no son solo el fruto de un anarquismo beligerante existente en la época; o de un extraño patriotismo, en el que la guerra cumple una función limpiadora (eliminando a los pobres y a los inútiles). Sino más bien nacen como estética y filosofía de una época; etapa en la que podemos leer frases tales como las proferidas por Marinetti (que recogíamos en el artículo anterior) y donde veíamos que la cultura era lucha, y la lucha guerra y la guerra belleza. Todo un mundo degenerado (de una y otra ideología) que llegó finalmente a probar cuanto podía degradarse el ser humano durante lo que duró la Gran Guerra -donde usaron armas de destrucción masiva-. De la cual nació su directa hija: La Segunda Guerra Mundial, en la que los medios de combate fueron ya de aniquilación total.
88- FUTILITY: Sobre las Sociedades pueriles (donde se habla de los motivos que pudieron llevar al hundimiento del Titanic y los que produjeron la muerte de Canalejas) (Junio 2015)
.Aquellas diferencias sociales y la prepotencia de muchos adinerados, que confiaban tanto en su tiempo y en sus máquinas; sin pensar siquiera que sus trasatlánticos pudieran hundirse (llamándolos insumergibles). Impregnaban el espíritu del momento; un final del XIX durante el cual, quienes gobernaban los Estados estaban seguros de que habían alcanzado la cima de la civilización; logrando los mayores avances y progresos de la Historia. Siendo así como comprendemos el título y el sentido en la trama de aquella novela, llamada "Futilidad"; expresión que en inglés relaciona lo "inútil" y "débil", con lo "idiota", lo "frívolo" o lo "inestable". Describiendo con este título el modo de comportarse en esa Sociedad y la educación que en la Europa decimonónica se había dado a las élites. Los hijos de los poderosos y de los ricos, que durante la segunda mitad del siglo XIX no padecieron penurias, ni apenas guerras; quienes en gran parte vivían para, y por la futilidad. Generando un Sistema cargado de ridiculeces, con valores y vergüenzas absurdas, junto a enormes complejos; lo que hizo que una parte de los nobles y adinerados cayeran en la droga (el opio), el alcohol, o en vicios tales como el juego y las desviaciones sexuales.
.Futilidad surgida por la falta de problemas y por carecer de preocupaciones reales. Debido a que no hubo grandes conflictos en Europa desde la expulsión de Napoleón y trás el establecimiento de monarquías absolutistas. Reyes que convirtieron el Continente en un "cortijo", gobernado por tres o cuatro familias. Tanto que a fines del siglo XIX, todos los soberanos estaban emparentados en tercer o cuarto grado; siendo a veces difícil distinguir fisionomicamente el monarca de Rusia, del de Alemania o del inglés. Al parecerse en sus rasgos físicos -incluso psíquicos- por ser todos primos hermanos, con abuelos y bisabuelos repetidos. Pese a ello, y a la futilidad de su Sociedad, aquel Continente gobernado por unos pocos monarcas se mantuvo en paz durante casi cien años y si en 1914 se declararon la guerra (todos contra todos), aquello fue un acto más de "futil romanticismo", que de belicismo. Debido a que trás un siglo sin batallas ni apenas problemas entre los Estados; los europeos idealizaron la milicia y la lucha, llegando a pensar que sus paises habían degenerado por carecer de guerras.
en un tiempo tan corto y de tanto progreso tecnológico -como lo fue el periodo que va de 1860 a 1910-, la Humanidad no supo, ni pudo digerir sus adelantos. Para comprenderlo basta imaginar que quienes habían nacido en 1850, pasaron su niñez con una tecnología casi igual a la que conoció Carlos V. Pero en sus sesenta años de vida vieron nacer: La red de trenes, el acorazado a vapor, el submarino, el teléfono, el aeroplano, la radio, la fotografía, el cine y hasta la nueva física. Todo un compendio de inventos, novedades y adelantos, que hicieron enloquecer a una Europa que todavía vivía en el absolutismo. Un sistema de gobierno ciertamente absurdo y anacrónico, pero que había llevado a cien años de paz -prácticamente- en nuestro Continente; como no se había mantenido desde la caída de Roma. Hechos que obligaban a creer a muchos que el mejor sistema de gobierno era la monarquía; mientras los ilustrados, intelectuales o los más progresistas, consideraban deleznable ese sistema europeo.
.Ello provoca la ruptura social de la que hablamos, donde las tendencias que participan en la vida política a fines del siglo XIX y comienzos del XX; se convierten en dogmáticas. Unas de izquierdas, radicalizadas hacia el anarquismo; y otras de ultraconservadoras, cuyas facciones más marginales apoyaban monarquías absolutistas sustentadas por la religión. Por lo demás, en el centro de aquellos, quedaban las personas de bien y las gentes "normales", quienes no creían ni "lo uno, ni lo otro" (ni era necesario destruir el sistema, pero tampoco lo era que el rey y el sacerdocio tuvieran tanto poder). Aunque aquellos que no se radicalizaban fueron siendo expulsados del espectro político, marginados o echados de la escena social; al no apoyar claramente al monarca, al clero, ni la Lucha de Clases. Tanto, que personajes como Canalejas, realmente no interesaban a nadie; pues carecía de dogmatismo en sus planteamientos. Es decir, que su filosofía dejó de pertenecer a las modernidades que surgen al nacer el siglo XX. Ideologías radicales que darían como fruto movimientos artísticos tales como: El futurismo, el dadaismo, el fauvismo y largo etcétera de "ismos"; que apenas expresaron alguna creatividad artística, aunque sí un profundo compromiso social. Compromiso que tristemente hubo de casarse con una de las dos facciones dogmáticas (la Conservadora o la de Izquierdas; las "dos Españas" de Machado).
.Por su parte, los "restos culturales" del naufragio filosófico y humanísitico que fue el siglo XIX, eran realmente penosos. Ya que las monarquías europeas promovieron unos movimientos artísticos de ínfima calidad; a excepción de la inglesa, que mantuvo las tradiciones y las élites. Poniéndose de moda entre los cortesanos europeos tendencias como "el valtz", o una arquitectura a "modo de bombonera"; donde los edificios neo-rococós más bien parecían una cajita de dulces que una verdadera construcción. Ello, porque en gran parte los reyes y los nobles -ya ajenos a la batalla y al convento- se habían mimetizado con sus banqueros y con los hombres ricos de la época. Naciendo de ese modo una nueva aristocracia: Decimonónica, aburguesada y horterizada -por qué no decirlo-; con un pésimo gusto, donde nadie se preocupaba por la cultura verdadera, mientras todos buscaban ser los más ricos y los más "glamourosos". Unas élites, rancias y cursis como jamás hubo en Europa; pero sobre todo incultas y apartadas de las raices grecorromanas, o judeocristianas que habían hecho nacer el Continente. Todo lo que hizo que los verdaderos artistas se apartaran de los reyes; renunciaran trabajar para los nobles, e intentaran apoyar movimientos filosóficos muy diversos (fueran sociales, simbólicos, impresionistas o nacionales). Sea como fuere, se había llegado al siglo XX con unas élites absolutamente pueriles, en las que aristócratas, ricos y monarcas se preocupaban más de cuidar su aspecto físico y su forma de exhibirse en público, que de mejorar su cultura. Unas clases altas, que ni se planteaban que el alimento del alma era al arte y la ciencia; prefiriendo evadirse tomando opio, bebiendo alcohol o bien jugándose el dinero en los casinos (o en los prostíbulos). Considerando muy elegante tirar las fortunas en fiestas, en la ruleta y tras ello suicidarse. Necesitando por ello tener su dosis diaria de opio y drogas, para poder soportar el peso del gobierno y las injusticias que veían en la Sociedad que regentaban. Un sistema basado en los "futil" (como criticaba el libro de Morgan Robertson) que haría caer en manos de los dogmáticos el gran Titán histórico (como lo fue Europa).
Así fue como esta generación nacida trás la segunda mitad del siglo XIX; terminó por autodestruirse; aniquilando la de sus hijos, e incluso la de sus nietos (pues la Segunda Guerra Mundial fue fruto de la Primera). Declarándose todos a todos, una contienda terrorífica; donde la degradación humana no conoció límites (justificada tan solo por la provocación de los atentados anarquistas). Unos sabotajes o magnicidios que en el caso del asesinato del hijo del Kaiser (Francisco Fernando) fue el pistoletazo inicial para una carrera de armamento y de batallas, que costaron decenas de millones de muertos. Tantos que a los nacidos en Europa, desde 1880 a 1900; se les llamó la Generación Perdida; pues desaparecieron la mayoría de los hombres que vinieron al Mundo en estas fechas. Gentes, cuyos padres se habían dedicado a sembrar el odio por doquier, viviendo en una Sociedad dominada por la futilidad y el desprecio hacia la paz. Algo que no solo afectó a sus vástagos directos, sino también a sus nietos. Siendo así como sus descendientes murieron a millones y cual pobres ratas: En las trincheras, reventados tiros y cañonazos, asesinados con veneno o quemados al lanzallamas. Pareciendo que cuantos adelantos tuvo Europa en la segunda mitad del siglo XIX, los utililzó en atudestruirse, durante la primera mitad del XX.
Evidentemente, nadie es culpable de cuanto sucede en su tiempo. Pero ello no es más cierto, que el deber de considerar la Historia como una sucesión de ciclos reiterativos (en espiral); cuyo avance o atraso, se produce en los mismos lugares. Provocándose guerras, crisis o las rupturas, en aquellos momentos de fricción y donde la curva de la espiral histórica vuelve a pasar por puntos cercanos. En relación a lo anteriormente expuesto, en nada sería alarmista ni exagerado, decir que Europa actualmente está pueril. Que lleva decenios de "futilidad"; durante los cuales ha creado la mayor prosperidad. Pero como finalmente sucede en esos periodos de gran bonanza; actualmente para su población lo más importante son temas casi infantiles (el glamour, los deportes de equipo, el "chundachunda", el aspecto físico, las fiestas, la playa, el baile en las discotecas o divertirse tomando "sustancias"). Aunque quizás lo verdaderamente preocupante es que se ha establecido una "nueva élite" compuesta por "famosos"; cuya actividad consiste solo en darse a conocer por todos los medios (sin tener más dotes que dominar la autopromoción y quienes se "califican" de artistas; siendo solo personas populares y hasta empresarios, semejantes a la aristocracia y burguesía decimonónicas) . Frente a ellos, un pueblo que los observa con verdaderas carencias, y al que se intenta contentar "regalando" divertimento. Olvidando la cultura "pesada", bajo un extraño lema que pretende demostrar que todo debe ser elegido por el la ciudadanía. Sin entender que lo único que puede hacer feliz a las personas, es tener una gran cultura.
La situación descrita provoca un descontento del que nacen ideas radicales; promulgando -por ejemplo- que no hay democracia, porque el pueblo no interviene directamente en todo (caminando hacia la anarquía, pues la democracia consiste en que los ciudadanos elijan libremente a quienes les gobiernan, no en que la población mande sobre los dirigentes). Pretendiendo "parchearse" este problema, instaurando una sociedad del ocio, con pasatiempos insulsos y sin calidad artística. Pues aún siendo evidente que cada ciudadano puede a hacer lo que desea con su dinero y su tiempo; ello no implica que el Estado fomente y deba pagar esos divertimentos tan solo para ganar votos (costeando fiestas y actividades que en nada forman). Siguiendo una postura de adolescente, en la que se ha confundido la democracia, con dejar a la ciudadanía que decida también sobre los artistas, los profesionales libres, la ciencia, o quiénes deben componer las élites (algo que -antes o después- convierte a los pueblos en ignorantes, para terminar siendo ingobernables). Por todo ello, querríamos destacar que el Estado debe velar por los intereses humanísticos del individuo; aunque ello sea impopular, ya que obliga a todos a culturizarse y a formarse (para aprovechar plenamente su capacidad). Debido a que la riqueza nace de la inteligencia, y a que el bienestar común procede de esa prosperidad -económica y social-.
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Seguramente, ante la lectura de los anteriores párrafos, algunos lectores se habrán sentido mal, pensado con toda razón "quién soy yo para decir lo que los demás deben hacer". Pero no es mi opinión la que importa; el hecho significativo, es que mientras algunos vemos la "futilidad" de nuestra época con depresión o tristeza. La etapa pueril y banal que vive esta Sociedad a otros les provoca odio; odio y deseo de acabar con una civilización que consideran idiota y "frágil". Habiendo ya multitud de personas capaces de autodestruirse, con tal de dañarla; frente a un pensamiento generalizado europeo, que considera haber llegado de nuevo a la cumbre de la Civilización. Siendo este un problema que no deja de preocuparme; considerando que quizá la única manera de solucionarlo sea retornar a una Sociedad más profunda y basada en el Humanismo. Volviendo a unos sistemas con parámetros clásicos y más éticos; donde lo importante no sea el "famoseo" y "montárselo", sinó el estudio o la creatividad. Regresando a aquellos valores que tan solo quienes han dedicado un gran esfuerzo tienen; para que decidan los que gozan de mayor capacidad intelectual (en cada caso). Dejando a los más preparados asesorar y guiar la Sociedad; premiando la inteligencia, el estudio o la verdadera genialidad. Y sobre todo; sin pensar que el juicio de valor más importante es la opinión general; pues si así fuera, habríamos de considerar que como mejores alimentos: Los dulces, los helados, las patatas fritas, las copitas y las "grasitas".
89.- DEL HUMANISMO PERDIDO (octubre 2015)
es tan solo en el mundo de la cultura donde se aplica ese criterio, por el cual aquel que más fama tiene, mayor reconocimiento merece. Todo lo que impide a cualquier ser humano formarse, estudiar o prepararse (como escritor, músico o pintor), pues el tiempo mejor invertido será el que dediquen a darse a conocer. Siendo así, la popularidad la alcanzan chicos de menos de treinta años, a los que su juventud les impide tener los prejuicios necesarios para saber que están pisando a quienes merecen su lugar. Pero sobre todo, cuya falta de formación les hace carecer de vergüenza para calibrar la mediocridad que están creando (un hecho que frena a las personas con criterio y buena formación). Ante todo ello nos podemos plantear qué Justicia Social existe en en Mundo de la Cultura de nuestro tiempo. Pregunta que se contesta simplemente observando como los chicos de veinte y hasta de quince años, que se empeñan en cantar o aporrear instrumentos; salen en los informativos o llenan estadios. Mientras verdaderos maestros de la interpretación y de la composición, tienen que trabajar de cualquier otra cosa, para lograr ganarse la vida. Hechos estos que no sucedieron ni en la Edad Media, cuando al menos el clero abría sus puertas y mantenía entre los suyos a toda persona culta e inteligente.
Evidentemente no hay que ser muy inteligente parar darse cuenta de que nuestro tiempo es absolutamente yermo, culturalmente hablando. Intelectualmente inactivo, oscuro, incierto, o dígase como se quiera. La realidad más cierta es que este comienzo del siglo XXI carece de figuras y movimientos con relevancia cultural alguna (al menos en lo que se refiere a la música, la pintura y la literatura). Bastará recordar -como tantas veces digo- que tan solo hace treinta años en España estaban en activo personajes de la música tales como: Andrés Segovia, Joaquín Rodrigo, Regino Sáinz de la Maza, Paco de Lucía, Manolo Sanlúcar o Nicanor Zabaleta. Que asimismo vivían pintores como Dalí o Miró, junto a casi toda la generación de París, la Escuela de Vallecas y algunos de los retratistas más famosos del siglo XX (Eduardo Naranjo, Claudio Bravo, Macarrón o Westendorp). A su vez podíamos encontrar literatos de la talla de Cela, Dámaso Alonso, Delibes, Buero Vallejo o Claudio Rodríguez.
Pese a cuanto decimos, nadie niega que en esta etapa que vivimos todos se han preocupado de formar, educar y enseñar a las generaciones venideras -con el máximo esmero-. Pero lo cierto es que “algo ha fallado”, pues el resultado final es que prácticamente ningún menor de treinta años se interesa por la música culta (los verdaderos conciertos). Asimismo, los jóvenes apenas leen literatura (poemas, novelas o ensayo); ni menos estudian, o se conmueven con la pintura y la escultura clásica.
los pasatiempos y las aficiones de estas nuevas generaciones suelen ser tan monótonas y poco intelectuales, como los juegos de ordenador, los deportes de masas, ir a la discoteca o “hacer botellón”. Dedicaciones para las que apenas se necesita cerebro y que en ocasiones están más cerca de la Edad de Piedra, que de nuestra época (tal como sucede con el chunda-chunda discotequero, o el botellón callejero).
Podríamos considerar que este problema ya empezó en los años ochenta, cuando yo tenía entre veinte y treinta años; pese a que hasta los 90 el “panorama general” era totalmente distinto (viéndose aún jóvenes en la música clásica, en todos los museos o entre los compradores de literatura). Aunque a decir verdad, el proceso de aculturación fue gradual y comenzó desde los setenta. Momento en el que la difusión de las artes, a través de los medios de masas (sirviéndose de la electrónica), deshumanizó gran parte de la cultura.
el modo en que enseñan actualmente la Historia, es intentado demostrar que todo tiempo pasado fue peor -un hecho evidente, aunque ello no da motivo para narrarla como si antaño todo hubiera sido una absoluta crueldad malintencionada-. Pero además en ese relato que pretende mostrar lo terrible de la Humanidad antes de nosotros; comúnmente olvidan incluir los muertos y las terribles calamidades del siglo XX, causadas por las diferentes revoluciones y las dos Guerras Mundiales. Unos doscientos millones de personas fallecidas directamente en conflictos bélicos durante los últimos tiempos; que no sucedieron precisamente en el pasado lejano y que nunca se destacan como primer hecho terrible de la Historia. Ello, aunque apenas hace cincuenta años, el Mundo vivió y vio unas aberraciones que no había conocido desde milenios atrás.
Decíamos al terminar el epígrafe anterior, que hoy puede uno divertirse a través de múltiples medios (fundamentalmente audiovisuales), pero antaño tan solo la imaginación y la lectura contaban para entretenerse. Ello obligaba a toda persona que le sobrase el dinero, a invertir en una buena biblioteca; libros que le servían como herramienta de trabajo y a la vez, de pasatiempos más preciado. Por su parte, quienes no disponían de medios para hacerse con libros o siquiera para poder leer, eran felices utilizando el ingenio. Usando la imaginación de un modo tan prodigioso, que la mayoría del saber popular y del folklore nació de aquella necesidad de divertirse sin tener apenas nada. De esta situación de las gentes, tan paupérrima económicamente hablando; nacieron joyas de una riqueza espiritual y cultural inimaginables. Artes como el Flamenco, las danzas e instrumentos populares, la orfebrería y los trajes regionales; junto a disciplinas prácticamente ya desaparecidas (como el "repentismo" o la "improvisación poética").
El párrafo anterior demuestra que la Humanidad cuando tiene problemas que afrontar y carece de medios; madura y crea de un modo maravilloso. Muy por el contrario, cuando el ser humano vive con grandes facilidades, se atonta; generando unos gustos decadentes y una Sociedad pueril, hasta quedar medio idiota.
habremos de plantearnos si el "utilismo" (estudiar y dedicarse a o que es útil) puede sustituir al Humanismo. Pues de ser así, la Sociedad va abocada al fracaso más estrepitoso; ya que aquel que solo ve en la vida lo que es práctico o útil, terminará en la mayor pobreza espiritual. Logrando llegar quizás a ser rico, habrá caído en la peor de las miserias; que es la de juzgar a las cosas y a las personas por lo que cuestan y no por lo que realmente valen. Consecuentemente, el gran fracaso de Occidente ha sido no educar a sus jóvenes de hoy en la admiración hacia las artes, las letras o la filosofía (como se hizo hasta hace pocas décadas); sino poner los modelos a seguir en lo útil y lo práctico. Formar a las nuevas generaciones sin bases espirituales, con lo que estos chicos así preparados principalmente buscarán éxito y dinero. Por haberles enseñando como dogma irrefutable, que lo mejor es hacerse famoso, lograr que todos te conozcan, triunfar socialmente y sobre todo: "Montárselo". Dándoles unos principios carentes de base humana ni humanística y que conducen hacia las sombras (o al olvido) a los verdaderos profesionales -valiosos-; junto a los escritores de calidad, los poetas, los pintores cultos y los músicos auténticos. Todo un síntoma de "in-humanismo" social grave y que esperemos no sea ya irreversible.
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La referida teoría es defendida por un médico español, experto en enfermedades neurológicas; lo que obliga a creerla, pese a que no ha existido siquiera análisis somático alguno del “presunto enfermo”. Por lo que, a juicio de toda persona que esté sana -verdaderamente-, resulta absurdo que se niegue al ser humano su capacidad para trascender. Más aún, que exista quienes no crean que una monja pueda sufrir episodios místicos o visiones (hablando además de una Sor del siglo XVI, considerada santa). Pareciendo aquella teoría de la epilepsia, negar a la Humanidad nuestra propia capacidad de ser algo más que un animal. Resultando increíble que la neurología, a día de hoy, intente justificar la mística describiéndola como una enfermedad. Diagnosticando sin contacto, ni conocer siquiera al “paciente”, y sin comprender que el éxtasis tan solo es un sentimiento o una vivencia íntima e indescriptible. Debiendo considerarse los episodios visionarios como hechos nacidos de lo más profundo del espíritu, no de la mente; un suceso intransferible, al que solo accede y comprende quien lo vive, o quien lo sufre (y que no puede estudiarlos precisamente un neurólogo, que tan solo analiza la “maquinaria” somática).
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2-¿Conoce algún poeta/isa español vivo o que no tenga menos de 80 años?.
3-¿Conoce algún dramaturgo/a español vivo o que no tenga menos de 80 años?.
4-¿Conoce algún/a novelista español vivo, excluyendo aquellos que salen en televisión?.
5-¿Conoce algún/a guitarrista clásico español vivo o que no tenga menos de 80 años?.
6-¿Conoce algún/a guitarrista flamenco español vivo o que no tenga menos de 80 años?.
7-¿Conoce algún/a pianista español vivo o que no tenga menos de 80 años?.
8-¿Conoce algún/a retratista español vivo o que no tenga menos de 80 años?.
9-¿Conoce algún pintor/a español vivo o que no tenga menos de 80 años?.
10-¿Conoce algún escultor/a español vivo o que no tenga menos de 80 años?.
11-¿Conoce algún filósofo/a español vivo o que no tenga menos de 80 años?.
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No se preocupe si tan solo ha podido contestar dos o tres veces "Sí", no es usted un inculto sino una persona perfectamente normal; pues tan solo un crítico de arte hubiera podido completar afirmativamente la mayoría de las preguntas.
Aunque ahora invertiremos los casos y vamos a cuestionarnos nombres de antaño. Realizando un test mucho más complejo, pues ya no se trata se conocer a algún artista o intelectual, sino de saber especificamente su nombre (añadiéndose la dificultad de que muchos de ellos llevan decenios muertos).
2- ¿Sabe ud. quién era Paco de Lucía o quién es Manolo Sanlucar?
9- ¿Sabe ud. quiénes eran Camilo Jose Cela y Miguel Delibes?
10- ¿Sabe ud. quién es Teresa Berganza o quién era Victoria de los Ángeles?
11- ¿Sabe ud. quién era Alfredo Kraus o quién es José Carreras?.
12- ¿Sabe ud. quién era Pau Casals y Joaquín Rodrigo?
POR LO TANTO PROPONGO UN ÚLTIMO FACTOR DE INFLACIÓN, QUE DEPENDE DEL ÍNDICE DE REPARTO EN LA RIQUEZA Y DEL DINERO.
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ABAJO: Otra viñeta mía, en la que se expresa la incertidumbre que vive actualmente Occidente. Mostrando que los pueblos más prósperos y ricos lo que deben exportar a lo menos agraciados, es su civilización y su cultura.
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A) El nacimiento de la primera "Clase Media":
.Siendo así, creo firmemente que la crisis comienza desde el momento en que se dió de lado a los intelectuales y humanistas; pasando a ser estos sustituidos por personas del mundo del espectáculo. Élites nuevas que se instituyen a través de la imagen y que están fundamentalmente compuestas por famosos, por deportistas y por personas unidas al "las luces". Quienes en verdad son unos grandes entretenedores, pero que nunca serán capaces de ir por delante a su época (habida cuenta que no serían comprendidos). De ello, que sin vanguardias, intelectuales, ni artistas, la Sociedad no sepa hacia dónde camina. Surgiendo el mayor problema cuando el arte se convierte en mercancía y se mide en parámetros tales como aquel que dictamina como mejores, a quienes venden más discos o más libros -algo que es tanto como afirmar que la más exquisita comida es la que más se consume (lo que llevaría a nombrar reina de la gastronomía a las patatas fritas)-.
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1-:¿Por qué partiendo de "la música de las esferas", Kepler y Newton lograron resolver sus teorías?.
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2-: Siendo así, ¿Podemos considerar falso el pitagorismo?.
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3-: ¿Cómo Pitágoras pudo intuir hace casi veintiseis siglos, la proporción de 1/2 que regula la distancia de los astros; desconociendo el peso, la longitud y hasta las y medidas de estos?.
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4-: ¿No será que la intuición es más útil que los conocimientos; y no lo es tanto como la imaginación (tal como decía Einstein)?... .
.Explicaba en el mencionado artículo que los nacidos antes de la Guerra Mundial, se consideraban atrapados entre dos momentos históricos: Un antes y un después de la Era Atómica. Cambios que suponían mediar entre dos mundos y con ello, tener el deber de obrar como una bisagra, capaz de abrir un periodo para cerrar otro.Todo lo que les llevaba a afirmar de contínuo que era su generación la que más sufría, por haber sido "el puente" entre la Edad Contemporánea y la Nuclear (...) el autor concluía con la frase de que "todas las generaciones eran el puente entre el pasado y el futuro". Por lo que aquella a la que él pertenecía, no debía considerarse ni especial,
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Una conflagración mundial surgida como fruto del odio en el que educaron a los ciudadanos del viejo continente, tras la etapa napoleónica. Principalmente a los venidos al Mundo entre 1835 y 1870, quienes sufrieron el cambio de una Sociedad Industrial a una industrializada y conocieron el nacimiento de conceptos tales como el de la Justica Social -hasta ese momento inexistente-. Fueron estos, los que mediaron entre el siglo XVIII y el XX, padres educadores de aquella triste generación, denominada "perdida"; tanto como -en gran parte- los instigadores de algo que terminó en la mayor conflagración hasta entonces imaginada. Obligando a destruir toda una "quinta" que fue sacrificada para participar en las primeras batallas con armas de gran poder destructivo. Jóvenes que se enfrentaron a las peores situaciones imaginables y a las muertes más crueles, siendo víctimas del belicismo de su época. En la que el progreso se concebía -entre otras cosas- como un método de fomentar y aumentar los medios para luchar y odiar (más y mejor, causando el mayor dolor posible).
.De este rencor fraticida europeo, felizmente España quedó al margen; todo lo que se produjo tras la Restauración y más concretamente, con El Desastre del 98. Después de la pérdida de colonias y del triste final que tuvo el Imperio Español; hechos que resultaron una lección de humildad y de humanidad para nuestro país. Logrando cambiar aquella catástrofe el sentimiento de raza hispana, por el de humanismo español; el de conquista bélica, por el de logro cultural y el de progreso tecnológico, por el de avance en la civilización.
.1º-. Porque la Península históricamente logró permanecer sin ser el todo conquistada, gracias a la desunión y anarquía de sus jefes y habitantes (quienes de haber permanecido unidos y bajo un solo mando, se hubieran rendido continuamente ante el invasor).
.2º-. Porque debido a lo antes referido, existe en España la tendencia histórica de pensar que "la desunión hace la fuerza". Ya que es mejor formar una Sociedad en la que cada uno va por su lado (haciendo frente al enemigo en forma bandas o salteadores). A organizar un ejército y una nación solida, fuerte y compacta (que antes o después, puede llegar a rendirse al unísono -mientras el guerrillero nunca lo hace-). 3º-. Porque la base económica y social de Iberia fue la metalurgia, lo que le daba un contacto pleno con el armamento, necesitando la guerra como modo vida. Además, hemos de tener en cuenta que la minería era (y es) un mundo durísimo en donde por aquel entonces el trabajo de esclavitud en los yacimientos, era peor que la muerte.
.4º.- Final: Porque han sido tantas las invasiones que hemos recibido y tantas las colonizaciones y culturas que han pasado por nuestras tierras; que las diferencias entre unas regiones y otras son mucho mayores que las que existen entre paises, en el resto de Europa
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Desde aquí y desde este origen e Historia tan dura y plena de acontecimientos trágicos, hemos de analizar la idiosincrasia hispana; sin querer culparnos, ni menos desear buscar culpables. Puesto que en un lugar tan maltratado por el pasado, es normal que los problemas no se superen facilmente -debido a ello, nuestros traumas y defectos son a día de hoy muy difíciles de afrontar-. De tal manera, considerar al español malo por ser individualista o anárquico, sería como culpar al noruego de tener la piel blanca y el pelo rubio; ya que esos rasgos se deben al entorno o a la situación geográfica de su tierra; no a su deseo de permanecer en este estado
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"queremos exaltar (...) el cachetazo y el puñetazo // No existe belleza alguna si no es en la lucha. Ninguna obra que no tenga un carácter agresivo puede ser una obra maestra // Queremos glorificar la guerra (única higiene del mundo) el militarismo, el patriotismo; el gesto destructor de los libertarios, las bellas ideas por las cuales se muere y el desprecio hacia la mujer // Queremos destruir los museos, las bibliotecas, las academias de todo tipo, y combatir contra el moralismo, el feminismo y contra toda vileza oportunista y utilitaria // fundamos hoy el Futurismo porque queremos liberar a este país de su fétida gangrena de profesores, de arqueólogos, de cicerones y de anticuarios". (Marinetti, 1909)
."Alemania es un pueblo que nace: Tiene la furia vital, la furia erótica, la furia de destruir y crear de todas las juventudes. Camina ciega, llena de la idea del futuro, ciega de instintos, sin saber del pasado porque su pasado es de tinieblas. Alemania representa el día de la ira".
.Futilidad surgida por la falta de problemas y por carecer de preocupaciones reales. Debido a que no hubo grandes conflictos en Europa desde la expulsión de Napoleón y trás el establecimiento de monarquías absolutistas. Reyes que convirtieron el Continente en un "cortijo", gobernado por tres o cuatro familias. Tanto que a fines del siglo XIX, todos los soberanos estaban emparentados en tercer o cuarto grado; siendo a veces difícil distinguir fisionomicamente el monarca de Rusia, del de Alemania o del inglés. Al parecerse en sus rasgos físicos -incluso psíquicos- por ser todos primos hermanos, con abuelos y bisabuelos repetidos. Pese a ello, y a la futilidad de su Sociedad, aquel Continente gobernado por unos pocos monarcas se mantuvo en paz durante casi cien años y si en 1914 se declararon la guerra (todos contra todos), aquello fue un acto más de "futil romanticismo", que de belicismo. Debido a que trás un siglo sin batallas ni apenas problemas entre los Estados; los europeos idealizaron la milicia y la lucha, llegando a pensar que sus paises habían degenerado por carecer de guerras.
.Ello provoca la ruptura social de la que hablamos, donde las tendencias que participan en la vida política a fines del siglo XIX y comienzos del XX; se convierten en dogmáticas. Unas de izquierdas, radicalizadas hacia el anarquismo; y otras de ultraconservadoras, cuyas facciones más marginales apoyaban monarquías absolutistas sustentadas por la religión. Por lo demás, en el centro de aquellos, quedaban las personas de bien y las gentes "normales", quienes no creían ni "lo uno, ni lo otro" (ni era necesario destruir el sistema, pero tampoco lo era que el rey y el sacerdocio tuvieran tanto poder). Aunque aquellos que no se radicalizaban fueron siendo expulsados del espectro político, marginados o echados de la escena social; al no apoyar claramente al monarca, al clero, ni la Lucha de Clases. Tanto, que personajes como Canalejas, realmente no interesaban a nadie; pues carecía de dogmatismo en sus planteamientos. Es decir, que su filosofía dejó de pertenecer a las modernidades que surgen al nacer el siglo XX. Ideologías radicales que darían como fruto movimientos artísticos tales como: El futurismo, el dadaismo, el fauvismo y largo etcétera de "ismos"; que apenas expresaron alguna creatividad artística, aunque sí un profundo compromiso social. Compromiso que tristemente hubo de casarse con una de las dos facciones dogmáticas (la Conservadora o la de Izquierdas; las "dos Españas" de Machado).
.Por su parte, los "restos culturales" del naufragio filosófico y humanísitico que fue el siglo XIX, eran realmente penosos. Ya que las monarquías europeas promovieron unos movimientos artísticos de ínfima calidad; a excepción de la inglesa, que mantuvo las tradiciones y las élites. Poniéndose de moda entre los cortesanos europeos tendencias como "el valtz", o una arquitectura a "modo de bombonera"; donde los edificios neo-rococós más bien parecían una cajita de dulces que una verdadera construcción. Ello, porque en gran parte los reyes y los nobles -ya ajenos a la batalla y al convento- se habían mimetizado con sus banqueros y con los hombres ricos de la época. Naciendo de ese modo una nueva aristocracia: Decimonónica, aburguesada y horterizada -por qué no decirlo-; con un pésimo gusto, donde nadie se preocupaba por la cultura verdadera, mientras todos buscaban ser los más ricos y los más "glamourosos". Unas élites, rancias y cursis como jamás hubo en Europa; pero sobre todo incultas y apartadas de las raices grecorromanas, o judeocristianas que habían hecho nacer el Continente. Todo lo que hizo que los verdaderos artistas se apartaran de los reyes; renunciaran trabajar para los nobles, e intentaran apoyar movimientos filosóficos muy diversos (fueran sociales, simbólicos, impresionistas o nacionales). Sea como fuere, se había llegado al siglo XX con unas élites absolutamente pueriles, en las que aristócratas, ricos y monarcas se preocupaban más de cuidar su aspecto físico y su forma de exhibirse en público, que de mejorar su cultura. Unas clases altas, que ni se planteaban que el alimento del alma era al arte y la ciencia; prefiriendo evadirse tomando opio, bebiendo alcohol o bien jugándose el dinero en los casinos (o en los prostíbulos). Considerando muy elegante tirar las fortunas en fiestas, en la ruleta y tras ello suicidarse. Necesitando por ello tener su dosis diaria de opio y drogas, para poder soportar el peso del gobierno y las injusticias que veían en la Sociedad que regentaban. Un sistema basado en los "futil" (como criticaba el libro de Morgan Robertson) que haría caer en manos de los dogmáticos el gran Titán histórico (como lo fue Europa).
La situación descrita provoca un descontento del que nacen ideas radicales; promulgando -por ejemplo- que no hay democracia, porque el pueblo no interviene directamente en todo (caminando hacia la anarquía, pues la democracia consiste en que los ciudadanos elijan libremente a quienes les gobiernan, no en que la población mande sobre los dirigentes). Pretendiendo "parchearse" este problema, instaurando una sociedad del ocio, con pasatiempos insulsos y sin calidad artística. Pues aún siendo evidente que cada ciudadano puede a hacer lo que desea con su dinero y su tiempo; ello no implica que el Estado fomente y deba pagar esos divertimentos tan solo para ganar votos (costeando fiestas y actividades que en nada forman). Siguiendo una postura de adolescente, en la que se ha confundido la democracia, con dejar a la ciudadanía que decida también sobre los artistas, los profesionales libres, la ciencia, o quiénes deben componer las élites (algo que -antes o después- convierte a los pueblos en ignorantes, para terminar siendo ingobernables). Por todo ello, querríamos destacar que el Estado debe velar por los intereses humanísticos del individuo; aunque ello sea impopular, ya que obliga a todos a culturizarse y a formarse (para aprovechar plenamente su capacidad). Debido a que la riqueza nace de la inteligencia, y a que el bienestar común procede de esa prosperidad -económica y social-.
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Seguramente, ante la lectura de los anteriores párrafos, algunos lectores se habrán sentido mal, pensado con toda razón "quién soy yo para decir lo que los demás deben hacer". Pero no es mi opinión la que importa; el hecho significativo, es que mientras algunos vemos la "futilidad" de nuestra época con depresión o tristeza. La etapa pueril y banal que vive esta Sociedad a otros les provoca odio; odio y deseo de acabar con una civilización que consideran idiota y "frágil". Habiendo ya multitud de personas capaces de autodestruirse, con tal de dañarla; frente a un pensamiento generalizado europeo, que considera haber llegado de nuevo a la cumbre de la Civilización. Siendo este un problema que no deja de preocuparme; considerando que quizá la única manera de solucionarlo sea retornar a una Sociedad más profunda y basada en el Humanismo. Volviendo a unos sistemas con parámetros clásicos y más éticos; donde lo importante no sea el "famoseo" y "montárselo", sinó el estudio o la creatividad. Regresando a aquellos valores que tan solo quienes han dedicado un gran esfuerzo tienen; para que decidan los que gozan de mayor capacidad intelectual (en cada caso). Dejando a los más preparados asesorar y guiar la Sociedad; premiando la inteligencia, el estudio o la verdadera genialidad. Y sobre todo; sin pensar que el juicio de valor más importante es la opinión general; pues si así fuera, habríamos de considerar que como mejores alimentos: Los dulces, los helados, las patatas fritas, las copitas y las "grasitas".
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TAL COMO VENIMOS HACIENDO, INCLUYO MI MÚSICA PARA
LOS SEGUIDORES QUE QUIERAN ESCUCHARLA,
al haber superado los trescientos mil lectores nuestas páginas de:
-TARTESSOS Y LO INVISIBLE EN EL ARTE más de 235.000 lecturas
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-LEYENDAS DE LA MOTA DEL MARQUÉS más de 21.000 lecturas
-SOBRE LOS TEXTOS IBÉRICOS (dos blogs) más de 35.000 lecturas
-DE CNOSSOS A TARTESSOS más de 7000 lecturas.
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De tal manera, incluimos mi música para todos los interesados.
En primer lugar podremos oir PLÉYADES, sexto movimiento de los doce que tiene mi ballet TARTESSOS, compuesto y terminado cuanto estaba en La Mili en Sevilla, en 1982 (grabación en semidirecto en Japón 1991). PULSAR SOBRE:
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Tras lo que invito a mis lectores a oir, la primera parte de MAEBASHI (LUZ); una de mis últimas obras. Suite de guitarra que también consta de doce movimientos, compuesta entre 2010 y 2011, dedicada a la ciudad en la que vivo (en Japón). En grabación semidirecta en Japón, pueden escuchar las tres piezas de la primera parte: LUZ (Atardecer, Amanecer y Luz de Maebashi).
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