sábado, 27 de agosto de 2011

El difícil arte de crear cultura (parte segunda).

Habíamos dejado "la cuestión" en el momento en que nadie quiere reconocerse "padre de la criatura". Siendo aquel precisamente cuando hay que admitir que el arte es una disciplina cultural -perteneciente al "gremio" de las humanidades, muy enraizada con la filosofía o la religión- y no una multidisciplina catalogable entre los modos de diversión (o de ocio). Aunque evidentemente "toca" con el mundo de los entretenimientos, y ello porque una de las formas fundamentales del ocio está en el espectáculo (o en lo espectacular). Siendo así que muchas veces por arte y espectáculo se entiendan una misma cosa; algo que está llevando a un profundo declive del verdadero sentido del arte, en nuestros días. Nos explicamos:
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Hemos dicho y comentado anteriormente que como formas más comunes del espectáculo, se encuentran los deportes; algunos de los que muy desafortunadamente se están comparando con el arte (en su forma de exhibirse e incluso por escenarios y competitividad). Y digo desafortunadamente, porque el espectáculo es fundamentalmente un "ejercicio" de entretenimiento de masas, mientras el arte es un "proceso cultural y espiritual" de sublimar y embellecer la vida, para así mostrarla a todos. Siendo verdad que en muchos casos las artes han sido grandes espectáculos (como fueron: La Ópera, las grandes obras orquestales, o de teatro). La puesta en marcha de ellas y su escenificación, no se llevaba a cabo comúnmente por los creadores, sino por intérpretes y escenógrafos. A estos últimos, son a los que en verdad ha de llamárseles artistas -en el sentido moderno de la palabra-; puesto que muchos de los creadores son simple y llanamente, intelectuales (quienes en muchos casos, jamás serían capaces de presentarse ante un público, ni mucho menos, de entretenerlo).
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Consecuentemente, la palabra artista que ya tiene una muy triste etimología (pues procede de artificio = lo artificial); tuvo aún un peor final en nuestros días. Ello porque engloba desde el poeta o el literato, al actor y al músico de pop; o desde el fotógrafo, al arquitecto, tanto como del pintor abstracto, al director de cine... . Algo, que por las enormes diferencias existentes entre los que describe, convierte a "arte" en un término cuyo significado puede darse a tantas "especies diferentes" como lo hace la palabra "mamífero". -Teniendo en cuenta que lo de "mamímero" no lo decimos con segundas, pese a que en verdad muchos de los artistas somos bastante "mamones"-.
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De lo que se deduce que aquella voz tan utilizada y que tanto nos gusta hoy en día (artista), ha ido modelándose y adaptándose a todas las circunstancias y gentes que a su paso toparon con ella: Por lo que actualmente podemos decir que ya es un "simple piropo" o un "galardón" aplicable a cualquiera que haga algo estrambótico, y no un término con un sentido verdadero (ni menos definible). Puesto que describir con una misma voz a los poetas, actores, escritores, pintores, diseñadores, fotógrafos, bailarines, cineastas, músicos (de todas las especies) y largo etcétera de creativos y creadores de "artificios nuevos", entre los que se incluyen hoy, cocineros, toreros y modistas... . Es como definir al Hombre como animal vertebrado; una catalogación que nos une a otros seres cuya única virtud común a nosotros es tener gran cantidad del "calcio" en el cuerpo. Por lo que El Hombre estaría muy cerca de cualquier bicho con cáscara, pezuñas o raspa, si aplicamos esos términos que son capaces de englobar tantas especies a la vez (tanto como el vocablo "artista", parece que define a todos los "raros" de nuestra Sociedad).
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Todo ello, nos leva a concluir que la palabra "arte" ya, a día de hoy, ha dejado de tener un sentido comprensible, pasando a ser una voz que describe lo que nadie sabe encasillar. Pudiendo compararse a "palabros" como "cacharro" o "chisme", con el cual puede describirse cualquier cosa: Desde una cacerola, a un coche y una radio, pasando por un "aparato sexual"... . Tanto engloba ese término, que nadie puede definirlo, siendo muy común oír como los críticos comentan que ya "el arte es solo provocación"... . A lo que siempre me pregunto si llamar por la calle a la gente "hijo de tal", pudiera ser considerado "un arte".... . Pero no se asuste el lector, que para nada somos exagerados; puesto que una de las grandes obras de arte hoy en día (consideradas como escultura móvil) consiste en un escape de nitrógeno líquido, que a la puerta de uno de los grandes museos contemporáneos, aparece a cada hora en punto. Una nube de nitrógeno, que como un "cuco" cada sesenta minutos "salta" y expande su halo, cubriendo el anverso de uno de los mas bonitos museos de España. Siendo aquello considerado "arte en movimiento", dependiente de la climatología, debido a que el aire o las condiciones atmosféricas, cambian el curso de la nube de nitrógeno y la rapidez con la que esta desaparece... .
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Sin duda alguna, el lugar donde esa "escultura" está, es un gran edificio, maravilloso en su arquitectura y con interesantes obras de arte contemporáneo. Pero siempre creí que lo anteriormente descrito (una nube de nitrógeno) se llamaba "un efecto especial"; aunque con el tiempo me doy cuenta de que debo ser un gran ignorante. Tanto como para no haber podido apreciar y ni siquiera soportar, una obra similar a la anterior que se presentó en otro de los más famosos museos españoles (aplaudida por algunos críticos). Y que en este caso, se trataba de una máquina de vaporización que cada determinado tiempo dejaba escapar su líquido hecho gas. Vapores que procedían de aguas tomadas en la morgue de una ciudad italiana, tras haber lavado los cadáveres de pobres difuntos. Quienes seguro, jamás imaginaron que los restos de su última "ducha" iban a ser así ultilzados (ni ellos ni sus familiares)... .
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Y es que el arte, según nos dicen es "provocación"; aunque eso, a mí, no me entra mucho en la cabeza. Puesto que de ser verdad, habríamos de considerar una auténtica "obra de arte" ir pisando los pies a la gente en la calle (más en Metro y sobre todo a primera hora de la mañana). Siendo ya la gran obra de creación, el momento en que acertemos y le apretamos bien a una viejecita en pleno "juanete" (no doy ideas, no sea que se presenten como innovaciones, en algún salón o galería). Sea como fuere, el arte no es nunca un sinónimo de "provocación"; puesto que de ser considerado así, las tristes calles en las que las pobres prostitutas lucen sus cuerpos para encontrar clientes, deberían pasar a considerarse "zonas de interés artístico". Tanto como los locales de sptreep-tease, pueden pasar a ser incluidos en la ruta de los museos; o las "pechugas y carnes" que allí tan provocativamente se enseñan, pudieran ser propuestos como "bienes de interés cultural". De lo que confundir arte con provocación es algo como no diferenciar "enseñar" -de culturizar y aprender-, con el "enseñar" -de las antes mencionadas "hermanitas de pecar"-. Y es que para mí, el que definió el arte como "una provocación" sabía tanto de arte como aquel al que preguntaron qué le parecía que El Guggenheim viniera a Bilbao, costando tantísimos millones. A lo que contestó, que le daba igual el precio; que si metía goles, bienvenido era... .
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Nos viene ahora a la memoria, referente a arte y provocación, un famoso chiste que se contaba en los conservatorios hace años. En el que narraban que un padre muy orgullosos de su hijo adolescente, le había llevado ante el catedrático de guitarra. Aquel chico era de pop eléctrica y se había inventado unas "variaciones" de la música de Bach, que al parecer sonaban horribles. Pese a ello, su papá consideraba que eran geniales y allí le presentó, para una audición ante el profesor de guitarra. Así que sin vergüenza ni reparo, sacó el nene el instrumento y se puso a tocar de manera terrible (cacofonías, que debieran decirse "caca-fonias" y que "recordaban" en algo a Bach). Al terminar explicó que eran variaciones transcritas por él y para su ejecución en guitarra eléctrica. Tras ello, el orgulloso padre preguntó al catedrático:
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-"Qúe opinión tiene de la ejecución de mi hijo"-. A lo que el profesor respondió: -"¡Demasiado!"-. El niño muy alegre exclamó: -"Ves papá, ha dicho que mi Bach en guitarra eléctrica es: ¡Demasiado...!"-. Apostillando el catedrático: -"No, nene. Yo lo que digo es que tu ejecución es demasiado... . Pero que; por lo menos sino ejecutarte, un par de tortas sí habrían de darte, para que dejaras de machacar la obra de Bach"-.
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Lo anterior viene al caso, por lo ciertamente horrible del sonido de muchas versiones "modernizadas" de la música clásica; en las que se introduce instrumentos electrónicos y "por detrás" una batería que marca un ritmo -nunca mejor dicho lo de "introducida por detrás"- . Pero es muy común que se prefieran por el público esos arreglos tan vulgares, a la versión antigua y original; algo que nos hace pensar que el criterio general sobre música, deja mucho que desear. Muy por el contrario, también es fácil ver como en el caso en que los pintores como hace "interpretaciones" de obras clásicas. "Reconstrucciones" que a la gente por lo general, les suele parecer algo un tanto feo e incomprensible. Ponemos por caso, Las Meninas, que Picasso transforma hace unos cien años en varios apuntes, llegando a crear unas propias. Tanto como el cuadro de Velázquez fue objeto también de varias "versiones" hechas por diferentes pintores (ene especial hace unas cuatro cinco décadas; destacando entre ellas, las del desaparecido "Equipo Crónica").
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Siendo el efecto sobre el público en los casos en los que un pintor contemporáneo reinterpreta un cuadro antiguo, totalmente el contrario al de la música. Pues cuando aquellas obras de Bach o Beethoven las arreglan y se versionan en estilo moderno (con batería y electricidad), suelen tener incluso más aceptación que en su estado original. Mientras que en las reinterpretaciones de cuadros como "Las Meninas", todos ven el gran mérito de Velázquez, considerándose las "nuevas" como muy "incomprensibles" y de menor calidad. Aunque tristemente en este caso, aún siendo verdad que el cuadro original sea mejor, suele suceder que las réplicas pintadas por otros, son comunmente de una enorme calidad artística. Ello, porque no se limitan a copiar y "arreglar" la obra (como sucede con las piezas de Bach o Beethoven), sinó porque lo que hacen es lo que en música se denomina "Variación sobre un tema". Es decir: Tomar una melodía y desarrollarla de manera diferente.
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Y por cuanto decimos, mientras las versiones de música clásica modernizada -con batería, instrumentos elecrónicos y armonías simplificadas- suelen ser una penosa obra. Las reinterpretaciones de cuadros o esculturas antiguas realizadas por artistas plásticos contemporáneos, suelen tener un gran valor en sí mismas. Algo que quizás el público no entiende, pero que nos lleva a pensar que "el criterio" realmente lo tienen muy pocos. Por ello debería haber quienes hicieran comprender al máximo de gente posible, lo que es el verdadero arte. Enseñando en este caso y por ejemplo, que Las Meninas de Picasso son una gran obra, mientras poner batería y chunda-chunda a Beethoven o a Bach, es un desperdicio... .
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Pero continuemos con el tema, pues por lo que vamos viendo y opinando, parece que el arte tiene el dilema y el deber dirigirse a una minoría entendida, quienes debieran tener por función educar a la mayoría. Aunque, de hacerse así, existe la posibilidad de que "la mayoría" pueda llegar a aborrecerlo. Ello, es un hecho cierto y muy moderno, ya que en la antigüedad (y ni siquiera hasta hace cien años), solo opinaban de arte los que estaban en este mundo. Tanto, que quienes no entendían o vivían en el arte, ni se atrevían a opinar de aquel -siquiera para comprarlo-. Pero el problema a día de hoy, es que el juicio de la gran mayoría es lo que vale; ello porque el mandato del arte ha caído bajo el del espectáculo. Algo que es ciertamente peligroso, ya que decimos y afirmamos que arte y espectáculo no son para nada una misma cosa. Y para que entendamos la peligrosa situación en que vivimos y de lo que exponemos, pondremos el ejemplo del qué pasaría con otras disciplinas, si las sometiéramos al juicio de todos. En campos como los del Derecho (la justicia) o de la ciencia (medicina, física y etc).
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Así, siguiendo los mismos criterios que se han llevado a cabo en las artes, podemos plantearnos por qué no es directamente "la gente" la que juzga, o elige los jueces; e incluso, por qué no son la mayoría de los ciudadanos los que legislan y deciden la redacción de las leyes. Del mismo modo, quizás sería "muy bueno" que entre todos (o a votación de la mayoría), se decidiera quien debe ser médico y catedrático de medicina, qué recetas han de darse, cuales son los tratamientos mejores para las enfermedades, o qué medicamentos son los mas adecuados en cada caso. De igual manera, debiera dejarse la física y química a la opinión de la gran mayoría; permitiendo el juicio que entre todos ellos hagan. Quienes, de seguro van a dar un "verdadero vuelco" a las teorías de Newton y hasta a las de Einstein. Tanto como posiblemente sería bueno someter a los mismos criterios con los que hoy se juzga al artista, al matemático; siendo así que todos puedan dar su opinión y que obliguen a determinar a los sabios por qué 2 y 2 son 4; si a muchos les gusta que sea 5.
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Habrá quienes afirmen que cuanto exponemos es un absurdo, ya que el arte no es lo mismo que la justicia, la medicina, la física o la matemática... . Evidentemente no son iguales; pero de igual manera, el Derecho y las Matemáticas nada tienen que ver, y no por ello, los criterios que se marcan en ambos campos son diferentes. Nunca dejando elegir en ellos, la teoría o el juicio de aquel que cae más simpático (o gusta más al pueblo). Debido a que si así se hiciera, no habría ni una ciencia efectiva, ni una justicia legal. De igual manera, si se consume y se potencia solo el arte que tiene éxito por que todos entienden y a todos gusta (principalmente jóvenes, e incluso niños); lo que finalmente conseguiremos es un desastre social. Una situación similar a la creada en épocas en las que se dejaba que el pueblo ajusticiara y juzgase a quienes ellos consideraban culpables. Tanto como esas otras etapas en las que se consideraban las gentes, herejes y brujos, a los estudiosos de la ciencia (llegando a matarles por investigar lo que iba contra sus principios).
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Sucediendo, tal como es sabido, que en las épocas en las que se deja la ley y la ciencia en manos de agitadores o dictadores del pueblo; que se vivieron tremendas regresiones. Siendo etapas de una gran pobreza en justicia social, justicia común, conocimientos y medios. De igual manera, si dejamos a libre decisión del total de los mortales, dirigir el arte y los artistas; sin intervenir o ayudar a aquellos que han de ser los más admirados; puede llegarse a una tremenda regresión espiritual social. Ello, porque del mismo modo que la Justicia alimenta y nutre la Sociedad, tanto como la ciencia la cuida y la hace progresar. Las artes la forman y cultivan generando su espectro espiritual; siendo una verdadera guía que refleja las ilusiones e intenciones del Hombre. De tal manera, si una persona desde niño está acostumbrado a consumir un arte de baja calidad, le ocurrirá lo mismo que cuando se educa a un menor tomando comúnmente "comida basura". Apareciendo en el caso de la alimentación: La obesidad, el colesterol y diversas enfermedades en su cuerpo. Tanto como si se "nutre" de arte basura, su espíritu (o su desarrollo intelectual) se verá muy mermado, apareciendo seguramente enfermedades psíquicas, que pronto le pueden llevar al consumo de drogas o a necesitar ayudas.
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Sin duda alguna, la época que vivimos es la mejor de la Historia; ya que es pefectamente demostrable que desde fines del siglo XX, la Humanidad ha avanzado como nunca lo hizo en justicia social, prosperidad e igualdades. Pese a ello, un solo problema ha generado todo este avance, como es el de que la abundancia que produce en tan poco tiempo este "adelanto", es muy difícil de "digerir" por quienes la recibimos. De tal manera, el exceso de información, de medios de tecnologías (y hasta de comidas), ha producido un empacho alimenticio, social -y sobre todo: Espiritual- en la humanidad. Creando una Sociedad que va estando hasta incapacitada para generar cultura y que no llega ni a diferenciar entre lo que es arte, y lo que es espectáculo. Ya que como decimos y mantenemos, el arte (de veras) es una disciplina que ha de comprenderse en el terreno de las humanidades, la espiritualidad y en el de la cultura.
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Por cuanto exponemos, creemos que las artes, que ya divide Lessing en Temporales y Espaciales; dando -como buen alemán- primacía a las primeras (literatura y música, preferentemente) sobre las segundas (pintura, escultura, arquitectura etc). En unas preferencias de Lessing que creemos nacen de ser protestante y de las diferencias entre las Iglesias europeas. -Debido a que en el Concilio de Trento deciden los católicos potenciar la teatralidad de los templos, con pinturas y esculturas (prohibiendo la libre interpretación de Las Escrituras y la música que no fueran de órgano o antigua). Mientras los protestantes para oponerse a este, crean una liturgia plena de música y orquestas, centrándo además a sus artistas y personas de élite en la literatura. e estudio de la Biblia y la filosofía-. Así, tal como decíamos al comenzar este epígrafe, consideramos que las artes hubieran de dividirse hoy de una forma diferente a como lo hizo Lessing. Ello, porque la separación de este filósofo alemán no podría dar catalogación a artes como el cine; del que no sabríamos si es Temporal o Espacial.
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Consecuentemente, en nuestra consideración estas debieran separarse en Artes Intelectuales (o privadas) y Espectaculares (o escénicas). Siendo las Artes Intelectuales, aquellas (temporales o espaciales) que se practican en soledad y que no precisan de un público, ni se realizan para el disfrute frente a los demás. Muy distintas a las Artes Escénicas, que han de llevarse a cabo siempre frente a las personas y que sin aquella espectacularidad (o puesta en escena) no existen. De tal manera, una obra de teatro, en sí misma y leída, puede considerarse una obra de arte intelectual; mientras que su puesta en escena sería la segunda parte y llevada a cabo como un Arte Escéníca (por lo que precisaría de otras artes del espectáculo -desde los actores, al decorador y el atrezzista-). De igual modo, un plano con una obra de arquitectura es un arte intelectual, mientras la realización de su obra es puramente escénica (necesitando de otras muchas artes como apoyo para llevarla al "espectáculo"). De forma similar, un cuadro sería obra de arte privada, pero no ya su exposición, ni su promoción, que precisa de una "escena". Algo similar a lo que sucede con el libreto de una ópera (o la partitura de un concierto), que es una obra intelectual, pero su representación es evidentemente un espectáculo. Habiendo solo unas pocas artes que solo son intelectuales, entre las que solo nos quedarían: La poesía o la literatura.
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De tal modo, dividiendo de ese modo las artes (en intelectuales y escénicas), quizás consiguiéramos comprender de una vez por todas el concepto de lo que es cultura (para saber qué debiera ser ayudado y apoyado por todos, con el fin de que nunca se pierda). Aunque para ello habría que tenerse perfectamente claro primero, cual es el concepto de lo que es "el arte". En este último punto, creo que deberíamos seguir a Kant y poder definir por arte, aquello que es sublime o bello, habiendo sido solo creado por el Hombre (puesto que un paisaje o una mujer, pueden ser muy sublimes y muy bellas, pero las crea la naturaleza y por lo tanto no es arte; un artificio).
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Siendo la anterior definición algo que hasta nos llevaría comprender por qué el arte se llama así: Artificio. Debido a que se trata de lo bello y lo sublime creado de manera artificial (por la Humanidad). Habiendo además de distinguirse (a nuestro juicio) entre Artes Intelectuales y Artes Escénicas; para poder juzgar qué es cultura y qué es simplemente moda o espectáculos. Pudiendo definir que todas las Artes Intelectuales, pertenecerían al mundo de la cultura. Mientras aquellas manifestaciones que solo son producto de una escena o hechas para simplemente para el espectáculo, cuanto menos de "arte intelectual" tengan en su proceso creativo, más se alejan de la cultura. Y aún siendo un arte, no serán cultura (quizás aún teniendo belleza y carácter en algo sublime). Pues no todo el arte, es cultura.

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