sábado, 14 de noviembre de 2020

JOSÉ CIMA Y SU ÉPOCA; “COLLOTO Y SUS EMPRENDEDORES” (parte cuarta).


Deseo dedicar este trabajo a Francisco Bustamante Alonso; cuyas importantes crónicas y libros sobre Colloto, han logrado recuperar gran parte del pasado ovetense. Quien entre sus muchas aportaciones a la Historia de Oviedo, ha conseguido revivir la memoria de mi bisabuelo, José Cima; manteniendo su recuerdo de un modo que ningún otro familiar hizo. Por cuanto, los sucesores de Cima y de los Fernández-Roces, deberemos agradecer siempre a Francisco Bustamante, esa enorme labor documental desarrollada durante años. Una obra y estudios que me llevan a considerarle el mejor descendiente de mi bisabuelo -José Cima- y de su sobrino -Pepín Rodríguez-; pues en Colloto, todos somos familia.

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DEBIDO A LA EXTENSIÓN DEL ESTUDIO, SE HA DIVIDIDO EN CUATRO PARTES, INCLUYENDO UNA ENTRADA MÁS PARA LAS CITAS A PIÉ DE PÁGINA.

ESTA ES LA CUARTA PARTE.

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SE RECOMIENDA MANTENER LA PÁGINA DE CITAS ABIERTA, MIENTRAS SE LEEN LOS CAPÍTULOS (PARA CONSULTAR A LA VEZ EL TEXTO).

EL ARTÍCULO puede leerse enteramente o bien de forma resumida (siguendo las letras destacadas en rojo y la negrilla).


SOBRE ESTAS LINEAS: Portada del libro de Bustamante Alonso, “COLLOTO, APUNTES HISTÓRICOS”; en que nos hemos basado para el breve esbozo histórico que vamos realizando. En la imagen, el antiguo puente románico, de origen romano.


F ) COLLOTO Y SUS EMPRENDEDORES:

F – 1 ) COLLOTO:

Para desarrollar este capítulo, nuevamente acudiremos a nuestra inevitable fuente; el cronista del lugar, Francisco Bustamante Alonso. En sus libros podemos encontrar diversas reseñas históricas que muestran la importancia y antigüedad de ese pueblo; que fue una pedanía de Oviedo hasta el siglo XIX (cuando se convierte en un barrio de la capital). Para comenzar este epígrafe, presentaremos unos breves apuntes sobre la Historia de Colloto (siguiendo las publicaciones de Bustamante). Aunque nuestra intención es centrarnos -más tarde- en el relato de los grandes emprendedores y empresarios nacidos en este lugar; recogiendo preferentemente la historia de aquellos que tuvieron una relación de amistad o familiar, con mi bisabuelo José Cima. No pudiendo extendernos demasiado, ya que sería imposible incluir en nuestro breve trabajo a todas las personas valiosas originarias de Colloto. Una pequeña villa cerca de Oviedo, que hace cien años apenas contaba con dos mil habitantes; pese a lo que fue cuna y lugar de descanso de múltiples artistas e intelectuales, y sobre todo, de grandes empresarios.


F1 – a ) Breve referencia al pasado de Colloto:

Para redactar estos párrafos, nuevamente resumiremos los datos que Francisco Bustamante facilita en dos de sus libros: “Colloto apuntes históricos” y “El sueño de un indiano” -ver citas (7) y (10) -. En ellos, nos dice primero el cronista, que la localidad se sitúa a unos cuatro kilómetros del centro de Oviedo y que “Hasta comienzos del siglo XX se consideró una aldea eminentemente rural, donde se aposentaron algunas familias potentadas a partir del siglo XVIII. Aunque en su historia más remota se encuentran hallazgos romanos”. Para seguir narrando que en la cripta de Santa Eulalia, se localizaron restos del primer cristianismo (42a) .


Pasa más tarde a mencionar que el antiguo nombre de Colloto fue hasta el siglo X Tuxiua; un topónimo que no hemos podido encontrar registrado en los nomenclators que he estudiado -tal como expongo en cita (43) -. Acerca de este dato, añadiré que la voz Tugis o bien Tugius, prevalece en lugares iberos relacionados con grandes ríos o agua. Como sucede en el nacimiento del Guadalquivir, donde se halla la famosa Toya (Tugia antigua) y Tucci (Tejada la Vieja, la antigua Úbeda). A mi juicio, si Colloto se denominó Tuxiua hasta el siglo X ; su topónimo procedería del radical indoeuropeo (celta) “Tux”, “Tax”, que señala un lugar de aguas. Tal como sucede en “la Toja” de Galicia, en Toya (del Guadalquivir) o en el propio río Tajo. Sobre este primer nombre de Colloto y las fuentes que lo mencionan; explica Bustamante Alonso que en “la diplomacia ovetense” se cita la iglesia de Tuxiua en el año 950. Pasándose a llamar más tarde “Collis Altus” (alta colina), lo que derivó hasta Colloto (42b) .


SOBRE ESTAS LINEAS: Portada del libro de Bustamante Alonso, “COLLOTO, APUNTES HISTÓRICOS”; otra fotografía, en este caso con el edificio de la cervecera Águila Negra.


Sigue hablando el autor, sobre puente románico; entre cuyas piedras se halló un tesoro de denarios, lo que llevó a considerarlo de época romana. Fechándose así, la fundación de este lugar en tiempos de la conquista de Augusto -al menos-. Pasará luego a relatar la historia más reciente de Colloto; narrando que durante el siglo XVIII se instaló en el barrio cercano de Granda, la familia Méndez-Vigo; terminando su casona en 1798 (conocida como palacio de Viñona). El siglo XIX comenzará en la zona con la terrible batalla del puente de Colloto, donde los franceses destruyeron prácticamente el pueblo; cuando sus habitantes ofrecieron una heróica resistencia (pretendiendo que el invasor no cruzase el río). Tras lograr expulsar a los de Napoleón, vendrán duros decenios, en los que se suceden varias epidemias de cólera y malaria (años 1833, 1854, 1855, 1865, 1885 etc); además de guerras civiles -las Carlistas-. Pese a todo, hacia 1850 el lugar se puso de moda como pueblo de veraneo y paseo, entre los ovetenses; abriéndose en sus calles numerosas tabernas (42c) . Sobre ello escribe Bustamente Alonso que “esta pequeña villa a mediados del s. XIX fue el punto de encuentro de gente distinguida, gracias sobre todo a las familias Méndez Vigo, Coello, Tineo o los Suarez-Inclán (42d) . Seguramente debido a las continuas visitas de importantes emprendedores y viendo las enormes posibilidades de un punto tan cercano a la capital, en “1863 varios potentados crean la sidra Princesa en Colloto. Al igual que la industria de cervezas El Aguila fue impulsada por el marqués de Canillejas -la familia Veterra que tuvo extensas posesiones en Colloto-” (42e) . Siendo este un comienzo fulgurante para que desde entonces se abrieran allí innumerables fábricas de bebidas, lagares y puntos para degustar las viandas y sidras que se preparaban en esta localidad (convertida ya en un divertido barrio de Oviedo).


Es desde la segunda mitad del siglo XIX, cuando se establecen numerosas familias importantes en Colloto, abriendo allí fincas y casonas como segunda residencia; entre las que destacaron los Suárez-Inclán, los Coéllo y los Tineo. Aunque el gran progreso vendrá gracias a las personas oriundas del lugar, que marchan a “hacer las Américas” y regresan ricas. Son los mal llamados indianos; pues estos que salen en el siglo XIX ya no iban a “las Indias occidentales”, sino a países que habían logrado recientemente su independencia -o bien hacia colonias políticamente muy inestables, que se separan de España a fines del XIX-. Así pues, aquellos emigrantes asturianos del Atlántico decimonónico, son los que yo denomino asturindianos; y muy poco o nada, tenían que ver con los indianos de antaño. Los anteriores viajeros a América y llamados de hilo negro; que vivieron gobernando una población pacífica o esclavizada. Muy por el contrario, los que salen desde el Cantábrico en el siglo XIX, van a territorios inestables; huyendo del hambre o de las enormes pandemias que asolaron el Norte de España (cólera y malaria, principalmente). No eran ya militares, ni menos grandes potentados; tal como fueron los verdaderos indianos de los siglos XVII y XVIII. Sino gentes humildes que marchaban escapando de enfermedades o debido a una situación económica muy precaria. Quienes, con su trabajo e ingenio, lograron no solo hacer fortuna; sino, además, que la economía española de fines del siglo XIX pudiera sobrevivir. De este modo fue como varias familias de Colloto lograron llevar a cabo su sueño americano, regresando ricos o creando un emporio de industrias; lo que promovió el progreso en la época.


Por su parte, desde mediados del XIX nacieron numerosos emprendedores en la zona; abriendo en Colloto múltiples empresas, como la de Sidra Princesa (fundada en 1868). Dando origen a otras marcas, que posteriormente surgirían en este pueblo; donde pronto se multiplican otros lagares, como el de la familia Norniella y destacando desde 1882, el de Cima. Cuyas industrias fundó José Cima en 1875, tras inventar un método de champanizar propio, que le permitía exportar esta bebida a ultramar. Otros datos que aporta Bustamante acerca de este tiempo, se refieren a la fecha en que se instala el teléfono en Colloto; colocando su primer aparato en la fábrica de Cima (en 1888). De igual modo, lo vino el tren; que llega en el año 1891 y en cuyo viaje inagural estaba Anselmo González del Valle Carvajal. Empresario e intelectual y consejero de la empresa de ferrocarriles asturianos; que -como sabemos- era nacido en La Habana, pero collotense de origen. Pocos años después de aquel hito ferroviario; también Anselmo González del Valle y otros socios emprendedores, deciden abrir la fábrica central de cervezas Águila Negra (en el antiguo solar de Sidra Princesa). Inagurada desde 1900 en un gran edificio, que ha sobrevivido al paso del tiempo y que recientemente se ha restaurado con muy buen criterio.






SOBRE, JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS:
Tres fotografías del llamado palacete del Cajigal de Colloto (Calle Real, 43) -la imagen en blanco y negro, tomada del blog de Bustamante “Colloto en el recuerdo”-. En opinión de este autor, es obra de J. M. de la Guardia terminada haca 1903; el mismo arquitecto que realizó las escuelas de Pepín Rodríguez y el Gran Laboratorio de Cima.






JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS:
dos recortes de periódico que me envió Bustamente, con anuncios sobre Colloto, donde vemos algunos de sus edificios. Al lado, publicidad del colegio George Washington, en los que se anuncian sus sedes en Colloto, en los chalets de Pepín Rodríguez.

Abajo, una reseña con fotos en las que de nuevo vemos las escuelas y el chalet de Pepín Rodríguez.




JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS:
dos fotografías tomadas del blog de Bustamante Alonso, Colloto en el recuerdo. Al lado, imagen antigua del acueducto que llevaba agua hasta este pueblo.

Abajo, una postal de principios del siglo XX con el edificio Águila Negra, de Colloto.





JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS:
dos imágenes de las calles de Colloto, donde aún se conservan algunos lagares y casas de pueblo, de los siglos XVIII y XIX.




F1 – d ) Los asturindianos :

Realizamos una pequeña parada, antes de centrarnos en los emprendedores nacidos en Colloto; para exponer ciertos conceptos que debemos dejar muy claros. Pues -a mi juicio- la emigración desde Asturias a América, no es un hecho que podamos definir como propiamente “indiano”. Sino, consistió en una huida hacia tierras mejores, en cuyo tránsito muchos lograron hacer fortuna. Pero no del modo común en que se enriquecieron los indianos; pues la llegada a ultramar de miles de asturianos propició grandes avances en todo el otro lado del Atlántico, junto a progresos e industrias. Es decir; aquel “éxodo” no fue nunca una ocupación colonial, donde una “casta” acomodada se establece en tierras allende los mares, para explotar sus recursos. Sino de gentes que emigran, huyendo de la pobreza y de enfermedades; quienes al ver tantos recursos en lugares de ultramar, logran crear empresas, industrias, trabajar y dar trabajo. Por su parte, aquellos que partieron -muchos en condiciones ínfimas- se mantuvieron siempre fieles a la corona y a España, enriqueciendo su balanza de pagos e importando a nuestro país riqueza y cuanto tenían. Sin perder jamás los lazos con su lugar de origen, ni menos traicionarlo; como tantas veces les propusieron. Pues de haberse alzado como una nueva clase alta y criolla en ultramar; hubieran logrado una independencia, siendo ellos la única cabeza y gobierno, de las tierras en que se habían asentado.


Es así como podemos leer las siguientes palabras en la tesis doctoral de Ma.Magdalena Fernández-Peña y Bernaldo de Quirós La oligarquía indiana, Asturias-Cuba: Opinión pública y propaganda" -ver cita (15) -:

el número de aquellos que partieron a “hacer las Américas”, entre 1880 y 1930 podrían rondar alrededor de los tres millones y medio de personas. (...) Se asocia el término “indiano” con riqueza, pero sólo una minoría alcanzó el triunfo, una gran mayoría fracaso en dicho intento. A esa minoría la denominamos: oligarquía indiana. (…) La oligarquía indiana fue el grupo dominante en Cuba. Intervino en todos los asuntos públicos de la colonia y de la metrópoli, directa o indirectamente. La mayoría de sus miembros integraron el Partido Unión Constitucional, y se opusieron a cualquier proyecto reformista que menoscabase su poder. Su instrumento de poder fue el Cuerpo de Voluntarios. Su influencia trascendió todas las esferas de la sociedad de su tiempo: economía, política y sociedad. Fueron la “vanguardia de la españolidad” de Cuba. Jamás se plantearon la independencia de la Isla, permanecieron fieles a la Corona y no repararon en gastos para lograr la permanencia de la soberanía española. Consumado el Desastre su influencia fue decisiva para lograr el respeto a los bienes de los españoles durante el gobierno de intervención de los Estados Unidos. Hasta que España mandó un representante diplomático oficial, casi un año después de la derrota en Santiago, fue un indiano quien ostentó la Representación oficial de España en la Cuba intervenida”. (45a)


Los indianos fueron los protagonistas de los cambios más importantes del sector económico, y merced a ellos y sus actividades políticas, económicas y sociales, transformaron la sociedad cubana y española en los años finales del siglo XIX. Gracias a su experiencia ultramarina, y a las remesas de capital después del 98, se produjo una modernización de España, en diversos sectores: bancario, industrial y otros. Su contribución fue decisiva en la educación. Merced a sus donaciones se creó una amplia red escolar, cuya mayor consecuencia fue el aumento de la alfabetización, lo que a la postre redundó en el bienestar del país. Los indianos aportaron nuevos usos y costumbres, y una característica arquitectura colorista y moderna que modificó el paisaje. (…) No es posible comprender el desarrollo de España, y en especial de Asturias, a finales del siglo XIX y principios del XX, sin tener presente la repercusión del gran flujo migratorio hacia ultramar, y de una minoría, llamada oligarquía indiana que ocupó el vértice de la pirámide económica y social”. (45b)


Vemos en los párrafos anteriores el enorme mérito que tuvieron estos “indianos” del siglo XIX, emigrados a ultramar por millones durante el sigo XIX; a quienes se debió gran parte del progreso y la riqueza de España en esta centuria (tan dura para nuestra nación). Pese a ello, el término indiano se reacuñó como una expresión peyorativa desde 1850, determinando a gente “avara y nuevo rica”; que muchos despreciaban en tierras peninsulares. Todo ello, quizás debido a lo que siglos antes eran los verdaderos indianos; nos referimos familias -de armadores y hasta de piratas- que fueron a las Américas, durante los siglos XVII y XVIII, con el fin único de enriquecerse. Gentes que parten hacia ultramar teniendo una gran riqueza familiar y que no pretendían en su viaje hacer fortuna, sino multiplicarla. Siendo estos, los verdaderos “indianos”; para quienes se acuñó el término, como explotadores de las Indias Occidentales (América). Consistiendo esos emigrados del siglo XVII y XVIII; fundamentalmente en sagas de millonarios armadores (de Andalucía o del Mediterráneo) y en familias anglo españolas, a quienes la corona les otorgó el monopolio de ciertos cultivos. Sin apenas conexión ni relación, con los otros que durante el siglo XIX tuvieron que embarcar desde los puertos del cantábrico hacia América; huyendo del hambre y de las epidemias. Sobre quienes Ma. Magdalena Fernández-Peña relata el viaje marítimo que realizaban, en muy precarias condiciones (tal como recogemos después de las imágenes).



ENCIMA Y BAJO ESTAS LINEAS: Arriba, portada del libro de fotografías sobre Asturianos en América (1840-1940) editado por el Museo del Pueblo Asturiano (Gijón), al que agradecemos nos permita divulgar las imágenes. En la fotografía de 1905, un camarero emigrado desde Asturias a Argentina.

Abajo, foto de J.Muros (1910), emigrantes asturianas trabajando en hispano-america. Observemos la gran belleza de las telefonistas; un rasgo común entre quienes marcharon hacia el otro lado del Atlántico, que tenían un magnífico aspecto -fotografía publicada por el Museo del Pueblo Asturiano (Gijón), al que agradecemos nos permita divulgar las imágenes-.




SOBRE Y BAJO ESTAS LINEAS: Arriba, foto tomada por la casa “Roma”; tío y sobrino emigrantes a Rosario (Argentina), hacia 1910 -publicada por el Museo del Pueblo Asturiano (Gijón), al que agradecemos nos permita divulgar las imágenes-. Como dijimos en nuestra parte segunda, el poder de los indianos se basaba en dos principios; Secretismo y Sobrinismo, que explicábamos con las siguientes palabras: El “sobrinismo” se llevaba a cabo cuando los hacendados salían adelante como grandes empresarios y no llevaban a sus hijos a Cuba para que se hicieran cargo de los negocios familiares. Sino, ese trabajo, pasaba normalmente a “los sobrinos”; preferentemente hijos de hermanas, que en muchos casos eran huérfanos o los más capacitados de la parentela -aunque nacidos pobres-. Así, los industriales de éxito, elegían a los sobrinos listos y con mayores necesidades, proahijando esos niños que se llevaban a la isla, para formarlos.

Ello, tejía un entramado compuesto por primos y tíos, que cubría como una tela de araña el ámbito de negocios en el Caribe; siendo finalmente unos pocos quienes se enteraban de aquel urdido familiar -pues los apellidos cambiaban, al ser hijos de hermanas e incluso al hacerse llamar de otra forma, esos proahijados-. A su vez, el “sobrinismo” originaba la segunda característica entre los astur-indianos, como fue “el secretismo”. Un secreto en sus negocios y vidas, que también se manifestaba de dos maneras: Primero, sin reconocer los lazos familiares que les unían; en una trama de parentela que lograba a dominar ciertas parcelas económicas de un modo monopólico. Por otro lado, escondiendo todo lo referente a la empresa. Pues el negocio era ciertamente simple y se basaba principalmente en ganarse la confianza de comerciantes europeos (sobre todo anglosajones); a los que nunca se engañaba. Bastando ser honrado, puntual en las entregas y serio en el trato de la mercancía; para conservar durante decenios la clientela (en una gran mayoría, de Estados Unidos).

Abajo, pasajeros descendiendo del vapor Alfonso XIII, en el puerto de Gijón (1920) -imagen del Museo del Pueblo Asturiano (Gijón), al que agradecemos nos permita divulgar las imágenes-



Sobre los pormenores de estos viajes hasta América, la autora de la tesis que comentamos, escribe:

Respecto a los botiquines que llevaban a bordo, estos era básicos. Contenían: calmantes, purgantes, medicinas para aliviar las fiebres, para infecciones respiratorias, antiparasitarios y otros remedios más populares como polvos de asta de ciervo, la piedra infernal, sanguijuelas, entre otros (...)

En cuanto a la alimentación que se servía, era una dieta pobre. El aguardiente era habitual en el desayuno, servido con pan o galleta llamada “bizcocho de mar”, junto con sopas de ajo. En el almuerzo, se ofrecía cocido de habichuelas con tocino y patatas, que se alternaban con garbanzos, o arroz con bacalao. La cena era muy parecida, con predominio de sopa y un café antes de dormir. La carne era muy escasa, y en salazón, sólo se servía en alguna ocasión puntual. Existía una dieta para los enfermos consistente en caldo y puchero de gallina y jamón, habitual en la Armada española. Las frutas apenas se mencionan, y en cuanto a los productos lácteos tan sólo se nombra al queso.” (…)

La visión de esa Cuba ideal descrita como, “un país fabuloso, de onzas de oro, de centenes, de montañas de azúcar” se desvanecía ante sus ojos. La realidad era poco halagüeña. Se encontraron un país diferente al soñado donde el calor era algo insoportable para gentes acostumbradas a las brumas del Norte. Con enfermedades desconocidas como la fiebre amarilla o vómito, el paludismo, la malaria y el llamado“gusto cubano”. Al margen de los inconvenientes, los jóvenes emigrantes lograron adaptarse a ese país, a sus costumbres, y algunos lograron fortuna.” (45c)


Las palabras anteriores de Ma.Magdalena Fernández-Peña, explican en qué condiciones viajaban los “asturindianos” y qué fue lo que hallaron, después de dejar atrás todo cuanto tenían; marchando en un durísimo viaje. Una travesía que en ocasiones duraba meses; pues debían ir tocando distintos puertos y comprando diversos pasajes, con el fin de llegar hasta el punto de Iberoamérica en que residían sus familiares o amigos. Tras su llegada, debían bregar con guerras, enfermedades y problemas de todo tipo; adaptándose al agua, las comidas y el clima del lugar, lo que era una verdadera proeza. Refiriéndonos a Cuba, desde 1868 las guerras no cesaron hasta su independencia. Primero, la de los diez años (desde el 68 al 78) y tras ella, la denominada “Guerra Chiquita”; que en varias fases, perdura hasta 1898. Cuando Estados Unidos interviene y se entra en la conflagración hispano-americana España (produciéndose El Desastre). Pese a todo, los asturianos logran pervivir y sobrevivir en esta Isla, gracias a su capacidad de adaptación y al beneficio que proporcionaban a la población autóctona. Ya que la emigración “aturindiana” buscaba generar empresas, sin necesitar mano esclava; debido a que los trabajadores cautivos no podían producir artículos de calidad o de lujo, como ellos fabricaban (principalmente el tabaco, que precisa de mano de obra cualificada). Así pues, la llegada de los “asturindianos” era la solución a la abolición de la esclavitud; porque las fábricas e industrias que ellos creaban en Cuba, daban gradualmente trabajo a todos aquellos que poco a poco se iban liberando. Sobre esto, escribe también la referida autora:

La abolición de la esclavitud en 1886, trae como consecuencia inmediata el declive del mercado azucarero, pero aumenta la demanda en otros sectores como infraestructuras y otros ámbitos portuarios controlados por comerciantes peninsulares. A este grupo, dentro del grupo propeninsular, es a lo que vamos a denominar a partir de ahora como oligarquía indiana, porque no dejan de ser en su raíz el típico indiano llegado de la Península a “hacer las Américas”. Pero además de eso, o por esa razón, se constituyen en una oligarquía, un poder en la sombra en la defensa de la soberanía española (...) Nuestra tesis es que el indiano español, no sólo fue a hacer fortuna, que la hizo, sino que fue un generador de riqueza en la isla. Además, permaneció y defendió la postura española, durante y después del Desastre. Sabemos de su participación en las conversaciones de Paz, y también que pudiendo regresar tras la derrota, continuaron en Cuba. Cuando el último capitán general Jiménez Castellanos abandona Cuba, nombra a uno de estos miembros de la oligarquía indiana, como el representante español” (45d)




SOBRE JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS:
Tres imágenes del Centro Asturiano de La Habana; obra de Manuel del Busto, finalizada en 1927. Arriba, foto de su exterior tomada poco después de inagurarse. Sobre él nos dice Ma.Magdalena Fernández-Peña: “De todas las sociedades asistenciales, el Centro Asturiano es el paradigma de beneficencia de los emigrantes asturianos en Cuba. La idea de crear un Centro Asturiano no partió de la oligarquía indiana, sino de un grupo de trabajadores asturianos de una fábrica de tabacos, quienes se reunieron a principios de mayo de 1886 (....) Así nació el Centro Asturiano de La Habana, más conocido como Casa de Asturias. Se fundaría el 16 de mayo de 1886 como consecuencia de ciertas desavenencias dentro de su predecesora la Sociedad Asturiana de Beneficencia, a la que algunos miembros tachaban de “inoperante”. Dichas discrepancias llegaron a la prensa, El Heraldo de Asturias tomó parte en ellas e instó a crear un nuevo centro a semejanza del recién Centro Asturiano de Madrid, inaugurado en 1882” (45e) . 
Al lado y abajo, dos imágenes del interior del Centro Asturiano de La Habana. El antiguo edificio donde se ubicaba esta entidad, fue el palacio de los González del Valle; pero en 1920 se decide crear una nueva gran sede, encargando la obra al arquitecto nacido en esta ciudad, Manuel del Busto (y realizada entre 1923 y 1927). Sobre acerca de esta entidad, escribe la referida autora:El Centro Asturiano, más conocido como “Casa de Asturias”, era un soberbio edificio tanto desde afuera como en su interior. Desde la entrada principal se accedía directamente por una gran escalinata de mármol - similar a la de la Ópera de París - a un Salón de Fiestas muy lujoso y práctico al mismo tiempo. Incluía salas para las oficinas, para juntas, para diversos juegos: billar, dominó, y otros, además de otro local para un chigre. También poseía una gran biblioteca, y locales para impartir clases de primera y segunda enseñanza para los hijos de los socios” (45f)



Sobre el “sobrinismo” y las familias que dominaban aquella oligarquía antillana, sigue comentando Ma. Magdalena Fernández-Peña:

A pesar de la endogamia existente entre sectores de la élite antillana (hacendados y comerciantes) por lo que pudiera hacernos pensar que el poder pasaba de padres a hijos, no siempre es así. Sí es cierto que existieron grandes sagas familiares, pero entre el final de la Guerra de los Diez Años (1878) y el principio de la última guerra por la independencia (1895) se produjo un relevo, no sólo generacional -de padres a hijos- sino que se incorporan a la elite nuevos personajes (...) dedicados a la banca, al comercio del tabaco o del azúcar como Leopoldo Carvajal y Zaldúa, Anselmo González del Valle y otros. Una de las principales actividades de los indianos fue el crédito (...) En 1887 nace la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de la Isla de Cuba: “mediante la cual la clase dominante insular se articulaba global y sectorialmente”. Ven con temor las revueltas separatistas, se oponen ante cualquier atisbo de reforma que merme su status quo. Esto explica los enormes desembolsos que realizaron para que Cuba permaneciese bajo el manto de la Corona española.” (…) “Hacia 1880, los asturianos se convierten en el grupo de emigrantes más numeroso de la isla, con gran influencia en el terreno socio-económico. Esta colonia logró el mayor número de asturianos fuera de la región, hacia la segunda mitad del siglo XIX. Los asturianos en Cuba, constituyen una organización social, política y económicamente poderos.” (45g)


Acerca de la enorme función económica que realizaron estos emigrados desde Asturias a América, nos dice Ma. Magdalena Fernández-Peña:

Las remesas de ultramar ayudaron a equilibrar la maltrecha balanza de pagos española con el exterior. Este gran impulso inversor produce la creación, entre 1899 y 1903, de aproximadamente doscientas cuarenta y cinco sociedades anónimas. Además, conviene resaltar las obras personales de aquellos indianos. Su importancia va más allá de una mera inversión de carácter económico. Otras inversiones menos reconocidas, son las realizadas en el plano profesional, pues los indianos, aportaron la especialización en los negocios bancarios y en las casas de comercio, actuando como intermediarios. Muchos bancos fueron creados por ellos: las casas Masaveu, Herrero, Florencio Rodríguez (Banco de Gijón y Banco Hispano-Americano), Pastor, Alfaro (Alfaro y Jover), Vidal Quadras. Las casas de banca asturianas pagaron giros americanos de aproximadamente noventa millones de pesetas, casi todos en Cuba, hasta 1898. El impacto del conflicto sobre estas remesas es enorme. Cuando estalla la guerra independentista, en 1895” (45h)


Finalmente recogemos en un párrafo cuanto expresa esta autora sobre la difícil situación que vivían esos indianos de Asturias; quienes mantuvieron sus negocios y empresas, mientras se sucedían guerras, batallas y hasta derrotas. Llegando a crear bancos en momentos de luchas militares, logrando los indianos mediar entre Estados Unidos y España; sobreviviendo económicamente a todo tipo de problemas. Lo que Ma.Magdalena Fernández-Peña describe así:

Advertimos como ni la guerra hispano cubana norteamericana, ni su final, causaron detrimentos graves en la estructura económica de producción de Cuba. Desde 1899, se produce un notable cambio en el sector bancario, es el momento de mayor auge inversor en Asturias. Nacen importantes sociedades anónimas de crédito, las más importantes por su trayectoria fueron: el Banco Herrero y el Banco Asturiano. Como hemos visto los indianos habían destacado como grandes banqueros, la mayoría de las llamadas “casas de banca” de Cuba pertenecían a miembros de la oligarquía indiana. Ahora, introducen nuevos métodos en el sector derivados de su experiencia ultramarina.” (45i)


Al leer de nuevo algunos párrafos de la tesis doctoral de Ma. Magdalena Fernández-Peña; observamos que los indianos fueron quienes salvaron España tras “El Desastre”. No solo por su intervención como mediadores con Estados Unidos y las antiguas colonias; sino principalmente, porque lograron recuperar el entramado empresarial existente en aquellas tierras de ultramar. Creando en tan solo cuatro años (tras la guerra hispano-americana), más de doscientas sociedades anónimas, que reflotaron toda la economía española. A ello, se sumaron los numerosos bancos que nacen por entonces en Asturias; en su mayoría orientados a tender un puente entre ultramar y nuestra Península. Logrando en tan solo diez años (desde 1998), que España volviera a ser una potencia económica. Levantando nuestro país los emporios y ese mercado “indiano”; cuya base se hallaba en puertos como Gijón o en ciudades como Oviedo. Desde donde se reflota una nación que en 1998 había perdido una guerra contra Estados Unidos y las últimas posesiones de ultramar; pero que en tan solo una década se recuperó como potencia y como economía mundial. Convirtiéndose en 1910 en una de las grandes naciones, que vuelve a liderar Europa (después de haber quedado devastada y hundida, tras El Desastre).


BAJO ESTAS LINEAS: Mapa de algunas familias originarias de Colloto, que lograron emprender grandes empresas. Recogemos las que se relacionan con José Cima. En su parte alta vemos a los Fernández-Roces García (Bárbara, Pedro y Antonio); nacidos hacia 1780. Antes de 1820, Bárbara se casa con Juan Antonio Gónzález de Valle González-Cocote, nacido en San Claudio en 1772. En 1820, Bárbara y Juan Antonio tienen solo un hijo: Anselmo González del Valle Fernández-Roces; por entonces emigran temporalmente a Cuba (donde ya estaban establecidos algunos Fernández-Roces). Este hijo único, llamado Anselmo se casa con la heredera de tabacos Cabañas y González Carvajal; con la que tuvo tres hijos, de los que vivieron dos: Anselmo y Martín González del Valle y González-Carvajal. Otras ramas nacen desde Pedro y Antonio Fernández-Roces García (hermanos de Bárbara). Una de ellas confluye hasta Pepín Rodríguez Fernández-Roces; a través de los Fernández-Roces Cimadevilla. La siguiente va hacia José Cima y su mujer; hija de Pedro Fernández-Roces Cima. Desde José Cima y Josefa Fernández-Roces nacen cinco hijas y un chico (Arturo), de donde proceden las familias: Vallaure Cima; Jove Cima; de las Alas-Pumariño Cima; Carreño Cima; Gómez-Morán Cima.



BAJO ESTAS LINEAS: Parte izquierda del mapa familiar anterior. Donde vemos los Fernández-Roces Cima y los descendientes de José Cima.



BAJO ESTAS LINEAS: Parte derecha del mismo mapa que hemos visto completo en imagen primera. En este lado hemos seleccionado las dinastías tabaqueras: Los González del Valle; los Fernández-Roces y su último gran emprendedor: Pepín Rodríguez Fernández-Roces.




F1 – c ) Emprededores de Colloto:

Hablaremos tan solo de aquellos que se relacionan con José Cima. Pues resulta imposible mencionar cuantas personas valiosas nacieron en esta pequeña villa, cercana a Oviedo. Siendo así, recogeremos algunos aspectos y vidas de los grandes emprendedores de origen collotense, que tuvieron contacto o parentesco con mi bisabuelo. Nos centraremos primero en Anselmo González del Valle y Fernández-Roces; y más tarde desarrollaremos una notas sobre la vida de sus dos hijos: Anselmo y Martín González del Valle Carvajal. Finalmente trataremos algunos aspectos sobre Pepín Rodríguez y sus tíos Fernández-Roces; siguiendo la biografía que escribió Bustamante Alonso -ver cita (10) -


I - Las familias González del Valle y Fernández-Roces:

Sabemos que los Fernández-Roces eran oriundos de Colloto, precisamente del lugar homónimo de este municipio. Se sitúa Roces en el alto de la ladera Oeste, que desde el centro del pueblo, sube hacia los antiguos prados de Villameana. Siendo hoy todo ello, un magnífico barrio residencial en las cercanías de Oviedo (pleno de chalets, cuyas primeras construcciones datan con más de siglo y medio de solera). Acerca de esta familia procedente de Roces, tenemos noticia de que eran tabaqueros ya en el siglo XVIII. Siendo una de las figuras que más destacó, Tomás Fernández-Roces y Valdés, nacido en Roces el año 1731; quien casado con María García (venida al Mundo en Limanes hacia 1740) fueron padres de diez hijos, entre quienes se recuerda a Pedro, Antonio y Bárbara (la menor), que emigran a Cuba. Bárbara Fernández-Roces García lo hace tras su boda con Juan Antonio González del Valle y después de haber tenido a su hijo Anselmo (1820). Sus dos hermanos se supone que ya estaban asentados en la isla y que por ello se traslada el matrimonio hasta La Habana. Aunque también debido a que había varios González del Valle viviendo en el otro lado del Atlántico desde 1780; trabajando como catedráticos, juristas, tabaqueros y médicos -tal como más adelante veremos-.


Continuando con los Fernández-Roces García (Bárbara, Pedro y Antonio), sabemos que su descendencia se compone de varias estirpes. De la unión entre Bárbara y Juan Antonio González del Valle, solo se recuerda un hijo (que no fallece en su infancia) llamado Anselmo; quien llegó a ser uno de los mayores tabaqueros del Caribe, además de consejero y propietario de casi la totalidad de los ferrocarriles cubanos en su época. Principalmente lo logra tras casarse con Ma. Jesús González-Carvajal, heredera de la marca de puros “Cabañas y Carvajal”. Ambos tuvieron tres hijos, de los cuales sobrevivieron la infancia Anselmo y Emilio Martín (cuyas vidas resumimos a continuación). En lo que se refiere a los descendientes del resto de Fernández-Roces García, estos fueron (entre otros) los Fernández-Roces Cimadevilla; destacando entre ellos Antonio, Manuel y Pedro. Todos tabaqueros asentados en la Habana, que trabajaron para su primo Anselmo González del Valle Fernández-Roces, como hombres de mayor confianza (en la fábrica de Cabañas). Acerca de ello, nos dice Bustamante -cita (10) pag 123 -: hijos de Francisca Cimadevilla y Pedro Fernández-Roces; el primero fue Pedro, nacido en 1835 que emigra a cuba con unos 15 años. A los pocos años triunfa en el tabaco y pasa el testigo a su hermano Antonio”, que también se hace rico allí. El menor, llamado Gregorio y apodado “gorín” se queda en Colloto ocupándose de los parientes. La cuarta en esta familia, fue Josefa Fernandez-Roces Cimadevilla; madre de un niño cuya inteligencia era prodigiosa; llamado José Rodríguez Fernández-Roces. Debido a que sus padres se encontraban en una mala etapa económica; el pequeño (nacido en 1866) fue llevado por sus tíos Antonio y Pedro hasta la Habana. Quienes al no tener descendencia, le educaron como un hijo; llevándole a los mejores colegios y universidades de Estados Unidos. Convirtiéndose con el paso del tiempo, en uno de los mayores empresarios del tabaco. Este pequeño fue Pepín Rodríguez, gran hombre de negocios y filántropo; famoso dueño de los puros Romeo y Julieta (entre otras marcas).


Otra de las ramas de los Fernández-Roces García (descendientes de Tomás y María) fueron los Fernández-Roces Cima. Quienes se dedicaron a la sidra y no parece que salieron de Colloto a hacer “Las Américas”. Sabemos que tuvieron al menos dos hijos y que el mayor -llamado Pedro (Colloto 1838/1903)- ocupó el asiento de concejal en el ayuntamiento de Oviedo; desde 1966, casi hasta fallecer (citando a Bustamante -ibidem ver antes-). Casado con Cándida Quirós, tuvieron varios hijos; entre los que conocemos a Nicanor, Severino y Josefa. Sobre Severino, sabemos que tenía campos de manzana y un gran lagar, situado frente a la fábrica Cima (en Calle Real). Edificio que es actualmente el restaurante llamado “El Llagar”. Acerca de Nicanor y Josefa, también hijos de Pedro Fernández-Roces; conocemos que la segunda contrajo matrimonio en 1871 con su tío, José Cima. Quien posteriormente crea el emporio de Industrias Cima y cuyo director vitalicio fue Nicanor (hermano de su mujer). Asimismo, José Cima participa desde 1879 en el ayuntamiento de Oviedo como concejal, acompañando primero a su suegro y formando más tarde grupo propio (junto a los hermanos Caicoya y Vigil-Escalera). Llegando a ser acalde en 1930, tras el fallecimiento del que ocupaba ese puesto anteriormente -Antonio Caicoya-; pero principalmente por la necesidad del cabildo porque algún millonario patrocinase las obras de ampliación de la plaza de la catedral. Descienden de José Cima y de Ma. José Fernández-Roces (luego Fernández-Quirós) las familias: Vallaure Cima, Jove Cima, De las Alas-Pumariño Cima, Carreño Cima, Goméz-Morán Cima.




SOBRE, JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS:
Arriba, fotografía publicitaria de los Puros Romeo y Julieta en 1903, con la imagen de sus principales propietarios: Antonio y Pedro Fernández-Roces Cimadevilla; junto a su sobrino “Don Pepín”.

Al lado, edificio del siglo XVIII en Colloto, situado a la entrada a Roces y que la familia considera la casa natal de Pedro Fernández-Roces Cima (suegro de José Cima).

Abajo, subida a Roces, donde se halla el parque de Colloto construido en los terrenos expropiados a los descendientes de José Cima. Se observa en su parte alta, la casa natal de los Fernández-Roces Cima (según mantienen en memoria la familia).



Acerca de los González del Valle, nos dice Covadonga de Quintana en su estudio “Una aproximación a la figura del Marqués de la Vega de Anzo” (53) :

La familia González del Valle pertenece a la nobleza asturiana. En las reproducciones literales de las inscripciones de los padrones de estado del concejo de Oviedo conservadas en el expediente de la Orden de Montesa de Vega de Anzo, que arrancan en 1663 y acaban en 1831, encontramos noticias sobre varios González del Valle empadronados con nobleza durante ese periodo, que debieron ocupar puestos prominentes en la vida local Estaban emparentados varias veces con los Fernández-Villaverde, que más tarde despuntarían también en los ámbitos político e intelectual. De hecho, fue Pedro M.ª Fernández-Villaverde y González del Valle quien influyó notablemente en el despegue social y económico de nuestra línea fuera del ámbito local, pues cuando marchó a Cuba como hombre de confianza del general Jerónimo Valdés Sierra, que había sido nombrado gobernador civil y militar de la isla en 1840, se llevó con él a su primo hermano Anselmo González del Valle y Fernández Roces, de veinte años de edad, que se convirtió en uno de los empresarios más prósperos de La Habana” sic (53).


Sobre los González del Valle y Cuba, narra lo siguiente el blog de Yolanda Corrochano “ASTURIANOS EN LA HABANA” (55) : “La familia González del Valle aparece por primera vez, desde que hay documentos, empadronados como HIDALGOS en el primer padrón que se conserva de 1585 en Yboya, en la parroquia de Santiago de Ambiedes del Concejo de Gozón. Pasan despues a residir a La Reguera donde ya aparecen como hidalgos en el padrón de 1620. Una vez establecidos en Arancés, en el Concejo de Castrillon, son citados como hidalgos desde 1692”. Según narra la autora fueFrancisco González del Valle García, el primero que llega a La Habana” (...) “Nace en Arancés y es bautizado en la parroquia de Santa Maria del Mar (20/4/1762)” (...) “Emigra a La Habana desde donde colabora en el comercio del tabaco con su padre Fernando y su hermano mayor Juan que residía en La Coruña, enviándoles los fardos de tabaco. Llegó también a ser jefe de una acreditada firma de tejidos. Francisco fallece en La Habana el 29-5-1833” . Tuvo diecisiete hijos y sus vástagos más importantes fueron -según la autora-: Manuel, Fernando, Esteban, José Zacarías y Ambrosio; junto a un total de doce hermanos más, cuya historias podemos leer en cita (56) .


II - Anselmo González del Valle y Fernández-Roces (Oviedo, 21 de abril de 1820- Madrid, 29 de noviembre de 1876):

Anselmo González del Valle Fernández-Roces era el hijo único de Juan Antonio González del Valle Fernández-Cocote (San Claudio 1772); casado antes de 1820 con Bárbara Fernández-Roces García (Colloto 1803). Su padre -Juan Antonio- fue un importante hombre de negocios, conocido como empresario. Del que hay noticias que emigró durante un tiempo a Cuba, junto a varios tíos de su mujer (Fernández-Roces) establecidos como tabaqueros en la isla ya a fines del siglo XVIII. Debido a ello hay quienes creen que su hijo, Anselmo, viene al Mundo en La Habana; mientras sus padres residían al otro lado del Atlántico -aunque la Academia de la Historia afirma conocer como fecha y lugar de nacimiento: “Oviedo 1820”-. Para redactar un pequeño esbozo histórico sobre su vida, vamos a resumir la biografía tal como la desarrolla la Real Academia de la Historia (46) y el maravilloso Blog de Juan Alberto Berni, llamado EL COLECCIONISTA DE VITOLAS DE PUROS (47) . Compaginando ambos textos, recogiendo cuanto escriben acerca de este empresario -en cita (48) resumimos los dos artículos-.


JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS: Al lado, retrato al óleo de Anselmo González del Valle Fernández-Roces (imagen recogida del magnífico blog de Juan Alberto Berni: “El coleccionista de vitolas de puros”).

Abajo, dibujo de Anselmo González del Valle y Fernández-Roces, imagen también tomada del blog de Juan Alberto Berni, al que agradecemos nos permita divulgarla.




JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS:
Al lado, fotografía del Centro Asturiano de La Habana, obra del arquitecto Manuel del Busto, terminada en 1927. Hasta entonces, el Centro Asturiano de la capital cubana estaba situado en el antiguo palacio de los González del Valle. Quienes lo habían cedido para crear ese centro que servía como lugar de ayuda, entidad para a búsqueda de trabajo o negocios y hasta de centro médico (existiendo un departamento de medicina que colaboraba con quienes allí acudían, para que les curasen).

Abajo, vitola de Cabañas y Carvajal; imagen también tomada del blog de Juan Alberto Berni “El colecionista de vitolas de puros”, al que agradecemos nos permita divulgarla.



BAJO ESTAS LINEAS: Marca de Anselmo González del Valle, en la tabaquera Cabañas y Carvajal; imagen tomada del blog de Juan Alberto Berni “El colecionista de vitolas de puros”, al que agradecemos nos permita divulgarla.




Sobre Anselmo Gónzalez del Valle y Fernández-Roces; comienza su biografía la Real Academia de la Historia con un encabezado que intitulado: “Tabaquero y mecenas”. Asimismo Juan Alberto Berni, contiene numerosas citas acerca de su vida, lo que nos permite realizar la siguiente cronología:

- 1820: Nacido en este año en Oviedo (según Berni, se desconoce fecha de nacimiento)

- 1840: Se traslada junto a su primo Pedro Ma Fernández-Villaverde y González del Valle a Cuba; cuando Pedro fue destinado como hombre de confianza del Gobernador de la isla. Es de destacar que Pedro Ma Fernández-Villaverde será más tarde catedrático de la universidad ovetense y padre del que ocuparía varias carteras ministeriales; quien finalmente llegaría a presidente del gobierno: Raimundo Fernández-Villaverde.

- 1843: Aparece su presencia en el negocio tabacalero con la refacción de cosechas de vegueros (pagos al propietario) en la hacienda Las Lomas (Vuelta Abajo). En 1843 era dueño de la marca de tabacos “La Integridad”. “Fue uno de los primeros fabricantes de tabaco que se atrevió a entrar en el sector agrícola del cultivo tabacalero, junto con Jaime Partagás, José Cabargas o Joaquín Barreras” (sic 47).

- 1851: Se codeó rápidamente con los mas importantes tabaqueros de La Habana; principalmente con Manuel González-Carvajal y Fernández de la Buria, con cuya hija (María de Jesús) contrajo matrimonio en 1851. Poco después Manuel González-Carvajal introduce a su yerno en el negocio, concediéndole la mayor participación en la explotación de su marca Hija de Cabañas y Carvajal; delegando progresivamente en su persona todos los negocios relacionados con el tabaco.

- 1852: Acerca de su matrimonio, nos dice la Real Academia de la Historia: “María de Jesús, su mujer, había nacido en La Habana en 1838. Su padre era asturiano (Soto del Barco, 1803), y su madre, María de Jesús Álvarez Cabañas, era también habanera. La posición social y económica de la familia era muy brillante. Vivían en un palacete en la Calzada del Cerro, una de las zonas elegantes de las afueras de La Habana, donde eran vecinos, entre otros, de los condes de Fernandina, de Santovenia, de Lombillo, de Peñalver y de Leonor Herrera. Su padre era propietario de la fábrica de tabaco llamada Los Dos Carvajales, junto con su sobrino Leopoldo González Carvajal y Zaldúa, marqués de Pinar del Río y, por matrimonio, marqués de Avilés. Su madre era hija de Francisco Álvarez Cabañas, propietario de la fábrica de puros Cabañas, creada en 1818, una de las de mayor renombre de la época, cuyos puros se vendían en Londres en 1833. En 1848 González Carvajal obtuvo licencia para montar un taller de tabaquería que llamó Hija de Cabañas y Carvajal. Puso al frente del negocio a Anselmo, que participó además como socio capitalista” sic (46).

- 1857/58: Compra la firma de su suegro y se hace con el mercado del tabaco. “Empezó entonces Anselmo a tomar parte en diversos negocios: participó en la construcción de las nuevas vías de ferrocarril dirigidas a Vuelta Abajo, los Ferrocarriles del Oeste; compró una hacienda en Pinar del Río para la cosecha de la hoja de tabaco, compró varios edificios en La Habana y extensos terrenos en Asturias y, en 1858, compró la firma Hija de Cabañas y Carvajal” sic (46).

-1859: Su mujer se fue a vivir a Estados Unidos, dejando a sus hijos al cuidado de su padre. En 1862 muere su suegro. “Hacia 1863, tras el fallecimiento de su hija de seis años (María Mercedes), Anselmo decidió enviar a sus dos hijos varones, Anselmo y Emilio Martín, a Oviedo, quedándose él al frente de sus negocios, aunque viajando frecuentemente a España. Su posición social en La Habana era cada vez más destacada; su situación económica le permitió reunir una importante pinacoteca y dedicarse al mecenazgo: en Cuba, contribuyó a la fundación del Casino Español en La Habana, poniendo a su disposición un edificio de su propiedad que, andando el tiempo, sus herederos venderían al Centro Asturiano de La Habana” sic (46).

- 1862: Fallece su suegro “Manuel González Carvajal en su quinta residencial de la barriada del Cerro en La Habana, dejando a sus herederos una importante fortuna. La testamentaría estipulaba el reparto entre la viuda Da María de Jesús Álvarez Cabañas y los tres hijos de ambos” sic (47).

- 1876: Fallece Anselmo González del Valle Fernández-Roces en Madrid. Acerca de ello nos dice Berni: “Durante toda la década de 1860 y hasta su muerte acaecida en 1876, D. Anselmo González del Valle continuó prosperando en los negocios vinculados con el tabaco, que abarcaban posesiones agrícolas, acciones en ferrocarriles y operaciones de crédito. En 1870 había delegó la gerencia de sus bienes con amplios poderes al comerciante D. Manuel Prendes Hevia. Obtuvo la Orden de Carlos III y cuando se dirigían a él lo trataban de Excelentísimo Señor. El matrimonio tuvo dos hijos, Anselmo y Martín González del Valle y González-Carvajal, quienes a partir de la muerte de su padre en 1876 y hasta el deceso de su madre Doña María de Jesús González-Carvajal el 30 de septiembre de 1.881 en la Habana, heredarían la imponente fortuna que les correspondía por herencia” sic (47).




SOBRE, JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS:
Arriba, dibujo con la efigie de Anselmo González del Valle González-Carvajal, hijo mayor de Anselmo González del Valle Fernández-Roces. Retratado en Oviedo por José F. Cuevas, hacia 1874; cuando Anselmo, acababa de licenciarse Derecho y tenía veintidós años (imagen recogida del magnífico blog de Juan Alberto Berni: “El coleccionista de vitolas de puros” al que agradecemos nos permita divulgarla). Al lado, el palacete de Anselmo González del Valle Carvajal en Oviedo. Se situaba en la Calle Toreno, frente al Parque de San Francisco y fue construido en 1885, bajo el proyecto y dirección de Juan Miguel de la Guardia. Al morir su mujer en 1903, Anselmo González del Valle queda destrozado y decide trasladarse vivir a la Calle Santa Susana. Vendiendo el palacete a Concha Heres; una indiana casada con un tío de ella, llamado Manuel del Valle. Finalmente, el palacio fue adquirido por Pedro Masaveu, que guardaba allí su colección de pianos de cola y utilizaba la casona para dar conciertos privados. El terreno y edificio fue comprado por el Banco de España y demolido en 1978; con la enorme sorpresa de los habitantes de Oviedo, que no podían dar crédito a que el ayuntamiento hubiera concedido el permiso de derribo de tan preciado inmueble. En imágenes más abajo, comento lo que me narró sobre esta casona mi primo Jose Ma. Gómez-Morán; que vivía muy cerca (en la Avenida de Galicia) cuando todavía estaba en pie ese “chalet de Concha Heres”.

Abajo, otra fotografía del palacete de Anselmo González del Valle, conocido en Oviedo como “el chalet de Concha Heres” (su segunda propietaria).



III - Anselmo González del Valle y González-Carvajal (La Habana 26 ctubre 1852 – Oviedo 15 septiembre 1911):

Para recoger los datos más importantes sobre su vida, vamos a resumir la biografía que presentó Fidela Uría en el aniversario de su centenario. Obra ya citada en (19) que resumiremos brevemente, junto a otro texto sobre la contribución a las empresas vitivinícolas de este emprendedor (LA MODERNIZACIÓN DEL VINO DE CANGAS), que recogemos por entero en cita (49) -apuntaremos que en España firmaba como Anselmo González del Valle y Carvajal (prescindiendo del segundo Gónzalez)-.

-1852: Nace en La Habana, hijo primero de Anselmo González del Valle Fernández-Roces y de Ma Jesús González-Carvajal Álvarez-Cabañas. Tuvo dos hermanos (Emilio Martín, que fue nombrado Marqués de la Vega de Anzo) y Ma. Mercedes, que muere de niña. Tras el fallecimiento de su hermana -en 1862- sus padres se separan definitivamente.

-1858: Su padre (Anselmo González del Valle y Fernández-Roces) se convierte en uno de los tabaqueros más importantes de Cuba y uno de los hombres más ricos del Caribe, al comprar la empresa de su suegro (Cabañas y Carvajal). Posteriormente se hará con gran parte de la empresa de ferrocarriles cubanos.

-1859: Su madre se traslada a vivir a Estados Unidos; los hijos quedan al cuidado del padre en La Habana. El matrimonio poco después se separa, tras morir su única hija.

-1860: Anselmo comenzó los estudios de primaria en el Colegio de Belén de La Habana y con seis o siete años, se inicia en el arte de la música con un tío materno, Manuel Francisco González-Carvajal. Siendo aún muy pequeño los padres de Anselmo se separan, y él y su hermano Emilio Martín quedan al cuidado del padre. Pocos años después los dos hermanos son enviados a vivir a Oviedo, permaneciendo el padre en La Habana al frente de sus numerosos negocios. Anselmo y Emilio Martín se instalan en una amplia casa en la calle Cimadevilla ” sic (19)

-1862: Su abuelo materno (Manuel González-Carvajal) muere en La Habana. Su hermana Mercedes, había fallecido de niña pocos meses antes. Se separan definitivamente sus padres. El padre envía a Anselmo y su hermano Martín, a formarse en Oviedo.

-1863: “En 1863 los dos hermanos comienzan sus estudios de bachillerato en el Instituto de Segunda Enseñanza de Oviedo, donde Anselmo se gradúa como Bachiller en Artes en 1869. En aquella época coincidieron en el Instituto de Oviedo con los escritores Leopoldo Alas (Clarín) y Armando Palacio Valdés” “Tanto Clarín como Palacio Valdés relatan en sus obras como organizaron en la casa de los González del Valle una especie de ateneo cultural juvenil en el que hablaban de historia, literatura o arte, representaban obras teatrales, etc. Y parece que ya en su adolescencia González del Valle destacaba como pianista, tal como señala Palacio Valdés” sic (19).

-1872: “Anselmo González del Valle se licencia en Derecho Civil y Canónico en 1872 por la Universidad de Oviedo; realiza el primer y último año en Oviedo y los cursos intermedios en Salamanca y Madrid. Parece que Anselmo estudió la carrera para satisfacer a su familia con un título universitario, ya que nunca ejerció la abogacía y, de cualquier forma, tampoco lo necesitaba porque contaba con una gran herencia familiar” (..) “En estos primeros años de juventud González del Valle realiza continuos viajes a diversas ciudades de Europa, especialmente a París. Además, empieza a comprar partituras publicadas por las grandes casas editoriales europeas, especialmente de música pianística.” sic (19).

-1874: contrae matrimonio con María Dolores Sarandeses y Santamarina, que había sido compañera suya en las clases de música con Víctor Sáenz. A partir de entonces finalizan los viajes de Anselmo, y la actividad como concertista; se centra en el pequeño círculo de su familia y amistades. Sin embargo, pasa a un primer plano la faceta de compositor” sic (19). Hemos de destacar que estaba enormemente unido a su esposa; con la que tuvo trece hijos y a la que consideró su pareja, su mejor amigo y su gran amor en la vida.

-1876: Fallece en Madrid su padre Anselmo González del Valle Fernández-Roces. Que deja una enorme fortuna a sus dos hijos (Anselmo y E.Martín).

-1878: Compra en Cangas de Narcea -donde estaba unido por motivos familiares- diversas propiedades y tierras; entre ellas veintiún hectáreas de viñedo. Desde entonces visitará anualmente Cangas; principalmente durante la vendimia. Fue el promotor de innumerables proyectos en la zona y modernizador del concejo.

BAJO ESTAS LINEAS: Etiqueta de vinos producidos por Anselmo González del Valle.



-1879:González del Valle es nombrado académico correspondiente de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, cuya sección de música se había creado recientemente. Tenía por entonces 27 años y ya era una de las personas de más relieve en la región, tanto desde el punto de vista social como cultural” (...) “Llegó a poseer una colección de más de 20.000 partituras; una parte de esta biblioteca la conservan los nietos del compositor y la otra fue adquirida en 1947 por el Instituto Español de Musicología”. sic (19)

- 1883: Impulsa la creación de la Academia de Bellas Artes de San Salvador de Oviedo, que le elegirá presidente vitalicio.

-1884: fue uno de los principales promotores de la Escuela Provincial y Elemental de Música de Oviedo, origen del actual conservatorio. La apertura de la Escuela de Música tiene lugar en el año 1884, en el seno de la Academia Provincial de Bellas Artes de Oviedo” sic (19).

-1885: Se terminan las obras de su palacio, obra de Juan Miguel de la Guardia, construido en la calle Toreno de Oviedo (frente al Campo de San Francisco). En este palacete guardaba una de las mejores bibliotecas musicales, con más de 20.000 ejemplares, que cedía a todos cuanto lo solicitaban. Allí se celebraron las reuniones culturales más importantes de la época, con la asistencia de grandes músicos, escritores y artistas. Fue un verdadero ateneo de la cultura, donde Anselmo González del Valle recibió a lo más florido del arte y el intelecto; ayudando también a quienes lo necesitaban.



JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS: Al lado, vista aérea del hoy demolido palacio de Anselmo González del Valle, en pie hasta 1978. La foto ha sido tomada del blog de Ignacio García de Tuñón (50) , en su capítulo dedicado a este edificio llamado por entonces “Chalet de Concha Heres”.

Abajo, fotografía de la segunda propietaria del palacete: Concha Heres (51) . Conocida como “la perla del caribe” (por su belleza y elegancia) se casó con su tío Manuel del Valle; veintiséis años mayor que ella y que regresó rico a Asturias, tras lograr fortuna en Cuba. Después de contraer matrimonio, se traslada a vivir junto a su marido en la isla, hasta que deciden volver (al sentirse él viejo y cansado). Fue entonces cuando deciden comprar el palacete que dejó vacío Anselmo González del Valle, al morir su mujer (en 1901). Acerca de ello, nos dice Jose Ignacio Gracia Noriega (52) :

El palacio fue obra de “Juan Miguel de la Guardia, arquitecto municipal, y Javier Aguirre, arquitecto de la Diputación. A La Guardia se deben los planos de la quinta que con el tiempo se llamaría de Concha Heres. La cual, por cierto, no fue construida para Manuel Valle, sino para otro indiano de Cuba, Anselmo González del Valle, el cual adquirió la finca del Villazón, situada entre el Hospicio, la actual calle Uría y el campo de San Francisco, y allí edificó su residencia, en la parte que ahora corresponde a la calle Toreno. El hijo de González del Valle era músico eminente, por lo que el palacete «fue lugar de encuentro, no sólo para los músicos ovetenses, sino para todos cuantos llegaban a la ciudad -escribe Juan de Lillo-. Y como consecuencia de sus viajes por España y por el extranjero, mantuvo una excelente relación con diversas personalidades, entre las cuales figuraba Saint-Saens, así como el maestro Bretón, que le dedicó su zarzuela «La Dolores». Las veladas en los salones del palacete tenían su repercusión, incluso fuera de la ciudad, y en no pocas ocasiones la sociedad ovetense fue testigo del estreno de algunas de sus obras más celebradas, la mayor parte de las cuales sobre temas asturianos y algunas dedicadas a Cuba, su país de nacimiento, cuando todavía era colonia española. Los músicos ovetenses Víctor Sáenz, Baldomero Fernández y Saturnino del Fresno fueron también asiduos del palacete”.

(...)

Mas al quedar viudo el joven Anselmo González del Valle trasladó su residencia de la finca de la calle de Santa Susana, que había sido propiedad del doctor Roel, autor de «Etiología de la pelagra», en el lugar donde ahora se encuentra el instituto Alfonso II, vendiendo el palacete al también indiano y también de Cuba Manuel Valle. La finca de Concha Heres, posteriormente adquirida por Pedro Masaveu, siguió manteniendo su aspecto musical, aunque ahora silencioso, ya que parece ser que el magnate almacenaba en ella su colección de pianos de cola” -sic cita (52) -.





JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS:
dos imágenes que presenta Ignacio García de Tuñon en su blog “Arquitectura de Oviedo” (al que agradecemos nos permita divulgarlas) ver cita (50) .

Al lado, foto de los techos en la subida a la escalera del palacio de Concha Heres, levantado por González del Valle -imagen de Efrén García, publicada en “El Libro de Oviedo”, y en “Arquitectura del Hierro en Asturias”, de Fernandez Molina y González Moriyon respectivamente-.

Abajo, foto del exterior del palacete. Imagen de Efrén Garcia, publicada en “El Libro de Oviedo”, y en “Arquitectura del Hierro en Asturias”, de Fernández Molina y González Moriyon respectivamente.




JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS:
Al lado, el edificio mientras era demolido en 1978 (foto de García de Tuñon, al que agradecemos nos permita divulgarla).

Abajo, el palacete poco antes de ser derribado en 1978 (foto de Ignacio García de Tuñón, al que agradecemos nos permita divulgarla). Mi primo Jose Ma. Gómez-Morán Albornoz fue quien me envió distintas imágenes del inmueble (cuando estaba aún en pie); comentándome que entró algunas veces en su interior -antes de 1978-. Tendría por entonces este familiar mío unos dieciséis años y vivía muy cerca (en la Avda. de Galicia); por lo que en algunas ocasiones accedió al palacete, viéndolo antes de que lo tirasen. Comenta que estaba saqueado, aunque no se habían llevado los enseres de gran peso; por lo que conservaba escaleras, chimeneas y enormes puertas. Al parecer, tenía una subida central de mármol espectacular, al igual que existían molduras y otros adornos en piedra (en las paredes). También se hallaban las cocinas de carbón y las calderas antiguas, en las zonas de servicio. Las habitaciones estaban en su distribución original, aunque los suelos de tarima y los techos pintados, se encontraban ya podridos o muy dañados. Comenta mi primo “Chema” Gómez-Morán que paseando por el interior de aquel palacio abandonado, se podía captar la riqueza de su pasado e imaginar el modo en que se desarrollaba la vida en sus estancias. Para terminar, narra que una de las cosas más llamativas eran sus rejas exteriores; que por entonces todavía tenían restos de oro en sus lanzas. Son solo estas verjas de tipo versallesco lo que se conservó al levantar allí un nuevo edificio moderno; en cuyo subsuelo se construyó un aparcamiento (anulando todo vestigio del antiguo palacete).



-1886: Desde este año estudia enología, junto a sus amigos franceses; comprendiendo numerosos progresos en la industria del vino. Se une a viticultores conocidos para crear un nuevo “caldo” en Cangas de Narcea.

-1887: “intervino en la creación en 1887 de la Compañía de Ferrocarriles Económicos de Asturias. También colaboró en el nacimiento de otras empresas como la Sociedad Industrial Santa Bárbara, la fábrica de cervezas El Águila Negra o la Unión Española de Explosivos. Paralelamente a la aparición de sociedades industriales se forman otras de tipo cultural y benéfico destinadas a paliar las necesidades de la nueva clase obrera.” sic (19).

-1891: Logra que llegue a Colloto el tren; como consejero de ferrocarriles de Asturias. Asiste a la inaguración y al primer viaje hasta ese pueblo (junto a cien invitados ilustres) -cita tomada de Bustamante-.

-1895: Otra práctica que introdujo González del Valle fue la mezcla de vinos, tanto del país como de Castilla. Al mezclar el vino de afuera lo que buscaba era subir la graduación y bajar la acidez característica del vino de Cangas, con el objeto de hacer un vino más agradable a los gustos de los potenciales clientes de fuera de Cangas del Narcea. En 1895 compró para este fin toda la producción del vino añejo y de ese año del conde de Toreno”. Sic (50)

-1900: Se abre la fábrica de Águila Negra en Colloto, uno de sus consejeros y quien más apoyó este proyecto fue Anselmo González del Valle. El recinto industrial se construyó junto a la estación del tren y sobre el solar en que antes estuvo la embotelladora de Sidra Princesa.

-1901: “muere, a los cincuenta años, la esposa de Anselmo, víctima de una larga enfermedad. Esto supone un duro golpe para el músico del que ya nunca se repone; queda entonces al cuidado de su numerosa familia, pues el matrimonio tenía trece hijos, algunos de los cuales eran muy pequeños al morir su madre” sic (19). Estaba completamente unido a su mujer; con la que compartió aficiones y pasiones. Ella era también pianista y actuaba como asesora de sus proyectos. Al enviudar, cierra su palacio de la esquina entre el Parque de San Francisco y Toreno, para trasladarse a vivir a la Calle Santa Susana (en Oviedo). Comienza a enfermar; su diabetes se acelera desde entonces.

-1908: creación de la Sociedad Filarmónica de Oviedo en 1907, a la que seguirán la de Gijón en 1908 y la de Avilés en 1918. González del Valle fue una figura fundamental en el origen de la Sociedad Filarmónica de Oviedo y figuró como Presidente de honor de la misma en sus primeros años”. Sic (19). Será presidente vitalicio de la Filarmónica de Oviedo, a cuyo proyecto donará grandes cantidades de dinero propio.

-1911: Fallece en septiembre, de un infarto. Tras la muerte de su mujer su salud se había debilitado enormemente. Además, este año recibe en marzo la noticia del deceso de su único hermano (Emilio Martín), que expiró en Córdoba; todo lo que pudo afectarle especialmente. La producción musical de González del Valle es una de las más importantes, tanto en calidad como en número, de la segunda mitad del XIX en Asturias; se han catalogado unas setenta composiciones suyas. Además, prácticamente la totalidad de esta música fue publicada, casi siempre por destacadas editoriales europeas y españolas”. Sic (19) .

Fue famoso como mecenas de las artes y de la industria; gastando grandes sumas de capital en proyectos filantrópicos. Destaca especialmente, su aportación a la Filarmónica de Oviedo, la creación de la Academia de Bellas Artes de Asturias y la difusión de escuelas de música por todo El Principado. Aunque su mayor fama fue la de ser hombre bueno y generoso; ayudando a todos, cuanto pudo. Usó una gran parte de su fortuna en intentar mejorar la educación y las condiciones de vida de quienes le rodearon. Fue quien más impulsó a José Cima en sus comienzos, llegando a apoyarle económicamente cuando no había logrado todavía la champanización. Un momento en que mi bisabuelo necesitaba dinero para ampliar el estudio de química sobre la sidra y crear la fábrica (hacia 1875). En Colloto, Anselmo González del Valle Carvajal, creó la fábrica Águila Negra en 1900; después de haber logrado que llegase el tren, en el año 1891.



JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS: dos fotografías de la fábrica de cervezas Águila Negra, de Colloto; tal como se encontraba hace unos años. Al lado, fachada posterior y chimenea en el estado en que se hallaba en 2015.

Abajo, otra imagen de estas instalaciones de Colloto, como estuvo hasta su reciente restauración. Se observa que la industria se ubica junto a la estación de tren. Tanto la llegada del ferrocarril hasta ese pueblo, como la apertura de la cervecera, fue en gran parte obra de Anselmo González del Valle Carvajal.







JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS:
Dos imágenes recientes de la fábrica Águila Negra de Colloto, que ha sido restaurada con muy buen criterio.









JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS:
Otras dos fotos de las instalaciones de la cervecera en Colloto, recientemente rehabilitada.








IV - Emilio Martín González del Valle y González-Carvajal (La Habana, 22 de noviembre de 1853 – Córdoba, 27 de marzo de 1911):

Segundo hijo de Anselmo González del Valle Fernández-Roces y hermano menor de Anselmo. Para redactar una cronología biográfica, nos basaremos principalmente en cuanto nos relata Covadonga de Quintana y Bermúdez de la Puente en su trabajo: UNA APROXIMACIÓN A LA FIGURA DEL MARQUÉS DE LA VEGA DE ANZO (53) y en varias reseñas escritas sobre este interesante personaje; que fue jurista, político y escritor.

-1853: Nace en La Habana, hijo de Anselmo González del Valle Fernández-Roces y de Ma. Jesús González-Carvajal (heredera de la tabaquera Cabañas Carvajal, que pasó a ser regentada por su marido desde 1858). “El matrimonio tuvo tres hijos. La menor, M.ª Mercedes, murió siendo niña. Los varones, Anselmo y Emilio Martín, se educaron en el colegio Belén de La Habana, regentado por los jesuitas, pero marcharon a Oviedo a continuar sus estudios. Su padre permaneció durante un tiempo en La Habana y su madre se fue a vivir a los Estados Unidos” sic (53).

-1858: Su padre (Anselmo González del Valle y Fernández-Roces) se convierte en uno de los tabaqueros más importantes de Cuba y uno de los hombres más ricos del Caribe, al comprar la empresa de su suegro (Cabañas y Carvajal). También adquiere gran parte de la industria de ferrocarriles cubana.

-1859: Su madre se traslada a vivir a Estados Unidos; los hijos quedan al cuidado del padre en La Habana. El matrimonio poco después se separa, tras morir su única hija.

-1860: Anselmo y E. Martín comenzaron "los estudios de primaria en el Colegio de Belén de La Habana y con seis o siete años, se inicia en el arte de la música con un tío materno, Manuel Francisco González-Carvajal. Siendo aún muy pequeño los padres de Anselmo se separan, y él y su hermano Emilio Martín quedan al cuidado del padre. Pocos años después los dos hermanos son enviados a vivir a Oviedo, permaneciendo el padre en La Habana al frente de sus numerosos negocios. Anselmo y Emilio Martín se instalan en una amplia casa en la calle Cimadevilla ” sic (19)

-1862: Su abuelo materno (Manuel González-Carvajal) muere en La Habana. Su hermana Mercedes, había fallecido de niña pocos meses antes. Se separan definitivamente sus padres. El progenitor envía a Anselmo y su hermano E.Martín, a formarse en Oviedo.

-1863: "los dos hermanos comienzan sus estudios de bachillerato en el Instituto de Segunda Enseñanza de Oviedo" (...) se instalaron "en una casa de la calle Cimadevilla, al cuidado de un tutor, e ingresaron en el Instituto de segunda enseñanza en 1863. Allí trabaron amistad con Leopoldo Alas Clarín, Armando Palacio Valdés y Adolfo Álvarez-Buylla y González-Alegre, con quienes fundaron un Ateneo donde representaron algunas obras de teatro de la autoría de Clarín” sic (53).

-1869/79:Comenzaron los dos hermanos la licenciatura en Derecho en la Universidad de Oviedo en 1869 y se trasladaron a las Universidades Central y de Salamanca para seguir los cursos intermedios. En Madrid compartieron piso con su primo, Raimundo Fernández-Villaverde, en la plaza del Ángel. Allí, Emilio Martín forjó amistad con Marcelino Menéndez Pelayo, José Canalejas y Jacinto Octavio Picón, e intervino en actividades de carácter cultural desarrolladas en el Ateneo Científico, Literario y Artístico y en la Academia de la Jurisprudencia, principalmente. Además, comenzó a colaborar en revistas y diarios como La Política o La Ilustración Española y Americana, con artículos que reunió en dos volúmenes que publicó en Madrid, 1872, con el título Recuerdos de la juventud. Ese mismo año publicó también en Madrid su primer libro de poesía, Un libro más (versos de estudiante). Esta temprana pasión literaria continuó con la publicación en 1879 del libro Asturianos ilustres, obra que contiene apuntes biográficos del arzobispo Valdés, el cardenal Cienfuegos Sierra, el marqués de Santa Cruz, los condes de Toreno y Campomanes y Alonso de Quintanilla, y con la publicación en 1882 de una antología poética, elogiada por Menéndez Pelayo, titulada La Poesía lírica en Cuba. Apuntes para un libro de biografía y crítica” sic (53).

-1872: El 6 de febrero de 1872 contrajo matrimonio con Julita Fernández de Miranda y Vives, hija del general Pablo Fernández de Miranda y de LlanoPonte y de Raimunda de Vives y Amat, con la que tuvo ocho hijos: Martín -sobre cuya figura versa el presente trabajo-, Anselmo, Pablo, Sebastián, Julita, Salvador, América y M.ª de Jesús 1873” sic (53)

-1876: Fallece en Madrid su padre, Anselmo González del Valle Fernández-Roces. Que deja una enorme fortuna a sus dos hijos (Anselmo y E.Martín).

-1874/79: Tras terminar la licenciatura en Derecho en la Universidad Central, se doctoró en Derecho civil con una tesis titulada De la propiedad literaria, que leyó el 27 de junio de 1874 y que vio la luz ese mismo año. Casi dos meses después, el 22 de agosto de 1874, fue designado catedrático supernumerario de la Facultad de Derecho de La Habana, para cubrir la vacante por fallecimiento del catedrático José Cayetano Arazoza. Ignoro el tiempo que Emilio Martín residió en La Habana y si viajó allí con su mujer para ejercer su cátedra. Lo cierto es que parece que fue allí donde nació su preocupación por la situación política de Cuba, lo que le llevó a optar por el acta de diputado por el partido conservador Unión Constitucional y por la provincia cubana de Pinar del Río en 1879, un año después de terminada la Guerra de los Diez Años” sic (53)

-1881: su defensa de una mayor autonomía para Cuba le hizo regresar a España, para enfrentarse en las Cortes a sus compañeros de Unión Constitucional. Ante la oposición de sus correligionarios y, tras publicar un Manifiesto a los cubanos justificatorio de su convicción, renunció a su escaño en 1881. Ese año le fue concedida la gran cruz de la Orden de Isabel la Católica” sic (53)

-1884/91: “Regresó después a la política y fue elegido jefe del partido liberal monárquico en Asturias y diputado a Cortes, esta vez por Luarca, en 1884. Posteriormente, fue designado Jefe Superior de la Administración Civil y en 1889 le fue concedido el marquesado de la Vega de Anzo. Concurrió a las elecciones de 1893 y fue elegido senador por Lérida” sic (53)

-1908: Su primogénito, también llamado Martín, contrae matrimonio con la hija de Policarpo Herrero; el famoso empresario fundador del banco que lleva su nombre. Ella, llamada Pilar Herrero y Collantes, sería nombrada baronesa de Grado. Por su parte, el hijo heredó el título de marqués de la Vega de Anzo y dedicó su vida a la política -a mi juicio con poco acierto, en algunas ocasiones; pues no tuvo ni la inteligencia ni el sentido de justicia de su padre-. Normalmente se llama Martín González del Valle a este primogénito, casado con Pilar Herrero; denominándose Emilio Martín, al progenitor.

-1911: Murió en Córdoba, en 1911, donde trataba de buscar mejor clima para su delicada salud. Sus restos descansan con los de su primera mujer, en el ala derecha de la iglesia de San Pedro de Grado sic (53). Hemos de destacar que fallece el mismo año que su hermano Anselmo. A mi juicio, el fallecimieno de Emlio Martín en marzo, afectó de manera decisiva a Anselmo, que expira en septiembre (con la salud muy mermada desde la desaparición de su mujer) -la biografía de Emilio Martín, tal como la redacta la Real Academia de la Historia, se recoge en nuestra cita (54) -.



JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS: Al lado, fotografía de Ma. del Carmen González-Carvajal (marquesa de Avilés y de Pinar del Rio), hermana de Ma. Jesús González-Carvajal, madre de Anselmo y E. Martín González del Valle y Carvajal.

Abajo, E. Martín González del Valle y Carvajal, I marqués de la Vega de Anzo. Su enorme intelecto y su lucha por la estabilidad en Cuba; pretendiendo llegar a un acuerdo (para que a isla se mantuviera como una autonomía semi-independiente de España). Le llevó a enemistarse con todas las facciones, políticas debiendo abandonar ese mundo durante un decenio. Pese a ello, su labor como empresario y la de mediador entre La Habana, Estados Unidos y las fuerzas del poder españolas; le valieron el nombramiento de marqués de la Vega de Anzo.




JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS:
Al lado, fotografía de los dirigentes del Centro Asturiano de la Habana en 1900.

Abajo, Certificado de asociado al Centro Asturiano de la Habana, enmarcado. Pertenece a un socio que se dio de alta en 1928. Observemos que el número de miembro es el 84.449; lo que nos da una idea de la importancia de esta entidad con casi cien mil asociados.



V – Los hermanos Fernández-Roces y su sobrino “Pepín”:

Para desarrollar las biografías de los siguientes personajes, tan solo podemos acudir a dos fuentes de importancia: La primera y más documentada, son los libros y artículos del cronista de Colloto: Francisco Bustamante. La segunda, es el magnífico blog de Juan Alberto Berni -antes citado (57) -. En lo que se refiere a Bustamente Alonso; recientemente ha publicado una preciosa obra llamada EL SUEÑO DEL INDIANO (biografía de Pepín Rodríguez) -Oviedo 2020- . Que recoge los pormenores y cuanto vivió este filántropo e inigualable empresario collotense, llamado José Rodríguez Fernández-Roces. Que estudió en La Habana y en Estados Unidos (gracias a la ayuda de sus tíos) y que jamás olvidó su lugar de origen. Porque Don Pepín regresaba anualmente a su pueblo natal, muy cercano a Oviedo y que era un barrio de la capital; donde el magnate de los puros tenía un precioso chalet. Más tarde, donó una gran cantidad de dinero para construir y subvencionar las escuelas de Colloto, que tomaron el nombre de su benefactor (Pepín Rodríguez). Quien tras hacerse con la mayor parte de la marca de puros Romeo y Julieta -junto a otras tantas grandes firmas-; dedicó parte de su vida y ganancias, a obras de beneficencia.


Esos enormes logros empresariales del collotense José Rodríguez fueron alcanzados junto a sus “padrinos”, los hermanos de su madre (Antonio y Pedro Fernández-Roces). Pese a su grandeza como hombre de negocios y filántropo; no encontramos a día de hoy una sola nota biográfica en Wikipedia, ni en la Real Academia de la Historia, donde mencionen a Don Pepín Rodríguez (menos a sus tíos; los Fernández-Roces Cimadevilla). Aunque todos ellos se consideran entre los más importantes tabaqueros de su tiempo; logrando tan solo con Romeo y Julieta vender más de dieciocho millones de puros al año (y un total de veinticinco, si sumamos otras marcas adyacentes). Asimismo, Don Pepín y sus tíos, contaban entre sus clientes con gran parte de los monarcas europeos y con los políticos de mayor importancia (especialmente, personajes como Churchill). Para quienes fabricaban series especiales de cigarros, cuyas vitolas decoraban con sus nombres, caras y nombres.


Así pues, para la biografía de Don Pepín y los hermanos de su madre (que tanto le ayudaron); vamos a partir desde los datos que aporta en sus libros Bustamante Alonso. Unidos a cuanto también recoge sobre el empresario y sus tíos, Juan Alberto Berni González; en su maravilloso blog “el coleccionista de vitolas de puros” (57) . Pero antes de comenzar, hemos a retroceder en nuestras exposiciones; con el fin de recordar quiénes eran los hermanos Fernández-Roces. Ricos tabaqueros que llevaron a Pepín hasta La Habana, cuando tan solo era un niño de nueve años. Para conocer los antecedentes de estos tíos de Pepín, hemos de hacer memoria de lo antes narrado. Recordando que Tomás Fernandez-Roces (nacido en Colloto en 1731) tuvo diez hijos con María García. Entre ellos llegaron a sobrevivir hasta edad casadera al menos cuatro (que conozcamos): Pedro, Antonio, Manuel y Bárbara. La menor de todos, nacida a fines del siglo XVIII, contrae matrimonio antes de 1820 con un vecino de San Claudio (Oviedo) de nombre Juan Antonio González del Valle y de ambos nace solo un hijo: Anselmo González del Valle y Fernández-Roces. Sabemos que la familia González del Valle tenía numerosos intereses en La Habana, desde fines del siglo XVIII (entre los que había varios médicos, gobernadores y juristas, asentados en la isla). Por su parte, este Anselmo González del Valle -hijo de la collotense Bárbara Fernández-Roces- se casa en 1852 con Ma. Jesús González-Carvajal (heredera de uno de los mas ricos hacendados del tabaco) y pasa a controlar gran parte de esa industria. Por entonces acudirán a Cuba trabajar con este potentado, varios parientes emigrados de Colloto; entre los que se encontraban hermanos de su mujer y hasta José Cima (que vive desde 1855 y 1870 en la Isla, regresando en 1871 para casarse con Ma.José Fernández-Roces; sobrina de los anteriores). Finalmente se trasladarán a La Habana dos primos de Anselmo González del Valle, a los que el gran empresario tomará como hombres de confianza: Antonio y Pedro Fernández-Roces Cimadevilla. Estos dos, serán años después los “padrinos” de Don Pepín; cuando, tras la muerte de su primo Anselmo, se convierten en los propietarios de gran parte de la tabaquera Cabañas y Carvajal.




JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS: Dos imágenes del chalet de Antonio Fernández-Roces Cimadevilla en Colloto Al lado, fotografía de comienzos de siglo (que nos hizo llegar Bustamante Alonso)

Abajo, el mismo chalet en imagen actual.






JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS:
Al lado, el chalet de Pedro Fernández-Roces Cimadevilla, en Colloto. Posiblemente fue obra de Juan M. de la Guardia, quien construye “las escuelas” de Pepín en 1910.

Abajo, fotografía de ambos hermanos, tomada hacia 1903, cuando adquieren puros Romeo y Julieta, junto a su sobrino Pepín.



Siguiendo con la historia de los hermanos Fernández-Roces; tras morir en 1862 el suegro de Anselmo González del Valle; él queda dirigiendo los negocios de tabacos familiares, pero se agudizan los problemas con su mujer. Pronto el matrimonio entre Anselmo y Ma. Jesús González-Carvajal se separa, y la prole queda bajo la tutela paterna; quien decide mandar a sus dos hijos a Oviedo, para residir y estudiar. En ese momento Anselmo, dejará sus empresas tabaqueras principalmente en manos de sus primos emigrados a Cuba: Antonio y Pedro Fernández-Roces. Sobre los referidos hechos, Bustamante Alonso narra cuanto sucedió, mencionando primero a los tíos de Anselmo González del Valle Fernández-Roces (Manuel y Pedro); que emigran hacia 1820. Pasando más tarde a la siguiente generación de primos y sobrinos, que llegará desde Colloto a Cuba desde 1852, cuando este Anselmo se convierte en uno de los hombres más ricos del Caribe, al dirigir los tabacos de su suegro (Cabañas y Carvajal).


Sobre las dos generaciones que trabajan en Cuba (los hijos de Tomás Fernández-Roces y los nietos), narra en su libro Bustamante Alonso:

"Los siguientes emigrantes destacados fueron unos collotenses, que alcanzarían grandes fortunas. Estos fueron Antonio Fernández-Roces y su hermano Manuel, establecidos en La Habana hacia 1820, donde comienzan a hacer un pequeño patrimonio, gracias a su buen hacer y al negocio del tabaco. Unos años antes, en 1802, su hermana Bárbara Fernández-Roces se había casado en Colloto con Juan Antonio Gónzález del Valle, uno de los grandes hombres de negocio del siglo XIX” ( ...) “Después llegarían más familiares de estos dos hombres” -p.7 (10) -.


Acerca de la siguiente generación; sigue narrando Bustamante Alonso que Anselmo González del Valle (hijo de Bárbara y Juan), nació en Oviedo en 1820 y conoció la emigración a través de los hermanos de su madre: Manuel y Antonio Fernández-Roces; quienes llevaban años establecidos en la isla. Así es como en 1840, Anselmo decide irse a hacer fortuna (con unos veinte años de edad); cuando otro tío suyo fue destinado a la Habana: Pedro Ma. Fernández-Villaverde González del Valle. Solo una década después de su marcha, Anselmo ya gozaba de cierta posición y se casó con la hija del propietario de tabacos Cabañas y Carvajal; lo que le dio pronto entrada en el mundo de los más grandes hacendados. En los siguientes años, su suegro le dejó manejar gran parte del negocio; siendo entonces cuando llegarán sus primos Antonio y Pedro Fernández-Roces Cimadevilla (para colaborar con él).


Esta segunda parte de la historia la narra Bustamante Alonso del siguiente modo: “se casa Anselmo con la reina del tabaco en 1851, Ma. Jesus González-Carvajal, hija del empresario González-Carvajal dueño desde 1848 tabacos “Hija de Cabañas y Carvajal”, en un matrimonio de conveniencia para unir dos dinastías del tabaco (...) “diez años más tarde, el yerno comprará la marca de su suegro y se hace uno de los hombres más ricos de Cuba” ( ...) “Después llegarían más familiares de estos dos hombres como sus primos Pedro y su hermano Antonio (Fernández-Roces), quienes a su vez abrirían la puerta de entrada para sus sobrinos, entre ellos José Rodríguez (Pepín Rodríguez)” -p.7;8;9 (10) -. Estos llegados en la segunda generación fueron principalmente los Fernández-Roces Cimadevilla; nietos de Bárbara y Juan (González del Valle) y primos de este Anselmo, que fue unos de los mayores potentados del Caribe. Quien al separarse de su mujer. pone en manos de esos primos (Antonio y Pedro Fernández-Roces) gran parte de su negocio. Mandando a sus hijos a España -Anselmo y E.Martín-, con el fin de que se formasen como intelectuales y no como empresarios tabaqueros.


Es en ese momento, cuando se produce lo que ya hemos narrado y que recoge Bustamante con las siguientes palabras: De los hijos de Francisca Cimadevilla y Pedro Fernández-Roces; el primero fue Pedro, nacido en 1835 que emigra acuba con unos quince años. A los pocos años triunfa en el tabaco y pasa el testigo a su hermano Antonio”, que también se hace rico allí. El menor, llamado Gregorio y apodado “gorín” se queda en Colloto ocupándose de la familia. La cuarta hija fue Josefa Fernandez-Roces Cimadevilla y estaba por entonces pasando una gran crisis económica; era madre de dos niños y el mayor, llamado José Rodríguez Fernández-Roces (nacido en 1866), fue enviado por sus tíos Antonio y Pedro hasta la Habana. Quienes al no tener descendencia, le educaron como a un hijo, llevándole a los mejores colegios y universidades de Estados Unidos. Convirtiéndole en uno de los mayores empresarios del tabaco; pues este proahijado de los hermanos Fernández-Roces fue el famoso “Pepín Rodríguez”, cuya biografía vamos a resumir a continuación:




JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS: Dos imágenes del libro de Bustamante Alonso dedicado a Pepín Rodríguez. Al lado, cartel de la presentación de la obra, en el centro cultural de Colloto el pasado 28 de febrero.

Abajo, Portada del libro, con una foto en la parte superior de los puros Romeo y Julieta; junto a las escuelas y al empresario que las fundó (zona inferior de la caratula)




BAJO ESTAS LINEAS: el chalet de Pepín Rodríguez en Colloto; en los años en que estuvo habitado por el empresario; quien anualmente visitaba su pueblo natal. Fue obra de Juan M. de la Guardia, el mismo arquitecto que construye “las escuelas”; inaguradas en 1910 (a la vez que el chalet).



VI – Don Pepín (cronología biográfica):

-1866: El 4 de marzo, nace en Colloto José Rodríguez Fernández-Roces (Pepín Rodríguez) Sic (57) . Según Bustamante nace el 2 de marzo, hijo de José Rodríguez y de Josefa Fernández-Roces Cimadevilla -p.2 (10) -.

-1875: Con tan solo nueve años es reclamado por sus tíos (Pedro y Antonio) viajando a La Habana. “su tío Antonio Fernández-Roces, lo acoge en el seno de su familia e inmediatamente lo envía a uno de los mejores colegios de La Habana, donde estudia con gran aprovechamiento. Continúa su formación en los Estados Unidos, donde estudia durante años llegando a dominar el idioma inglés, siempre con el comercio como su gran vocación” sic (57). Su hermano menor, llamado Antonio; queda en Colloto, junto a su padres, bajo la protección del otros tíos suyos: Pedro y Gorín Fernández-Roces -p.10 (10) -.

-1875: “Puros ROMEO Y JULIETA. Fue fundada (...) en 1876, por dos asturianos: Inocencio Álvarez y José García (Manín), los cuales se constituyen como socios propietarios de la marca a principios de dicho año 1876" (textualmente) -ver (58) -. Faltaban todavía casi treinta años para que Pepín comprarse la marca; pues en estos años estudiaba en los mejores centros de La Habana y de Estados Unidos.

-1888/1902: “De vuelta a Cuba, Pepín trabaja en la pequeña fábrica de su tío Antonio, y también lo hace en la prestigiosa compañía tabaquera de Leopoldo González-Carvajal, de la cual su tío era accionista mayoritario. Sabía muy bien que la profesión de tabaquero se aprende desde adentro hacia fuera, pues es la mejor forma de valorar la importancia de cada departamento en el proceso de elaboración de los tabacos torcidos, así va pasando por todos los oficios y disciplinas de una fábrica de habanos: rezagador, despalillador, escogedor, fileteador, torcedor, etc.” sic (57). Al regresar de Estados Unidos, donde Pepín había estudiado en las mejores universidades, se dedica a trabajar en el tabaco. Comienza en el negocio aprendiendo completamente el proceso (desde la plantación al empaquetado, etiquetado y distribución); realizando todos los trabajos que su elaboración precisaba y dominando ese mundo como pocos lograron.

-1900: En 1886, Manín García deja ROMEO Y JULIETA (...). Tras un breve periodo trabajando con otro empresario tabaquero (un tal Montero), toma el control de la fábrica en solitario Inocencio Álvarez, que en 1900 decide vender su negocio a Prudencio Rabel, que al poco tiempo decide de nuevo venderla, pues no había podido explotarla debidamente”. Sic (57). Por su parte, Donato Argüelles del Busto, emigrado de Gijón que se formó en Nueva York; en 1885 había contraído matrimonio con la hija de Inocencio Álvarez, quien lega en su yerno casi la mitad de esta empresa. Desde entonces, estaba Romeo y Julieta controlada por Donato Argüelles y su hermano Ramón; quienes al observar que el suegro vende sus acciones a Rabel, prefieren buscar un mejor socio. Así entrarán en contacto con Pepín y con los hermanos Fernández-Roces.

-1902: “A la edad de 37 años, podemos afirmar que Pepín había trabajado en una plantación, era un profundo conocedor de los procesos de elaboración de tabacos torcidos, se había convertido en director de una fábrica de tabaco de pequeño tamaño, había llegado a representar los intereses de la prestigiosa firma Hija de Cabañas y Carvajal en el extranjero como director comercial y, cosa muy importante, disponía de una enorme cantidad de contactos. Estaba, pues, preparado para dar el gran salto y lograr su sueño largamente esperado: poseer una firma de tabaco propia.” sic (57).

-1902:a los pocos primeros años de la independencia Cubana, cuando Don Leopoldo González-Carvajal vendió su fábrica Hija de Cabañas y Carvajal a la compañía norteamericana American Tobacco Co.; Pepín presentó su renuncia a D. Leopoldo. Éste le rogó encarecidamente que la retirara y siguiera en su empleo provisionalmente para que la producción no sufriera quebranto durante los dos años que él tenía que gobernarla hasta el definitivo traspaso del negocio a los norteamericanos. Pepín accedió, pero tan pronto entró la nueva gerencia, presentó su renuncia con carácter irrevocable. El nuevo jefe de la compañía lo llamó para informarle de lo satisfechos que estaban con su labor y rogarle que continuara en su cargo, llegando al extremo de poner en sus manos un talonario de cheques en blanco, con licencia para fijar el sueldo y emolumentos que considerara. Agradeció aquella deferencia, pero devolvió el talonario, diciendo: «He resuelto marcharme definitivamente, ya que estoy decidido a comprar una fábrica de tabacos y trabajar para mí.»” sic (57). Es en este año, cuando Pepín dejará Cabañas y Carvajal, para intentar comprar una marca propia; terminando por adquirir Romeo y Julieta.



JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS: Al lado, foto-montaje realizado por Suarez y Cia. En la que aparecen todos los propietarios que tenía la fábrica de puros Romeo y Julieta en el año 1875 (colección A. Rosal de Lagauna; imagen expuesta en el Museo del Pueblo de Gijón, a quienes agradecemos nos permitan divulgarla). Entre las diferentes caras que vemos, debe estar Inocencio Álvarez y (quizás) su yerno, Donato Argüelles del Busto. Podemos observar que hasta entonces había una enorme cantidad de propietarios (o accionistas) en esta marca.

Abajo, Fotografía publicitaria de Romeo y Julieta, con los propietarios y directivos en el año 1905. En mitad de la imagen, el edificio y sede de la fábrica en La Habana, en esta época. En la parte superior y en el centro: Pepín Rodríguez. A su lado, sus tíos Pedro Fernández-Roces (a nuestra izquierda) y Antonio Fernández-Roces (a la derecha). En la parte inferior, en el centro: Ramón Argüelles del Busto (directivo y propietario) y Baldomero Fernández (a nuestra derecha).



-1903: “El Marqués de Rabel, propietario de varias marcas de tabacos y conocedor de las intenciones de Pepín Rodríguez, le propone la venta de una de las suyas, la afamada ROMEO Y JULIETA, que recientemente había adquirido a Inocencio Álvarez y que Rabel no había podido atender debidamente. Pepín, aún sabedor de la escasa producción de la misma, le gustaba su prestigio, pues no en vano en sus viajes había visto sus vitolas acreditadas en mercados de enorme importancia por entonces para el tabaco, como lo eran Austria o Londres. Por ello, decide comprarle a D. Prudencio Rabel su marca. retomamos la historia más abajo” sic (57). Es cuando Don Pepín entra en sociedad con los hermanos Argüelles del Busto; creando una nueva compañia que gestionará Romeo y Julieta, llamada "Rodríguez-Argüelles y Cía.". Sobre Romeo y Julieta; y su historia previa a 1903, ver cita (58) .

-1903: Para gestionar su recién adquirida marca-fábrica ROMEO Y JULIETA, constituyen en 1903 la sociedad Rodríguez, Argüelles y Cia. cuyos socios fundadores fueron José Rodríguez Fernández, Ramón Argüelles del Busto, Antonio Roces (Antonio Fernández Roces) y Baldomero Fernández, con el mismo Pepín de presidente y con Argüelles de vicepresidente. Romeo y Julieta, que ya tenía un reconocido prestigio internacional, con la entrada de Pepín Rodríguez llegaría a su máximo esplendor” sic (57). Ver imagen anterior; donde podemos observar la sede de esta firma, adquirida un año más tarde, y los retratos de estos cinco nuevos propietarios. En el texto de Berni falta por citar uno de los copropietarios, que además fue el presidente de Argüelles y Cía.: Donato Argüelles del Busto; quien deja el rellevo a su hermano Ramón, al ir a vivir a Gijón (donde en 1909 ocupaba el puesto de alcalde).

-1904/1907: “En 1904 adquirieron el edificio habanero situado entre las calles de Belascoain y Virtudes, del que eran ya arrendatarios, edificio que ampliaron con una planta más en 1905. Al poco tiempo se vuelve a quedar pequeño, por lo que crean sucursales en Artemisa y Güira de Melena. La fábrica, una de las mayores de La Habana, ocupaba una superficie de 1.960 metros cuadrados, con unas instalaciones amplias y bien ventiladas, que ocupaban a más de 1.000 operarios. En 1907 crea una nueva sociedad, Romeo y Julieta, Fábrica de Tabacos, en la que continúa José Rodríguez como presidente y su socio Ramón Argüelles del Busto como vicepresidente” sic (57).

-1910: EL arquitecto Juan Miguel de Laguardia construye por entonces las escuelas de Colloto y el chalet de Pepín Rodríguez (junto al de su tío Antonio). Las escuelas públicas, construídas y subvencionadas por este empresario fueron abiertas en 1910 al pueblo. El rector de la Universidad de Oviedo, Fermín Canella (muy unido a Colloto) supervidaba su docencia y exámenes, asistiendo periodicamente a revisar la enseñanza que se impartía -p.34 y 54 (7) -

-1912: Sufre dos tristes acontecimientos familiares.

-1912 (verano): Su hija Ma. Luisa -con apenas dieciséis años- se enamora del maestro de piano que le habían asignado. Era el famoso intérprete, Joaquín Nin; que se amanceba con la hija de Pepín, dándose a la fuga y rompiendo un matrimonio con hijos (entre los que se encontraba quien luego fue la famosa Anaís Nin; que años más tarde narró en un libro, esta historia furtiva amorosa entre su padre y una quinceañera).

-1912 (diciembre): Un año más tarde fallece su hija menor de Pepín (que llevaba años enferma); al sepelio no acude la hermana mayor; pues se ocultaba del padre por haber huido con Joaquín Nin (un hombre decenas de años mayor a ella).

Bustamante Alonso recoge estos hechos del siguiente modo “Lo que sucedió tras patrocinar a Pepín a Joaquin Nin y nombrarle maestro de su hija Ma. Luisa (Maruja):

"Ma Luisa tenía entonces unos dieciseis años, muy desarrollados, era exuberante y de carácter fuerte. La niña se convirtió en la gran aliada del pianista, que le convenció de que se hiciera muy amiga de Anais, que tenía apenas diez años (...) Pero Rosa -la mujer de Nin- conocía demasiado a su marido, como para ignorar lo que estaba sucediendo. Ella se percató en seguida del deseo de Joaquín por Maruja (...) La amiga de su hija y su esposo la engañaban todo el tiempo (...) La propia Anais cuenta que el día que se despedía la mujer se puso histérica -refieríendose a la madre-" (cita (10) página 92; tomado de libro de Wendy Guerra "Posar desnuda en la Habana").

-1912/1913: Frente los hechos antes referidos. Pensando Don Pepín que no podría tener herederos, lleva hasta Cuba a un sobrino suyo llamado Hipólito Rodríguez (para ahijarlo). Realiza con Hipólito lo mismo que hicieron con Pepín sus tíos Fernández-Roces, cuando lo envían a La Habana y Estados Unidos para formarlo como empresario. Este Hipólito será como un hijo para Pepín; cuidándole al final de sus días -heredará la empresa de tabacos-.

-1907/1916: Pepín continuaba viajando para promocionar sus productos en los principales mercados de Europa, Sudamérica y sobre todo los EEUU, llegando a vender la totalidad de la producción de sus fábricas, que por entonces contaban entre 1.000 y 1.400 tabaqueros. Muy posiblemente haya sido el mayor vendedor de tabaco habano conocido. En el período 1903-1916, Romeo y Julieta aumentó su producción total de 2 a 18 millones de tabacos al año . La fama y prestigio de sus habanos no tenía fronteras, por ejemplo, uno de sus incondicionales y admiradores era Sir Winston Churchill. Además de crear nuevas marcas a añadir a las que ya tenía ROMEO Y JULIETA en su primera etapa, como: La Leita, Flor de Rodríguez Argüelles, Don Pepín, Falman, His Majesty, Flor de Romeo y Julieta, Flor de Skariatine y María Guerrero, esta última en honor a la famosa actriz española a quien conoció en uno de sus viajes a España”.sic (57).

-1916/1926: Participa, además, en el capital de otras marcas como: El Crepúsculo, La Gloria Cubana, Bolivar, de la firma de J. Rocha y Cia., compuesta por sus amigos José F. Rocha y Rafael García. Llegado un momento, abandona Cuba y se instala en una mansión de la lujosa Villa Montmorency, en el corazón del aristocrático distrito XVI de París, a pocos pasos del Bosque de Boulogne, del estadio de tenis Roland Garros y del hipódromo de Auteuil, aún hoy en día residencia de millonarios y personajes famosos. Allí pasará largas temporadas con su familia, dejando al mando de la fábrica a su socio principal y vicepresidente de la compañía Ramón Argüelles Busto e incorporando al negocio tabaquero a su sobrino Hipólito Rodríguez para su formación. Desde entonces, y hasta 1930, la fábrica Romeo y Julieta fue dirigida en la práctica por D. Ramón Argüelles, llegándose a fabricar en ella la friolera de 18 millones de cigarros puros anuales” sic (57).

-1926/1930:En algún momento anterior a 1926, cuando su fábrica Romeo y Julieta estaba en su máximo esplendor, se disuelve la sociedad Rodríguez Argüelles y Cia., que pasa a denominarse Romeo y Julieta S.A., Sucesores de Rodríguez, Argüelles y Cia, que en su versión anglosajona sería Romeo y Julieta Cigar Factory Ltd. A partir de 1930, Ramón Argüelles alterna su tiempo entre Madrid y La Habana, dejando la gestión definitivamente en manos de Hipólito Rodríguez, que se incorpora a la firma como vicepresidente en representación de su tío” sic (57). Otras versiones hacen ver que esta disolución y el cambio generacional se sucede tras la crisis del 29; cuando deciden poner el frente de la empresa al hijo de Donato (llamado Donato Argüelles Álvarez) y a Hipólito (sobrino de Don Pepín). Siempre supervisado por Ramón, el hermano menor de Donato Argüelles del Busto.

-1954: “Don Pepín falleció el 4 de octubre de 1954, a los ochenta y ocho años de edad, atesorando una gran fortuna, tras pasar diez años de estancia en la Clínica del Sagrado Corazón (La Habana), soportando resignadamente una larga y cruel enfermedad. Aunque se conoce poco de su vida en el ámbito privado, a partir de la correspondencia cruzada entre el escultor Josep Clará y la familia de José Rodríguez, se desprende que tenía una hermana, Altagracia, y al menos una hija, María Luisa. También se sabe que siendo joven perdió su primera hija y poco después a su esposa” sic (57) .

-1955: A su muerte, su sobrino Hipólito Rodríguez, que le atendió amorosamente en su larga enfermedad y era realmente un hijo para él, heredó la fábrica, convirtiéndose por tanto en el mayor accionista de la firma. Su hija María Luisa Rodríguez Pellicer heredó solo propiedades y dinero, pero nada de la fabrica ni del patrimonio relacionado con la industria del tabaco. Una pequeña parte de las acciones restantes de Romeo y Julieta quedan repartidas entre los descendientes de los Roces y de los Argüelles. Su amigo, el Doctor Emilio Maril, dijo emocionado en su duelo: « ... de singular inteligencia, era querido de ricos y pobres y gastó su dinero con largueza. No llegó quizás a millonario porque distribuyó amplia y altruistamente su riqueza »” sic (57) .

-1960: Finalmente, el 15 de septiembre de 1960, la resolución nº 20260 del Ministerio del Trabajo de la República de Cuba dispuso la intervención de la fábrica, que se incorpora a la empresa estatal Cubatabaco” sic (57).



JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS: Al lado, fotografía de las escuelas de Pepín Rodríguez, construidas por Juan M. de la Guardia en 1910, bajo el patrocinio de este empresario del tabaco. Fueron inaguradas dos años más tarde y su director pasó a ser el famosísimo Fermín Canella, rector de la Universidad de Oviedo y cronista de esta ciudad.

Abajo, imágenes de una página de la revista Asturias, conteniendo la inaguración de las escuelas de Pepín Rodríguez en Colloto, en febrero de 1911. A nuestra izquierda, foto principal con Don Pepín; en la otra vemos al empresario y a su lado el alcalde de Gijón (Donato Argüelles del Busto, hermano de Ramón, copropietario de Puros Romeo y Julieta). A la derecha de Pepín, su tío José Antonio Fernández-Roces Cimadevilla, hermano de Pedro.



BAJO ESTAS LINEAS: página completa de la revista Asturias, conteniendo la inaguración de las escuelas de Pepín Rodríguez en Colloto; en febrero de 1911.






JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS: Dos imágenes del monumento a Pepín Rodríguez levantado en Colloto, en 1940 y obra del escultor Joseph Clará, amigo del empresario Al lado y abajo, fotos de las zonas traseras del monolito, donde se encuentra unos bajorrelieves de bronce con una mujer que abraza a niños, como símbolo de la enseñanza. Fue inaugurada cuando el empresario tenía ochenta y cinco años y se encontraba pasado numerosos problemas (tras la Guerra Civil).





JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS:
Al lado, otra foto del mismo monolito dedicado a Pepín Rodríguez; en este caso, su parte frontal donde aparece un busto con la efigie del empresario. Fue hecho por Clará y Ayats, amigo de Don Pepín, con el que compartió grandes momentos en su casa de Sitges y las mansiones que el empresario tenía en Francia.

abajo, diploma de “las escuelas” de Don Pepín, fechado en 1922; conservado enmarcado en el restaurante “El Nora”, de Colloto (al que agradecemos nos deje divulgarlo). Si observamos las firmas de quienes extienden el diploma, veremos que figura como director, Fermín Canella. El famosísimo rector de la universidad de Oviedo, que dirigió estas escuelas desde su apertura y hasta que la salud se lo permitió.



VII – Don Pepín (esbozo sobre su vida):

Una vez trazada la cronología biográfica de Pepín Rodríguez, vamos a ver algunos apuntes más que aportan sobre él, los dos autores antes mencionados y que han tratado extensamente sobre su vida: F. Bustamente y J.A. Berni. Primeramente recogemos cuanto narra Juan Alberto Berni en su magnífico blog -cita (57) -, donde nos dice: Don Pepín, hombre sencillo y afable, poseía un talento natural y un instinto comercial innato, combinado con una gran capacidad creativa, fue un innovador en publicidad y un avanzado para su época, quizás algo excéntrico. Sin duda, Don Pepín habría sido en nuestros días un publicista de primera magnitud. Todas las campañas de publicidad que se utilizaron para promocionar sus marcas fueron de su propia creación. En todas partes procuraba que el nombre de ROMEO Y JULIETA estuviera de actualidad y bien visible. Pongamos algunos ejemplos”

(…)

En su primer viaje a Europa, ya en posesión de la marca ROMEO Y JULIETA, quiso adquirir el famoso Palazzo di Capuletto de Verona, donde protagonizaron sus amores los célebres amantes Romeo y Julieta en la tragedia de Shakespeare, pues había ideado organizar allí una feria permanente de cigarros y un salón de fumadores para los admiradores de sus productos. Después de largas conversaciones con las autoridades de Verona y ante la oposición de la prensa y los intelectuales, al final tuvo que conformarse con montar una pequeña caseta o kiosco, por sí misma una obra de arte pues fue realizado expresamente para él con las mejores maderas duras cubanas. Allí expuso los muestrarios de sus vitolas y allí obsequiaba con un habano de su marca Romeo y Julieta a todo visitante del Palazzo di Capuletto y allí podían adquirir los afamados puros habanos ROMEO Y JULIETA”. sic (57).

(…)

Era de dominio público su afición a las carreras de caballos, concursando en numerosas competiciones internacionales con su yegua pura sangre a la que, en su afán propagandístico, bautizó con el nombre de JULIETA. Otra de sus genialidades fue la de ofrecer, cuando la aviación estaba en pañales, 5.000 pesos de premio al primer aviador que diera una vuelta al Morro de La Habana” (...) “Hombre de incansable actividad, de clara inteligencia y gran espíritu de empresa, no sólo destacó en el mundo de los negocios, sino que prestó su concurso entusiasta a diferentes iniciativas sociales y benéficas, figurando entre los fundadores del Centro Asturiano de La Habana (socio nº 4), del Casino Español de La Habana (socio nº 1), del Country Club (socio nº 4) y del Habana Yacht Club”. sic (57).

(…)

Como buen asturiano, nunca olvido a su Colloto natal, adonde regresaba siempre que podía. En terrenos donados por su tío, Antonio Roces, levantó a principios del siglo pasado una escuela y creó una Fundación con 400.000 pesetas de capital, teniendo la enseñanza pública como único objetivo. Dichas escuelas llevan actualmente su nombre: Escuelas Pepín Rodríguez. Costeo la primera carretera que unió Roces con la general de Colloto. En 1913 obtuvo la Gran Cruz de la Orden de Alfonso XII”.

(…)

Don Pepín fue uno de los "últimos supervivientes" de la edad de oro de la industria tabaquera cubana que supo mantener su fábrica independiente de los todopoderosos grupos económicos que la amenazaban. Integrándose decididamente en el núcleo de resistencia que en Cuba era conocido como los independientes cuando muchas marcas tabaqueras cubanas se rendían ante las presiones y los "dólares" de los grandes trusts o monopolios norteamericanos” (…) “Sentía por su ROMEO Y JULIETA un gran orgullo, y prueba de ello es que se cuenta un hecho ocurrido en la etapa de mayor apogeo de su fábrica, cuando Gustavo Bock mantuvo negociaciones con él para comprar su empresa e incorporar su prestigiosa marca a uno de sus importantes trusts” (…) “en la Antología periodística de Celestino Álvarez se recoge la siguiente cita: « Hay dos motivos que impiden la operación: El hecho de ser Romeo y Julieta hija mía, y un padre no puede vender a sus hijos, y mientras yo viva, no quiero que, en el mástil colocado en lo alto de la fachada, en el cual ondea gallarda y airosa la bandera de la estrella solitaria, pueda ser esta e izada la de ningún otro país, y el segundo, que no hay dinero en el mundo para comprar mi libertad de industrial tabaquero»”. sic (57).

(…)

La marca Romeo y Julieta posee un bello y variado conjunto de anillas de personajes. El vitolario de ROMEO Y JULIETA es muy abundante, y de una sorprendente belleza y creatividad. Quizás sea uno de los mas extensos y variados, al menos de los de procedencia cubana. Algunos hablan de 20.000 diferentes (en mi modesta opinión, claramente exagerado). Son muy conocidos los bellos y asequibles conjuntos de anillas de banderas o de retratos de personajes, pero sobre todo son numerosísimas las vitolas que editó la marca bajo pedido para clubs, empresas, hoteles, firmas comerciales, conmemoraciones de todo tipo, peticiones personalizadas, etc., anillas que llamamos especiales en Vitolfília”. sic (57).



SOBRE, JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS:
Imágenes de Verona. Arriba, grabado con el mapa de Verona, publicado entre los años 1572 y 1617, en la magnánima obra de seis tomos “CIUDADES DEL ORBE TERRÁQUEO” (Civitates orbis terrarum). Esta imagen pertenece al volumen tercero, página 149; donde vemos el dibujo de una Verona muy anterior a la obra de Shakespeare. Como podemos observar, en su lateral figuran dos amantes; ya que la ciudad era famosa por el romance de dos veroneses, que durante el siglo XV y XVI cantaban los juglares y recogían los poetas del lugar. Historia llamada “Los amantes de Verona”, que primeramente fue publicada por Luigi da Porto (en 1530) e intitulada "Historia novellamente ritrovata di due nobili amanti"; que ya incluye la mayoría de los elementos del futuro drama de Shakespeare: Los nombres de los protagonistas, el de los Capuletto y Montesco; junto al argumento y desenlace en el que el inglés se basó para escribir su obra de teatro (que el titula como Romeo y Julieta).




Al lado,
foto antigua del famoso balcón de Romeo y Julieta. Palacio que en 1905 intentó comprar Pepín Rodríguez, para dar fama universal su marca de puros.

Abajo, tapa en una caja de puros con esta marca, que contiene el logotipo con los amantes. Junto al dibujo, de la escena del balcón; en los laterales vemos la infinidad de medallas que alcanzó esta firma de cigarros.



JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS:
Al lado, una de las vitolas de la serie especial dedicada a monarcas, que fabricaba la Casa Romeo y Julieta. En este caso se trata de los Alfonso XIII, en cuya banda se rinde homenaje a este rey de España, con la efigie y su nombre, bajo una corona real.

Abajo, postal inglesa de comienzos del siglo XX, en la que se contiene un grabado con la escena del balcón, en el acto II de la obra de Shakespeare.



Por su parte, Bustamante Alonso en su libro “El sueño del indiano” añade acerca de Don Pepín los siguientes datos: En (1875/76) de niño, es llevado junto a su tío Antonio hasta La Habana; quien hasta los veintitrés años le educa en los mejores colegios de Cuba y en las universidades más prestigiosas de Estados Unidos -p.15 (10)-. Muy pronto (en 1888) los hermanos Fernández-Roces (Antonio y Pedro) serán los mayores accionistas de la marca tabaquera Cabañas y Carvajal; que compró en 1862, su primo Anselmo González del Valle Fernández-Roces. Al fallecer Anselmo (en 1976), es cuando los familiares de Colloto deciden llevar a Pepín hasta América, para formarle como empresario -p.15, p.30 (10)-. Asímismo, tras a muerte de Anselmo padre; sus herederos (Anselmo y E.Martín) que vivían en Oviedo, dejan todos los negocios de Cuba en manos de los hermanos Fernández-Roces, quienes doce años más tarde eran ya los mayores accionistas de la tabaquera -p.31 (10)-. Pepín por entonces, regresó de estudiar en Estados Unidos (hacia 1887; cuando su tíos eran ya los propietarios de Cabañas y Carvajal); y comenzó a trabajar para ellos. Empezando desde los escalafones más bajos de la empresa -para aprenderlo todo-; muy pronto contrajo matrimonio, naciendo por entonces su hija mayor (Aurora; muy enferma, que muere veinticuatro años más tarde) -p.31 y ss. (10)-.


Durante las sucesivas guerras de independencia, en Cuba; Pepín logra resolver todas las crisis, incluido El Desastre del 98. Después de ello, funda varias marcas, ya en una República cubana recién nacida, tutelada por Estados Unidos -p.32 (10)-. Desde el año 1900, al estar muy enferma su hija Aurora se establece junto a su familia en Arcachon (Sur de Francia) donde el clima y los médicos podían mejorar la salud de la niña -p.35 (10)-. En Arcachon coincide con la familia hispano cubana Nin Culmell; formada por el famoso pianista Joaquín Nin Castellanos y su esposa (Rosa Culmell, una cantante también de origen caribeño). Pepín contrata a Nin como maestro de música para su segunda la hija; llamada Ma. Luisa, a la que apodaban “Maruja”. Poco tiempo después, en 1912, y cuando Ma.Luisa tiene apenas dieciséis años, se fuga con su profesor de música; quien abandona a su mujer e hijas. Este hecho provoca que Pepín no quiera volver a verla, por estar amancebada con el famoso pianista Nin, y “Maruja” vive durante años en París, apartada de la familia. Aunque finalmente el empresario, perdonará a ambos y admitió al músico como yerno; la aventura entre la joven alumna y el maduro profesor, no quedará en el olvido. Ya que dará origen a los “Diarios”, que durante años redactará en decenas de libros, la escritora Anaïs Nin (hija de Joaquín y su primera mujer). Quien vivió como un gran trauma la separación de sus padres; ya que Ma. Luisa era su gran amiga y tan solo cinco años mayor, antes de escaparse con Joaquín, padre -p.37 a 39 (10)-.





JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS: Dos imágenes de Pepín Rodríguez. Al lado, litografía de marca de puros Don Pepín.

Abajo, foto de José Rodríguez hacia 1902 (con unos treinta y siete años), cuando comienza a tramitar la compra de Romeo y Julieta.





JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS:
Al lado, dibujo de Francisco Villar, con la fábrica de puros Romeo y Julieta en La Habana; realizado en el año 2017 -imagen tomada del blog de Juan Albero Berni (57) -.

Abajo, fotografía de Don Pepín y sus amigos jugando al golf hacia 1920 en Cuba. En el centro, quien nos parece Ramón Argüelles del Busto (directivo y copropietario de puros Romeo y Julieta). A su izquierda, Don Pepín. La imagen es propiedad del Museo del Pueblo Asturiano, de Gijón; al que agradecemos nos permita divulgarla.



Continuando con la biografía de el empresario, hemos dicho que desde 1900 había comenzado los trámites para hacerse con Romeo y Julieta, firma que logra comprar en 1903 (junto a sus tíos Fernández-Roces). El resto de socios serán los hermanos Argüelles del Busto y Baldomero Fernández; aunque debemos recordar que Donato Argüelles del Busto era uno de los propietarios de la firma, porque se había casado con la hija del fundador; llamado Inocencio Álvarez. Tras la boda con esta heredera, crea con su suegro la Sociedad Álvarez-Argüelles S.A., que regirá los destinos de Romeo y Julieta; hasta que Pepín y sus tíos, en 1903 compran la parte, antes de Inocencio Álvarez (adquirida por un intermediario, ya citado: el marqués de Rabel). Cambiando entonces el nombre de la empresa matriz, que desde entonces se llamará Rodríguez-Argüelles y Cía.. Momento en que comienza la eclosión económica de Don Pepín, que -como hemos dicho- se traslada a vivir a Francia, por motivos de salud de su segunda hija (Aurora, cuyos médicos eran parisinos). En esos años de gran expansión industrial, es cuando ya piensa el empresario, crear “las escuelas” de Colloto; proyectadas en 1909 y que se construyen un año más tarde (sin reparar en gastos y bajo la supervisión de Fermín Canella, junto a varios familiares de Pepín) -p.57 y 58 (10)-.


Por aquel entonces -como también hemos señalado-, comienza a dirigir la fábrica de Romeo y Julieta, uno de sus mayores accionistas: Ramón Argüelles del Busto. Era el hermano menor de Donato, quien hacía 1905 había dejado de regentar directamente la firma de puros, creada y heredada de su suegro. Derivando la responsabilidad de la tabaquera en su hermano Ramón; y regresando Donato a su tierra natal (Gijón), con el fin de participar en política junto a su amigo Melquiades Álvarez (cuyo partido patrocinaban los propietarios de Romeo y Julieta). Llegando pronto a acalde de Gijón y siendo uno de los más destacados miembros del Partido Reformista de Don Melquiádes. Además, Donato Argüelles crea numerosas empresas en Asturias, “participando en múltiples iniciativas, como la fundación de la Estación de Salvamento de Náufragos y la Asociación de Caridad". Siendo "Socio de honor y delegado local del Centro Asturiano de La Habana" (...) lo que lleva a ser condecorado con "la Gran Cruz de Beneficencia y la de Isabel la Católica" -ver cita (60) - .


Es entonces cuando Don Pepín también entra a participar en política; financiando junto a sus socios de empresa (Rodríguez-Argüelles y Cia.) la facción de Melquiades Álvarez. Ilustre orador, jurista y catedrático, que fue presidente del Congreso de Diputados y del que Don Pepín era un gran amigo -p.62 (10)-. Esta unión al Partido Reformista pudo mantenerse hasta que Melquiades Álvarez fue asesinado en 1936; fusilado en la Modelo de Madrid por los anarquistas y revolucionarios de extrema izquierda, tras haberle apresado, sin causa ni ley (tan solo por sus convicciones no marxistas). Pero regresando a años más felices y anteriores, recordaremos que Donato Argüelles del Busto inaguró en 1911 las escuelas de Pepín Rodríguez en Colloto; cuando era alcalde de Gijón. Más tarde, en 1929, el primogénito de Donato (llamado Ramón Argüelles Álvarez) se casará con la hija de Melquiades Álvarez (Dinora); enlace del que nace la familia Álvarez Argüelles -p.172 (10)-. Para terminar estos párrafos, a añadiremos que una de las hijas de este matrimonio fue Julia; quien a su vez contrae matrimonio con mi tío carnal, Juan Gómez-Morán; siendo padres de los Gómez-Morán Argüelles (Juan, Sara, Lucila y Ramón y Luis) -ver mapa familiar en foto final de este artículo-.



JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS: Dos imágenes de Melquiades Álvarez. Al lado, estatua suya en bronce, situada en la entrada al Congreso de Diputados; donde se le recuerda como uno de sus más destacados oradores y quizás el mejor presidente que tuvo el hemiciclo. El busto realizado en 1923, es obra de Arturo Sordo y Álvarez, escultor y arquitecto asturiano que le representó durante su mandato; mientras dirigió el Congreso. Quince años más tarde, este ilustre catedrático y orador fue salvajemente fusilado en La Modelo de Madrid; pese a haber liderado un partido moderado y plenamente demócrata. Fue un hombre liberal e incluso de carácter republicano; por cuanto entre los afiliados a su partido, estuvo durante años Manuel Azaña o Benito Pérez Galdós, junto Ortega y Gasset. Quienes con horror vivieron en agosto de 1936 su muerte (y la posterior profanación de su momia).

Abajo, foto de los catedráticos más destacados, en la Universidad de Oviedo; tomada en 1909. Sentados figuran los profesores y tras ellos (de pie) los alumnos. A nuestra izquierda aparece Melquiades Álvarez. En el centro, el rector Fermín Canella (quien más tarde pasa a dirigir las escuelas de Colloto). A nuestra Derecha Rogelio Jove, cuñado de Canella, consuegro de José Cima y muy unido a Colloto.



Siguiendo con los años en que Don Pepín vivió largas estancias en Francia (de 1900 a 1930); debemos diferenciar entre aquellos, dos partes. Una primera época en la que se establece en Arcachón y veranea años en San Juan de Luz; pasando temporadas en el Sur de esas tierras galas. La segunda fase se produce tras la muerte de su primogénita, Aurora (después de 1912) y al recuperar de nuevo contacto con su segunda hija; la famosa “Maruja” que se fugó en 1912 con su profesor de música -viviendo escondida en París-. Así pues durante la segunda etapa, Don Pepín se establece en una gran villa próxima a la capital francesa, procurando estar cerca de su única hija; desde donde dirige la distribución de tabacos en Europa -excepto en los años de la Primera Guerra Mundial, durante los que el empresario no pudo residir en la capital gala-. Pero volviendo a la primera época -entre 1900 y 1912- dijimos que sus residencias francesas estuvieron ligadas a lugares próximos a España (donde se encontraban las clínicas de su hija Aurora -convaleciente-). Fue por entonces cuando alternaba repetidas visitas a Asturias y el empresario levantó las escuelas, a las que Bustamante Alonso dedica un capítulo de su libro “El sueño del indiano”; que en el párrafo siguiente resumimos -pgs. 66 y ss. (10)-.


Sobre este centro de enseñanza, nos dice el autor que en el pueblo natal de Pepín no había colegio alguno (al menos cuando él vino al Mundo); abriéndose las primeras aulas para niños en 1890. Aunque realmente, hasta la institución creada por este empresario en 1911, no puede considerarse que en Colloto existiera una escuela -propiamente dicha-. Este colegio de Pepín fue proyectado por el afamado arquitecto ovetese, Juan Miguel de la Guardia; que falleció un año antes de que se terminase. Muriendo en 1910, al poco de haber acabado el edificio del Gran Laboratorio, que José Cima le encargó -inmueble que aún permanece en pié, en el Paseo de los Patos, de la capital del Principado-. El terreno sobre el que se elevaron las Escuelas de Pepín, fue donado por Antonio Fernández-Roces, que jugó un papel decisivo en la construcción y mantenimiento de aquella entidad (junto a otros familiares). En sus libros, Bustamente Alonso destaca que este proyecto fue coetáneo a La Institución Libre de Enseñanza (de Giner de los Ríos); un hecho que nos habla del pensamiento e ideología de Pepín -liberal y visionaria, anteponiéndose a su tiempo-. Asimismo es importante mencionar que en aquel colegio de Colloto, se prohibían los castigos físicos a menores, como era habitual en el sistema de enseñanza durante la época. Como anécdota, también menciona Bustamante que para llegar desde la población, hasta las escuelas -recién inaguradas-, no existía camino. Fue entonces cuando se pide a Nicanor Fernández-Roces que venda unas tierras, con el fin de facilitar el acceso de los niños hasta su lugar de estudio; pero el propietario pidió una gran cantidad de dinero. Será José Cima quien intervenga y convenza a su cuñado Nicanor, para que regale estas zonas de paso; aunque otros piensan que fue el mismo Cima quien compra al hermano de su mujer las referidas tierras, con el fin de que los menores cruzasen sin problemas, desde el colegio hasta sus casas -pgs. 99, 104 y ss. (10)-.


Un año más tarde y tras la inaguración de aquellas escuelas; sufrirá Pepín dos enormes golpes familiares, que le sumirán en la tristeza. Ya hemos hablado de ellos, cuando nos referíamos a su primera hija (Aurora); con la que viajaba hasta Arcachon (Francia), intentando en varios hospitales curar su mala salud. Es por entonces cuando la joven de unos veintitrés años, debe permanecer ingresada meses; aunque el padre no perdía la esperanza de su mejora. Pese a la grave situación, su otra hermana menor (apodada Maruja); durante el verano de 1912 escapa furtivamente con el profesor de piano, Joaquín Nin. Pasando a vivir en París un romance, sin la autorización del progenitor y bajo el rechazo de todos. Principalmente de la mujer e hijos de Nin, muy amigos de la familia del empresario; pues eran de origen cubano y se conocían desde hacía décadas. Tanto fue así, que al provocar este incidente la separación del matrimonio Nin Culmell; Pepín Rodríguez ayuda económicamente a la divorciada (que regresa sola y con tres hijos a La Habana). Estas circunstancias hacen que durante 1912 el empresario no desee dejarse ver, ni realizar vida social; pese a los innumerables homenajes que le intentan tributar en Asturias, por su proyecto altruista en Las Escuelas de Colloto. Es así como llega diciembre y le comunican que ha fallecido su hija Aurora, lo que le sume en una tremenda tristeza. Llegando a decir que con aquella niña, terminaba la única descendencia que él tenía. Habida cuenta que “Maruja”, siguió huida con Nin en París; sin aparecer en el entierro, ni en los funerales de la hermana -pgs. 100 y ss. (10)-.


Debido a todo lo antes expuesto es por lo que -a mi juicio- en 1912 Pepín decide enviar a su sobrino Hipólito Rodríguez, a La Habana; para que se forme como empresario. Realizando con este niño (que apenas contaba diez años) algo similar a lo que hicieron sus tíos Fernández-Roces con él -cuando le llevaron a Cuba en 1875, para educarle en los mejores colegios y universidades-. Es así como Hipólito va creciendo al modo de un hijo más de Don Pepín, asistiendo a la mejor educación y prosperando, hasta hacerse un gran empresario. Aunque con quienes el sobrino amplía sus conocimientos sobre el mundo del tabaco, será con los hermanos Argüelles del Busto; junto a los que Hipólito Rodríguez trabaja, hasta el retiro de esos dos gigantes de la industria de cigarros. Siendo Ramón su asesor y el que tomó la directiva de los Romeo y Julieta desde 1905, cuando su hermano mayor (Donato) deja Cuba para dedicarse a la política en Gijón. Como hemos dicho; Donato Argüelles del Busto finalmente es reemplazado por su hijo Donato Argüelles Álvarez, que desde 1930 compartirá la dirección de Romeo y Julieta con Hipólito. Finalmente, también será este sobrino quien se haga cargo de su tío Don Pepín, durante su larga convalecencia de casi una década (entre 1944 y 1954). En la etapa final de vida del empresario; cuando pasó varios años enfermo, en los que fue cuidado con premura por Hiopólito. Sobrino al que dejó como heredero de la empresa; mientras a su única hija Ma.Luisa (la llamada “Maruja”) tan solo lega bienes y dinero -ajenos a cualquier negocio, al conocer su “poca cabeza”-.



SOBRE Y BAJO ESTAS LINEAS: Arriba, portada del álbum dedicado a la obra coral de los compositores: Joaquín Nin Castellanos y a su primogénito, Joaquín Nin Culmell. En las fotos: A la izquierda, el padre; a nuestra derecha, el hijo.

Abajo, dos imágenes de Joaquín Nin Castellanos, que finalmente se convirtió en yerno de Pepín Rodríguez, tras protagonizar una rocambolesca huida con la hija del empresario, en verano de 1912 -cuando ella era prácticamente una quinceañera-. El padre de la “raptada” no admitió la relación hasta años después; cuando pudieron contraer matrimonio. La referida escapada, fue premeditada por el músico; que se llevó a escondidas “una joven amada”; quizás en un alarde idiota por imitar a Romeo y Julieta (marca de puros que regentaba el progenitor de su “sabina”). Para mayor tristeza familiar, meses más tarde murió la primogénita de Don Pepín, sumiendo en la soledad y desesperación a los padres; que siquiera vieron a la hermana de la fallecida asistiendo en los funerales o al entierro.



Pero regresando a esta única hija de Don Pepín y a su falta de materia gris; queda por contar lo que sucedió tras aquella escapada tan “romántica”; cuando de adolescente se fugó con Joaquín Nin Castellanos (su profesor de piano, que casi triplicaba su edad). Por entonces, la familia del empresario quedó absorta; sin saber cómo pedir perdón a la cantante Rosa Culmell, mujer del músico; a quien procuraron ayuda económica en su regreso a Cuba (separada y con tres hijos menores). Cuyos reiterados celos parecían tener más que razones; sobre todo, porque una de las hijas de Nin, llamada Anaïs, estaba muy unida “Maruja”. Amistad que el profesor de música acrecentaba, al darles lecciones de piano juntas (para acercarse más a su joven amada). Como dijimos, esta otra niña que por entonces tenía once años, quedó muy marcada tras aquella traición de su íntima amiga y la huida de su padre (provocando el divorcio). Un sino que perseguirá a Anaïs de por vida, llevándola a redactar todos sus sentimientos y el turbulento mundo que ebullía en su interior. Así, aquella adolescente poco después comenzaría a redactar sus famosos “Diarios”, compuestos por decenas de tomos y cuyas ediciones han sido reiteradamente censuradas (bajo deseo expreso de la autora).


El inicio de estos “Diarios” (que llegan a ser una inmensurable obra) parece ser que estuvo en una primera carta que Anaïs escribe a su padre, mientras regresaba en el vapor hacia La Habana (tras la separación de sus progenitores en 1913). En la misiva inicial, la escritora -a sus once años- expresaba el deseo de volver a verle muy pronto; aunque la vida le obligó a no tenerle a su lado durante casi dos décadas. En sus primeros años de juventud, Anaïs Nin trabajó como modelo y bailarina de flamenco en Estados Unidos y tras casarse con el rico banquero Hugh Guiler se traslada a vivir con él en París. Poco después conoció al escritor Henry Miller, del que comenzó a ser amante hacia 1931, compartiendo muchos de sus deseos y sobre todo el modo de vivir la literatura (centrada en el mundo del erotismo). Pero principalmente compartiendo lecho y mujer con Miller; June, de la que fue amante y admiradora, mientras mantenía sexo conjunto con ambos -descrito en sus “Diarios”-. Poco más tarde, cuando los Miller regresan a Estados Unidos (en 1933); Anaïs se reencuentra con su padre y según ella escribe, tuvieron una larga relación incestuosa, que relató en el siguiente tomo de sus “Diarios”. Hechos que sus hermanos negaron, argumentando que fue el modo en que la escritora quiso vengarse de su progenitor y de su amiga de la infancia Ma. Luisa Rodríguez (Maruja, la hija de Don Pepín). Quien hasta entonces vivió un matrimonio feliz con Joaquín Nin, pero del que finalmente se separa, debido a los escándalos e historias que la prensa e hija le atribuyeron. No sabemos si aquel libro llamado “Incesto” relata una verdadera relación entre Anaïs y su padre, o fue una simple “vendetta”; pero la única verdad es que esta escritora buscaba por entonces notoriedad y salir en prensa, debido a que necesitaba dinero. Motivo por el que regresa a Estados Unidos, volviendo a redactar textos junto a su amigo Henry Miller; siempre especializados en literatura erótica.






SOBRE, JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS:
Varias portadas de las distintas publicaciones de los “Diarios”, obra de Anaïs Nin Culmell.









JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS:
Dos portadas más, dedicadas a las distintas publicaciones de “Diarios” escritos por Anaïs Nin. El total de páginas de esta obra (si no se expurgasen) serían unas quince mil; donde la autora desarrolla infinidad de argumentos e historias, basados en su autobiografía. Componiendo un elenco de literatura erótica, que hasta entonces ninguna mujer se había atrevido a escribir. Tanto es así que en su gran mayoría, los “Diarios” no fueron editados hasta después de los años setenta.



Regresando de nuevo a Don Pepín y lo que sucedió tras el rapto de su hija; como podemos imaginar, un padre siempre es un padre. Pero en el caso de este empresario del tabaco, era además una de las mejores personas de su época. Por cuanto, pronto perdonó a su hija Ma.Luisa (Maruja) y admitió a Joaquín Nin como yerno. Así es como veremos citado a este pianista entre las autoridades que visitaban las escuelas de Colloto (en 1917); y en los sucesivos años que el músico viajó a Asturias, junto a la familia su mujer. Siendo Nin contratado por la Filarmónica de Oviedo y por numerosos teatros de El Principado, donde dio repetidos conciertos. Muchos de ellos patrocinados por su suegro (Don Pepín), que como José Cima, los Fernández-Roces y otros collotenses; eran benefactores de estas Sociedades musicales asturianas. Asociaciones dedicadas a la cultura y que de un modo inimaginable impulsó Anselmo González del Valle (junto a Pedro Masaveu y otros mecenas del arte).


Continuando con la vida de Don Pepín, cuando se declara la Gran Guerra (de 1914 a 1919), el empresario no pudo vivir ni veranear en sus casas de Francia; por lo que comprará una nueva mansión en España. Esta vez adquiere una preciosa villa en Sitges, para residir cerca de territorio galo y tener nuevas de cómo va la contienda -pgs. 162 y ss. (10)-. En ese precioso pueblo de Cataluña entrará en contacto con artistas como Santiago Rossignol o Ramón Casas; quienes también disfrutaban allí de sus vacaciones o tenían estudios-museos en el casco antiguo. Será entonces cuando se familiariza con innumerables intelectuales, por influencia de su yerno Joaquín Nin; momento en que hace amistad con el escultor que años más tarde realizará su monumento en Colloto (Joseph Clará que veraneaba en Sitges y al que ya había conocido en París, al estar muy unido a Augusto Rodín). Durante esta época, Pepín Rodíguez se rodeó de los más grandes intelectuales de Francia y España; con quienes disfrutará realizando conciertos y fiestas en sus mansiones. Pudiendo regresar a territorio galo después de 1919, recuperando sus casas y posesiones en París y Arcachon (entre otras).


En referencia a todo ello; Narra Bustamante que ya desde sus primeros veraneos en San Juan de Luz (en 1900) había entablado amistad con Maurice Ravel; con quien vuelve a coincidir en estos años veinte, en los que el compositor francés se encontraba componiendo su famoso Bolero. Cuyos compases afirmaba Joaquín Nin, vio nacer en los meses de verano de 1928, mientras pasaba las vacaciones en Francia junto a su suegro -pg. 32 (10)-. Un año, en el que se reunieron Pepín y Joaquín Nin con Ignacio Zuloaga, en la casa que el pintor tenía en Zumaya; para celebrar que el músico recibía la Gran Cruz de Isabel la Católica -p. 162 (10)-.




SOBRE, JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS:
Tres imágenes de las casas del pintor Ignacio Zuloaga, en Zumaya; tal como las mantienen actualmente sus descendientes (la familia Suarez-Zuloaga). Se trata de varios caseríos vascos, situados a las afueras de la población, llamados Santiago-Etchea. Arriba, los jardines de este conjunto arquitectónico, donde el pintor residía y trabajaba. En imagen, sentadas en los bancos; Margarita Ruyra de Andrade, mujer de Ignacio Suarez-Zuloaga, junto a mi mujer (Chiho). En este lugar recibió en 1928 el pintor Zuloaga a Joaquín Nin y a su suegro (Don Pepín); para celebrar la Gran cruz de Isabel la Católica que entregaban al pianista ese año.

Al lado, interior de a casa principal, con una zona de estar y chimenea donde se encuentra el retrato que Ignacio Zuloaga hizo a su nieto Ramón, hacia 1944 (cuando el pequeño tenía unos once años). Este niño del cuadro, es quien curiosamente reflotó la empresa de Colloto, Industrias Cima; tras salir a bolsa y entrar en crisis, después de 1941. Momento en que fue comprada por la familia del pintor Zuloaga, uniéndola a la embotelladora San Miguel (fundada por ellos en España). Poco después, será Ramón Suárez Zuloaga, quien se haga cargo de los negocios familiares, logrando con enorme esfuerzo recuperar Industrias Cima. Una de las empresas más antiguas de España, que hubiera desaparecido de no haber sido rehabilitada por este nieto de Ignacio Zuloaga (el niño al que vemos retratado).

Abajo, interior de la casa principal en Santiago-Etchea. Sentado, junto a mi mujer ; el bisnieto del pintor. Ignacio Suárez-Zuloaga, quien actualmente mantiene la firma de mi bisabuelo, Industrias Cima (una de las mayores empresas que se asentaron en Colloto; considerada la más antigua de Asturias).



Para Don Pepín, la vida volvió a ser feliz durante esa etapa a la que todos llamaron “Belle Epoque”; fechada entre el final de la Primera Guerra Mundial y el Crack del 29. En esos días contrajo matrimonio Dinora, hija de Melquiades Álvarez (presidente del Congreso de Diputados) con el segundo vástago de Donato Argüelles del Busto, llamado Ramón Argüelles Álvarez; que nace en La Habana en 1902 y falleció en 1982. La boda se celebró en septiembre de 1929 y fue un enorme acontecimiento social en Oviedo -p.172 (10)-. Como dijimos, los hijos de Donato Argüelles del Busto (que ocupó la alcaldía de Gijón entre 1909 y 1911), fueron fruto de su matrimonio en Cuba, con la heredera del fundador de los puros Romeo y Julieta: Inocencio Álvarez. Con quien crea una nueva Sociedad que fue propietaria de la firma, hasta que compra Pepín Rodríguez la parte de acciones que fueron del suegro. Pasando a llamarse desde 1903 su nueva sociedad matriz, Rodríguez-Argüelles y Cia.. Siendo desde entonces, cuando los cigarros tomaron fama mundial, gracias a las ideas comerciales de Don Pepín y a sus conocimientos sobre el “buen hacer” con el tabaco. Llegando a ser los cigarros más conocidos del Mundo, en pocos años.


Sobre el modo en que se organizó la distribución de los puros Romeo y Julieta, llevado en gran parte desde Francia, por Pepín Rodríguez; Juan Alberto Berni nos dice: Parece ser que un tal Pancho Álvarez, de origen cubano, fue quien desde su residencia en París gestionó el negocio del tabaco cubano en Europa entre 1920 y 1934. En este punto, conviene recordar que Pepín Rodríguez mantuvo su residencia en París (Villa Montmorency) entre 1900 y 1930, y por tanto se supone que tendría una estrecha relación con él. Incluso se podría llegar más lejos y suponer que fuera designado por el mismo Ramón Argüelles como su hombre de confianza, pues se da la casualidad que su hermano, Donato Argüelles, era yerno de Inocencio Álvarez, uno de los dos socios fundadores de Romeo y Julieta. Realmente no hay prueba alguna que demuestre la citada relación familiar de Pancho Álvarez con Ramón Argüelles, pero a veces la historia se construye así, con meras conjeturas, luego que cada uno piense lo que quiera” (59) .


Regresando a 1929, sabemos que por entonces acaba todo lo bello de los “locos años veinte”; tornando a negro la economía, cuando América se tambaleó, arrastrando a Europa -gestándose tras ello, movimientos tan siniestros como el nazismo y el fascismo-. Así fue como aquel Crack del 29 volvería a traer miseria a las calles y el desconcierto en las empresas. Es cuando se decide que Donato Argüelles Álvarez (primogénito de Donato Argüelles del Busto) pase a tomar las riendas de la marca Romeo y Julieta; siendo también el momento en que Don Pepín deposita su confianza en Hipólito Rodríguez. El sobrino que habían llevado hasta Cuba y Estados Unidos en 1912, cuando solo contaba diez años de edad (en los días que su hija “Maruja” se fugó con el pianista Nin y cuando murió su primogénita, Aurora). Así fue como desde la Crisis del 29, la marca Romeo y Julieta pasará a ser dirigida por Ramón Argüelles del Busto (hermano de Donato) y principalmente por su sobrino Donato Argüelles Álvarez -también nieto del antiguo fundador de la marca (Inocencio Álvarez)-. Siempre bajo la supervisión de Hipólito Rodríguez, al que Pepín consideraba un hijo y en cuyas manos pone el resto de sus empresas. Por su parte, el viejo Donato Argüelles del Busto (quien fuera alcalde de Gijón y consuegro de Don Melquiades) estaba por entonces enfermo y muere en 1933; tras ver a su hijo mayor como sucesor, en Romeo y Julieta.


No vivió muchos más años su hermano menor (Ramón) quien poco tiempo más tarde se encuentra una etapa plena de guerras y revoluciones. Llegando pronto la Revolución del 34 a Asturias y solo un dos años después la Guerra Civil Española. Pese a ello, intenta trabajar junto a Hipólito y a su sobrino, Donato; a quienes orienta y ayuda cuanto puede. Acerca de Ramón Argüelles del Busto, escribe Juan Alberto Berni en su magnífico blog:Trabajador infatigable, de ideas democráticas y espíritu profundamente liberal, Ramón Argüelles dedicó gran parte de su vida a la sociedad tabaquera Rodríguez, Argüelles y Cia., gobernando el negocio con gran eficiencia, manteniéndola en las más altas cotas de prestigio y de ventas, cuando Pepín Rodríguez delegó en él y en su sobrino Hipólito la gestión del negocio, pues pasaba largas temporadas con su familia en su mansión de París. En ese periodo que la dirigió, hasta 1930, se llegaron a fabricar en ella la friolera de 18 millones de cigarros puros anuales” (59) .


JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS: Dos imágenes de los hermanos Argüelles del Busto; socios de Pepín Rodríguez y copropietarios de Romeo y Julieta. La foto de Donato procede del blog de Acebedo y la de Ramón del de J.A.Berni (a los que agradecemos nos permitan divulgarlas). Al lado, Donato Argüelles del Busto; nacido en 1853, quien al finalizar la Guerra de Secesión Americana (en 1865) emigra a Estados Unidos. Llegando a Nueva York con apenas trece años, se coloca a trabajar y aprende inglés a la perfección. Tras casi una década y después de establecer contactos empresariales, viaja a Cuba aprendiendo el oficio del tabaco. Es allí donde se casa -hacia 1885- con la heredera de los puros Romeo y Julieta, cuyo padre acoge a Donato como un hijo; otorgándole derechos sobre media empresa. Por entonces, reclama a sus padres que envíen a su hermano mayor a La Habana, para formarle como empresario. Es así como el pequeño Ramón llega al Caribe y pronto es enviado a Estados Unidos, para más tarde aprender todo acerca de la industria tabaquera junto a su hermano mayor. En 1903 se asocian con Pepín Rodríguez, vendiéndole la parte de Romeo y Julieta, que antes fue propiedad del suegro de Donato. Momento en que este último regresa a España para dedicarse a la política, dejando la fábrica de puros en manos de su hermano. Murió en 1933, después de ver a su primogénito (Donato Argüelles Álvarez) como su sucesor en la empresa.

Abajo, Ramón Argüelles del Busto; hermano de Donato, veinte años menor que él. También nacido en Gijón, en 1873; emigra hasta Cuba cuando Donato ya estaba casado con la hija de Inocencio Álvarez (copropietario de Romeo y Julieta). Fue enviado a estudiar a Estados Unidos y vuelve años más tarde a La Habana, para formarse como tabaquero. Pronto llevará la empresa Romeo y Julieta, bajo la directiva de Donato. Al regresar en 1905 su hermano a Gijón, para ejercer la política junto a Melquiades Álvarez; Ramón toma las riendas de Romeo y Julieta. Debido a que el otro socio principal (Don Pepín) pasaba largas temporadas en Francia. Ramón dirigió la firma casi a solas desde 1905 hasta 1930; mientras su hermano y Pepín Rodríguez residían en Europa (encargándose de la distribución). En 1930 realiza el relevo generacional, cuando la empresa comienza a ser llevada por su sobrino Donato, junto a Hipólito (sobrino de Don Pepín). Morirá en 1945; aunque desde 1936 ya no pudo regresar a La Habana.



Lo que irá sucediendo tras aquel Crack del 29 y las sucesivas involuciones sociales motivadas por esta crisis, lleva a que Don Pepín no desee arriesgar, ni pretenda crecer más (comercialmente hablando). En lo que se refiere a su vida familiar; vuelve la desgracia a sus descendientes, con nuevos problemas para Ma.Luisa (Maruja). Cuando -como dijimos- Joaquín Nin se reencuentra en París en 1933 con su hija Anaïs, por primera vez y después de dos décadas sin verla. Ella, con unos treinta y dos años, casada con un banquero; había sido protagonista de numerosos escándalos. Entre los que se encontraba narrar públicamente sus experiencias como amante del matrimonio Miller (de ambos cónyuges a la vez). Así que tras volver a encontrarse con su padre, Anaïs decide escribir en sus “Diarios” que ha mantenido una relación duradera con él; redactando el famoso tomo de memorias intitulado “Incesto”. Libro que dará a conocer tras otro, al que había llamado “June, Henry y yo”; refiriéndose a una historia amor y sexo entre la escritora, Henry Miller y su segunda mujer (llamada June). Joaquín Nin se ve perseguido por la sombra de estos escándalos; y en 1936 le pide el divorcio su mujer Ma. Luisa Rodríguez (hija de Don Pepín). Teniendo que regresar solo a Cuba, para vivir del salario que le proporciona una plaza como profesor de piano en el Conservatorio de La Habana; donde muere en 1939 -pgs. 210 y ss. (10)-. Por su parte, los socios y mentores de Pepín Rodríguez van falleciendo o enfermando en estos años; muriendo -como dijimos- Donato Argüelles del Busto en 1933 y poco después, Antonio Fernández-Roces. “Padre espiritual y comercial” de Don Pepín (que expira en Colloto en 1935) -p. 207 (10)-.


Durante la Guerra Civil Española Pepín Rodríguez sufre trágicamente las consecuencias de la contienda; debido a que sus amigos y colaboradores de partido, fueron perseguidos o asesinados. En especial Melquiades Álvarez, el gran orador y catedrático, que llegó a Presidente del Congreso; encarcelado y fusilado al poco de comenzar la guerra. De un lado y de otro encuentran enemigos, porque que el Partido Reformista de Melquiades Álvarez, había sido de tendencia republicana, aunque moderado y no marxista -militando en él personalidades como Benito Pérez Galdós o José Ortega y Gasset-. Todo lo que le vale la persecución de las facciones republicanas anarquistas y de izquierda radical, que en agosto de 1936 fusilan a Melquiades Álvarez; llegando a profanar su momia, poco después. Los más cercanos a Don Pepín, sufrieron durante la Guerra Civil lo indecible. Pues el Partido de Don Melquiades fue financiado principalmente por los hermanos Argüelles del Busto, cuyo primogénito (Donato Argüelles Álvarez) dirigía desde 1929 la fábrica de Romeo y Julieta. Era hermano Ramón que -como sabemos- estaba casado con una hija de Melquiades Álvarez. Todo lo que supuso males y tragedias para quienes tuvieron que ver a sus familiares perseguidos o asesinados; sin más motivo que el de constituir en España una élite (perfectamente educada y justamente establecida).


En 1939 Don Pepín es operado de una grave dolencia y pese a que se prepara su monumento en Colloto, ya piensa que no podrá regresar a su tierra natal (tenía por entonces setenta y cuatro años) -pg. 217 y ss. (10)-. Poco más tarde, comienza la Segunda Guerra Mundial, donde uno de sus más importantes líderes se hace famoso al llevar siempre en su boca un puro fabricado por este gran empresario. Nos referimos a Winston Churchill, que en 1946 mientras visitaba Cuba, se entera de que Don Pepín se encontraba ingresado en un hospital de La Habana. Es entonces cuando el mandatario inglés se dirige al sanatorio, donde estaba el empresario convaleciente, para saludar a quien le hacía los cigarros mejores. Intentando así animar su amigo y agradecerle el magnífico tabaco que le fabricaba (con su efigie y nombre en la vitola) -pg. 219 y ss. (10)-. Pese a todo, ya la vida era muy triste para Don Pepín; no solo por la enfermedad, sino porque su generación se acaba. Incluso en 1945 murió el joven director y copropietario de Romeo y Julieta: Donato Argüelles Álvarez (hijo de Donato y sobrino de Ramón). Diez meses más tarde, fallecerá el otro gran colaborador suyo: Ramón Argüelles del Busto (tío del anterior). Finalmente, el que fuera genio y figura de los puros Romeo y Julieta, expira en 1954; tras una larga convalecencia de casi diez años, durante la que fue primorosamente cuidado por su sobrino Hipólito Rodríguez. Al que Pepín deja sus empresas, legando a su única hija dinero y posesiones (con el fin de que no participase en la industria ni en el accionariado).




SOBRE, JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS:
Winston Churchill y su visita a Cuba en 1946. Las imágenes del mandatario inglés, proceden del artículo de Ciro Bianchi Ross; intitulado “Churchill en La Habana” (61) . Arriba y al lado, fotos de la revista Diners; en las que vemos a Churchill y su esposa en el Hotel Nacional de La Habana, donde fueron tratados como presidentes de Gobierno. Narra Ciro Bianchi que tras su llegada, el mandatario hacía lo que le venía en gana; fumaba cuanto podía, bebiendo y comiendo hasta hartarse. En un momento dado, recibe la noticia de que puede visitar las fábricas de sus puros preferidos y allí va (acompañado de los mejores tabaqueros de la Isla). Sabemos que en el tour y visitando los cigarros, recibió la noticia de que estaba enfermo Don Pepín -al que conoció en Londres-. Ordenando al chófer que pusiera rumbo al hospital donde se hallaba el propietario de los Romeo y Julieta, para saludarle y darle ánimos.

Abajo, un montaje realizado por mí, con los distintos puros habanos Churchill (agradecemos a las industrias tabaqueras de Cuba, nos permitan divulgar imágenes de sus numerosos anuncios).



Para terminar este epígrafe, realizaremos una pequeña biografía de estos dos colaboradores que siempre permanecieron junto a Pepín Rodríguez (Donato y Ramón Argüelles del Busto). Siguiendo preferentemente, cuanto escriben sobre sus vidas, la Academia de la Historia y Juan Alberto Berni (60) . Donde leemos que los hermanos Argüelles nacieron con una diferencia de veinte años, en 1853 Donato y en 1973 Ramón. Siendo hijos un guarda costas (jefe de fronteras) de Gijón; por lo que desde niños pudieron embarcarse rumbo a Estados Unidos. Allí emigró el mayor de ellos, con tan solo trece años y al terminar la Guerra de Secesión (1865); momento en que reclamaron jóvenes para repoblar esa nación que había quedado devastada. En Nueva York estudiará perfectamente el idioma y trabaja desde corta edad, tomando contactos pronto con empresarios de Hispano América. Tras su experiencia en Norteamérica, Donato parte hacia Cuba, donde se hace con una pequeña marca de tabacos y se introduce en el mundo de los cigarros. Es entonces -entorno a 1885- cuando contrae matrimonio con la hija de Inocencio Álvarez, fundador y copropietario de los puros Romeo y Julieta; formando con él una nueva Sociedad llamada Álvarez-Argüelles, que pasará a dominar esta firma de cigarros.


Por aquellos años, pide que sus padres envíen hasta La Habana a su hermano menor (Ramón); que todavía se encontraba estudiando bachiller. A llegar el joven, es mandado a Estados Unidos; con el fin de que aprendiera perfectamente inglés y se formase en instituciones americanas. Regresará Ramón de Norte América, cuando su hermano ya era el socio mayoritario de Romeo y Julieta; trabajando juntos desde entonces. En 1900 vende el suegro de Donato (Inocencio Álvarez) su parte de la fábrica, al marqués de Rabel; entonces los Argüelles deciden buscar un mejor socio. Muy pronto entran en contacto con Pepín Rodríguez; quien ayudado por sus tíos Fernández-Roces, comprará las acciones de Romeo y Julieta adquiridas por Rabel. La transacción se firma en 1903; disolviéndose la Sociedad anterior que la regía (llamada Álvarez-Argüelles); creando por entonces otra empresa, matriz bajo el nombre Rodríguez-Argüelles y Cia.. Esta nueva compañía será la que dirige Romeo y Julieta hasta 1930; cuando se produce el relevo generacional. Pasando la presidencia después del Crack del 29 a manos de Donato Argüelles Álvarez (hijo de Donato Argüelles del Busto), junto a Hipólito Rodríguez (sobrino de Don Pepín); siempre bajo la supervisión del tío Ramón. Regentándose desde 1930 por una nueva sociedad denominada: Sucesores de Rodríguez y Argüelles; creada al retirarse Donato padre y entrar su primogénito, junto al sobrino de Don Pepín.


Tras fallecer Donato Argüelles del Busto -en Madrid, 1933- y al desatarse la Guerra Civil del 36; su hermano Ramón que veraneaba en Gijón, no puede volver a Cuba. Es así, como -inesperadamente- diversas vicisitudes impedirán a Ramón Argüelles del Busto regresar de nuevo a La Habana; muriendo en 1946 (sin salir de España). Quedando la empresa ya en manos de Hipólito (ahijado de Pepín) y en los herederos de su sobrino; porque Donato Argüelles Álvarez, también fallece en 1945. De ese modo, desde 1946 serán las hijas de este último -Ángeles y Mercedes Argüelles; nietas de Argüelles del Busto- quienes se hacen cargo de su parte en Romeo y Julieta; hasta la incautación llevada a cabo por Fidel Castro en 1960. Acerca de ello terminará escribiendo J.A. Berni:El 4 de octubre de 1954, fallece Don Pepín y su sobrino Hipolito se convierte en el accionista mayoritario de la firma, ya que la hija de Pepín solo hereda patrimonios no tabaqueros. Un pequeño resto de acciones quedan repartidas entre los Argüelles y los Roces (familiares del tío de Don Pepín)” (60) .


Para concluir la historia de esta saga tabaquera, ligada a Colloto; añadiremos que Julia Argüelles Álvarez (nieta de Donato Argüelles del Busto), se casó con Juan Goméz-Morán Cima (hermano menor de mi progenitor). Los padres de Julia Argüelles Álvarez, eran Ramón Argüelles y Dinora Álvarez; segundo hijo de Donato Argüelles del Busto (que fue alcalde de Gijón) y la tercera de Melquiades Álvarez (presidente del Partido Reformista). Del matrimonio de Julia Argüelles y mi tío Juan Gómez-Morán nacieron cinco hijos: Juan, Ramón, Lucila, Luis y Sara (Gómez-Morán Argüelles). Tataranietos del fundador de puros Romeo y Julieta; bisnietos del famoso empresario, Argüelles del Busto y de Melquiades Álvarez -por parte de madre-. Por el lado de su padre, son bisnietos del empresario collotense José Cima; casado con Josefa Fernández-Roces (tía segunda de Pepín Rodríguez y prima hermana de Antonio Fernández-Roces).


JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS: Al lado, fotografía mía de hace muchos años; fumando un Romeo y Julieta (como antaño se solía hacer en las bodas). Parece que me estoy tragando el puro; pero es un defecto de cámara, no del fumador.

Abajo, de nuevo un gráfico familiar; en este caso reducido a quienes fueron los tabaqueros ligados a Colloto. En la cumbre vemos a Tomás Fernández-Roces y Ana. Ma García; cuya hija Bárbara se casa antes de 1820 con Juan Antonio González del Valle. El hijo de ambos será Anselmo González del Valle Fernández-Roces, que a su vez contrae matrimonio con la heredera de la tabaquera Cabañas y Carvajal (María Jesús González-Carvajal), convirtiéndose en uno de los grandes hacendados del Caribe. Este Anselmo, manda a sus hijos a estudiar y vivir a España; mientras reclama que vengan a Cuba, dos primos suyos; que llegan desde Colloto (antes de 1855), para llevar sus empresas de tabaco. Aquellos dos eran Antonio y Pedro Fernández-Roces; que dirigirán desde 1870 sus empresas y que a la muerte de Anselmo (en 1875) se hacen con la parte mayoritaria de Tabacos Cabañas y Carvajal. Es entonces cuando Antonio y Pedro Fernández-Roces, traerán a Cuba a su sobrino Pepín. Quien emigra desde Colloto, con apenas nueve años, para prepararse como sucesor de sus tíos. Pepín se forma en las mejores universidades de Estados unidos y regresa a la isla para trabajar en el tabaco, conociendo todos los procesos (laborando en la recogida, secado, empaquetado, distribución y etc). Quince años después (en 1903), convence a sus tíos para comprar gran parte de Romeo y Julieta; firma que hizo suya y por la que luchó para que alcanzase las cuotas más altas. En esta labor fue socio de Donato Argüelles del Busto (yerno del fundador de Romeo y Julieta) y de Ramón Argüelles (hermano del anterior). Pepín, junto a los hermanos Argüelles del Busto, participaron en política, apoyando al Partido Reformista, de Melquiades Álvarez (consuegro de Donato). Al final de las Citas a pie de página, podemos ver un gráfico similar, pero más ampliado (donde se contienen todas las ramas tabaqueras y familias que heredan esas empresas).



CITAS a píe de página:

LAS CITAS SE ENCUENTRAN EN ESTE ENLACE: https://recuerdosyanoranzas.blogspot.com/2020/10/citas-pie-de-pagina-de-las-tres-partes.html

SE RECOMIENDA MANTENER LA PÁGINA DE CITAS ABIERTA, MIENTRAS SE LEEN LOS CAPÍTULOS (PARA CONSULTAR A LA VEZ EL TEXTO).

ESTA, QUE HEMOS LEÍDO ERA LA CUARTA PARTE.

DEBIDO A LA EXTENSIÓN DEL ESTUDIO, SE HA DIVIDIDO EN CUATRO PARTES.

PARA LLEGAR A LA PRIMERA, PULSAR: https://recuerdosyanoranzas.blogspot.com/2020/10/jose-cima-y-su-epoca-la-generacion-de.html

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